OAXACA (MEXICO)
Página 3 [Oaxaca de Juárez, Oaxaca, Mexico]
February 13, 2016
By Pedro Matias
OAXACA, Oax. (#página3.mx).- La Iglesia Católica podría ser calificada como una institución “retrógrada, anti evangélica y anti humanista” porque es más sancionado el que los sacerdotes incumplan con el celibato que violar niños, como lo demuestra la abierta protección de la pederastia clerical.
Aunque el Papa Francisco ha manifestado que el celibato no es parte del dogma sino una medida disciplinaria, lo que significa que puede revisarse, la realidad es que en México la Iglesia tolera que tengas una relación con una mujer y tengas tus hijos siempre y cuando no se haga público, pero si trasciende “te cortan la cabeza”.
En vísperas de la visita Papal, un grupo de sacerdotes de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca accedió a hablar del tema con la condición de guardar el anonimato porque “si estás dentro del Presbiterio, una de las cosa más riesgosas, aunque no es dogma ni herejía, es hablar contra el celibato, te cortan la cabeza”, sintetizaron.
Incluso se atrevieron a mencionar que cuatro gobernadores de Oaxaca -no quisieron revelar nombres-, únicamente se limitaron a decir que uno de ellos mandó a poner cuatro ángeles en el campanario de San Juan de Dios para dejar testimonio de esa realidad.
Para reforzar su dicho mencionaron que un presbítero es pariente cercano del general Marcos Pérez porque su hermano el cura Mateo Pérez es padre de Nicolás Pérez y a la vez es abuelo de un sacerdote en funciones.
Y el caso más reciente de protección a pederastia es el que presuntamente cometió el padre Gerardo Silvestre Hernández, quien fue detenido el 29 de noviembre de 2013 por el presunto abuso sexual de casi un centenar de niños indígenas y por el cual a la fecha no ha sido sentenciado.
Mientras que por ese presunto delito los párrocos de Cristo Rey, Apolonio Merino Hernández, y de Santiago Camotlán, Ángel Noguera Nieto, fueron suspendidos de sus funciones sacerdotales en agosto pasado por el arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, por no ocultar el caso de pederastia cometido por su compañero el padre Gerardo Silvestre Hernández.
El padre Apolonio Merino Hernández denunció que a partir del pasado 7 de agosto fue notificado que quedó suspendido de sus funciones sacerdotales, al tiempo que se quejó de que fue amenazado de que si hacía algún escándalo público ventilarían que violó el celibato al formar su propia familia y de prefabricarle un delito por el supuesto abuso sexual a una mujer.Antes de que le notificaron su “destierro” de la Arquidiócesis le ofrecieron darle una mesada de ocho mil pesos para que tenga un apoyo y tenga una “vida digna”; sin embargo, el sacerdote decidió no callar este atropello de la Iglesia Católica porque por encima de su seguridad está la justicia para los niños indígenas que fueron abusado sexualmente.
Gerardo Silvestre Hernández, ex párroco de Santa María Ozolotepec, fue aprehendido el 29 de noviembre de 2013 en Tlaxiaco en cumplimiento a una orden de aprehensión librada por el Juzgado VII de lo Penal, según consta en el expediente penal 140/2013 por el delito de corrupción de personas menores de 18 años.
Posteriormente, el Juzgado Séptimo de lo Penal dictó el auto de formal prisión a Silvestre Hernández, también ex párroco en San Pablo Huitzo, Santiago Camotlán y Villa Alta; sin embargo, es la fecha que el Poder Judicial no le ha dictado sentencia.
Ni tampoco el Arzobispo ha dado una disculpa pública ni existe la reparación del daño cometido a unas 100 personas que en el 2009 tenían entre 11 y 13 años.
En enero de 2014, sacerdotes de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca exigieron a las autoridades eclesiásticas “extirpar de raíz el infame crimen de la pederastia que se dejó incubar en la Iglesia con su silencio cómplice”.
Para ello, es necesario que las autoridades eclesiásticas encabezadas por el arzobispo José Luis Chávez Botello, pidan perdón por los casos de pederastia cometidos por el sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, quien solo fue removido de sus parroquias.
El Foro Oaxaqueño de la Niñez (Foni) integrado por 25 organizaciones y ocho sacerdotes católicos exigieron al presidente del Tribunal Superior de Justicia, Alfredo Lagunas Rivera, imponer la pena máxima al presbítero detenido por corrupción de menores contra dos niños de Villa Alta, hechos que ocurrieron durante los años 2009 y 2010.
Y mientras el arzobispo José Luis Chávez Botello se quejó que desde hace seis años la Arquidiócesis ha sido calumniada y difamada por el presunto caso de pederastia del sacerdote Gerardo Silvestre Hernández -quien perteneció al presbiterio y ahora enfrenta un proceso penal que aún no concluye-, resaltó que han sido categóricos al afirmar que nadie tiene derecho a dañar la integridad y la vida de las niñas, niños y adolescentes, razón por la cual “condenamos enérgicamente la pederastia”.
En clara alusión al cura Apolonio Merino Hernández que denunció que fue suspendido de sus funciones sacerdotales por denunciar el caso de pederastia, el purpurado también consideró que nadie tiene el derecho a dañar la honorabilidad y la buena fama de las personas y de las instituciones, desinformando y falseando la verdad, por lo que con la misma energía condenó la “mentira”.
ANACRÓNICO EL CELIBATO
“Ya lo dijo un cura, mis nietos ya no lo verán”, “No hay cosa más segura que la mujer del cura”, y “Si no eres casto, sé cauto”, con estas frases el propio presbiterio se burla del celibato.
Al respecto, el obispo emérito de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes, se pronunció porque la Iglesia modifique esa disciplina porque si llegara esto a resolverse -que los sacerdotes casados puedan regresar al ejercicio de su ministerio sacerdotal- estaría de acuerdo, lástima que yo haya llegado tarde porque “ya lo dijo un cura, mis nietos ya no lo verán”.
Consideró que “es de humanos equivocarse y son miles de sacerdotes que no pueden ejercer por esa razón y su vocación es el servicio dentro de la Iglesia, pero si yo fuera escuchado, porque soy Emérito y ya no nos hacen caso, estaría de acuerdo (en que eliminara el celibato)”.
Sin embargo, reconoció que “sí hay granos negros en el arroz, sí hay fallas, pero desde mi punto de vista el Papa debería tomar esa acción y regresarán mucho al redil porque hay sacerdotes ejemplares que acercan a sus hijos y añoran que quieren regresar al servicio sacerdotal”.
Por su parte, el ex sacerdote y defensor de derechos humanos Alberto Athié, afirmó que “el celibato como tal no es el problema porque la Iglesia tolera esto mientras no se sepa, mientras no se haga público, pero si se hace público y te portas mal, te la cobran. Ahí esta el caso de Apolonio”.
Entonces, “si tienes tu pareja y trabajas bien, ni quien te toque, pero te la cobran si te portas mal con los jerarcas. Si se la aplicaran a todos los que tienen parejas, ¿cuántas quedarían en el equipo?”.
Lo preocupante, dijo, es que “es más sancionable y punible que tú tengas una relación con una mujer y tengas tus hijos con ella siendo sacerdote, a que abuses de niños”.
Por consiguiente la Iglesia “no solo es retrógrada, es anti-evangélica y anti-humanista porque tener relaciones heterosexuales dentro de la antropología eclesiástica y de la revelación es normal, está en la creación”.
Entonces, agregó, “el haber dicho que para ser sacerdote tienes que ser célibe, de alguna manera contradice la creación. Hay que dejarlos libres, el que quiera ser célibe que lo haga, quien no, no. Jesús tenía apóstoles casados y célibes y no les impuso a unos ni una ni otra, los dejó en plena libertad”.
Considera que el celibato es por razones económicas, para controlar las herencias y los patrimonios.
Por su parte, los sacerdotes afirmaron que el celibato en Oaxaca ha sido un punto que siempre ha imperado porque desde los tiempo de los arzobispos Eulogio Guillow, Othón Núñez y Zárate, Fortino Gómez León, Ernesto Corripio Ahumada, Bartolomé Carrasco, Héctor González y ahora Chávez Botello, hay curas que tienen una pareja.
Aclararon que en Oaxaca, particularmente en comunidades indígenas, no es mal visto que el sacerdote tenga su familia, lo que no aguanta la gente es que los trates mal o cometan atrocidades con menores y jóvenes.
El problema es con el mundo gay porque nadie los entiende, no son aceptados en las comunidades, pero al sacerdote nunca lo tocan, lo ven muy natural.
“A través de la historia, desde tiempo inmemorial, esto está escrito, pero en Oaxaca en la vida clerical, habla de muchos compañeros que tienen su familia y son ejemplares, con una entrega al 100 por ciento a su pueblo”, mencionaron.
“El Derecho Canónico te marca casi pena de excomunión a quien deliberadamente divide a la Iglesia y la otra, aunque no es de ese tamaño, están los sacerdotes que violan el celibato públicamente, como los casos del cura Alberto Cutié de Miami, Florida, EU, (2009) que fue fotografiado con una mujer, y en 2012 el obispo argentino Fernando Bargalló, quien tuvo que renunciar al ser exhibido en una playa mexicana desplegando muestras efusivas de afecto hacia una mujer”.
Sin embargo, conoce de casos de pederastas y lo único que hacen es reubicarlos para protegerlos.
Ya desde la administración del arzobispo de los pobres, Bartolomé Carrasco Briseño, reconoció que “el 70% del presbiterio tenían problema del celibato”, lo que no significa que necesariamente fuera con una mujer cuando en la Iglesia Católica no se permite la ordenación de homosexuales.
Aclararon que “el celibato no hace al sacerdote. Las Iglesias Ortodoxa y la Anglicana no tienen el celibato. El que yo no sea célibe no mengua mi sexualidad ni mi relación con Dios, yo me puedo equivocar humanamente, calenturientamente, pero el que da los hijos no se equivoca”.
“El celibato no fue puesto institucional por Jesús, no es mandato divino, es un mandato humano que se dio en el Concilio de Elvira”.
Además, “Dios nos creó y nos crió para procrear e imponer el celibato es contra natura”, finalizaron.
Si se permitiera al sacerdote tener su propia familia, no habría déficit de curas, muestra de ello es que 14 parroquias de Oaxaca se encuentran sin presbítero y en el seminario solo hay cuatro aspirantes a ser ordenados.