Análisis: Una crisis de credibilidad clamorosa

[Analysis: A clamorous crisis of credibility]

MADRID (SPAIN)
El País

February 24, 2019

By Juan G. Bedoya

El descubrimiento de casos de pederastia en la Iglesia, que acaba de empezar, requiere reformas de fondo

Eufemismos aparte (Santa Sede, Su Santidad el Papa, Vicario de Cristo…), resulta ya obsceno sostener que el Pontífice romano y los obispos son una referencia moral para el mundo, si es que alguna vez lo fueron desde que Constantino los encumbró como religión del Imperio y una iglesia hasta entonces perseguida con saña se convirtió en la religión perseguidora. “De pronto, cuánta suciedad”, lamentó Benedicto XVI hace diez años. Para entonces, ya se sabía que él mismo había sido encubridor, enviando, incluso, una carta a los obispos que ordenaba que actuasen en secreto y remitiesen a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que presidió cuando era el cardenal Ratzinger, todos los casos de pederastia.

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