Cuando el perdón no es suficiente

REPUBLICA DOMINICANA
El Diario

Por: Jorge Viera
PUBLICADO: DEC, 14, 2014

“Me quiero suicidar, nadie en el pueblo me habla” , me dijo Juan, víctima de abuso sexual en la República Dominicana.

Juan (que no es su nombre real) vive en un pueblo llamado Juncalito, provincia de Santiago. Tan rural que para llegar ahí hay que hacerlo manejando por horas por una carretera de piedras y barro.
En ese alejado pueblo se estableció Wojciech Waldemar Gil, conocido en el país como el padre Alberto Gil. Este polaco decía que era como el elegido de Dios ante sus fieles. Juan y su familia entre ellos.

Tenía ocho años cuando el Padre Gil lo invitó a ser parte de la iglesia como monaguillo.

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