MEXICO
Sin Embargo
[10 Keys | The “princes” of the Catholic Church and its excesses: travel, luxury, homes, parties …]
Durante su visita a México, el Papa Francisco I fue crítico con los políticos mexicanos, pero también, de manera enfática, con la cúpula de la Iglesia católica, vista por los fieles muy cercana a los poderes político y económico, y cada vez más lejos de su grey, especialmente de los más pobres y desamparados. Obispos y Arzobispos, sin embargo, están permanentemente rodeados de gobernantes y empresarios influyentes, y presumen, sin rubor, un estilo de vida suntuoso.
Ciudad de México, 20 de febrero (SinEmbargo).– El llamado del Papa Francisco a los obispos mexicanos durante su visita al país fue claro y contundente: deben acercarse a la “periferia humana”, “involucrarse en las comunidades parroquiales y las escuelas”, dejarse de personalismos y no actuar como “príncipes”.
México es un país donde la jerarquía eclesiástica en general mantiene un estrecho vínculo con la clase política y económica, vive fuera del precepto de austeridad y tiene posiciones muy conservadoras y distantes de lo que opina el país en temas como el matrimonio homosexual o el aborto.
Los casos son varios. Por ejemplo, al Arzobispo primado de México, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, se le pudo ver junto al magnate Carlos Slim Helú y otros grandes empresarios del país en Galicia, España, en agosto de 2013, donde ofició una misa y pasó unos días de vacaciones.
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