MEXICO
Terra
19 de marzo de 2012
La visita del Papa Benedicto XVI despierta expectativas sobre un cambio en la estrategia vaticana hacia una región clave en el catolicismo mundial que incluya una señal de justicia hacia las víctimas de abuso sexual.
Después de seis años de pontificado, México y Cuba son los primeros países hispanoparlantes que visita Benedicto XVI después de viajar a Brasil en 2007 cuando asistió a la V Asamblea General del Episcopado Latinoamericano (CELAM).
La visita papal a México tendrá lugar en pleno proceso electoral y aunque autoridades eclesiásticas insisten en su carácter exclusivamente pastoral, expertos advierten sobre una capitalización del mensaje del Vicario de Cristo por parte de los partidos políticos en campaña. “Es un momento delicado en el que los mexicanos estamos eligiendo las opciones políticas futuras por lo que afirmar que no tendrá ninguna repercusión política es absurdo”, dice el sociólogo y vaticanólogo mexicano Bernardo Barranco en conversación con Deutsche Welle.
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