“Yo, sacerdote, pecador, os pido perdón”

ESPANA
El Pais

Natalia Junquera 24 MAR 2012

No quisieron esperar más, y a la muerte de Franco, un grupo de viudas e hijos de fusilados se lanzaron a la búsqueda y apertura de las fosas donde los asesinos habían arrojado a sus familiares. En Navarra y La Rioja, arrodillados en la tierra, sin más herramientas que una pala y las propias manos, les acompañaban algunos sacerdotes. Sacerdotes como Victorino Aranguren, Eloy Fernández, Dionisio Lesaca, Vicente Ilzarbe… que ayudaron a aquellas viudas a desenterrar a sus maridos y que en los funerales que oficiaban en su memoria pidieron perdón por el comportamiento de la Iglesia durante la Guerra Civil: “Esta sangre nos salpicó también”, “si decimos que no hemos pecado, hacemos a Dios mentiroso”, “desde aquí, yo, sacerdote, aunque pecador, os pido perdón en nombre de la Iglesia…”.

“Participé en muchas exhumaciones. Era muy impactante. Las viudas decían: ‘Ese es mi marido, que era un poco chambo’, ‘ese otro es el mío, que le puse yo esa medallita…”, recuerda hoy Victorino Aranguren, sacerdote, de 80 años. “Besaban los huesos como si fueran reliquias y me pedían que los besara yo también. Todos tenían el cráneo agujereado por el tiro de gracia”.

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