La Nacion
April 24, 2011
http://www.lanacion.cl/mensaje-pascual-ezzati-destaca-fortaleza-y-solidaridad/noticias/2011-04-23/224648.html
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El arzobispo de Santiago, monsenor Ricardo Ezzati, hizo un llamado a la solidaridad entre los chilenos en su mensaje pascual a pocas horas de celebrarse la resurreccion de Jesucristo por parte de la Iglesia, y tampoco olvido los duros momentos por los que ha pasado el clero del pais.
En una alocucion, difundida por Canal 13, el pastor de la Iglesia santiaguina senalo que “la cruz de Jesus es la expresion mas grande de la solidaridad. En El Dios opto por los ultimos. Con razon, San Alberto Hurtado traducia esta actitud de Jesus con la expresion: ‘dar hasta que duela’”.
En ese sentido, el prelado tambien se refirio a la situacion socioeconomica del pais, senalando que “sin desconocer los avances significativos alcanzados”, recordo que las cifras “nos dicen que dos millones y medio de chilenos siguen sufriendo el flagelo de la pobreza urbana y rural; 700 mil jovenes, ni estudian ni trabajan; en las poblaciones perifericas de nuestras ciudades, la droga no deja de ofrecer ilusorios y efimeros caminos de realizacion; en las carceles muchos siguen esperando condiciones de vida mas humana, mientras que hermanos y hermanas de las etnias originarias siguen anhelando ser reconocidos, con pleno derecho, en la vida nacional”.
Y en lo mas contingente y que ha centrado la mirada de la opinion publica del pais a raiz de los escandalos de connotacion sexual que ha afectado a algunos miembros del clero, Ezzati expreso su fe en que el duro momento pasara.
“La Pascua de este ano esta marcada por un peculiar contexto de confusion y de dolor, ampliamente conocido y comentado por la opinion publica”, senalo.
Por ello, recurrio al Evangelio para comparar la actual situacion de la Iglesia con la primera comunidad de Corinto y cito partes de las sagradas escrituras.
“Por todas partes nos aprietan, pero no nos aplastan; andamos con graves preocupaciones, pero no desesperados; somos perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no aniquilados; siempre y en todas partes, llevamos en nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Jesus, para que tambien en nuestro cuerpo se manifieste la vida de Jesus”.
Como nunca hemos tocado con la mano que el tesoro de la fe, ‘lo llevamos en vasijas de barro’, pero tambien, como nunca, hemos experimentado como esta misma fragilidad, con certeza y confianza, nos ha permitido reconocer que el don de ser la Iglesia de Cristo, ‘procede de Dios y no de nosotros’. Somos suyos, ovejas de su rebano. La fiesta de Pascua, se alza entonces, como el signo de esperanza cierta y como arco iris que anuncia la aurora de tiempos nuevos”.
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