DENUNCIA A DOS CURAS PEDÓFILOS

MéRIDA (MEXICO)
Tribuna Campeche [San Francisco de Campeche, Campeche, Mexico]

July 2, 2015

By Tribuna

Al acusar a los sacerdotes Francisco “El Bimbo” Velázquez Trejo y Martín Mena Carrillo de embriagarlo, violarlo e incurrir en otras prácticas homosexuales, lo mismo que ocurrió a varios acólitos de la parroquia Divina Providencia, el padre veterocatólico Luis Felipe Izquierdo Cundafé recalca que su único interés es que los culpables paguen por su conducta inadecuada, que lo condujo en varias ocasiones a atentar contra su vida.

Originario del Estado de Tabasco, el clérigo relata en una extensa carta dirigida a TRIBUNA el calvario que padeció a los 16 años , al llegar con el grupo de misioneros Servidores de la Palabra, de Mérida, Yucatán, a la Divina Providencia, cuyo párroco era en ese entonces el cura Martín Mena Carrillo.

Actualmente a cargo de una misión en Puerto Montt, Chile, Izquierdo Cundafé, hoy de 23 años, afirma que no le importan los señalamientos que hagan en su contra al dar a conocer a la luz  pública los abusos que sufrió. “Por eso me armo de valor y fuerza para contar mi historia, y sé que mucha gente me comprenderá y apoyará”, remata.

En el 2007, recuerda, conoció al padre Martín Mena Carrillo, y en lo que califica como una equivocación que hasta el día de hoy lamenta, se salió de los Servidores de la Palabra para ingresar en agosto, a un mes de cumplir 17 años de edad, al Seminario de Campeche.

Mena Carrillo lo recibió con respeto, y fue tal el interés sentimental que le despertó, que al segundo día lo llevó a un centro comercial de Ciudad del Carmen a comprarle ropa interior. Tras preguntarle la talla, se dedicó a escoger los bóxers, preguntándole cuál le quedaba grande o muy grande, lo que al principio tomó como broma. A este trato le agregó la asignación de cargos, como forma de ganarse su confianza.

Siguieron los mensajes vía celular con palabras en doble sentido y la invitación a que lo visitara en su cuarto, donde tenía cosas de gran valor económico, y a tomar licor. Esa fue la primera vez que le tocó las partes íntimas, lo besó y le hizo sexo oral. “Desde la primera vez que te vi me gustaste mucho”, justificó Mena Carrillo. Después, el hoy veterocatólico regresó a su cuarto, se acostó y lloró. Quería irse de esa casa.

Luego conoció a la mamá y demás familia del párroco, en la capital del Estado. Continuaron las invitaciones a tomar y también a fumar. Incluso a veces lo ponía a contar el dinero de la colecta mensual, que en temporadas altas era de hasta 100 mil pesos y en bajas de 50 mil.

Un día, también en la ciudad capital, lo llevó a una parroquia, cuyo nombre no recuerda, pero cuyo encargado era Francisco Velázquez Trejo, quien también le hizo sexo oral y lo obligó a penetrarlo. Después las fiestas donde a éste le gustaba personificar a Juan Gabriel.

Varias veces intentó matarse, comenta, pero la última logró salvarlo la cocinera, y aunque reportó los hechos al entonces obispo Ramón Castro Castro, no obtuvo respuesta positiva. Le indicó que Martín Mena no aceptaba lo que él denunciaba. Luego le reclamó que se haya ido a la religión veterocatólica.

Castro Castro, hoy obispo de Cuernavaca,  para intentar acallarlo le dio dinero, el suficiente como para comprar un carro y partir. A olvidar lo ocurrido. Lo que hasta ahora no logra, y demanda atención y castigo.

TEXTO ÍNTEGRO DE LA CARTA EN EL SIGUIENTE ENLACE:

Acólito abusado sexualmente narra las experiencias que vivió

https://tribunacampeche.com/local/2015/07/02/denuncia-a-dos-curas-pedofilos/