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Juan Carlos Cruz: Abuso y tortura de Karadima fue horrible

Terra
June 8, 2014

http://noticias.terra.cl/nacional/juan-carlos-cruz-abuso-y-tortura-de-karadima-fue-horrible,d121796312376410VgnVCM4000009bcceb0aRCRD.html

Juan Carlos Cruz cuenta en detalle los abusos de los que fue víctima por parte del sacerdote Fernando Karadima.



[Summary: The story of Juan Carlos Cruz is painful. Abused by priest Fernando Karadima, his voice still breaks when he tries to tell what happened to him.]

La historia de Juan Carlos Cruz es a ratos dolorosa. Tanto, que a pesar de la fortaleza que intenta mostrar, su voz se quiebra y sus ojos reflejan los abusos de los que fue víctima, cuando formaba parte del séquito de jóvenes que mantenía el párroco de la iglesia de El Bosque, Fernando Karadima.

Un periodo de su vida, que por mucho que lo intenta, reconoce le ha costado superar, no sólo porque fue víctima de abusos sexuales y sicológicos, sino porque constantemente se siente revictimizado producto de la falta de apoyo recibida por parte de la jerarquía de la
Iglesia chilena
, la que según dice, le ha cerrado las puertas y le ha dado la espalda.

Juan Carlos Cruz, es uno de los que se atrevió en 2010 a denunciar junto a Fernando Batlle, James Hamilton y José Murillo los abusos sufridos más de veinte años atrás en la parroquia del Bosque y ahora se atreve a revelar con más detalles en el libro “El fin de la inocencia. Mi testimonio”.

En conversación con TERRA.cl, el periodista radicado en Estados Unidos, explica que el libro "El fin de la inocencia" lanzado este viernes forma parte de una de las tantas terapias que ha enfrentado para tratar de cerrar sus heridas.

En su relato, lo que más llama la atención son los pequeños detalles que a pesar del tiempo, aún se encuentran vivos en la memoria de Cruz. “Mucha gente me pregunta y me dice he leído el libro y me impresiona que te acuerdas de cada detalle, de la pieza, de cómo estaban las cosas”, relata. “Y es porque fue una experiencia muy fuerte, se te queda grabado a fuego, por eso no se olvida así tan fácil”.

Y esos detalles, como la primera frase que cruzó con Karadima a su llegada a la iglesia de El Bosque, son para Cruz una motivación que espera que al ser leídos, ayuden a otras personas a través de su testimonio a atreverse a enfrentar los temores que provoca un acoso como el que él sufrió por tantos años.

“Si mi experiencia puede ayudar a alguien yo lo agradezco y eso lo considero una victoria, porque yo conozco gente que se ha suicidado por esto, hay gente que ya no está”.

Juan Carlos explica que uno de los motores que lo llevó a hacer público los relatos que había hecho como parte de la terapia que sigue junto a un sicólogo para superar las marcas del abuso sufrido, es exponer “a ciertos personajes misteriosos que han permitido sacársela muy barata, como los cuatro obispos del Bosque que salen ahí, como Errázuriz, como Ezzati, como Cristián Contreras”.

“A ERRÁZURIZ Y EZZATI NO LOS PUEDO PERDONAR, ME ENFURECEN”

Juan Carlos Cruz relata en su libro el ambiente creado por Karadima y el poder que ejercía sobre su séquito. Los lujos con los que contaba el cura y el cerrado círculo del que se rodeaba y utilizaba para mantener a los ‘Karadima boys’ bajo su influencia.

En el relato expone con nombre y apellido a ese círculo y asegura no tener temor ante  posibles represalias e incluso reconoce que le gustaría que  los obispos Juan Barros, Horacio Valenzuela, Tommy Koljatic, Andrés Arteaga rechazaran las acusaciones, para poder confrontarlos y debatir acerca de lo que realmente sucedía en la parroquia.

“Los cuatro obispos del Bosque dicen que no se acuerdan de nada. Aquí yo cuento todo lo que ellos hacían con Karadima, de besos hasta caricias, todo, es la pura verdad. Yo estoy contando la verdad, cuento lo que vi, cuento la realidad de lo que pasó en mi historia y o sea, si quieren salir a debatir, debatamos, porque ellos nunca han dicho la verdad, entonces es a lo mejor el momento de que sí digan la verdad”.

Es en esa línea que explica, este relato toma sentido, porque expone a quienes se mantienen en “la oscuridad” y que han sido protegidos incansablemente por las redes de la Iglesia, acusa.

Y eso es algo que al periodista le duele, incluso más que el recuerdo de los abusos a los que fue sometido. “Esto es súper importante, para mí el abuso de Karadima, la tortura sicológica de Karadima fue una cosa horrible que la estoy tratando de superar con un sicólogo y que yo creo que te acompaña para toda la vida, pero uno puede seguir caminando y ser feliz”.

“A los cuatro obispos no los puedo perdonar, a Errázuriz y Ezzati me cuesta perdonarlos, me enfurecen. Me producen un dolor enorme porque los abusos de Karadima se pueden tratar con un sicólogo, pero después la gente que te tiene que dar la mano, como son los pastores, como sería Errázuriz, Ezatti y todos esos, pero en vez de darte la mano te abofetean, es mucho más doloroso. Le hacen daño a la Iglesia"”.

Juan Carlos Cruz agrega que el dolor que relata en el libro ha tenido que revivirlo en varias oportunidades, la última, cuando obtuvieron pruebas de que Fernando Karadima, pese a la prohibición interpuesta por el Vaticano tras las denuncias de abuso sexual, ofició una misa pública.

“Karadima se ríe de la sentencia Vaticana y a su vez Ezzati se ríe de nosotros y no sólo de nosotros tres, sino de todas las víctimas y no sólo las de Karadima, porque les da lo mismo”, acota.

Y advierte que su molestia denota la falta de seriedad que le ha dado la jerarquía eclesiástica chilena a los casos donde se han denunciado abusos sexuales por parte de obispos y párrocos de alta categoría.

“Eso es una burla. Pero si las mujeres quieren tomar anticonceptivos ahí salta Ezzati, si la gente se quiere divorciar, saltan, si los gays se quieren casar, saltan. Pero si los curas abusan niños, mudos. Eso no puede ser”.

 




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