http://ciperchile.cl/2012/01/05/carta-de-padres-de-nino-abusado-en-liceo-aleman-del-verbo-divino/
            
            
              Era  mediados de 2009 cuando los autores de esta carta escucharon lo que  ningún padre debería escuchar. Su hijo estaba raro, parecía haber  perdido parte de su inocencia. Esa agresividad, esas conductas  erotizadas. No era normal. Lo llevaron a la neuróloga, luego a una  sicóloga. El niño tenía sólo cuatro años. Fue entonces que confirmaron  lo que hasta ese momento ni siquiera se les había pasado por la cabeza:  su hijo había sido abusado por el sacerdote filipino Richard Joey  Aguinaldo en su colegio, el Liceo Alemán del Verbo Divino. 
              Lo peor no había pasado. Fueron al colegio a pedir ayuda y los  abogados que el rector les ofreció para apoyarlos terminaron defendiendo  a Joey Aguinaldo. Después recurrieron al entonces arzobispo de  Santiago, el cardenal Francisco Javier Errázuriz, pero de él sólo  obtuvieron un pan de pascua y una promesa de que haría algo, pero que  nunca se cumplió. En 2010, CIPER investigó el caso y dio cuenta no sólo de cómo la Iglesia chilena se lavó las manos, sino  que también de una congregación que escondió a Joey Aguinaldo para  protegerlo y de un colegio católico que le cerró las puertas a una  familia cuando más apoyo necesitaban. 
              La semana pasada, después de un largo proceso que incluyó careos en  los que el niño, ahora de 7 años, debió enfrentarse cara a cara a su  abusador en un juicio, el Tribunal Oral de Colina declaró culpable al sacerdote por abusar de dos niños.  La carta que compartimos con ustedes a continuación la escribieron sus  padres días después. Hoy esperan a que se dicte la sentencia. 
              “Queridos amigos, 
              Mientras recordamos una vez más la escena de nuestro hijo de 7 años  declarando en el juicio por ser abusado sexualmente por un sacerdote de  la Congregación del Verbo Divino, nos nace escribirles estas breves  líneas. Lo que nos moviliza a hacerlo es una profunda y casi  descontrolada necesidad de dar las gracias y de reconocer a todos  quienes han compartido la carga de dolor y sufrimiento que ha pesado  sobre nosotros.
              En primer lugar queremos dar las gracias a Dios por el maravilloso  hijo que nos regaló y por la familia que hemos construido durante estos  años de matrimonio. Pensamos no sólo en él, sino que también en sus dos  hermanos. En este casi infinito proceso de búsqueda de justicia hemos  aprendido que en el profundo ego y ceguera que cultivamos los adultos,  nos gusta ser reconocidos como héroes o súper papás por nuestros hijos.  Que equivocados estamos…¡¡¡Los únicos y verdaderos héroes son ellos y el  más grande de todos es nuestro hijo!!!
              Valientemente ha debido enfrentar, desde un estrado, a su violador, a  una poderosa congregación y a una iglesia lejana, indolente y  negligente. Tal como lo dijimos en su momento cuando, por casi cinco  horas en total, tuvimos que narrar nuevamente estos horrorosos hechos,  la respuesta del por qué el resto de los niños –que debieran estar no  están ahí, se debe única y exclusivamente que nuestro hijo con sólo un  compañerito  fueron los valientes que se atrevieron a hablar y fueron  escuchados y comprendidos por sus padres.
              Nuestro hijo es tan grande y noble que pese a todas las agresiones e innumerables
                revictimizaciones que ha sufrido ya está dando claras señales de mejoría y recuperación.
                Como no dar las gracias a quienes nos han ayudado a defendernos y  sanarnos: nuestros abogados y la psicóloga de nuestro hijo. Todos lo han  hecho desde la convicción y una profunda ética, atributos tan escasos  pero necesarios, sobretodo en estos días tan convulsionados y  confrontacionales. Ellos nos han acompañado con profesionalismo y  profunda humanidad. Estamos seguros de que Dios los puso en nuestro  camino para mitigar la falta de justicia que ha caracterizado los casos  de abuso sexual, sobre todo, aquellos que la Iglesia ha acallado y  ocultado de manera casi siniestra tratándose de niños tan pequeños.
              A pocos días de haber celebrado la navidad, los invito humildemente a  redescubrir el regalo infinito de que significa ser padres. Los hijos  son felicidad, pero también responsabilidad. Un regalo inmenso para  ellos es tenerlos cerca, mirarlos, acompañarlos, abrazarlos. ¡¡Háganlo!!  Y mientras puedan díganles que los aman más que a nada en el mundo, que  están orgullosos de ser sus papás y que nunca los van a dejar solos.  Disfruten del maravilloso regalo de tenerlos sanos y recuerden que en  los complejos tiempos que vivimos, los verdaderos héroes son ellos.
              Queridos amigos, el fallo unánime que dictó culpabilidad sobre  Richard Joey Aguinaldo es sin duda un acto que nos abre esperanzas  respecto de la justicia que, hace más de dos años, buscamos  incansablemente. La eficiente labor del fiscal de esta causa junto con  todo el equipo de la Fiscalía de Colina hicieron posible ganar esta  batalla, pese a las múltiples irregularidades cometidas durante la  investigación tanto por el colegio, como por la Congregación del Verbo  Divino y el equipo de abogados que representó al imputado. Este domingo 8  de Enero, a las 15:00 horas, sabremos si Richard Aguinaldo deberá  cumplir su condena en la cárcel o si recibirá algún beneficio que le  permita evitar la prisión efectiva Mientras tanto, los niños se  mantienen prisioneros en el terror y la angustia de volver a verlo.
              Queremos finalizar reafirmando las infinitas gracias a muchas  personas que de una manera u otra hicieron posible la recuperación de  nuestro hijo, su reinserción escolar y finalmente que se haga justicia.
              Les mandamos un abrazo y felicidades en este nuevo año que recién comienza”.
              Ex papás del Liceo Alemán del Verbo Divino