Cura alertó sobre supuestos abusos de Vásquez

MEXICO CITY (MEXICO)
La Nación [Argentina]

June 26, 2004

By Otto Vargas M.

Un sacerdote dio el aviso sobre los presuntos abusos de los que habría sido objeto un menor por parte del cura Enrique Vásquez Vargas.

El testigo contó a la madre del niño que en una ocasión sorprendió a su colega –hoy prófugo de la justicia– con el menor.

El último rastro de Vásquez se encontró en el poblado hondureño de Güinope, donde permaneció durante siete meses.

Vásquez huyó de ahí en marzo de este año, poco antes de que las autoridades hondureñas recibieran una solicitud de captura.

“Un sacerdote de mi comunidad me comentó que él había visto una situación muy irregular entre mi hijo y Enrique Vásquez.

“Le pregunté a mi hijo y me dijo que Enrique en varias ocasiones lo había tocado en forma maliciosa”, consta en la denuncia que presentó la madre del menor, el 22 de diciembre de 1998.

La señora agregó que durante un tiempo guardó silencio pues pensó que los abusos no afectarían al niño.

Empero, cuando este presentó conductas extrañas y trastornos académicos, decidió buscar ayuda profesional en el hospital de San Carlos.

El menor, por su parte, contó al Ministerio Público: “Mi mamá comenzó a sospechar porque un padre de nombre (…) le dijo que había visto al padre (Vásquez) sin camisa acostado a la par mía”.

“Mamá me preguntó si algo me estaba haciendo el padre, y yo le conté todo”, detalla la declaración, cuya copia tiene este diario.

Una funcionaria del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) acudió el 3 de diciembre de 1998 ante el Ministerio Público (órgano acusador del Estado) para denunciar a Vásquez.

El cura se marchó de Costa Rica un día después de la denuncia.

Jenny Salas, la trabajadora del PANI, contó a la Fiscalía que el sospechoso al parecer no solamente le contó a monseñor Ángel San Casimiro lo ocurrido, sino que lo admitió también ante el Comité del Niño Agredido del Hospital de San Carlos.

Conocimiento 

El obispo de Ciudad Quesada sabía, desde diciembre de 1998, que el Ministerio Público buscaba a su subalterno.

El 18 de enero de 1999, el Obispo escribió a la fiscal Alba Campos: “Lamento no poder colaborar con usted en cuanto a la información sobre dónde se encuentra el padre Enrique Vásquez (…) por no saber el domicilio ni el lugar donde actualmente se encuentra”.

Al parecer, las autoridades eclesiásticas no comunicaron en forma oportuna el paradero de Vásquez a los funcionarios públicos.

En primer lugar, el director de Casa Alberione –en Guadalajara, México– admitió a  La Nación que San Casimiro pagó parte de la estadía del sacerdote en ese centro de ayuda para religiosos. 

En segundo lugar, la Fiscalía decomisó el expediente personal de Enrique Vásquez en la Curia Diocesana de Ciudad Quesada.

Ahí hallaron una factura –a nombre de Vásquez– confeccionada en abril del 2000 por un médico psiquiatra de México.

Este medio ha intentado conversar con San Casimiro, pero no ha sido posible localizarlo en Washington, Estados Unidos. Al parecer, hoy llega al país.

Voceros de la Iglesia Católica indicaron que, el lunes, el Obispo dará una conferencia de prensa.

Vásquez ha estado en parroquias de Nueva York y Connecticut (Estados Unidos) y Honduras.

En agosto del 2003, San Casimiro volvió a reiterar que desconocía el paradero del fugitivo.

A Vásquez lo declaró reo ausente el Ministerio Público el 15 de febrero de 1999.

“Habiendo salido del país el encartado, ignorándose el destino, no se ha podido realizar ninguna otra diligencia tendiente a hacerlo comparecer”, consta en el documento.


                                                            

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