En Nueva Jerusalén, si no cumplen los mandatos el castigo puede ser la muerte

(MEXICO)
La Jornada [Mexico City, Mexico]

July 16, 2012

By Karina Avilés

Narra un joven cómo viven sometidos por una secta en este poblado de Michoacán

Óscar Montero Arreola habita en la Nueva Jerusalén, poblado en el que si no se cumplen las reglas de las voces que bajan del cielo, el castigo puede ser hasta la muerte. En su joven vida ha visto cómo le dispararon a un insubordinado, ha sido recluido en un calabozo por faltar a los mandatos de la divinidad, pero lo que más le pesa, como si fuera un cargamento que siempre lleva a cuestas, es lo que le hizo uno de los sacerdotes del séquito del líder de la secta, el llamado obispo Martín de Tours: “Fui violado por el cura Enrique Gómez Gómez, a quien le dicen Padre Basilio. Él sigue en el pueblo”.

La reciente destrucción de la escuela en la Nueva Jerusalén, municipio de Turicato, Michoacán, por este grupo que cree ser portavoz de la Virgen del Rosario en la Tierra, sacudió todo en su interior para hablar. Por primera vez, cuenta lo que le ocurrió hace 18 años y asegura que no es el único: Tengo cinco conocidos que en confianza hemos hablado de ese tema y que les pasó lo mismo que a mí.

Óscar afirma que las violaciones no sólo son cosa del pasado: Tenemos una grabación de un chavito donde confiesa lo que le pasó, pero a su madre la compraron; le dieron un cargo en el convento y al chavo lo callaron.

Este es el testimonio de Montero: “Tenía ocho años. Recuerdo que era diciembre, porque nos dieron un bastón de Navidad. El cura Enrique Gómez Gómez, a quien le dicen padre Basilio, eligió a unos niños para darles un premio. Entonces nos llevaron a una casa que está enfrente de la iglesia, donde nos dieron de desayunar.

“Nos llevó a su cuarto, que está en la iglesia. Éramos tres, pero a dos los mandó a la tienda. Entonces se quitó la sotana, se quitó todo. Yo jamás pensé algo así. ¡Y ahí sucedió!, ¡me calló!, ¡me tapó la boca!, ¡hice todo lo posible para que no me hiciera eso! Pero, ¿cómo va a poder defenderse un niño de ocho años?

Yo bajé corriendo, gritando y, afuera, les dije a los otros dos niños lo que pasó y ellos ya no regresaron. Al otro día el celador, no recuerdo su nombre, nos llevó al cerro a varios niños y les conté a algunos de mis compañeros lo que me pasó.

Por la tarde de ese mismo día, Óscar, como todos los demás habitantes, fue a la iglesia a rezar al rosario, pues de no hacerlo serían sancionados. Ahí estaban los niños Pablo González y Abraham Tomás –los otros dos elegidos por el supuesto sacerdote, quienes ya se fueron del pueblo–, cuando el Padre Basilio los mandó llamar al atrio.

Óscar recuerda textualmente las palabras del cura Enrique Gómez Gómez, hijo de Agapito Gómez Aguilar –el vidente del pueblo, ahora fallecido y que fue procesado por violación– y hermano de Rosa Gómez Gómez, la supuesta vidente que recibió el mensaje de que debían quemar y acabar con la escuela. “‘Ya se estaba apagando esta lumbre, pero ya se volvió a encender’, nos dijo el Padre Basilio. Y nos agarró a golpes con una cuarta”, recuerda.

Hoy, Óscar tiene 26 años. Cose ropa a máquina, hace pan dulce y de sal y también pinta al óleo. Lucha por aprender. En la Nueva Jerusalén la educación es parte de lo proscrito; por ello va a Puruarán, a unos tres kilómetros de la ermita, a estudiar la secundaria abierta. Sin embargo, decir que para todos está vetada la enseñanza no sería exacto, ya que los hijos de quienes se oponen a la enseñanza laica van a un plantel en La Injertada, una pequeña localidad, a la cual se llega caminando unos 10 minutos.

https://www.jornada.com.mx/2012/07/16/politica/002n1pol