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Cae El Secreto De Los Abusos En Espana

By Inigo Dominguez and Julio Nunez
El Pais
February 21, 2019

https://elpais.com/sociedad/2019/02/18/actualidad/1550503933_869630.html

Julio tiene 44 anos pero, todavia hoy, cuando se cruza con alguien que lleva la misma colonia de don Chemi, el religioso salesiano que abuso de el en su colegio de Deusto, tiene que pararse con arcadas y a veces se pone a vomitar alli mismo. Leopoldo Martin, madrileno, confiesa a sus 80 anos que no hay dia que no recuerde los abusos que sufrio en un internado de Valladolid. “Siempre estan aqui, siempre estan en mi cabeza”, dice golpeandose la frente. Impresiona que un anciano tenga presente a diario el nino que fue en una imagen de dolor, una infancia marcada hasta la vejez. Decenas de victimas de abusos en Espana han guardado silencio durante decadas, ante la version oficial de que este es un problema que no existe ni ha existido en este pais, de que es una excepcion en el escandalo que sacude a la Iglesia en todo el mundo. Callaban por miedo, por verguenza, porque el cura era amigo de la familia o, muy frecuentemente, alguien admirado en la comunidad, incluso homenajeado. Pero, sobre todo, callaban porque temian no ser creidos. Apenas se denunciaba, porque las penas tambien han sido leves. Jose Luis Untoria, un agustino recoleto de Salamanca, abuso de diez ninos en un colegio y en 1996 fue condenado a dos anos de carcel que no cumplio. Habia en total cerca de cien chicos que le acusaban y pasaron por un despacho de abogados pero al final prefirieron no denunciar. Uno de ellos se suicido despues. En la prensa, por cierto, estas noticias a veces no pasaban de media columna.

EL PAIS se propuso hace cinco meses comprobar si Espana era una excepcion, o si lo excepcional era que en este pais aun no hubieran salido a la luz mas casos de pederastia en la Iglesia. La respuesta empieza a estar clara: los abusos en Espana si han existido. Queda ahora por saber cual es la dimension del problema. Este periodico ha investigado y desvelado ya 19 casos, con al menos 87 victimas. Es mas de la mitad de lo que estaba registrado oficialmente en los ultimos treinta anos: 36 casos, a traves de 34 sentencias civiles y seis eclesiasticas. Ademas, por primera vez hemos contabilizado los casos de los que se tiene constancia, sumando los judicializados y los que han aparecido en distintos medios de comunicacion. Suman un total de 82 casos conocidos en 33 anos; 28 de ellos en los ultimos 14 meses. Un aceleron vertiginoso tras decadas de silencio. Un secreto que empieza a caer. Ha sido posible por la valentia de las victimas, que se han decidido a hablar.

En una decision sin precedentes, el Papa ha convocado a los obispos de todo el mundo este jueves en Roma para celebrar una cumbre monografica sobre esta crisis que esta lastrando el pontificado del papa Francisco. La Iglesia espanola llega a la cita con un escandalo que crece dia a dia. A lo largo de esta semana, con una serie especial, este periodico publicara nuevos casos.

“Yo estaba destinado al suicidio. Si cuando estaba en manos de este cura y era su presa, con 15, 16 anos, hubiera hecho caso a esa voz que me decia que lo unico era tirarme al tren, no estaria aqui”, cuenta Angel Plaza, una victima de Salamanca de un nuevo caso que EL PAIS publica hoy. La idea del suicidio ha acompanado en estos anos de secreto y silencio a alguna de estas personas, que han sobrevivido sin ayuda, como han podido o se les ha ocurrido. En algunos casos, se han ido al extranjero, y la distancia y el contacto con grupos de ayuda que si existen en otros paises les ha permitido salir adelante. Ahora, 30, 40 anos despues, muchas lo han contado por fin por primera vez. Muchas de ellas han acudido a EL PAIS, que hace cinco meses pregunto a las 70 diocesis espanolas por las denuncias que habian recibido y los casos que habian instruido en sus tribunales. Solo 18 contestaron con evasivas, negativas o silencios. El 14 de octubre de 2018 el periodico decidio abrir un correo electronico para recibir las denuncias directamente de las victimas. En dos dias llegaron cien. Despues, mas de 200.

Algunos mensajes, solo el mensaje, son de pesadilla. Llamar al remitente —muchos no quieren hablar ni identificarse— suele llevar a una larga y dura conversacion. “Es usted la primera persona a la que se lo cuento en mi vida, y tengo 62 anos”, decia esta semana al telefono una de las victimas que ha salido la luz tras destapar este periodico el caso de Manuel Brinas, el marianista que fundo la escuela de futbol del Atletico de Madrid. “Cuando vi su foto fue una convulsion, un desahogo. Admiro a la primera persona que hablo por primera vez. Tantos anos callados, tanta gente… Siempre pensaba que a todo cerdo le llega su San Martin. Ya ha llegado. Gracias”. Otra victima que llamo al periodico se echo a llorar: "Perdone que llore, pero es la primera persona que quiere escucharme".

?Cuantas victimas puede haber? EL PAIS ha creado una base de datos con todos los casos conocidos, tambien publicados por otros medios, y contabiliza ya al menos 243 victimas en las ultimas decadas. De cada caso, casi nunca ha habido una sola victima. Generalmente, cada sacerdote abusador elegia a un nino y luego a otro, asi durante anos. Las victimas que se han atrevido a romper el silencio suelen repetir una frase: “Puede haber decenas”. Lo dijo Miguel Hurtado, el primero en acusar al fraile Andreu Soler en la abadia de Montserrat, y han emergido diez victimas, por el momento. Lo dijo el primero que acuso a Francisco Carreras, un cura de Salamanca que paso por una docena de pueblos durante mas de 20 anos, aunque llegaba rebotado de Estados Unidos —donde ya habia sido acusado— y la archidiocesis de Miami habia advertido de sus antecedentes. Hoy se conocen sus presuntos abusos a cinco victimas. Lo dijo el primer exalumno de Deusto que escribio a este periodico para hablar de don Chemi. Ahora hay ya mas de 30 denuncias interpuestas ante los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Una de estas victimas cuenta que cuando fue a denunciarlo a la Ertzaintza el agente se quedo de piedra. Alli mismo le confeso que el tambien estudio en ese colegio y el mismo cura tambien habia abusado de el. Lo dijo tambien el primero que reunio valor para acusar a Manuel Brinas, y en pocos dias han surgido otras siete victimas en los ultimos 24 anos.

Confirmar estas historias es arduo y laborioso, porque son casos de hace muchos anos. A veces, el cura ha muerto y quien le protegio, tambien. Muchas victimas ni recuerdan el apellido del criminal. Era "don Paco" o "don no se que". Y, ademas, la Iglesia lo niega o no recuerda nada. La Conferencia Episcopal Espanola (CEE) asegura que es un organo colegiado y que, por lo tanto, no es asunto suyo, sino que compete a las diocesis. Y las diocesis apenas dan informacion y si lo hacen, lo hacen obligadas. Solo ensenan sus cartas cuando salta un caso en el que son descubiertos. El resto, lo siguen ocultando.

La Iglesia catolica espanola, a diferencia de la estadounidense, la alemana, la francesa, la irlandesa, no se ha mostrado, hasta la fecha, dispuesta a revisar su pasado ni a decir toda la verdad sobre los abusos sucedidos intramuros de la institucion. Lo que sabe. Cuantos casos conoce. Cuantos obispos han encubierto delincuentes. Cuanto dinero ha gastado en acallar denuncias. Hasta ahora, ha optado por el silencio. Su unica reaccion, tras los primeros casos destapados por EL PAIS, fue crear una comision para estudiar el problema que no incluye a las victimas ni a expertos externos, solo a clerigos. La CEE coloco al frente de este grupo al obispo de Astorga, Juan Antonio Menendez, conocido por haber redactado en su diocesis el protocolo mas severo de actuacion contra la pederastia de las 70 diocesis —obliga a denunciar a la justicia ordinaria—, y por haber creado tambien esta semana en su territorio el primer organo de la Iglesia para asistir a las victimas, pero tambien muy cuestionado por silenciar e infravalorar el escandalo del seminario de La Baneza.

Por otro lado, las ordenes religiosas van por libre y no responden ante los obispos, sino directamente ante el Papa. La informacion para comprender realmente el alcance del problema esta muy dispersa. Los jesuitas de Cataluna han sido la primera orden en emprender una investigacion interna en sus colegios, a raiz de informaciones publicadas por este periodico en diciembre.

En ocasiones, las victimas que han dado la cara con nombres y apellidos no lo han tenido facil cuando se han atrevido a dar el paso y contarlo. A Javier Paz, victima de abusos en Salamanca en los ochenta y noventa, que salio en La Sexta en 2014 y fue uno de los primeros en dar ese paso en Espana, le renian por la calle algunos conocidos. “?Pero como le has hecho esto a don Isidro? ?Con todo el bien que ha hecho!”, le dijo la madre de un amigo. Se encontro con una ciudad que le daba la espalda. Como Teresa Conde, de la misma ciudad, que aparecio en EL PAIS contando los abusos que sufrio por parte de un religioso trinitario. "Que desverguenza, salir a hablar de estas cosas en publico", ha oido esta semana a sus espaldas al cruzarse con unas conocidas.

En el caso de Javier Paz, el obispado apenas admitio los hechos en 2014 en un comunicado que anunciaba que el cura habia sido apartado, pero sin revelar la autentica dimension del caso y que habia, al menos, otras dos victimas. Los abusos de Paz se antojaban un caso aislado. Muchos pensaron que no seria para tanto, o que buscaba dinero, y que para que remover algo despues de tantos anos. Despues le ha costado el puesto de trabajo, y le ha hecho mas dificil encontrar otro. Hay que comprender lo que significa acusar a la Iglesia, y que la Iglesia te desacredite, en un pueblo, en una ciudad pequena de provincias.



La Conferencia Episcopal Espanola apenas se relaciona con las victimas que aparecen en la prensa y trata de atraer hacia si a los afectados para evitar que aparezcan en los medios. Los jesuitas, la abadia de Montserrat, los salesianos, cada institucion que se ha visto salpicada ha abierto su propio correo electronico, para tratar de controlar el escandalo y gestionarlo con discrecion.

Con miedo al exterior y al rechazo social, en estos anos se ha creado un mundo paralelo y subterraneo de victimas que se buscaban unas a otras a traves de Facebook y otras redes sociales. Cuando una salia en los medios, comenzaba a recibir mensajes de otras. Se escuchaban, se apoyaban, se daban consejos. Al mismo tiempo, a veces, tecleaban en la web el nombre de su abusador, a ver donde estaba, si seguia en contacto con ninos... La peor tortura para las victimas es pensar que a otros ninos les puede estar pasando lo mismo si ellos no hablan, y se sienten culpables tambien por eso.

De este modo, se ha ido creando el sustrato necesario para que afloraran mas casos, mas denuncias. Solo esperaban que llegara el momento adecuado, que se abriera una puerta y que alguien les escuchara. Ahora, cada nuevo episodio se difunde a toda velocidad en grupos de WhatsApp de exalumnos de un colegio, o de amigos de la infancia.

?Por que no lo ha dicho antes? Esa suele ser la maldita pregunta. La hace el obispo cuando alguien va a denunciar. Se la hacen muchos cuando el caso sale a la luz. Una victima, si lo cuenta, lo cuenta cuando puede, o cuando sabe que alguien le va a escuchar. Una gran parte de los mensajes recibidos por EL PAIS son de quienes eran ninos en los setenta y los ochenta y, ahora tienen entre 40 y 50 anos. Eso es lo que han tardado. “Venia a casa, charlaba un rato con mis padres, subia a mi habitacion y me tocaba. Era terrible. Contarselo a mis padres no era una opcion. Lo reverenciaban", cuenta Manuel Vilar, de Artana, Castellon. Era 1982, tenia 14 anos. Contarselo a uno mismo, contarselo luego a alguien, puede llevar anos, pero es solo el principio. El trauma emerge del pasado como un suceso doloroso o feliz, como la muerte del padre o el nacimiento de un hijo. Es un camino muy largo, con continuas recaidas, insomnio, ansiedad, es casi imprescindible un tratamiento psicologico. A muchos les ha llevado al alcohol, a las drogas, a vidas desnortadas. “Todas las drogas eran pocas para calmar el dano que me habia causado”, confiesa Emiliano Alvarez, victima en el seminario menor de San Jose de La Baneza, Leon, en los setenta. Se engancho a la heroina, paso por la carcel. “Dejas de confiar en la gente, cambias mucho de lugar, de amigos, porque cuando te empiezas a sentir a gusto se te encienden las alarmas”, dice Javier Paz.

Las victimas no son las unicas que se han atrevido a hablar. Hay sacerdotes, horrorizados con el escandalo, que estan ayudando a difundir casos de pederastia en la Iglesia. Lo hacen a escondidas, temerosos de que sus superiores los descubran. Imploran que no se publique su nombre. Hay exvicarios judiciales represaliados por hacer su trabajo y querer hacer limpieza. Curas que avisaron hace anos al obispo de las tendencias de un sacerdote. Uno de los primeros en romper el silencio fue el vicario judicial de Cartagena, Gil Jose Saez, que hablo sin rodeos con EL PAIS. “La gestion que ha llevado a cabo la cupula eclesial espanola ha sido muy mejorable. Pero ante la aparicion de denuncias de victimas la mayor parte de los representantes de la Iglesia espanola apuestan por que los casos ocultos salgan a la luz y los culpables sean juzgados, y las victimas reparadas debidamente”, asegura.

Es bastante sorprendente encontrar receptividad y colaboracion en el Vaticano, mientras en Espana la Iglesia cuestiona a los periodistas a traves de la cadena Cope, acusandoles de “manipular”, como ocurrio ante las primeras informaciones del caso de Javier Paz en Salamanca. EL PAIS publico unas grabaciones en las que el obispo de la ciudad, Carlos Lopez, le sugeria que pidiera una compensacion economica por escrito. Fue un papel con una clausula de silencio, pero el obispado lo uso luego para acusar a Paz de buscar solo el dinero y nunca mas volvio a llamarle.

En la Santa Sede la sensacion es que todavia hoy, 17 anos despues de que estallara el escandalo con las revelaciones del Boston Globe en Estados Unidos, relatadas en la pelicula Spotlight, cada pais se resiste a cambiar, y sus unicos aliados son los medios. En diciembre el Papa agradecio expresamente a los periodistas su trabajo de “desenmascarar a los lobos”.

Lobos es una expresion muy adecuada para individuos muy astutos que eligen a sus presas con cuidado. Tienen un perfil asombrosamente repetitivo. Suelen ser curas populares en su comunidad, admirados incluso, volcados en los jovenes. Lo mas inimaginable. Y sus victimas suelen ser ninos solitarios, o fragiles. Javier Paz era huerfano de padre desde los tres anos. “A mi me llamaban cabeza buque, era el empollon, no jugaba con los demas. El se fijo en mi, para mi era la persona que mas me queria en el mundo”, cuenta Angel, que sufrio abusos en los ochenta. “Me eligio simplemente porque no jugaba al futbol, me quedaba aislado”, dice Fernando Garcia-Salmones, victima con 14 anos, en 1975, en el colegio Claret de Madrid. “El cura me usaba como si fuera una prostituta. Llegaba, me desnudaba, me violaba y me despachaba”. A veces luego tenia que hacer la cama y limpiar la habitacion donde habia sido violado. De puertas afuera, ese cura era un severo guardian de la ortodoxia.

Cuanto peor es lo que ocurre en secreto, mas increible es para quienes no lo saben, y ese es el abismo con que se encuentran esos ninos para contarlo. Manuel, nombre ficticio, llego a suspender todas adrede para que le castigaran sin ir al campamento de la parroquia, y evitar asi los abusos del cura, Isidro Lopez, de la parroquia de San Julian, en Salamanca. Pero se presento en su casa y convencio a sus padres para que le dejaran ir. Luego retraso su confirmacion, para que siguiera un ano mas en la parroquia, porque dijo que no le veia preparado. Es el mismo sacerdote que abuso de Javier Paz.

Los abusos terminaban cuando el cura se cansaba de un nino y elegia a otro. O cuando crecia, le salia vello y ya no le atraia. O cuando le trasladaban. O cuando el chico se iba de la ciudad. En algunos casos, el abuso continuaba tras la mayoria de edad. “Abuso de mi desde los diez hasta los veinte. Se que resulta dificil de creer, si a esa edad podia darle un guantazo y estamparlo contra la pared, pero me tenia domesticado, manipulaba mi entorno para aislarme”, reflexiona Javier Paz.

El primer paso de muchas victimas, en la confianza de que era lo mejor, fue contarlo a la propia Iglesia, incluso sin decirlo a sus familias. En los casos investigados apenas hay experiencias positivas. La Iglesia siempre ha tratado los abusos a menores como pecados, no como delitos, y asi pretendia que lo tomaran sus victimas, perdonando incluso al agresor. En cuanto al sacerdote acusado, la practica habitual ha sido cambiarle de parroquia, o de pueblo. Quien se lo podia permitir, por contactos o relaciones, lo enviaba a misiones en el extranjero. Para las ordenes religiosas resultaba mas facil. EL PAIS ha documentado 18 casos de curas o religiosos acusados de abusos que han ido al extranjero. Uno de los mas graves es el de Jordi Sanabre, huido de la justicia en 1990, cuando iba a ser procesado. Este periodico le ha encontrado en Ecuador y ha descubierto que huyo con la ayuda del arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles. Luego ha seguido alli amparado por el silencio de sus dos sucesores, tambien cardenales, Lluis Martinez Sistach y Juan Jose Omella. El arzobispado de Barcelona apenas ha dado explicaciones.

La prioridad ha sido siempre mantener el secreto y evitar las denuncias en los tribunales. Para eso se ha llegado a comprar el silencio de las victimas con dinero. EL PAIS destapo el primer caso en el que quedaba probado, el de Miguel Hurtado, victima de abusos en la abadia de Montserrat. Recibio 7.200 euros. Pero ha descubierto un nuevo caso, el de Angel Plaza, que publica hoy, que multiplica por 10 esa cantidad: 72.000.

En teoria, segun las reglas eclesiasticas, las diocesis y las ordenes debian abrir un proceso canonico. Es un misterio cuantos se han instruido –tras consultar a las 70 diocesis, este periodico solo pudo constatar dos en las ultimas decadas-, pero lo cierto es que en los casos desvelados se convertia solo en otro modo para acallar a la victima. “Solo te hacen perder tiempo, te enganan, juegan con tu esperanza de que haya justicia y una solucion”, explica Javier Paz. Es entonces cuando algunas victimas, como el, decidieron grabar conversaciones, ante la certeza de que seria la unica manera de ser creidos. Como hizo Miguel Hurtado con el abad de Montserrat, Josep Maria Soler, en un video que ahora publica este periodico: “Lo haces porque sabes que no vas a ser creido, porque la Iglesia dice una cosa en publico y otra en privado, y te tachan de mentiroso”.

Ser creido tambien es un reto en los tribunales. La Justicia tiene su parte de responsabilidad en que los abusos no hayan salido a la luz. “Casi todo se archiva. Yo he llevado en tres decadas unos 40 casos de abusos a menores por parte de sacerdotes, pero solo han llegado a juicio tres”, cuenta Manuela Torres, abogada de Salamanca especializada en este campo y miembro de la Asociacion de Juristas Themis. Quienes van a su despacho entran con la obsesion de que les crean. En la instruccion acaba siendo su palabra contra la del presunto abusador y, raramente, hay pruebas. Se suelen encargar examenes psicologicos, aunque Torres reprocha que para la victima es una especie de maquina de la verdad y en el caso del acusado, sirve para una posible busqueda de eximentes. Y se rechazan sistematicamente los informes psicologicos de parte de la victima. “El Supremo y el Constitucional tienen muy sentenciado que basta como prueba el testimonio de la victima cuando cumpla unos requisitos de credibilidad, pero es un principio muy desatendido”, apunta. Cree que falta formacion y sensibilidad en los tribunales. Ademas, opina que en ciudades pequenas y pueblos, donde todo el mundo se conoce, este tipo de causas tienen mas dificultades para prosperar ante la falta de pruebas claras. En Salamanca, donde ella trabaja, EL PAIS ha destapado cuatro casos. De todos modos tambien ha habido casos, en el que las condenas de los tribunales no inmutan a la Iglesia. Como el de un profesor que abuso de un menor en el colegio del Opus Dei de Gaztelueta (Bizkaia), condenado a 11 anos de carcel en noviembre de 2018, pero al que la Iglesia considero inocente. El colegio, a dia de hoy, continua defendiendo al profesor y afirma que el relato de la victima es falso.

 

 

 

 

 




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