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El "sorpresivo" rol del obispo Cristián Roncagliolo en la arquidiócesis de Santiago

By Tomás Molina J.
Emol
October 07, 2018

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[The "surprising" role of Bishop Cristián Roncagliolo in the Archdiocese of Santiago]

A poco más de un año ejerciendo como auxiliar de Santiago, ascendió al cargo de vicario general del arzobispado, es decir, la mano derecha de Ezzati.

El pasado 11 de junio llegó la primera oleada. Las renuncias de los obispos Juan Barros (Osorno), Gonzalo Duarte (Valparaíso) y Cristián Caro (Puerto Montt) fueron concretadas por el Papa Francisco. En reemplazo de los dos primeros entraron, como administradores apostólicos, Jorge Concha y Pedro Ossandón, quienes ejercían como obispos auxiliares de Santiago.

Tuvieron que pasar más de dos semanas para que el Vaticano anunciara dos nuevas dimisiones. Esta vez se trató de los obispos Alejandro Goic y Horacio Valenzuela, de Rancagua y Talca, respectivamente. Fernando Ramos y Galo Fernández llenaron sus vacantes. Nuevamente, dos experimentados auxiliares de la capital recibieron la confianza de Francisco.

Todo esto en el marco de los abusos sexuales y de poder al interior de la Iglesia nacional que obligaron a toda la Conferencia Episcopal chilena a presentarle su renuncia al Sumo Pontífice durante un viaje a Roma en mayo. Así, y antes de que llegara la tercera oleada el 21 de septiembre, cuatro de los seis principales apoyos del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, debieron abandonar la arquidiócesis.

De los dos restantes, uno ya no está en condiciones. El parkinson que afecta a Andrés Arteaga le impide seguir ejerciendo sus funciones sacerdotales, por lo que, en la práctica, Cristián Roncagliolo es el único obispo auxiliar de Santiago en ejercicio. Tarea compleja considerando la situación actual por la que atraviesa Ezzati, a quien la fiscalía le imputa el delito de encubrimiento por el caso del ex canciller de la arquidiócesis capitalina, Óscar Muñoz.

"Alguien tiene que aparecer"

Según expertos que hablaron con Emol, tras poco más de un año como obispo auxiliar de Santiago, Roncagliolo tuvo un "sorpresivo" ascenso. El 28 de junio pasado, a sus 49 años, fue nombrado como vicario general del arzobispado, puesto que anteriormente ocupaba monseñor Ramos. "Es la mano derecha del obispo (Ezzati), y (actualmente) el único obispo auxiliar en Santiago que acompaña al arzobispo", precisaron desde la arquidiócesis aludida.

Incluso, señalaron los entendidos, es él quien ha tenido que tomar las riendas del arzobispado en reemplazo del cuestionado Ezzati, a quien el Papa debiese remover en los próximos días, pero, según el mismo Francisco ha declarado, la dificultad de encontrar a un reemplazante ha dilatado aquello.

De hecho el protagonismo de Roncagliolo se vio reflejado el pasado domingo. Durante la procesión de la Virgen del Carmen, Ezzati solo tuvo una escueta participación realizando una breve homilía antes de que comenzara el recorrido. Quien presidió la misa final fue el obispo auxiliar, de hecho, el cardenal ni siquiera participó de la caminata.

"También en la celebración de los 800 años de los mercedarios de Chile, él (Roncagliolo) hizo la misa final. Él aparece, no se esconde. Es un obispo que está ahí", sostuvo el doctor en historia y experto en la Iglesia Católica, Marcial Sánchez.

Y es que, para Sánchez, "el Arzobispado de Santiago está con un descrédito tan, pero tan grande, que hay gente que tiene que aparecer. Tienes un cardenal que está imputado, tienes una persona que tiene sesgo frente a la gente. Hay un descontento del cardenal por cómo está actuando y cómo está llevando a cabo su defensa". Esto último, luego de que Ezzati se acogiera a su derecho a guardar silencio durante su declaración con el fiscal Emiliano Arias.

Sánchez dudó que Roncagliolo haya esperado tener en sus manos dicha responsabilidad, pero, insistió, "alguien tiene que aparecer, al margen de que uno pueda o no estar de acuerdo con lo que pueda hacer monseñor Roncagliolo o quien sea". Y recalcó: "Yo no sé si él quería aparecer".

"Nadie podía prever que iba a tener tanta autoridad"

En tanto, el teólogo y doctor en filosofía moral de la Universidad de Chile, Álvaro Ramis, sostuvo que Roncagliolo es quien "está llevando la gestión del arzobispado", pero, afirmó, que el sacerdote llegó a esa posición "evidentemente por descarte".

"Todos los demás partieron a ser designados en distintas diócesis, entonces está en una situación bastante inesperada. Nadie podía prever que iba a tener tanta autoridad. Fue quedando por las circunstancias al frente de una arquidiócesis tan grande, y puede que exista algo de inexperiencia en este tipo de temas", añadió.

"Nunca ha encabezado una diócesis, sino que es un auxiliar en un cargo bastante acotado hasta hace algunos meses", dijo.

"Yo creo que acá se necesita una figura que tenga mayor perspectiva de la complejidad de una arquidiócesis como la de Santiago", concluyó.

Cristián Roncagliolo Pacheco

Nació en Santiago, estudió en los colegios Nido de Águilas y San Pedro Nolasco. Fue ordenado sacerdote en 1999 por el cardenal Francisco Javier Errázuriz.

Ha ejercido en varias parroquias de Santiago, y simultáneamente a ello, entre los años 2000 y 2001, actuó como secretario particular de Errázuriz, mientras este último se desempeñaba como Arzobispo de la capital.

En 2009, obtuvo el doctorado en Teología de la Universidad Salesiana de Roma, y a su retorno a Chile fue nombrado capellán mayor de la Universidad Católica, donde también fue director pastoral y vice gran canciller. Misma casa de estudios en donde actualmente imparte clases de Pastoral y Sacramento del Matrimonio.

El 23 de marzo del 2017 la nunciatura apostólica de Chile comunicó que el Papa Francisco decidió nombrar a Roncagliolo como obispo auxiliar de Santiago. Poco más de un año después, se le designó como vicario general del arzobispado.
 




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