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Jorge Galaz Espinoza (43), ex director del Pequeño Cottolengo de Rancagua, fue declarado culpable de abusar de dos menores deficie
Condenan a cura por violación de dos niños y fiscal indaga otros casos

Los peritajes y los testimonios de los propios menores fueron clave para los jueces. Fiscal Carolina Suazo informó que se encuentra a la espera de las pericias sicológicas a otros dos menores, que también fueron agredidos sexualmente.

por Barbara Saez
La Tercera
via Iglesia.cl
July 26, 2006

Eran más de 70 las personas que se apostaron a las 10.30 en dos salas del tribunal de Rancagua para oír el veredicto. La mayoría eran feligreses, familiares y religiosos, los mismos que por semanas llegaron a apoyar a Jorge Enrique Galaz Espinoza (43), el sacerdote acusado de violar reiteradamente a dos menores con severo retraso mental en el hogar Pequeño Cottolengo de esa ciudad. El cura se sentó frente a la jueza Alejandra Besoaín y escuchó atento. Los fieles comenzaron a llorar al oír el dictamen: Galaz fue hallado culpable de los abusos. Cabizbajo y en absoluto silencio, el sacerdote fue retirado del lugar.

El fallo fue unánime. Los magistrados Oscar Castro, Gladys Medina y Alejandra Besoaín concluyeron que las pruebas apuntan en una sola línea: el clérigo era el autor de las violaciones reiteradas. La reacción de la Iglesia fue inmediata. “La Iglesia es una familia y cuando sus hijos son santos y viven una vida cristiana nos alegramos, pero cuando un hijo ha cometido un error, eso nos hace sufrir a todos”, dijo el obispo de Rancagua y presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic. “Obviamente no era lo que esperábamos. Lo asumimos como una cosa grave y delicada, pero siempre hemos creído en la inocencia del padre Jorge y así lo sostenemos hasta ahora”, agregó el padre Roberto Simionato, superior de la obra Don Orione en Chile.

Las pruebas clave

Galaz fue detenido el 28 de julio del año pasado, tras ser denunciado a comienzos de ese mes por algunos funcionarios del Pequeño Cottolengo, que aseguraban que había abusado de los menores M.A.A.G. (13) y C.E.V.V. (17), ambos varones. Desde esa fecha, el religioso -era el director del hogar estuvo recluido hasta el juicio, que se inició el 5 de junio.

El tribunal conoció cerca de medio centenar de pruebas aportadas por el Ministerio Público y el Sename. Pero los antecedentes que más pesaron en la decisión fueron las pericias practicadas por tres peritos, quienes concluyeron que las lesiones de los menores se debían a violaciones reiteradas. Los jueces destacaron las declaraciones de los niños, quienes desde una sala contigua reconocieron a Galaz como su victimario. Cuando el menor de los afectados vio la cara del religioso en un televisor, golpeó con su puño la pantalla. El otro graficó con gestos los abusos a los que era sometido.

Nueva investigación

La fiscal que indagó a Galaz, Carolina Suazo, señaló ayer a La Tercera que trabaja en una investigación desformalizada por la supuesta participación del sacerdote en las agresiones sexuales cometidas en contra de otros dos internos del Cottolengo. La funcionaria, está a la espera de la entrega de un informe con las pericias sicológicas efectuadas a ambas víctimas.

A la fecha no se tiene un relato de I.C.M.A. (6) y J.P.E.G. (24), pues no tienen capacidad de comunicarse. Tenían una entrada y salida constante del hogar, lo que dificulta la investigación.

La salida con un menor

Otra de las pruebas consideradas en el juicio se refiere a que en julio de 2005 uno de los menores agredidos (M.A.A.G.) habría salido del recinto hasta la casa habitación del religioso, donde éste habría abusado de él. En la vivienda se halló ropa interior masculina manchada con semen. Galaz reconoció que salió con el menor, pero negó que este ingresara a la casa. La defensa del cura explicó que las manchas del calzoncillo se debían a una polución nocturna del sacerdote. Galaz siempre aseguró que era inocente y atribuyó las denuncias a la animadversión que supuestamente le tendrían algunos trabajadores del hogar que no estaba conformes con su nombramiento. Uno de los denunciantes fue el ex seminarista Patricio Retamal, quien aseguró que Galaz tuvo conductas impropias durante el seminario en su contra y que vio a Galaz en actitudes “no propias de un sacerdote” con los menores afectados. Retamal dijo en el juicio que recibió presiones del superior general de la obra en Roma, Flavio Peloso, quien le habría pedido retractarse de las acusaciones contra Galaz.

En Roma deciden si tendrá juicio eclesiástico

El presidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic -quien llamó a rezar tanto por las víctimas y por el religioso-, aclaró que Galaz sigue siendo sacerdote, aunque actualmente no ejerce el ministerio por estar recluido. El prelado informó que los antecedentes del caso se encuentran desde hace un tiempo en una oficina especializada del Vaticano, lugar donde serán enviados los nuevos datos del juicio y del veredicto. “Son ellos los que nos indicarán en este caso, a la Congregación de Don Orione y al Obispado de Rancagua, los pasos a seguir en relación al futuro sacerdocio o ministerio del padre Jorge Galaz”. Goic señaló que el juicio eclesiástico no se ha iniciado, pero que sí se ha interrogado a testigos de manera interna.

Los abogados del sacerdote calificaron el fallo como “injusto” y dijeron que analizarán la posibilidad de presentar un recurso de nulidad una vez que los jueces lean la sentencia (pena de cárcel), el 11 de agosto a las 12.00.



 
 


 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




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