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“Mi madre le contó al director de los salesianos que don Pablo había abusado de mi hermana y de mí”

By Julio Nuñez
El País
February 20, 2019

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Una madre habla sobre cómo denunció el caso a la dirección del centro.
Photo by Paula Casado

Programa en el que aparece José Miguel San Martín como monitor de un curso de psicología para adultos.

[with video]

[New accusation: "My mother told the director of the Salesians that Don Pablo had abused my sister and me"]

Otro exalumno del colegio de Deusto denuncia que dos clérigos le agredieron sexualmente a él y a sus dos hermanos

Como tantos otros, Claudio (nombre anónimo) sintió un extraño alivio a sus 55 años cuando leyó por primera vez que los abusos sexuales en el colegio salesiano de Deusto estaban saliendo a la luz. Durante 45 años, nadie en su barrio le creyó cuando contaba que los religiosos del centro “metían mano” a los niños. En su historia personal y familiar se mezclan los abusos de dos de los cuatro acusados de pederastia y malos tratos: el sacerdote Pablo Ortega –investigado por la orden salesiana por pederastia– y José Miguel San Martín –conocido como don Chemi y denunciado por una treintena de antiguos alumnos–.

"Parece una cosa de risa. Mientras que don Pablo me tocaba a mí, don Chemi hacía lo mismo en el curso de mi hermano pequeño. Se lo contamos a nuestra madre, pero al principio no sabíamos qué hacer. Los salesianos tenían mucho poder en esa época", explica. Este jueves decidió ir a la Ertzaintza y denunciar las agresiones sexuales y físicas que, desde 1977 hasta 1978, sufrió en el centro y cuando salían de excursión. En la denuncia también subraya que el director de los salesianos le confesó a su madre que tenía más quejas de Ortega por el mismo motivo.

El denunciante relata que Ortega, por entonces jefe de estudios y monitor del grupo scout, abusaba de los alumnos en su despacho, en ocasiones los sábados por la mañana, cuando les hacía llamar para repasar el temario. También lo hacía en las duchas después de la clase de gimnasia. "Era matemático. Cuando estábamos en el vestuario sin ropa entraba y nos tocaba. Muchas veces el profesor de Educación Física tenía que echarle", cuenta Claudio. Los peores escalofríos eran frecuentes durante las noches de acampada en Zuazo de Cuartango (Álava), cuando don Pablo dormía junto a ellos. "Yo intentaba no dejarme. Me hacía una bola con el saco, pero se cabreaba y me pegaba", describe.

"Poco después, en 1978, los salesianos hicieron mixto el grupo de scouts y don Pablo nos pidió que lleváramos a nuestras hermanas. La mía fue un día, la metió en el despacho y empezó a tocarla. Salió corriendo y se lo contó a mi madre. Tenía ocho años", explica Claudio. Su madre fue a hablar con el director de entonces, Esteban Arrieta. "Le dijo que ya habían recibido más quejas de otros padres y que no sabían qué hacer", comenta el denunciante. Un año después, Ortega fue enviado a Roma, según la orden "con motivos de estudios", hasta 1982. Claudio asevera que su supuesto abusador tenía mucha influencia en la orden. "Era un capo", dice.

Los abusos afectaron a toda la familia. Tres hermanos afectados y una madre que, tras denunciar, no encontró respuesta. "Lo tapamos todo y no nos ha marcado de por vida. Cuando estaba declarando ante la Ertzaintza comencé a recordar cosas", explica Claudio, quien subraya que son muchas las víctimas de don Pablo que aún no se atreven a denunciar. "Quiero que se sepa. Que salga a la luz y más gente lo cuente", añade.

Compañero de don Chemi

Las quejas de la madre de Claudio fueron similares a las de la madre de Gonzalo Elorza, víctima de don Chemi a finales de los ochenta. Cuando fue con su marido para comunicar al colegio que la asociación de padres les había llamado para advertirles de que su hijo sufría abusos, el director se sorprendió. "Nos dijo que José Miguel San Martín era una eminencia y que nunca habían recibido quejas. Don Chemi nos pidió perdón por si les había hecho pasar un mal rato a los niños. Se puso de rodillas y tocó el suelo con la cabeza. Cuando hablamos con el director nos dijo que lo iba a investigar”, narra la madre de Elorza. San Martín continuó en los salesianos hasta 1990, aunque varios programas de actividades reflejan que siguió impartiendo cursos en el centro hasta 1993. La orden ha reconocido que supo de dichos abusos desde 1989.

Desde 1975 hasta 1979, San Martín y Ortega coincidieron en el centro como profesores. También en los campamentos scout, grupo del que Ortega era fundador. En esa fechas coinciden los abusos de una parte de la treintena de denuncias de pederastia y malos tratos que ya apuntan, además, a otros dos clérigos, uno de ellos un antiguo director ya fallecido, Luis Rojo.

Los tocamientos y los maltratos en el colegio eran vox pópuli entre los alumnos de Deusto, según cuentan los denunciantes, tanto en los medios como en las redes sociales. Claudio cuenta que Ortega le pegaba en la cabeza con una campana de cobre, cuando no se dejaba tocar. Además, varios denunciantes aseguran que varias víctimas fueron al centro cuando San Martín seguía dando clase para chantajearle. “Hicieron una pintada en el suelo del colegio y luego le fueron a pedir 30.000 pesetas. Le amenazaron con contarlo si no lo hacía y don Chemi aceptó", relata Claudio.

Desde que los casos de abusos salieron a la luz, San Martín se ha negado a hacer declaraciones a los medios. A finales de año, antes de que este periódico publicase el primer reportaje de investigación, el ahora acusado afirmó que en el pasado hubo "un episodio de abusos de otro compañero que quedó en nada", pero que él no era pederasta. "Bueno, también, a veces, se hacen cosas, se dicen cosas y se interpretan de una manera determinada. Pero, vamos, eso nos pasa a todos ¿no?", confesó por teléfono.




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