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August 24, 2018

Un oscuro estigma para la curia argentina

VENADO TUERTO (ARGENTINA)
La Voz [Córdoba, Argentina]

August 24, 2018

By Gustavo Di Palma, Especial

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Los casos de pedofilia en el ámbito eclesiástico, en Argentina, son otro motivo de inquietud para el papa Francisco. Escasa ayuda de las autoridades locales a la Justicia y a las víctimas.

Si se sigue la tradición de tomar como punto de referencia el escándalo del cura Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por abuso sexual infantil y corrupción de menores, la Iglesia argentina ya acumula desde 2002 hasta la actualidad 66 acusaciones por el mismo delito. Esto confirma el promedio de cuatro sacerdotes denunciados por año.

Como los registros oficiales sobre la cuestión son inexistentes, los datos surgen de una detallada investigación realizada por la agencia de noticias Télam a mediados de 2017, más el relevamiento de distintas fuentes judiciales aportada por la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico de Argentina, que puso en evidencia cuatro nuevos casos en los últimos meses. Tampoco hay estadísticas oficiales sobre la cantidad de víctimas de depredación sexual ejercida por miembros del clero, aunque Carlos Lombardi, abogado de la red, aseguró a La Voz que “hay cientos de casos”.

La Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico, que se constituyó en 2014 para acompañar a víctimas de delitos sexuales cometidos por clérigos de la Iglesia Católica, es un espacio donde confluyen experiencias, testimonios y asistencia legal y psicológica para esas situaciones. En un reciente encuentro realizado en la ciudad Paraná, la organización concluyó que “existe una red muy grande compuesta por entregadores, abusadores, cómplices y encubridores, todos miembros de la Iglesia”.

La Justicia argentina condenó penalmente hasta el momento a nueve curas investigados por delitos sexuales, que afectaron a menores. El otro dato significativo es que la propia Iglesia investigó con sus normas canónicas ocho casos, pero sólo en tres procedió a la expulsión de los sacerdotes, mientras otros tres curas fueron declarados inocentes mediante los procedimientos propios de la institución religiosa.

Grassi, por ejemplo, podría dar misa y ejercer sus funciones como cualquier cura si quisiera, pese a tener sentencia firme de la Corte Suprema de Justicia. Aunque Francisco reconoció desde el inicio de su papado la complicidad de la Iglesia con los curas pedófilos y se muestra sensibilizado con el tema, en su país de origen las sanciones aplicadas en el ámbito eclesiástico sobre los casos denunciados no satisfacen a la sociedad.

El criterio que prevalece en la Iglesia hasta aquí es trasladar de ciudad o de país a los curas abusadores, mientras que la decisión de acudir a la Justicia ordinaria corre por cuenta de las propias víctimas o de sus familiares. “Es difícil cuantificar la cantidad de casos que jamás salen a la luz, por el miedo o pudor de las personas afectadas”, señala Lombardi.

En la lista de curas denunciados por abuso sexual, hay 15 que jamás fueron investigados. Dos de esos sacerdotes murieron antes de que la Justicia indagara sus acciones.

Entre los hechos relevados, hay situaciones de ribetes muy llamativos. Ese es el caso de Luigi Spinelli, consejero del Instituto Próvolo de Mendoza donde al menos 25 chicos sordomudos fueron sometidos sexualmente durante por lo menos una década. Del paradero de Spinelli, que también había sido denunciado en Verona (Italia), no se tuvieron novedades hasta mediados de 2017, cuando se supo que había fallecido en 2016 en coincidencia con la divulgación pública del escándalo. Sin embargo, persisten las dudas, porque su cuerpo nunca apareció.

Si se sigue la tradición de tomar como punto de referencia el escándalo del cura Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por abuso sexual infantil y corrupción de menores, la Iglesia argentina ya acumula desde 2002 hasta la actualidad 66 acusaciones por el mismo delito. Esto confirma el promedio de cuatro sacerdotes denunciados por año.

Como los registros oficiales sobre la cuestión son inexistentes, los datos surgen de una detallada investigación realizada por la agencia de noticias Télam a mediados de 2017, más el relevamiento de distintas fuentes judiciales aportada por la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico de Argentina, que puso en evidencia cuatro nuevos casos en los últimos meses. Tampoco hay estadísticas oficiales sobre la cantidad de víctimas de depredación sexual ejercida por miembros del clero, aunque Carlos Lombardi, abogado de la red, aseguró a La Voz que “hay cientos de casos”.https://e17d0485ea299751fce24a97efbf3121.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html

La Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico, que se constituyó en 2014 para acompañar a víctimas de delitos sexuales cometidos por clérigos de la Iglesia Católica, es un espacio donde confluyen experiencias, testimonios y asistencia legal y psicológica para esas situaciones. En un reciente encuentro realizado en la ciudad Paraná, la organización concluyó que “existe una red muy grande compuesta por entregadores, abusadores, cómplices y encubridores, todos miembros de la Iglesia”.

La Justicia argentina condenó penalmente hasta el momento a nueve curas investigados por delitos sexuales, que afectaron a menores. El otro dato significativo es que la propia Iglesia investigó con sus normas canónicas ocho casos, pero sólo en tres procedió a la expulsión de los sacerdotes, mientras otros tres curas fueron declarados inocentes mediante los procedimientos propios de la institución religiosa.

Grassi, por ejemplo, podría dar misa y ejercer sus funciones como cualquier cura si quisiera, pese a tener sentencia firme de la Corte Suprema de Justicia. Aunque Francisco reconoció desde el inicio de su papado la complicidad de la Iglesia con los curas pedófilos y se muestra sensibilizado con el tema, en su país de origen las sanciones aplicadas en el ámbito eclesiástico sobre los casos denunciados no satisfacen a la sociedad.https://e17d0485ea299751fce24a97efbf3121.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html

El criterio que prevalece en la Iglesia hasta aquí es trasladar de ciudad o de país a los curas abusadores, mientras que la decisión de acudir a la Justicia ordinaria corre por cuenta de las propias víctimas o de sus familiares. “Es difícil cuantificar la cantidad de casos que jamás salen a la luz, por el miedo o pudor de las personas afectadas”, señala Lombardi.

En la lista de curas denunciados por abuso sexual, hay 15 que jamás fueron investigados. Dos de esos sacerdotes murieron antes de que la Justicia indagara sus acciones.

Entre los hechos relevados, hay situaciones de ribetes muy llamativos. Ese es el caso de Luigi Spinelli, consejero del Instituto Próvolo de Mendoza donde al menos 25 chicos sordomudos fueron sometidos sexualmente durante por lo menos una década. Del paradero de Spinelli, que también había sido denunciado en Verona (Italia), no se tuvieron novedades hasta mediados de 2017, cuando se supo que había fallecido en 2016 en coincidencia con la divulgación pública del escándalo. Sin embargo, persisten las dudas, porque su cuerpo nunca apareció.https://e17d0485ea299751fce24a97efbf3121.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html

Rubén Pardo, exsacerdote de Quilmes que tenía VIH, falleció en 2005 tras ser denunciado por la violación de un chico de 14 años en 2002. Aunque nunca fue juzgado, la Justicia condenó al obispado de esa ciudad por encubrimiento y lo obligó al pago de una indemnización. Otro cura que tenía VIH, Héctor Pared, fue condenado a 24 años de prisión en marzo de 2003 por el caso de un abuso sexual en Florencio Varela, pero murió en septiembre de ese mismo año.

A propósito del escándalo que afecta a la Iglesia de Estados Unidos, los registros extraoficiales de Argentina también muestran hechos que tienen conexión con lo que ocurre en aquel país. Uno de esos casos es el del cura Atilio Jesús Garay, que llegó a ser candidato a intendente de la localidad entrerriana de General Campos pese a estar acusado de violar en forma reiterada a una chica en la ciudad norteamericana de Los Ángeles, en 2004. Ese es uno de los hechos que está sin condena hasta el momento.

El otro hecho que conecta a la Iglesia argentina con los casos que conmocionan al clero estadounidense es el de Richard Suttle, denunciado en 2008 por delitos sexuales cometidos entre 1982 y 1983 en una escuela primaria de Prescott (Arizona). Ese sacerdote, cuyo caso tampoco recibió condena, fue trasladado en 2013 a Buenos Aires como integrante de misiones religiosas de las Naciones Unidas.

En Córdoba

La provincia de Córdoba tampoco es ajena a hechos de abuso sexual cometidos por sacerdotes católicos. A mediados de 1998, el cura de Berrotarán Walter Eduardo Avanzini fue mostrado in fraganti por el programa periodístico A decir verdad, que conducía el periodista Miguel Clariá en Teleocho, mientras pagaba para tener sexo con adolescentes en los baños de la plaza San Martín de la ciudad de Córdoba, nada menos que frente a la Catedral.

El asunto no fue investigado por la Justicia ni por la Iglesia y Avanzini, ya alejado del sacerdocio, consiguió empleo en el Ministerio de Educación de la Provincia. En 2016, aprobó en la Universidad Católica de Córdoba una maestría sobre Investigación Educativa, con una tesis titulada “Acoso entre pares. Desde la mirada de los actores educativos adultos”. La última referencia lo ubica desde febrero de 2017 como “asesor técnico pedagógico” en la Fundación Valorarte de Villa Dolores, orientada a la educación de nivel medio, según su perfil en una red social.

Otro caso autóctono es el de Carlos Richard Ibáñez Morino, acusado en la década de 1990 por abusar de al menos 10 niños y adolescentes en Bell Ville. Ibáñez Morino, oriundo de la ciudad de Caucete (San Juan) fue suspendido por el Arzobispado de Córdoba, pero continuó ejerciendo tareas sacerdotales en Paraguay, donde se recluyó en 1992. Incluso hay testigos que lo vieron en una zona reservada para sacerdotes durante la visita del papa Francisco a Asunción, según informó el Diario de Cuyo.

En la actualidad, se espera el cumplimiento de un proyecto de extradición aprobado por la Corte Suprema de Justicia de Paraguay para que el exsacerdote de Bell Ville pueda ser juzgado en suelo cordobés. Por este caso, los medios paraguayos proyectan un manto de sospecha sobre la jerarquía eclesiástica de ese país, a la que acusan de encubrir a Ibáñez Morino.

Luis Alberto Bergliaffa es otro sacerdote suspendido por el Arzobispado cordobés tras una investigación canónica que duró tres años, a raíz de una denuncia de abuso sexual contra una menor. Bergliaffa, que no fue expulsado de la Iglesia, se desempeñó hasta 2014 en la parroquia Nuestra Señora de Fátima del capitalino barrio Matienzo, y su caso nunca llegó hasta la Justicia ordinaria.

El año pasado, el Arzobispado desmintió a través de un comunicado que Bergliaffa hubiera sido trasladado a Río Negro, a raíz de informes periodísticos que daban cuenta de su presencia en una parroquia de esa provincia. El texto divulgado por las autoridades eclesiásticas aclara: “El presbítero Luis Bergliaffa tiene prohibido, por el término de 10 años, el ejercicio público del ministerio sacerdotal. Dicha pena puede ser prolongada o agravada, en el caso que no cumpla las determinaciones del decreto penal. Desde la misma Santa Sede, se ha recibido la indicación que, durante este tiempo, debe trabajar para obtener su sustento”.

Otro hecho que impactó en la Iglesia cordobesa fue el escándalo de pedofilia que tuvo como epicentro La Casa del Niño del Padre Aguilera de Unquillo. Los abusos sexuales contra niños que vivían en el hogar terminaron con condenas de la Justicia cordobesa. En tanto, el Gobierno de Córdoba, a través de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), dispuso dos intervenciones a la institución.

Por último, no puede omitirse el caso del actual obispo de Río Cuarto, Adolfo Uriona, que aunque fue sobreseído por la Justicia, carga sobre sus espaldas la denuncia por supuesto manoseo formulada por una joven cuando se desempeñaba en el obispado de Añatuya (Santiago del Estero), en 2006. Su caso no se encuadra en el compromiso de “tolerancia cero” del papa Francisco, que lo designó en su actual cargo en 2014.

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August 2, 2018

Martín Paz, ex cura salteño separado de la Iglesia por embarazar a una adolescente, se pronunció en contra del aborto

SALTA (ARGENTINA)
Cuarto [Salta, Argentina]

August 2, 2018

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Ayer posó con una funcionaria municipal para condenar la legalización. Su nombre aparece en la lista de miembros de la Iglesia denunciados por abusos desde 2002.

Un nuevo escándalo podría sumar otro dolor de cabeza a la Iglesia. Se trata del caso del ex sacerdote Martín Paz, quien en 2003 se desempeñaba en la parroquia de La Merced y fue separado de su cargodespués de embarazar a una adolescente catamarqueña. Ayer, Paz, actual vicepresidente de la Fundación Padre Ernesto Martearena y periodista en Radio 10 de nuestra ciudad, posó junto a otras integrantes de distintas ONG que firmaron una solicitada en contra de la legalización del aborto.

Ayer, en la Fundación HOPE, Paz participó de una reunión de representantes de once organizaciones que se proclamaron en contra del aborto legal. Entre ellas se encontraba Guadalupe Colque, secretaria de Acción Social de la Municipalidad de Salta.

CUARTO se comunicó este jueves con Paz, quien admitió ser el religioso separado. Aseguró que la adolescente «no era una menor, tenía 18 años» y se negó a brindar muchos detalles. «La joven sufrió un aborto espontaneo pero yo me iba a hacer cargo de todo», aclaró.

«No voy a hablar al respecto porque siempre me mantuve en silencio. Me sometí a las reglas de la Iglesia y acepté mi retiro de ella», agregó.

Paz figura en la lista que publicó Télam el año pasado como uno de los 62 integrantes de la Iglesia argentina denunciados por abuso sexual desde 2002. Allí se asegura que el ex cura fue separado «por abusar en Catamarca de una chica de 17 años» y que «hubo denuncia penal pero no fue investigado».

En 2003, la misma agencia nacional de noticias aseguraba que cuando se desató el escándalo un grupo de vecinos rodeó el templo y la casa parroquial de La Merced «e intentó tomar justicia a mano propia por la actitud del sacerdote, que ya tenía antecedentes negativos por cuestiones económicas y mercantilistas«.

«Es de dominio público, incluso a través de los medios, que el padre Martín Paz tuvo dos problemas anteriores en La Merced, pero por temas económicos. Oportunamente el arzobispo habló con él, pero lo que está pasando ahora, ya pasa de castaño oscuro, como se dice«, aseguraba por entonces el vicario general de la Arquidiócesis de Salta, monseñor Dante Bernacki, quien agregaba: «Sé que hay una denuncia penal interpuesta por el padre de la joven pero no sé muy bien en qué términos se realizó».

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July 23, 2018

Las cifras de los abusos en la Iglesia chilena: 267 víctimas en las últimas cinco décadas

(CHILE)
Revista Vida Nueva [Madrid, España]

July 23, 2018

By MATEO GONZÁLEZ ALONSO

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  • La justicia chilena espera “investigar todas las denuncias, más allá de si los delitos están prescritos o no, porque las víctimas tienen el derecho de ser escuchadas por la justicia”
  • Según el nuevo informe de la Fiscalía, en este tiempo, 40 clérigos han sido condenados: 18 en varios procesos civiles y 22 por los tribunales eclesiásticos. El 67% de las víctimas han sido menores

Tras el informe del obispo maltés Charles Scicluna y Jordi Bertomeu para el Vaticano sobre los casos de abusos por parte de sacerdotes en la iglesia chilena, ha llegado el turno de las autoridades judiciales. Así, el Ministerio Público  ha recopilado todos los casos de delitos sexuales en los que hay implicados clérigos chilenos. De hecho los observadores vaticanos ha colaborado en la elaboración de este detallado documento publicado ayer.

Las cifras de los abusos

En el informe, hay registros de 158 personas de 144 investigaciones que van desde 1960 hasta hoy. Entre estos hay 74 son obispos, sacerdotes y diáconos diocesanos, 16 salesianos y 15 Hermanos Maristas –dos congregaciones con fuerte arraigo en el país–. A estos hay que sumar 10 colaboradores laicos en las labores pastorales de diferentes parroquias. En el documento se incluyen cinco casos de encubrimiento por parte de los obispos y provinciales.

Respecto al número de víctimas, el Ministerio Público identifica a 267:  178 que son  niñas, niños y adolescentes; 31 adultos; y 58 casos en los que no ha sido posible establecer la edad de los abusados. Geográficamente los casos se concentran en la capital y en las regiones de Biobío y Valparaíso.

Procesos judiciales

En cuanto a los procedimientos judiciales llevados a cabo, en el informe se destaca que 23 procesos terminaron en condena, 1 en absolución, 4 procedimientos se han suspendido, 7 causas han sido sobreseídas, 43 archivadas por falta de documentación, en 6 no se consideraron los hechos constitutivos de delitos, 21 causas fueron juzgados con el Derecho Penal antiguo y 2 casos finalizaron de manera diferente.

La elaboración de este exhaustivo informe es, para Luis Torres, director de la Unidad Especializada en Derechos Humanos, Violencia de Género y Delitos Sexuales de la Fiscalía Nacional, investigar todas las denuncias, más allá de si los delitos están prescritos o no, porque las víctimas tienen el derecho de ser escuchadas por la justicia.

Lista de todos los condenados civil y canónicamente

Según el diario chileno Emol estas son las listas de los condenados, tanto por la justicia civil como con penas canónicas.

Condenados por la justicia civil:

  1. Richard Aguinaldo Apóstol, misionero del Verbo Divino
  2. Audín Araya Alarcón, salesiano
  3. Víctor H. Carrera Triviño, diocesano de Punta Arenas
  4. Francisco Cartes Aburto, claretiano
  5. Rodrigo Gajardo Figueroa, de los padres de Schoenstatt
  6. Jorge Galaz Espinoza, de la Obra Don Orione
  7. Juan Henríquez Zapata, diocesano de Valparaíso
  8. Waldo Ignes Olguin, diocesano Temuco
  9. Jaime Low Cabeza, diocesano de Punta Arenas
  10. Marcelo Morales Márquez, salesiano
  11. Ricardo Muñoz Quinteros, diocesano de Melipilla
  12. José Miguel Narváez Valenzuela, Ancud (diácono)
  13. Eduardo Olivares Martínez, diocesano de Valparaíso
  14. John O’Reilly Daly, Legionario de Cristo
  15. Juan Carlos Orellana Acuña, diocesano de San Felipe
  16. Orlando Rogel Pinuer, diocesano de Villarrica
  17. Francisco Valenzuela Sanhueza, diocesano de San Felipe
  18. Un sacerdote del clero diocesano de Santiago ya fallecido

Condenados por la justicia canónica:

  1. Gerardo Araujo Sarabia, franciscano de nacionalidad peruana
  2. René Benavides Rives, diocesano de San Felipe
  3. Jorge Baeza Ramírez, diocesano de Chillán
  4. José Luis Díaz Atilano, Legionario de Cristo
  5. Nibaldo Escalante Trigo, diocesano de La Serena
  6. Jaime Guzmán Astaburuaga, jesuita
  7. Julio Raúl Inostroza Caro, diocesano de San Felipe
  8. Pablo Isler Venegas, diocesano de Temuco
  9. Fernando Karadima Fariña, diocesano de Santiago
  10. Carlos Manríquez Rebolledo, diocesano de Rancagua
  11. Marcelo Méndez Gloor, mercedario
  12. Domingo Mileo Toledo, franciscano
  13. Luis Núñez Núñez, de la congregación Misioneros de la Sagrada Familia
  14. Cristián Precht Bañados, diocesano de Santiago
  15. Casiano Rojas Viera, diocesano de Copiapó
  16. Roberto Salazar Soto, de la congregación Misioneros de san Francisco de Sales
  17. Alfredo Soiza-Piñeyro Vega, diocesano de Santiago
  18. Héctor Valdés Valdés, de la congregación Misioneros de san Francisco de Sales
  19. Mardoqueo Valenzuela Morales, diocesano Temuco
  20. Un sacerdote religioso ya fallecido
  21. Un sacerdote diocesano ya fallecido
  22. Un sacerdote religioso ya fallecido

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June 20, 2018

Conoce los clérigos que han sido condenados por abuso sexual contra menores en Chile

(CHILE)
El Tipógrafo [Rancagua, Chile]

June 20, 2018

By Equipo de Corresponsales

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La Conferencia Episcopal entregó la nómina  de clérigos que han sido condenados, tanto por la justicia civil como la canónica, por delitos de abusos contra menores de edad en Chile.

Según emol.cl el listado es el siguiente:

Condenados justicia civil

1. Richard Aguinaldo Apóstol, misionero del Verbo Divino

2. Audín Araya Alarcón, salesiano

3. Víctor H. Carrera Triviño, diocesano de Punta Arenas

4. Francisco Cartes Aburto, claretiano

5. Rodrigo Gajardo Figueroa, de los padres de Schoenstatt

6. Jorge Galaz Espinoza, de la Obra Don Orione

7. Juan Henríquez Zapata, diocesano de Valparaíso

8. Waldo Ignes Olguín, diocesano Temuco

9. Jaime Low Cabeza, diocesano de Punta Arenas

10. Marcelo Morales Márquez, salesiano

11. Ricardo Muñoz Quinteros, diocesano de Melipilla

12. José Miguel Narváez Valenzuela, Ancud (era diácono en tránsito al sacerdocio)

13. Eduardo Olivares Martínez, diocesano de Valparaíso

14. John O’Reilly Daly, Legionario de Cristo

15. Juan Carlos Orellana Acuña, diocesano de San Felipe

16. Orlando Rogel Pinuer, diocesano de Villarrica

17. Francisco Valenzuela Sanhueza, diocesano de San Felipe

18. Un sacerdote del clero diocesano de Santiago ya fallecido.

Condenados por la justicia canónica 

1. Gerardo Araujo Sarabia, franciscano de nacionalidad peruana

2. René Benavides Rives, diocesano de San Felipe

3. Jorge Baeza Ramírez, diocesano de Chillán

4. José Luis Díaz Atilano, Legionario de Cristo

5. Nibaldo Escalante Trigo, diocesano de La Serena

6. Jaime Guzmán Astaburuaga, jesuita

7. Julio Raúl Inostroza Caro, diocesano de San Felipe

8. Pablo Isler Venegas, diocesano de Temuco

9. Fernando Karadima Fariña, diocesano de Santiago

10. Carlos Manríquez Rebolledo, diocesano de Rancagua

11. Marcelo Méndez Gloor, mercedario

12. Domingo Mileo Toledo, franciscano

13. Luis Núñez Núñez, de la congregación Misioneros de la Sagrada Familia

14. Cristián Precht Bañados, diocesano de Santiago

15. Casiano Rojas Viera, diocesano de Copiapó

16. Roberto Salazar Soto, de la congregación Misioneros de San Francisco de Sales

17. Alfredo Soiza-Piñeyro Vega, diocesano de Santiago

18. Héctor Valdés Valdés, de la congregación Misioneros de San Francisco de Sales

19. Mardoqueo Valenzuela Morales, diocesano Temuco

20. Un sacerdote religioso ya fallecido

21. Un sacerdote diocesano ya fallecido

22. Un sacerdote religioso ya fallecido

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June 8, 2018

Papa Francisco ha pasado la punta del iceberg en Chile

(CHILE)
Nuestra Voz [Brooklyn NY]

June 8, 2018

By INÉS SAN MARTÍN

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ROMA—. Es un hecho universalmente aceptado de la navegación que nunca es la punta del iceberg la que hace a un barco naufragar, sino el impacto de la masa restante que permanece oculta sumergida. Sin embargo, para el ojo avezado esa fragmento visible es usualmente suficiente para alertar del peligro que se avecina y cambiar la ruta.

En el caso de los escándalos de abuso sexual del clero chileno, el papa Francisco primero rozó la punta del iceberg en 2015, cuando decidió transferir al obispo chileno llamado Juan Barros, acusado de haber encubierto abusos, a una diócesis del sur.

Sin embargo, el papa Francisco ignoró repetidamente las alarmas que sonaron alto y claro. Las víctimas de la pedofilia sacerdote Fernando Karadima, para quienes-Barros supuestamente encubierto, hablaron con cualquiera que lo escuchara, incluyendo miembros de la propia Comisión Pontificia del Papa para la Protección de los Menores. Los medios, tanto en Chile como en Roma, mantuvieron el caso en el punto de mira. Los políticos chilenos enviaron a la nominación.

Pero Francis siguió adelante, a toda máquina.

La inevitable colisión llegó con la decisión de mandar dos enviados papales a Chile para investigar las denuncias contra Mons. Barros. El informe de 2.300 páginas, producto de 64 entrevistas personales, que produjo la investigación obligó al pontífice a enfrentarse a lo que había debajo de las aguas.

El contenido del documento elaborado por Mons. Charles Scicluna, arzobispo de Malta, y el padre español Jordi Bertomeu sigue siendo confidencial, pero en las últimas dos semanas, desde que los obispos chilenos regresaron de Roma, presentando sus renuncias a Francis, han surgido amplias evidencias que demuestra la magnitud del iceberg.

En la diócesis de Rancagua, por ejemplo, 14 sacerdotes que formaban parte de un clan que se llamó “La Familia” han sido suspendidos pendientes de investigación por acusaciones de abuso sexual de menores, así como por tener relaciones homosexuales consentidas con adultos.

El obispo Alejandro Goic, quien hasta la semana pasada era el presidente de la Comisión Nacional para la prevención de abusos del episcopado chileno, ha pedido disculpas por “mi comportamiento en este caso”, aceptando que no había actuado con suficiente rapidez. Por esta razón tuvo que dimitir de la comisión.

También se hizo público que el padre Óscar Muñoz Toledo, ex canciller de la arquidiócesis de Santiago, fue destituido de esa posición el 2 de enero, días antes de que el papa Francisco visitara el país, después que confesara haber cometido abuso sexual de menores.

Aunque los detalles no estuvieron claros entonces, ahora se sabe que abusó sexualmente de sus sobrinos, que eran menores en ese momento. Lo que significa que el hombre que tenía la responsabilidad de tomar las declaraciones de algunas de las víctimas de Karadima estaba al mismo tiempo abusando sexualmente de otros niños.

Además, la exreligiosa Consuelo Gómez dejó su congregación el año pasado después de haber sido abusada sexualmente en varias oportunidades por una monja chilena cuando era novicia y ambas vivían en un convento en España.

La Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano emitió un comunicado a través de la Conferencia Episcopal reconociendo que habían tenido conocimiento de las alegaciones, y que la forma en que habían abordado la cuestión no era acorde a ‘nuestra misión y vocación’.

Según la la exreligiosa, la congregación le ordenó mantener los abusos en secreto y le dijo que todo lo que había sucedido era “culpa suya”.

El jueves pasado, los jesuitas en Chile —la propia orden del papa Francisco— anunciaron a través de un comunicado que habían cerrado una investigación contra el padre Jaime Guzmán Astaburuaga, acusado de abuso sexual de menores de edad, y que la información recopilada sería enviada a la Congregación del Vaticano para la Doctrina de la fe (CDF).

Según el documento de San Juan Pablo II de 2001, Sacramentorum Sanctitatis Tutela, el juicio de un sacerdote acusado de abusar sexualmente de un menor está reservado exclusivamente a la CDF, aunque la CDF puede asignar el caso a una iglesia local.

Las denuncias contra Guzmán implican hechos ocurridos antes de 1994, lo que significa que según la ley civil chilena los crímenes han pasado el estatuto de limitaciones del país, a menos que el congreso chileno apruebe un proyecto de ley presentado por el presidente Sebastián Piñera el mes pasado que busca la imprescriptibilidad total para crímenes de abuso sexual.

Guzmán recibió una sanción canónica en 2012, y se le prohibió el ministerio público y el contacto con menores.

En un esfuerzo por cumplir con el pedido del Papa Francisco de buscar la “transparencia, verdad, justicia y reparación”, el comunicado de los jesuitas también revela que otros dos religiosos han sido sacados del ministerio público en años recientes por abuso sexual. Se trata de los padres Raúl González, denunciado en 2011 por un antiguo alumno por abusos sucedidos en 1999, y el padre Juan Pablo Cárcamo, acusado por una mujer adulta por abuso de conciencia y transgresiones sexuales durante un retiro espiritual.

A esto se suman las continuas acusaciones contra los hermanos Maristas, que ya han aceptado la existencia de situaciones de abuso sexual por varias décadas.

Dos de los colaboradores más cercanos del cardenal Raúl Silva Henríquez, obispo de la Arquidiócesis de Santiago desde 1961 hasta 1983, los padres Cristián Precht Bañados y Miguel Ortega, también han sido encontrados culpables de abuso.

Ambos padres, Precht, un campeón del movimiento de derechos humanos hasta que se hicieron públicas las acusaciones, y Ortega, quién murió en 2015, han enfrentado nuevas acusaciones en los últimos días, esta vez de víctimas de los hermanos Maristas, quienes alegan que ambos abusaron de niños cuando visitaban las instituciones maristas, incluyendo las insinuaciones sexuales a adolescentes que fueron a confesarse.

El 21 de mayo, en la misa de clausura de un sínodo diocesano, el cardenal Ricardo Ezzati, acusado por algunas víctimas de encubrir los abusos e ignorar las acusaciones, dijo que la CDF le había confiado dar sentencia por seis casos de abuso sexual clerical durante su ministerio episcopal en Santiago.

El viernes su sitio web arquidiocesano publicó los nombres de los seis sacerdotes y cuáles fueron sus sentencias. En el caso de Precht, el sitio dice que sido “condenado a cinco años de suspensión del ministerio sacerdotal”, que actualmente no ostenta ningún encargo pastoral y que se encuentra “con decreto de una nueva investigación previa debido a las acusaciones de víctima del caso Maristas”. Otros cuatro fueron suspendidos permanentemente y perdieron su estado clerical, y otro fue suspendido y murió poco después.

Dos supervivientes, un médico llamado Jaime Concha y un agente de bienes raíces llamado Jorge Franco, hablaron con Scicluna y Bertomeu a principios de este año sobre los abusos que sufrieron. También ellos acusaron ​​al padre Alfredo Soiza-Piñeyro, quien fue expulsado en 2013 luego de que las denuncias de abuso sexual fueran presentadas a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Soiza-Piñeyro ganó fama nacional en 1987 cuando sirvió de mediador en el secuestro del coronel del ejército chileno, Carlos Carreño.

En la carta que le entregó a los obispos en Roma, el papa Francisco dice que la Iglesia chilena es culpable de destruir evidencias, de ocultar la importancia de las acusaciones, y de mantener homosexuales a cargo de la formación de los seminaristas.

Sobre este último punto, existen informes de 2011 sobre abusos en el seminario de San Rafael en Valparaíso. Los cuales incluyen abusos de naturaleza sexual, pero además también abusos de poder y conciencia: seminaristas que fueron obligados a nadar desnudos con sus superiores, y un hombre que hoy es el obispo local, Gonzalo Duarte García, de Cortázara, que golpeó públicamente a un seminarista porque se negó a besarlo en la boca.  Tal incidente se dice que data de 1992.

Mauricio Pulgar, exseminarista de Valparaíso, habló con el portal de noticias chileno The Clinic en 2011 y dijo que sus superiores lo enviaron a ver a un psicólogo para superar sus “problemas de afectividad”.

“Si no te gusta que te toquen (en tus partes privadas), eres tú quien tiene un problema”, según él le dijeron. “Si no te gustan que te acaricien los labios, tienes un problema. Si no te gusta que te abracen, tienes un problema. Siempre, el depravado eres tú”, dijo en ese momento, en acusaciones que ha repetido desde entonces.

Pulgar ha hablado en contra de varios sacerdotes, además de Duarte, pero nada ha sucedido hasta ahora. Mons. Duarte ya tiene más de 75 años, por lo que presentó su renuncia a Francisco incluso antes de que los obispos chilenos viajaran a Roma.

Por ahora, está claro que la crisis de la Iglesia Católica en Chile es profunda. Los analistas creen que limpiar la casa, reparar los daños, compensar a los sobrevivientes y reconstruir la confianza en la institución y la fe puede tomar décadas.

Independientemente de la cantidad de renuncias de los obispos que el papa Francisco finalmente acepte, el desafío va más allá de las cabezas que se hagan rodar, como el mismo Papa ha repetido innumerables veces desde entonces. Existe una “cultura del abuso” y el encubrimiento que “no debe repetirse nunca más”, escribió a los católicos chilenos en la carta del 31 de mayo.

Tradicionalmente, para elegir un nuevo obispo el Vaticano confía en la información proporcionada por la jerarquía local y el nuncio papal en el país. En este caso, sin embargo, la credibilidad del arzobispo Ivo Scapolo, el actual embajador de Vaticano en Chile, se ha visto empañada, por lo que muchas personas han pedido su renuncia.

El papa Francisco todavía tiene un largo camino por recorrer después de las respuestas ambivalentes del Vaticano a las diversas acusaciones, y la suya propia, aunque su inquebrantable posición durante los últimos 45 días le ha ganado el apoyo del comité editorial del New York Times, que en enero le había lanzado los perros por su defensa del obispo Barros.

Sin embargo, mientras tanto, a nivel popular todavía hay hombres y mujeres, esos que el papa Francisco llama “el pueblo santo de Dios, fiel y sufriente”, que mantienen la fe viva en Chile, respondiendo a su llamado a construir a “una Iglesia profética”.

En palabras del padre chileno Mariano Puga, “me pregunto, ¿qué sucede con los pobres de la Iglesia después de la decisión del Papa, después de las acusaciones contra los obispos? ¿Qué sucede con aquellos que han bautizado a sus hijos, que van a misa los domingos, que reciben la Comunión? ¿Qué sucede con aquellos que creen en Jesús y están fuera de todos estos escándalos? ”

El 1 de junio el padre Francisco Astaburuaga —uno del grupo de nueve chilenos, algunos de ellos víctimas de abuso sexual, otros de abuso de conciencia y otros que apoyan a los sobrevivientes, siete de los cuales son sacerdotes—, respondió sin saberlo a esa pregunta, después de reunirse con el Papa.

“Quiero decirles [a los laicos], que siempre después de la crucifixión viene la resurrección”, dijo a los periodistas el día de su llegada a Roma.

“Lo que el Papa nos está diciendo con sus acciones y palabras no es nada más que una exhortación a renacer, a la valentía de hacer que el conflicto sea nuestro, mirándolo a la cara y enfrentándolo con la esperanza que viene de Cristo. Estoy convencido de que todos saldremos de esto renovados en nuestra fe, tanto la Iglesia como comunidad como cada creyente”, dijo.

“Ha llegado el momento de que los católicos en Chile se abran generosamente a la dinámica de la esperanza”, concluyó Astaburuaga.

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Este artículo fue publicado originalmente en inglés en Crux. Es parte de una serie de dos artículos. En el siguiente la autora explora lo que el Papa Francisco quiere decir cuando llama a Chile a convertirse una vez más en “iglesia profética”. Puede seguir a Inés San Martín en su cuenta de twitter @inesanma.

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May 22, 2018

Condenan al cura Justo José Ilarraz por abusar de siete seminaristas

PARANá (ARGENTINA)
La Nación [Argentina]

May 22, 2018

By Jorge Riani

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Por unanimidad, un tribunal le dio 25 años de cárcel, aunque el sacerdote, por ahora, cumplirá la pena en prisión domiciliaria; los hechos ocurrieron entre 1984 y 1993, y por eso la defensa pidió la prescripción de la acción penal

PARANÁ.- Sentado en la primera fila, la emoción lo quebró cuando escuchó lo que tanto esperaba. O, como Fabián Schunk diría poco después, con el hecho consumado: “Después de tantas pesadillas, esto es lo que soñaba”. Él, que fue uno de los siete denunciantes, estuvo allí cuando un tribunal penal de la capital provincial condenó al cura Justo José Ilarraz a 25 años de cárcel por los abusos sexuales contra los adolescentes que estuvieron a su cargo en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo, entre 1984 y 1993.

El sacerdote, de 65 años, cumplirá la pena en prisión domiciliaria mientras la sentencia sea revisada en instancias superiores. Los fundamentos de la condena dictada ayer, pasado el mediodía, por los jueces Alicia Vivian, Gustavo Pimentel y Carolina Castagno, serán dados a conocer el próximo 1° de junio.

Ilarraz escuchó el fallo que lo condenó a la pena máxima por este delito en el más absoluto silencio. Apenas movió la cabeza negando lo que se desprendía de la lectura del adelanto de sentencia, en el que se dispuso también que el cura lleve una tobillera electrónica monitoreada por la policía de Entre Ríos, con el fin de evitar que se fugue.

La defensa de Ilarraz hizo un planteo de prescripción de la acción penal en su contra por el paso del tiempo. Sin embargo, la Justicia entrerriana agotó las instancias confirmando la idea de desarrollar el juicio, mientras se espera que la Corte Suprema de Justicia de la Nación deje firme el rechazo de la prescripción o, en cambio, haga lugar al pedido del defensor particular del religioso, Jorge Muñoz.

Esto significa que aunque la condena dictada ayer sea confirmada en las instancias de apelación provinciales, todo podría revertirse si la Corte admite la prescripción.

Los hechos ocurrieron hace más de 25 años en el seminario donde Ilarraz había recibido su educación sacerdotal. En Nuestra Señora del Cenáculo también funciona una escuela secundaria y un preseminario que los estudiantes del nivel medio cursan con miras a continuar estudiando para ordenarse como curas, lo mismo que hizo el ahora condenado, en 1984.

Al momento de cometer los abusos, Ilarraz era prefecto de disciplina de los estudiantes que estaban en el primero y segundo año de la escuela secundaria católica, en el llamado Seminario Menor. Eran internos que ya tenían decidido continuar los estudios superiores y que esperaban ordenarse. Para algunas de las víctimas ese momento se frustró porque decidieron alejarse del seminario para siempre; en cambio, otros chicos abusados llegaron a ser sacerdotes.

Siete víctimas denunciaron a Ilarraz, pero la Justicia ya determinó que hubo más menores atacados por quien fue, hace casi tres décadas, su tutor religioso, según dijo a LA NACION el fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull. El fiscal sostuvo que en el juicio quedó “sobradamente probada” la responsabilidad de Ilarraz en los delitos denunciados, pero también quedó establecido que hubo encubrimiento por parte de la jerarquía eclesiástica.

Tras conocerse la sentencia, Schunk dijo a LA NACION que “se hizo justicia” y que espera que ahora se puedan establecer responsabilidades sobre el silenciamiento de los casos por parte de la jerarquía eclesiástica entrerriana.

En ese sentido, dirigió sus críticas al cardenal Estanislao Karlic y al actual arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, quienes se enteraron en su momento de los casos de abusos, pero los dejaron impunes por años. “Me da tristeza porque ellos también fueron nuestros padres. Dejamos a nuestros padres en el campo para quedar en sus manos [de los curas] y ellos hicieron la vista gorda y nos dejaron en manos de un tipo que hizo lo que quiso con nosotros”, sostuvo, en diálogo con este diario.

En 1995, Karlic, que por entonces era arzobispo de Paraná, ordenó la realización de un juicio diocesano en el que declararon medio centenar de seminaristas que relataron los abusos cometidos por Ilarraz. Sin embargo, el caso quedó sin condena y concluyó con el pedido que se le hizo a los menores abusados de guardar silencio, según dijeron durante el juicio.

Justo José Ilarraz no fue impedido de seguir dando misas y de cumplir con la totalidad de sus tareas religiosas, aunque debió irse de Paraná. El entonces arzobispo Karlic lo envió al Vaticano a estudiar en la Pontificia Universidad Urbaniana, de donde egresó con el título de licenciado en Misionología, tras presentar una tesis referida a los niños en las misiones evangélicas. Luego fue enviado a Tucumán, donde cumplía servicio cuando comenzó la investigación penal, en 2012.

Esa fue toda la penalidad que recibió Ilarraz por los abusos denunciados en el Arzobispado. En cambio, la Justicia provincial lo declaró autor material de siete hechos de promoción de la corrupción de menores agravada por ser encargado de la educación, y dos de abuso deshonesto agravado por ser encargado de la educación.

Si la Corte no declara prescripta la acción penal, el cura no podrá salir en libertad antes de los 80 años.

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May 21, 2018

Condenaron a 25 años de prisión al cura Ilarraz por abuso y corrupción de menores

PARANá (ARGENTINA)
Clarín [Buenos Aires, Argentina]

May 21, 2018

By ERICO VEGA

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Se conoció la sentencia contra el sacerdote acusado por el abuso sexual de 7 menores en el seminario de Paraná. Le dieron prisión domiciliaria hasta que la sentencia esté firme.

El sacerdote Justo José Ilarraz (59) fue condenado a 25 años de prisión por abuso y corrupción de menores contra siete menores durante  su etapa como prefecto de disciplina y guía espiritual en el seminario Nuestra Señora del Oráculo de Paraná, entre 1985 y 1993 .

Durante el juicio que comenzó el 16 de abril último se juzgó el accionar del sacerdote imputado por abuso y corrupción de menores mientras se desempeñaba como prefecto de disciplina y guía espiritual en el seminario Nuestra Señora del Oráculo de Paraná, entre 1985 y 1993. Para las siete víctimas que denunciaron al cura y para los demás protagonistas de la causa se trata del final de un proceso larguísimo y muy duro emocionalmente

Durante la lectura, el tribunal de Paraná decidió también revocar la excarcelación de al que gozaba el sacerdote y disponer el cumplimiento efectivo de la pena. Sin embargo, como el fallo no está firme, dispusieron la prisión preventiva en modalidad de prisión domiciliaria. 

“La evidencia, los testimonios fueron tan contundentes que no hay otra alternativa (que una condena)”,  había dicho a este medio una fuente del caso antes de la sentencia.

El juicio comenzó el 16 de abril pasado y terminó el 10 de este mes. 

La defensa había pedido el sobreseimiento del sacerdote y él, en su ampliación de declaratoria, manifestó que todo era “una conspiración para manchar su imagen”, negó los hechos y  aseguró que los denunciantes habían actuado así “por celos y envidia”.

A lo largo del juicio se repitieron los desgarradores testimonios de las víctimas, que se quebraban emocionalmente al revivir aquellos episodios. “Se enojaba cuando demorabas en llegar al orgasmo mientras te masturbaba”, indicó una fuente del caso sobre el desgarrador testimonio de una víctima durante el juicio. Otra de las víctimas habló directamente de penetración y de salidas al departamento de Ilarraz donde había otro seminarista, también víctima de abusos, pero que no está entre los denunciantes.

Los siete ex seminaristas que denuncian ser abusados por Justo José Ilarraz declararon durante el juicio. En todos esos testimonios había una especie de patrón, un esquema coincidente entre ellos que combina ser descendientes de alemanes de orígenes católicos, humildes y rurales, padres alcohólicos, violentos o estrictos y falta de afecto; con el poder representativo para esas familias de un sacerdote que además cuenta con la habilidad de la empatía, capaz de ocupar el terreno que el padre biológico no pudo o no supo cumplir. “Hay que remontarse a finales de los ochentas, hiperinflación y sus problemas en la economías locales: en algunos casos íbamos una vez cada dos meses con suerte a nuestras casas y, a veces, esos días estaba Ilarraz allí también”, le dijo a este medio un denunciante.

 El tribunal integrado por Alicia Vivian, Carolina Castagno y Gustavo Pimentel, darán su única audiencia pública en todo el proceso y se transmitirá en directo por el Canal de YouTube del Servicio de Información y Comunicación del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos. 

Ilarraz fue suspendido por la Iglesia en 2012 para oficiar misas en público, pero antes, en 1993, el entonces arzobispo de Paraná, Monseñor Estanislao Esteban Karlic, lo autorizó para que viajara a Roma.

Entre las pruebas contra el presbítero hay una carta del Vaticano que revela que en una confesión realizada en 1997, el sacerdote reconoció los abusos y mostró arrepentimiento ante el Tribunal Eclesiástico.

Ilarraz confesó ante la Santa Sede haber tenido “relaciones amorosas y abusivas con seminaristas menores”, indicaron voceros de los tribunales que detallaron que el escrito es copia de una carta del 18 de enero de 1997.

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May 19, 2018

Storni murió impune y la iglesia no paga

SANTA FE (ARGENTINA)
Página/12 [Buenos Aires, Argentina]

May 19, 2018

By Juan Carlos Tizziani

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El ex arzobispo había sido condenado a ocho años de prisión por “abuso sexual agravado”, pero le revocaron la condena y murió impune. Ahora también dictaminan que no hay resarcimiento

Desde Santa Fe

La justicia ordinaria revocó ayer la segunda condena histórica a la Iglesia santafesina por abusos de poder. En 2009, una mujer, la jueza Amalia Mascheroni condenó al ex arzobispo Edgardo Gabriel Storni a ocho años de prisión por “abuso sexual agravado” al ex seminarista Rubén Descalzo, pero dos años después, en 2011, una Cámara Penal integrada por tres jueces varones revocó el fallo por una cuestión técnica y liberó a Storni, que murió impune en 2012. En 2016, otra jueza del fuero civil, Beatriz Piedrabuena, condenó al Arzobispado de Santa Fe a resarcir el “daño moral” a Descalzo y así como en 2009 era la primera vez que se condenaba en la Argentina a un obispo por delitos sexuales, la sentencia de 2016 era la primera condena civil a la Iglesia en el país, por la misma trama. Sin embargo, ayer, la Cámara Civil y Comercial (sala 3) integrada por tres magistrados ‑Roberto Dellamónica, Sergio Barberio y Carlos Depetris‑ revocó el resarcimiento a Descalzo que ‑según Piedrabuena no era “caprichoso” sino equivalente al “daño sufrido”, que estimó en 756 mil pesos‑ y lo bajó a cero por otra “cuestión técnica”, que la causa está “prescripta”. “Un artilugio” que no cambia las cosas, dijo Descalzo. “Estoy satisfecho porque la justicia me dio la razón”. “Lo importante es la verdad”, los veredictos de las juezas Mascheroni y Piedrabuena demostraron que “yo no mentía”, agregó el querellante.

Descalzo se anotició ayer que la Cámara había revocado la condena civil a la Iglesia por los abusos de Storni. Aún no decidió si apelará. La sentencia que obligaba resarcirlo por casi un millón de pesos es la que esperaba el renunciante arzobispo de Santa Fe monseñor José María Arancedo, antes de dejar su cargo. Y calzó justo. El 9 de junio,  asumirá su sucesor, monseñor Sergio Fenoy, ex obispo auxiliar de Rosario y luego de San Miguel.

Arancedo era buen amigo de Storni. En abril de 2010, cuatro meses después de la primera condena a ocho años de prisión, lo defendió por radio. “Lo de Storni no es un caso de pedofilia, no confundamos”, agitó por LT10. “Storni renunció, pero no siente culpable”. “Él niega que haya habido (abuso). Según el texto que yo leí, es un beso que le dio en el cuello (al seminarista, que estaba a su cargo). La Justicia lo ha tomado. La Iglesia y él lo niegan, por supuesto. Y tiene todo el derecho de defenderse, porque entiende que no es un acto de abuso, que no lo hizo con esa intención”, dijo.

En 2011, la Cámara Penal de Santa Fe -integrada por tres varones‑ anuló la sentencia y ordenó que se dictara un nuevo fallo. Pero eso nunca ocurrió porque Storni falleció impune, en 2012, en una casa que la Iglesia le había comprado en La Falda, en Córdoba, donde cobraba una pensión de privilegio.

“En lo personal no modifica las cosas, pero no es muy agradable, ¿no?”, dijo la víctima que aún no sabe si apelará.

Ya en paralelo, tramitaba la demanda civil. Y en octubre de 2016 se conoció el segundo veredicto: la jueza Piedrabuena rechazó la “prescripción” y condenó  al Arzobispado de Santa Fe a resarcir el daño moral a Descalzo, por un monto que estimó en 756 mil pesos. “La suma no resulta caprichosa, es equivalente a 100 salarios mínimos” y “equitativa compensación a las aflicciones padecidas” por el demandante: “lo que se trata de reparar no es el daño psíquico, físico, ni el lucro cesante, sino el daño moral” y con un “monto” que signifique “una satisfacción adecuada al daño sufrido”, explicó la magistrada.  Arancedo ordenó apelar.

Ayer, Descalzo se notificó que la Cámara Civil y Comercial (sala 3) integrada por tres jueces había desestimado su demanda por “prescripción”. “Este nuevo fallo no niegan los hechos sucedidos”, sino que a través de un “artilugio”, la Cámara dice que “la demanda se interpone después de que la causa hubiera prescripto. Una cuestión técnica”, dijo por la emisora Aire de Santa Fe. “En lo personal no modifica las cosas, pero no es muy agradable, ¿no?”. “Es que los jueces buscaron un artilugio para tener una razón que no hay”, insistió Descalzo. “De todas maneras, la primera sentencia” de la jueza Piedrabuena “ya me había dejado conforme”. “Estoy satisfecho con que la Justicia me haya dado la razón. Mi objetivo nunca fue el dinero, por lo tanto esto no modifica las cosas. Lo importante es que la Justicia corroboró que yo no mentía, que dije la verdad”.

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April 9, 2018

Sobrevivientes de abuso eclesiástico exigieron verdad y justicia

PARANá (ARGENTINA)
Diario UNO de Entre Ríos [Paraná, Argentina]

April 9, 2018

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Durante el fin de semana compartieron relatos y testimonios. Denunciaron un plan de encubrimiento de la jerarquía de la Iglesia Católica

La Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico se constituyó en 2014 para acompañar a las víctimas de casos perpetrados puertas adentro de la Iglesia Católica. Desde ese momento en el espacio confluyeron experiencias, testimonios y la colaboración de expertos en temas legales y en asistencia psicológica, para afrontar un largo proceso en la búsqueda de verdad y justicia. Durante el fin de semana Paraná fue sede del primer encuentro presencial de la Red a una semana del inicio del juicio oral y público a Justo José Ilarraz, acusado de graves abusos cuando era una de las máximas autoridades del Seminario Arquidiocesano de Paraná. Alrededor de este juicio surgieron mesas de trabajo y la forma en que deberán encarar el momento de testimoniar las víctimas ante el tribunal. De igual modo se puso la lupa sobre el juicio y la histórica sentencia condenatoria al cura Juan Diego Escobar Gaviria.https://imasdk.googleapis.com/js/core/bridge3.621.0_en.html#goog_1634433839https://imasdk.googleapis.com/js/core/bridge3.621.0_en.html#goog_1634433840https://imasdk.googleapis.com/js/core/bridge3.621.0_en.html#goog_1634433841Desde diversos puntos del país llegaron a Paraná víctimas junto a familiares para dar testimonio de lo que fue vivir en primera persona ataques sexuales de personas que supuestamente habían sido designadas para su cuidado. En esa línea se inscribe el caso de Julieta Añazco, que en 2013 denunció que el cura Héctor Ricardo Giménez abusó de ella a principio de los 80. También estuvo presente la historia de vida de Gabriel Cuesta, exsacerdote que fue abusado de niño por un cura que después fue obispo: monseñor Abelardo Silva, fallecido; o la de Marcela Orellano, madre de una de las víctimas del Instituto Próvolo en Luján de Cuyo en Mendoza. A ellos se sumó el relato de Alejandra Carrizo, quien denunció que el cura Juan de Dios Gutiérrez abusó de su hija, de 16 años. Los anfitriones fueron Fabián Schunk, Alexis Endrizzi y Pablo Huck, quienes rompieron con el silencio y las atrocidades que cometían en sus comunidades religiosas los sacerdotes Justo Ilarraz, Escobar Gaviria y Marcelino Moya. Solamente el cura colombiano ya recibió condena.
Plan sistemáticoLiliana Rodríguez es psicóloga de la Red desde sus comienzos, brindando asesoramiento y contención a sus integrantes. “Nos pareció fundamental estar en Paraná apoyando a quienes van a brindar su testimonio y poner sus relatos para lograr justicia en el caso Ilarraz. Hay dos veredas y no tres en situaciones de abuso eclesiástico o de abuso en general. No se puede estar en el medio; o se acompaña a las víctimas y se entiende el delito que han cometido sistemáticamente. O se está del otro lado. Y la Red es la espalda de cada uno y cada una de los integrantes, porque es una situación muy difícil de afrontar solo, se atraviesa por mucho dolor y muchos años de silencio”, afirmó la especialista en una visita a UNO mientras participaba del encuentro.Sobre las secuelas que dejan los abusos explicó que “son situaciones traumáticas que tienen un montón de aristas, porque estamos hablando de un delito cometido por una persona, que puede ser un cura o una monja y que representa a una institución muy importante. No es tan fácil ponerle palabras a esas situaciones y saber a que se enfrenta. Es sumamente importante que se pueda comprender que no atentamos contra la fe ni contra la postura espiritual de cada persona”. Rodríguez comparó la conducta de los curas y monjas pedófilos con el plan sistemático de la dictadura en cuanto a cadena de encubrimientos. Explicó que se trata de un mecanismo que corre el velo de un mecanismo de manipulación ejecutado por el agresor alrededor de la víctima para cometer este delito. Frente a la cadena de denuncias y los procesos judiciales en marcha con condenas en algunos casos contra la jerarquía del clero, la respuesta de la institución estuvo siempre destinada a proteger a sus integrantes, se observó desde la Red. “La apuesta es a la toma de conciencia,a hacer prevención, romper con ciertas ideas que se quieren instalar en el imaginario. Lo que se busca es verdad y justicia”, afirmó la psicóloga.

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March 21, 2018

Justo Ilarraz y Carlos Robledo fueron mencionado en la nefasta lista de 62 curas denunciados por abusos

CONCEPCIóN (ARGENTINA)
Monterizos.com.ar [Monteros, Argentina]

March 21, 2018

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Los curas Ilarraz (izquierda), Robledo (derecha), fueron mencionados en una investigación sobre abusos en la Iglesia Católica

Los curas Justo Jose Ilarraz y Carlos Robledos figuran en una investigación realizada por periodistas de la Agencia Télam, como integrantes del clero que fueron denunciados y acusado por abusar menores.

La investigación de las periodistas Lucía Toninello y Mariana García–, deja al descubierto que la denuncia contra Grassi no es un hecho aislado: desde entonces cuatro nuevas denuncias se sumaron por año y sólo tres casos fueron sancionados con la máxima pena prevista por el derecho canónico: la expulsión del sacerdocio.

Sobre el Padre Justo José Ilarraz, quien se desempeñó en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús en el Barrio Ñuñorco, escribieron: Se le inició investigación canónica por abusos contra al menos medio centenar de niños de entre 10 y 14 años en el Seminario Arquidiocesano “Nuestra Señora del Cenáculo” de Paraná, Entre Ríos, entre 1984 y 1992. El juicio oral comenzará en agosto próximo.

Mientras que del fallecido Carlos Robledo, que estuvo al frente de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario por cerca de 25 años, escribieron: En octubre de 2012, el ex seminarista Alfredo Bazán lo denunció por el abuso de seis adolescentes en 1987. Murió en 2009 sin ser investigado.

“La mayoría de los casos no son denunciados. La Iglesia no los denuncia, son las víctimas las que se animan a contar lo que les pasó y para ellas es un proceso muy doloroso”, dijeron las investigadoras.

Estos números muestran la arbitrariedad del juicio canónico, porque salvo en casos que son indefendibles o han tenido mucha trascendencia pública, la expulsión no se concreta”, explicó a Télam Carlos Lombardi, abogado de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico y uno de los pocos especialistas en derecho canónico del país que no pertenecen a la Iglesia.

Son 59 sacerdotes y tres monjas los denunciados en el país. De todos ellos, ocho recibieron una condena judicial. Los datos muestran cómo un complejo sistema de responsabilidades dentro de la Iglesia permite que rara vez haya una condena.

En nuestro país no existen registros registros oficiales sobre la cantidad de sacerdotes o monjas denunciados. Tampoco hay registro de cuántas son las víctimas.

Siguiendo las notas publicadas en medios nacionales y regionales, informes de agencias y consultando fuentes propias, Télam reconstruyó un mapa de la pedofilia dentro de la Iglesia utilizando el mismo mecanismo de La Casa del Encuentro, la ONG que lleva adelante el único registro nacional que existe sobre femicidio. Este mapa muestra que en la mayoría de los casos la Iglesia no acompañó a las víctimas, que los abusadores ya tenían antecedentes y que los traslados son la respuesta más frecuente ante una denuncia.

“Hay distintos niveles de responsabilidad en los traslados. Esos distintos niveles y esa fragmentación y discrecionalidad conspiran contra la tolerancia cero y otras premisas del Papa sobre los abusos”, reconoció en una entrevista con Télam el obispo Sergio Buenanueva, presidente de la comisión de Ministerios del Episcopado.

Los casos de curas “trasladados” de una diócesis a otra, cuando sobre ellos pesan denuncias de abuso, no son episodios aislados. El caso Próvolo, uno de los más recientes, es una muestra clara del procedimiento que se da dentro de la Iglesia.

En estos 15 años, sólo 3 curas fueron sancionados con la expulsión del estado clerical, que implica que ya no pueden ejercer más el sacerdocio.

Buenanueva, quien en 2011 fue designado para elaborar un protocolo a seguir ante denuncias de abuso, admitió que no sabe cuántos son los curas denunciados ni tampoco los condenados y sostuvo que hoy en la Iglesia “no existe criterio único”. Todo depende de la orden a la que pertenezca el abusador, si ejerce o no como sacerdote. Y si es obispo, la investigación corre entonces por cuenta del Vaticano. Así, la superposición de responsabilidades puede terminar funcionando como una red de encubrimiento.
La siguiente lista –reconstruida por Télam– revela los nombres, cargos y estado de las causas en la Justicia penal y eclesiástica de los religiosos denunciados por abusos desde 2002. Se incluyen los casos que nunca llegaron a la Justicia, los aún investigados, los que tuvieron condena y aquellos que fueron sobreseídos.

1- Luis Anguita. Denunciado y sobreseído en 2004 por violar a una chica de 13 años. Se desempeñaba en el Colegio Franciscano Tierra Santa de la Ciudad de Buenos Aires. Sin condena.

2- Luis Alberto Brizzio. Acusado de haber abusado de un joven de 16 años en Santa Fe. La Congregación para la Doctrina de la Fe dictaminó que al producirse los hechos el denunciante era mayor de edad y descartó el delito. No hubo denuncia judicial.

3- Padre Walter Eduardo Avanzini. En 1998 un programa de TV mostró cómo pagaba para tener sexo con niños y adolescentes en una plaza de Córdoba. No fue investigado.

4- Miguel Cacciuto. Acusado en 2009 de abuso en un jardín de infantes en Villa Gesell, Buenos Aires. Actual párroco de la Sagrada Familia de Mar del Plata. No fue condenado.

5- Ladislao Chomin. Condenado en 2012 a 4 años de prisión por abuso sexual de una niña en Misiones. Cumplió prisión domiciliaria.

6- Nicolás Corradi. Con prisión domiciliaria por abuso de menores en el Instituto para chicos sordos e hipoacúsicos Próvolo de Mendoza. Acumula denuncias por abuso en Italia y en el Próvolo de La Plata. No fue condenado.

7- Alessandro De Rossi. Acusado de abuso a niños entre 2008 y 2013, cuando era párroco en un templo de Salta capital. Detenido en Roma en 2014, se negó la extradición por falta de pruebas y fue liberado seis meses después.

8- Fray Diego. Denunciado penalmente en 2008 por abuso sexual contra un adolescente de 15 años en Buenos Aires. No fue investigado.

9- Juan Diego Escobar Gaviria. Elevarán a juicio oral la causa que lo investiga por abuso sexual de al menos cuatro menores en Entre Ríos. En 2016 fue detenido en la Unidad Penal Nº 5 de Victoria.

10- Atilio Jesús Garay. Acusado de violar reiteradamente a una chica en 2004 en Los Ángeles, Estados Unidos. Fue candidato a intendente de General Campos, Entre Ríos. No fue investigado ni condenado.

11- Daniel Giménez. Denunciado en marzo de 2011 por abusar de una adolescente en Formosa. Se abrió una causa judicial. No fue condenado.

12- Padre Ricardo Giménez. Denunciado en 2013 por Julieta Añazco, por abuso reiterado en La Plata. No fue llamado a declarar.

13- Hermano Isaac Gómez. Condenado a 11 años de prisión por el Tribunal Oral y Criminal N° 4 de Mercedes, Buenos Aires, por el abuso sexual agravado de un menor.

14- Giovanni Granuzzo. Forma parte de la causa Próvolo de Mendoza, donde se abusó de chicos sordos e hipoacúsicos. También fue denunciado por abuso en Verona, Italia y La Plata junto con Nicolás Corradi, Luigi Spinelli y Eliseo Primati. Aún no fue condenado.

15- Padre Justo José Ilarraz. Se le inició investigación canónica por abusos contra al menos medio centenar de niños de entre 10 y 14 años en el Seminario Arquidiocesano “Nuestra Señora del Cenáculo” de Paraná, Entre Ríos, entre 1984 y 1992. El juicio oral comenzará en agosto próximo.

16- Padre Virginio Juan Isottón. Detenido en julio de 1999 por “abuso deshonesto” de niñas en la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en Cañuelas, Buenos Aires. Lo declararon inocente en octubre de 2011.

17- Jorge Luis Morello. Denunciado por Iván González, seminarista de 19 años de Guaymallén, Mendoza. En 2012 se inició una demanda civil contra el arzobispado (José María Arancibia y Sergio Buenanueva) por ocultar información y tuvieron que pagar una indemnización. El arzobispado argumentó que la relación “había sido consentida”. No fue condenado.

18- Albano Mattioli, ex directivo del Próvolo de La Plata. Llegó a la Argentina en 1965 desde el Próvolo de Verona, Italia, tras ser denunciado por abusos. Murió en 2013 a los 93 años en Italia y nunca fue investigado.

19- José Antonio Mercau. El papa Francisco decretó el cese de su condición sacerdotal. En 2011 fue condenado a 14 años por “abuso y sometimiento sexual agravado” en perjuicio de cinco chicos en un hogar del Tigre, Buenos Aires. Fue excarcelado el 18 de marzo de 2014.

20- Reinaldo Narvais. Acusado por acoso sexual y abuso de poder por integrantes de la parroquia Nuestra Señora de Pompeya, de Rosario. El Vaticano abrió un juicio, no dio por probado el abuso y fue declarado inocente.

21- Domingo Pacheco. Condenado en febrero último a 13 años de prisión por abusar del menor Osvaldo Ramírez en Corrientes. Sigue libre hasta que la sentencia quede firme.

22- Rubén Pardo. Acusado por violar a un chico de 14 años en 2002 en Quilmes, Buenos Aires. Murió en 2005. Nunca fue juzgado, pero la Justicia condenó al obispado local por encubrimiento y lo obligó a pagar una indemnización.

23- Héctor Pared. Condenado en marzo de 2003 a 24 años de prisión por abuso sexual en un hogar de Florencio Varela, Buenos Aires. Murió en septiembre de ese año.

24- Martín Paz. Separado de sus funciones eclesiásticas en mayo de 2003 por el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, por abusar en Catamarca de una chica de 17 años que quedó embarazada. Hubo denuncia penal pero no fue investigado.

25- Luis Pezzolo. Detenido en septiembre de 2003 por abuso sexual en el hogar Obra de Don Bosco de Bernal, Buenos Aires. Estuvo cinco años con prisión domiciliaria. Se espera el juicio público.

26- Fernando Enrique Picciochi. Condenado en 2012 a 12 años de cárcel por abusar sexualmente de al menos cinco niños. Sebastián Cuattromo, quien iba al colegio Marianista de Caballito, Buenos Aires, lo denunció en 2000. Está en libertad por el beneficio del 2×1 desde principios de 2016.

27- Monseñor Carlos Robledo. En octubre de 2012, el ex seminarista Alfredo Bazán lo denunció por el abuso de seis adolescentes en 1987. Murió en 2009 sin ser investigado.

28- Luis Sabarre. Denunciado en 2010 por abusar de una nena de 9 años en Mendoza. La Iglesia abrió una investigación y lo declaró inocente. Fue designado administrador parroquial del Colegio Nuestra Señora de Luján de Cuyo.

29- Padre Miguel Ángel Santurio. Condenado en 2013 en un juicio canónico por abuso en Misiones. Fue liberado por falta de pruebas.

30- Mario Napoleón Sasso. Condenado en 2007 a 17 años de prisión por haber abusado sexualmente de cinco niñas en 2002 y 2003, cuando era párroco de la capilla San Manuel en Pilar, Buenos Aires. En el juicio probaron el encubrimiento de dos sacerdotes colegas de Sasso, que fueron procesados.

31- Padre “Seryo”, Instituto Vicente Pallotti, Turdera, Buenos Aires. Denunciado por abusar de alumnos de ese Instituto. No fue condenado.

32- Luis Eduardo Sierra. Condenado a ocho años de prisión en 2004 por abusar en 2000 y 2001 de tres monaguillos de entre 12 y 14 años del colegio Ave María de la Obra Don Orione, de la localidad bonaerense de Claypole. No se sabe si cumplió la condena. Se fue a Paraguay, donde también lo acusaron de abusos.

33- Luigi Spinelli, consejero en el Próvolo de Mendoza. También había sido denunciado en Verona, Italia. No se sabe dónde está.

34- Edgardo Storni. Ex arzobispo de Santa Fe. En 2009 fue condenado a ocho años por abusar de un seminarista. Pasó un poco más de un año en prisión domiciliaria porque tenía más de 70 años. En 2011, la Cámara Penal anuló el fallo. Murió al año siguiente.

35- Richard Suttle. Fue denunciado en 2008 por abuso sexual de menores entre 1982 y 1983 en la escuela primaria del Sagrado Corazón, en Prescott, Arizona, Estados Unidos. En 2013 llegó a Buenos Aires como integrante del equipo de los claretianos dedicado a las misiones de las Naciones Unidas. No fue investigado.

36- Carlos Urrutigoity. Denunciado por “conductas deshonestas” en un seminario en Buenos Aires y trasladado a los Estados Unidos. Por nuevas denuncias lo reubicaron en Paraguay. Actualmente en el Instituto del Verbo Encarnado, en San Rafael, Mendoza. No fue investigado.

37- Aníbal Valenzuela. En 2007 el obispo de Puerto Iguazú (Misiones), Marcelo Martorell, decidió suspenderlo como párroco por denuncias de abusos. Tuvo el apoyo del obispo Joaquín Piña y nunca fue investigado.

38- Padre Mario Yulán. Denunciado por abuso sexual en la parroquia San Juan Bautista, en Buenos Aires en 2007, en reemplazo de José Antonio Mercau. No fue condenado.

39- Cristian Vázquez. Ex sacerdote de la capilla Virgen del Carmen de Río Grande (Tierra del Fuego), imputado por abusar de una menor en 2012. No fue condenado.

40- Renato Rasguido. En marzo de 2014 fue denunciado por abusar de un adolescente de 15 años en Andalgalá, Catamarca. En 2015 la fiscal pidió su detención, aunque no se concretó. Espera el juicio en libertad.

41- Daniel Omar Acevedo. Un joven lo denunció como autor del abuso sexual que había sufrido cuando era niño y el 13 de noviembre de 2016 fue separado como cura de Ushuaia. No fue condenado.

42- Juan de Dios Gutiérrez. Denunciado en abril de 2015 por abusar de una chica de 16 años en Belén, Catamarca. Aún no fue condenado.

43- Agustín Rosa, Salta. Detenido con prisión preventiva. La causa será elevada a juicio oral. Fue denunciado por dos ex novicios. Tiene 25 denuncias canónicas por abuso, corrupción y enriquecimiento ilícito.

44- Nicolás Osvaldo Parma Vega. Denunciado por abuso sexual pero aún no fue investigado. Pertenece a la congregación del sacerdote Agustín Rosa.

45- Cristian Gramlich. Expulsado del estado clerical. No hubo investigación judicial. Las denuncias por abuso en su contra habían empezado en 1998 en el colegio Carmen Arriola de Marín de San Isidro, Buenos Aires.

46- Marcelino Moya. Denunciado en 2015, está a punto de ir a juicio oral. Cometió abusos contra menores que eran monaguillos entre 1994 y 1997 en la Parroquia Santa Rosa de Lima, de Entre Ríos.

47- Eliseo Primati. Cura del Instituto Próvolo de Mendoza. Tiene denuncias por abusos también en Italia. Aún no fue investigado.

48- Finnlugh Mac Conastair. Denunciado por abusos sexuales en el Colegio Cardenal Newman de San Isidro, Buenos Aires. El caso más conocido fue el de Rufino Varela. Aún no fue investigado. Tanto el colegio como la Congregación de Hermanos Cristianos Región de América Latina pidieron recientemente “disculpas públicas” a “todos los abusados” en esa institución.

49- Félix Alejandro Martínez. En 2002 fue denunciado junto al profesor de educación física Fernando Melo Pacheco por el abuso sexual de chicos que asistían al jardín de infantes de la Escuela Nuestra Señora del Camino, de Mar del Plata. Recientemente ofició la misa por los 20 años del asesinato de José Luis Cabezas. No fue condenado.

50- Alejandro Squizziatto. Acusado de abusar de un niño en Mendoza en 2014. No fue investigado.

51- Raúl del Castillo. Denunciado en 2008 en Mendoza por abusar de un adolescente. Está en Paraguay, no fue condenado.

52- Carlos Richard Ibáñez Morino. Denunciado por abuso sexual de al menos diez jóvenes en Bell Ville, Córdoba, a principios de los 90. En 2004, la Corte Suprema paraguaya autorizó un proyecto para extraditarlo a la Argentina. No fue condenado.

53- Carlos Alberto Dorado, Santiago del Estero. Acusado por abuso, no fue investigado.

54- Monseñor Adolfo Uriona. En 2006 una joven lo denunció por haberla manoseado cuando era obispo de Añatuya, Santiago del Estero. Fue demorado por la policía. En 2014, el papa Francisco lo nombró obispo de Río Cuarto. Fue investigado y sobreseído en mayo de 2009.

55- Carlos Miguel Buela. Fundador del Verbo Encarnado, Mendoza. Acusado de violar a seminaristas de la congregación. El Vaticano admitió que era culpable de “inconductas sexuales”. Lo trasladaron a una iglesia en Génova. No fue condenado.

55- Carlos Miguel Buela. Fundador del Verbo Encarnado, Mendoza. Acusado de violar a seminaristas de la congregación. El Vaticano admitió que era culpable de “inconductas sexuales”. Lo trasladaron a una iglesia en Génova. No fue condenado.

56- Fernando Yáñez. Procesado por abusar de chicos de un hogar en San Rafael, Mendoza. No fue condenado.

57- Horacio Corbacho. Detenido en Mendoza por las denuncias de abuso a chicos sordos e hipoacúsicos en el Instituto Próvolo. No fue condenado.

58- Néstor Monzón. A punto de ir a juicio oral por el abuso de dos nenes de tres años en Reconquista, Santa Fe.

59- Bibiana Fleitas. En 2015, una ex novicia escribió un libro contando los abusos de la monja en el Colegio Santa Rosa de Viterbo de San Lorenzo, Santa Fe. Fue trasladada a Mendoza pero aún no fue investigada.

60- María Alicia Pacheco. Era colaboradora de otro cura abusador, Agustín Rosa. Detenida desde diciembre de 2016 por abuso reiterado de una nena de 13 años en Salta.

61- Monja Kosaka Kumiko, acusada de ayudar y encubrir a los sacerdotes que abusaban de los chicos del Próvolo de Mendoza. Es investigada y podría enfrentar una pena de entre 10 y 50 años de cárcel.

62- Padre Julio César Grassi. Condenado en 2009 a 15 años de prisión por abusar de un menor que vivía en la Fundación Felices los Niños, que él dirigía. La Corte Suprema confirmó la sentencia en marzo último. En abril, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón lo benefició con el 2×1 y le redujo dos años y medio la pena. La medida será apelada por los abogados querellantes.

Fuente: INFOBAE – TELAM [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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March 20, 2018

CREER EN LAS PIBAS

SAN MARTíN (ARGENTINA)
Revista Furias [Buenos Aires, Argentina]

March 20, 2018

By Analía Daniela López

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Entrevista a Karen Maydana, denunciante del cura Carlos José.

Karen tenía 9 años cuando Carlos José, el sacerdote a cargo de la Parroquia San José Obrero en Caseros -partido de Tres de Febrero-, abusó de ella durante la primera confesión para su comunión. En el año 2009 se hizo la primera de las 7 denuncias que al día de la fecha se tramitan juntas en la Fiscalía de San Martín -Unidad N°14-. Cuando la Iglesia se enteró, decidió encubrirlo y trasladarlo a Tandil. 

¿Cuándo se realizó la denuncia, cómo se caratuló y en qué estado se encuentra hoy en día?Mi denuncia fue la cuarta, la hice el 17 de Julio del 2017. Hoy somos 7 denunciantes y la causa está caratulada como “Abuso sexual gravemente ultrajante”. Ahora nos están realizando las pericias psicológicas a todas, esperamos la llegada del juicio oral y, en el mejor de los casos, la sentencia firme.

"Lamentablemente existe una cultura de la violación y cuestionan siempre a la víctima. Imaginate que a mí me preguntaron qué hice para provocar eso. ¡Tenía 9 años! Decime que pude haber hecho." 


¿Crees que la justicia está actuando bien?Desde el primer día noté que la justicia es muy machista y la manera en la que actúan no nos hace bien a ninguna. Un par de las chicas quieren bajarse del caso porque no soportan como nos trata la justicia. La mayoría salimos de la fiscalía llorando.
Lamentablemente existe una cultura de la violación y cuestionan siempre a la víctima. Imaginate que a mí me preguntaron qué hice para provocar eso. ¡Tenía 9 años! Decime que pude haber hecho. Es terrible y es algo que tiene que cambiar urgente, porque no todxs lxs sobrevivientes de abusos somos lo suficientemente fuertes como para soportar ese tipo de cosas. 

¿Cuál fue tu principal pedido este 8M?
Fui, como todos los años, a luchar por todas. Pero este año fue especial ya que era mi primer marcha con la denuncia ya hecha y con mi caso ya visible. Fui a visibilizarlo más y a mostrar que si yo pude hablar después de 14 años, que si pude hacer la denuncia y que si puedo sanar, todas pueden. Mi principal pedido fue: ¡No se callen más! ¡No están solas!

¿Tuviste apoyo de la familia, amigxs u organizaciones para poder contar esto después de tantos años?Se lo conté primero a dos amigas y ellas me apoyaron para que se lo cuente a mi familia. Automáticamente recibí el apoyo de ellxs también. 

¿Creés que la sociedad está cambiando y ya no encubre más a curas abusadores?Creo que estamos en un proceso histórico, que las mujeres estamos levantando la voz y que cada vez somos más. Estamos generando algo enorme y estoy segura que las cosas van a cambiar para bien.

¿Cuál es tu mensaje para esa persona que aún no se anima a contar o denunciar un abuso?Cuando yo lo conté sentí por primera vez que podía recuperar mi vida y que finalmente podía sanarme. Me sentí libre. Por eso quiero decirle a quien haya pasado por un abuso y no se anima, primero: que no están solxs. Y, que si bien es algo movilizante y difícil, al final terminás sanando y recuperando tu vida. Recuperar la voz es el primer paso, después lo demás se va dando. Yo nunca imaginé que iba a contárselo a alguien y menos que iba a denunciar. Hoy me encuentro en un lugar que no pensé que iba a ocupar y estoy cómoda y feliz de poder alzar mi voz y ayudar a lxs demás.

"Quiero decirle a quien haya pasado por un abuso y no se anima, primero: que no están solxs. Y, que si bien es algo movilizante y difícil, al final terminás sanando y recuperando tu vida. Recuperar la voz es el primer paso, después lo demás se va dando."

Lamentablemente, las 7 querellantes tienen la sospecha que hay muchas más personas que fueron abusadas por el cura Carlos José y no han podido denunciarlo; piden que se animen a contarlo, que no van a estar solxs.

El camino no ha sido fácil para ellas pero desde el año pasado -gracias a la denuncia penal y al posterior pedido de captura-, Carlos José, el sacerdote que la Iglesia encubre, se encuentra en prisión preventiva a la espera de una condena firme.

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March 4, 2018

Depredadores sexuales en nombre de Dios

(CHILE)
Radio ADN [Santiago, Chile]

March 4, 2018

By Mirna Schindler

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Impactantes testimonios denuncian redes de protección en los Hermanos Maristas.

Mirna Schindler, ADN

Fueron los últimos en reunirse con el arzobispo de Malta en la sede del Episcopado. Antes que Charles Scicluna dejara el país, dos exalumnos del Instituto Alonso de Ercilla decidieron contar su verdad ante el investigador eclesiástico.

No sólo relataron los crudos episodios de abusos que vivieron a manos de integrantes de la Congregación de los Hermanos Maristas durante su enseñanza básica y media, en los 70. También contaron cómo tres sacerdotes influyentes de la Iglesia Católica, Miguel Ortega, Cristián Precht y Alfredo Soiza-Piñeyro, formaron parte de ese mismo círculo de abuso sexual reiterado contra niños y jóvenes.

En medio de las relevaciones de las víctimas de la congregación de los Hermanos Maristas, el médico Jaime Concha y el corredor de propiedades Jorge Franco, ambos hoy de 55 años, decidieron dar a conocer públicamente lo que en privado le confiaron al obispo de Malta. Son hechos con escenas escabrosas que quedaron grabadas en sus memorias.

En una extensa entrevista, estos exalumnos del Instituto Alonso de Ercilla se atrevieron a contar a Radio ADN la brutalidad de los ataques sexuales a los que fueron sometidos, mientras tenían entre 10 y 16 años de edad.

Además, responsabilizaron al actual rector del colegio Alonso de Ercilla, Jesús Pérez, asegurando que él fue un “facilitador” de niños y jóvenes para los sacerdotes diocesanos que visitaban el colegio frecuentemente, y que abusaron de ellos y de otros compañeros del establecimiento.

Jorge Franco cursaba segundo medio cuando fue atacado por primera vez. Su depredador sexual, dice, fue el sacerdote capuchino Sergio Uribe, quien se desempeñaba como capellán del colegio y era quien confesaba a los alumnos todas las semanas.  “Aprovechándose de un problema que yo tenía con mi papá, me llevó a su dormitorio para supuestamente ayudarme y ahí me obligó a practicarle sexo oral. Él me hizo sentir que el pecador era yo”, recordó aún con dolor.

Jaime Concha tenía 10 años cuando, según su testimonio, fue abusado por el hermano marista José Monasterio. Más tarde caería en manos de su segundo depredador, a quien él identifica como el hermano Abel Pérez. Luego de concretar el abuso, rememoró Jaime, “el hermano me dice que Dios ya perdonó mi pecado”. En otro momento, cuando vuelve a abusar de él, Jaime aseguró que le dijo: “Me hiciste pecar nuevamente. Pero ándate tranquilo, porque Dios ya te perdonó”.

Sin embargo, las denuncias de Jaime Concha y Jorge Franco no se detienen ahí. Ambos afirmaron haber sido testigos de cómo los sacerdotes Miguel Ortega, Cristián Precht y Alfredo Soisa-Piñeyro también fueron protagonistas de hechos de abuso sexual.

Apenas tenían 13 años cuando Ortega y Precht los invitaron a un examen vocacional, en dependencias del colegio Alonso de Ercilla. Dijeron que fue el actual rector, Jesús Pérez, quien los conminó a participar. Para esa suerte de rito vocacional debían desnudarse y vestir una túnica. Tenían que entrar individualmente. El primer turno fue de Jorge Franco y lo que ahí pasó lo dejó absolutamente choqueado. “Salí despavorido. Había algo extraño”, dijo.

Por entonces, Miguel Ortega ejercía el cargo de Vicario de la Pastoral Juvenil, y alcanzada la democracia, cumplió funciones en La Moneda como capellán durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

Jaime Concha aseguró que Miguel Ortega “tenía comportamientos completamente inadecuados” y relató los episodios que le tocó vivir directamente y presenciar.

Miguel Ortega

Comentó que Cristián Precht “era mi mayor héroe”, pero señaló que todo se derrumbó cuando un día lo llevó a su oficina y el sacerdote, aseguró, abusó de él. “Yo soy testigo de lo que hicieron Miguel Ortega y Cristián Precht“, sentenció categóricamente Jaime.

Cristián Precht se desempeñó durante los años 1976 y 1979 como Vicario de la Solidaridad y fue ampliamente reconocido por su contribución a la defensa de los derechos humanos en dictadura. Pero en 2012 fue condenado canónicamente “por conductas abusivas con menores y mayores de edad”, impidiéndole ejercer el sacerdocio durante 5 años, sentencia que cumplió en diciembre pasado. Pese a esto, el prelado siempre ha declarado ser inocente de los cargos.

Cristián Precht

Otro sacerdote que rondó en la vida de estos exalumnos del Instituto Alonso de Ercilla fue Alfredo Soisa-Piñeyro. Ambos afirmaron haber sido testigos de los abusos del prelado. “Yo rescaté a Jorge de Soisa-Piñeyro. Yo vi cómo manoseaba a mis compañeros y cómo se llevaba a algunos a la Pajarera”,reseñó Jaime Concha.

El exsacerdote Soisa-Piñeyro alcanzó notoriedad pública cuando en 1987 actuó como mediador en el secuestro, por una fracción del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, del coronel de Ejército Carlos Carreño.

En 2013, el Arzobispado de Santiago confirmó que Alfredo-Soiza-Piñeyro dejó de ejercer el ministerio sacerdotal, tras las indagaciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe. La denuncia se envió al Vaticano por considerarla verosímil.

Tanto Jorge Franco como Jaime Concha han tenido hondas repercusiones en sus vidas, como consecuencia de los abusos a los que fueron sometidos durante su infancia y adolescencia. “El abuso es un tatuaje en el alma, que no desaparece jamás”, concluyó con tristeza el médico Jaime Concha.

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March 3, 2018

El cura Alfredo Nicola, a cuarteles de invierno

PARANá (ARGENTINA)
El Argentino [Gualeguaychu, Argentina]

March 3, 2018

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Ni a la República Oriental del Uruguay ni a Villa Clara: el cura Daniel Rodríguez fue destinado por el obispo de Paraná Juan Alberto Puiggari para atender a la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora de Luján, como vicario

Rodríguez fue, hasta finales de diciembre, vicario en la parroquia Jesús Maestro y Señor y

Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, de Oro Verde. Ahora, encontró nuevo destino. Pero

quien era párroco en Oro Verde, el sacerdote Alfredo Nicola, sigue sin destino.

La situación es, por lo menos, compleja. Hasta diciembre Alfredo Nicola era el párroco de “Jesús

Maestro y Señor y Nuestra Señora del Rosario de Pompeya”, de Oro Verde. Ahora decidió quedarse con la capellanía

en el Hospital Fidanza, de Colonia Ensayo: o sea, mantener el sueldo del Estado que le paga el Ministerio de Salud;

pero sin ejercicio pastoral de alguna parroquia.

El obispo Juan Alberto Puiggari ya dispuso varios movimientos y designaciones de sacerdotes,

pero en todas, el nombre de Nicola aparece ausente. Las últimas designaciones y corrimientos

las dispuso el jueves 1° de marzo, cuando aceptó la renuncia del párroco de Bajada Grande,

Mario Taborda, quien sin embargo mantiene su cargo -y su sueldo- de capellán en el Servicio

Penitenciario de Entre Ríos.

En Oro Verde, Puiggari nombró como párroco -en reemplazo de Nicola- al sacerdote Hernán

Arismendi, que asumió el 19 de febrero último. Como vicario -para suplir a Daniel Rodríguez- se

nombró a Héctor Rodríguez, que a la vez asumió como vicecanciller de la curia, consignó el sitio

digital Entre Ríos Ahora.

A finales de 2017 se conoció la decisión de Puiggari de designarle un reemplazante, aunque ni

entonces ni ahora se sabe cuál es el destino que se le dio a Nicola, cuyo nombre apareció

zarandeado en medio de denuncias periodísticas por supuestos casos de abuso.

Un docente de la Escuela Parroquial Jesús Maestro y Señor, que fundó Nicola, Gabriel Flores, fue

denunciado por un supuesto abuso a un alumno. Cuando supo que había sido denunciado, el

docente desapareció de Oro Verde en medio de la noche, abandonó su auto al costado del río, y

en el interior dejó una carta dirigida a sus padres –que viven en Misiones- y todos supusieron un

suicidio. Nada de eso. Nadó hasta una isla y de allá fue traído por un pescador, se presentó en la

Policía y entonces se anotició de la denuncia en su contra en la Unidad Fiscal de Violencia de

Género y Abusos del Poder Judicial.

En paralelo, se conocieron denuncias por abusos contra el cura Nicola.

Antes de que ganaran la luz pública esas denuncias, Nicola anunció por whatsapp que se tomaba

un tiempo de licencia por estrés, después de un acuerdo al que había llegado con Puiggari.

Pero al mes volvió, dispuesto a tomar su lugar que había quedado en manos del vicario Daniel

Rodríguez. El vicario se sorprendió cuando lo vio volver y estuvo a punto de renunciar por la

situación incómoda. Finalmente, no renunció y ahora se conoció que ni él ni Nicola siguen al

frente de la parroquia de Oro Verde, publicó Entre Ríos Ahora.

Casi un papelón

Antes de eso, Nicola se vio involucrado en la causa penal por abusos y corrupción de menores

que se sustanció en Tribunales contra el sacerdote Juan Diego Escobar Gaviria.

Los defensores de Escobar Gaviria, los abogados Milton Ramón Urrutia y Juan Pablo Temón, lo

citaron como testigo a Nicola, pero una intervención del arzobispo Puiggari evitó el papelón.

El fiscal Federico Uriburu, de la Unidad Fiscal de Nogoyá, que llevó adelante la instrucción de la

causa del cura Juan Diego Escobar Gaviria, pidió a Puiggari el legajo del sacerdote cuando éste

fue citado por la defensa en el juicio que se desarrolló en Gualeguay. Pero el arzobispo sacó un

as de la galera: impidió que Nicola declarase en el juicio, y al responder la petición del fiscal,

expresó que el mismo se había tornado “abstracto”, y dejó a buen resguardo los antecedentes del

párroco de Oro Verde.

Pasada la tormenta del caso Escobar Gaviria, el propio Nicola fue centro de todas las miradas.

Enterado de las denuncias que publicó la revista Análisis en su contra por supuestos abusos a

menores, Nicola corrió hacia el vicario general, Eduardo Tanger, y le pidió que le firmara un

salvoconducto.

“El que suscribe, Monseñor Eduardo Tanger, Vicario General del Arzobispado de Paraná, certifica

que en dicho Arzobispado no existe ningún expediente sobre abuso de menores referido al Pbro.

Alfredo Luis Marcelo Nicola (DNI 23.341.742). Se extiende la presente certificación en la ciudad

de Paraná, a los 11 días del mes de diciembre de dos mil diecisiete”.

De ese modo, buscó contrarrestar las denuncias en su contra.

Pero cuando todo parecía indicar que volvería al centro de la escena, echando a un lado las

denuncias, de buenas a primeras regresó a cuarteles de invierno. “No está en ninguna parroquia,

así que supongo que debe estar viviendo en su casa”, dijo una fuente de la curia paranaense.

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January 23, 2018

IGLESIA Y ABUSOS. Las acciones del papa Francisco que consolidan el sistema de encubrimiento del clero abusador

AñATUYA (ARGENTINA)
La Izquierda Diario [Buenos Aires, Argentina]

January 23, 2018

By Carlos Lombardi

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Acciones que indican cómo el papa Bergoglio tolera y favorece, desde lo institucional, el sistema de encubrimiento de sacerdotes abusadores sexuales, problema estructural que la iglesia se niega a extirpar.

Las acciones que se enumeran a continuación, han sido llevadas a cabo por el papa Francisco desde que fue elegido hasta la fecha de publicación del presente informe.

La enumeración no es taxativa, por lo que pueden sumarse muchas más acciones. Todas ellas, consolidan el sistema de encubrimiento de los sacerdotes abusadores sexuales que la institución religiosa mantiene en su estructura, cuyos efectos no son otros que el abuso de poder, la denegación de justicia y la violación de derechos humanos de las víctimas.

a) Institucionales

1. Designó en la Curia vaticana a cardenales que participaron del cónclave que lo eligieron como papa, integrantes de la denominada “docena sucia” por haber sido acusados de encubrir sacerdotes pederastas. Ellos son: Leonardo Sandri (Argentina), miembro de la secretaría para la Comunicación del Vaticano; George Pell (Australia), Prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede; Marc Ouellet (Canadá), Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina; Seán O’Malley (EE.UU.), Consejero en el C8 y Presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores; Peter Turkson (Ghana), Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; Oscar Rodríguez Madariaga (Honduras), Consejero del C9.

2. Designó en la C9 (órgano consultivo), a los siguientes cardenales acusados de encubrir abusos sexuales: Oscar Rodríguez Madariaga; Francisco Javier Errázuriz Ossa; Sean Patrick O’Malley; George Pell.

3. En particular, el cardenal George Pell es responsable de encubrir más de 4.000 casos de abusos sexuales del clero en Australia. Al no poder sostener más su cargo y ser requerido por las autoridades judiciales de Australia, le concedió licencia para que viaje a su país y se someta a las autoridades judiciales del estado.

4. No ha cumplido con las nueve exhortaciones que el Comité de los Derechos del Niño (ONU), le hizo a la Santa Sede en 2014 para extirpar el flagelo de los abusos sexuales, que está enquistado en su estructura y organización.

5. No ha cumplido con el conjunto de medidas sugeridas por el Comité que controla la Convención contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, Inhumanos o degradantes, para evitar la comisión de abusos sexuales.

6. No ha presentado al Comité de los Derechos del Niño el último informe relativo al cumplimiento – dentro de la iglesia – de la Convención respectiva que venció en septiembre de 2017 y que la Santa Sede tiene la obligación de presentar por haber suscripto aquella.

7. Mantiene el sistema de violencia institucional, sexual, psicológica y de género contra niños, niñas y adolescentes.

8. Mantiene el cuerpo normativo interno, violatorio de derechos humanos de las víctimas de abuso sexual eclesiástico, principal eje donde engarza todo el sistema de encubrimiento de curas abusadores.

9. Mantiene el secreto pontificio en materia de abusos sexuales del clero. El mismo, obliga a todos los participantes de un procedimiento canónico a guardar secreto bajo juramento de silencio. Se amordaza y coacciona a las víctimas.

10. No ha publicado registro oficial – certificado por organismos independientes – de los sacerdotes expulsados por causa de abuso sexual infantil.

11. Mantiene en secreto el lugar donde están los sacerdotes acusados de abuso sexual y que han sido separados de modo transitorio por una medida cautelar canónica, con serio riesgo de estar cerca de niños y jóvenes. Tampoco existen mecanismos internos para controlar aquellas medidas.

12. Avala el rol marginal de la Comisión para la Tutela de Menores, que en la práctica, no ha producido cambios significativos. Desde su creación, sólo se ha reunido tres o cuatro veces de manera plenaria, cuyos dictámenes no son obligatorios para los obispos.

La misma no tiene poder de investigación real, no conoce la información existente en la Congregación para la Doctrina de la Fe (única con competencia en la materia), acerca de los abusos sexuales; tampoco conoce estadísticas. Sus resultados son prácticamente nulos.

13. Avaló la expulsión de Peter Saunders de la referida Comisión. Saunders fue víctima de abuso sexual y muy crítico con la actividad de la misma.

14. Avaló la inacción de la Comisión al aceptar la renuncia de Marie Collins, otra víctima de abuso sexual designada para integrarla como señal de transparencia. La causa por la que renunció: “Falta de apoyo dentro del Vaticano”. Las dos víctimas fueron usadas y manipuladas.

15. Creó un Tribunal encargado de juzgar a obispos negligentes en iniciar procedimientos contra curas abusadores. Luego, dio marcha atrás elaborando la carta apostólica Como una madre amorosa, suplantando el tribunal por un procedimiento regulado en el Código de Derecho Canónico y encargado a determinadas Congregaciones de la Curia.

El proceso es groseramente tramposo: el obispo acusado tiene la posibilidad de entrevistar a los superiores de las Congregaciones, fomentando el contubernio; se consolida el privilegium fori, es decir, el hecho que curas juzguen curas por delitos comunes; se elimina la independencia como fundamento de un juicio justo e imparcial. Un esperpento jurídico. Aún no hay un solo obispo sancionado por este mecanismo.

16. Avala la permanencia del sacerdote Tony Anatrella, psicoterapeuta y asesor francés del Vaticano en temas de la sexualidad que argumenta que los homosexuales no deben ser ordenados al sacerdocio y que ha sido acusado por al menos cuatro hombres de haberles abusado sexualmente en sesiones de terapia diseñadas para “curarles” de su homosexualidad.

17. Designó al arzobispo jesuita español Luis Ladaria Ferrer como nuevo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien no llevó a la justicia estatal a un sacerdote que la Iglesia condenó por abuso sexual de 11 chicos.

18. No ha propuesto reforma alguna relativa al secreto de confesión que, entre otras causas, permite el encubrimiento de sacerdotes pederastas.

En el caso del cardenal Pell, las autoridades australianas recibieron una recomendación de parte de una comisión especial creada para investigar los casos de abuso sexual que recomienda no otorgar “ninguna excusa, protección o privilegio” a los sacerdotes que no alerten a la policía de los delitos de los que tengan noticias, sin importar el contexto en el que se ha dado a conocer.

19. El Vaticano no informa el nombre de los sacerdotes pedófilos, condenados o no; no se le informa a la autoridad judicial de los estados. Ejemplo, el de un sacerdote italiano que desapareció de su diócesis. Luego se conoció que había sido enjuiciado y expulsado por la Congregación para la Doctrina de la Fe por pedófilo, lo redujeron al estado laical. Fue la propia Congregación quien le ordenó al sacerdote abusador que no debía contar nada a nadie porque había que proteger la imagen de la iglesia.
20. Reconoció expresamente que “la Iglesia llegó demasiado tarde” tanto para reconocer la gravedad del problema como para asumir responsabilidades al respecto.

“Tal vez la antigua práctica de transferir a la gente adormiló un poco las conciencias”, expresó Francisco durante una reunión con los miembros de Pontificia Comisión para la Protección de los Menores en el Palacio Apostólico.

21. Recibió una carta del joven polaco Kamil Tadeusz Jarzembowski, denunciando los abusos en su habitación a otro seminarista, más de 140 veces y de los que él era testigo ocular. El papa no tomó decisión alguna.

22. Avaló y no se opuso a la ordenación sacerdotal del Pbro. Gabriele Martinelli, acusado por abusos en el Preseminario San Pío X en el Vaticano. Año 2017.
23. Participó de la misa por el fallecimiento del cardenal Bernard Law, ex arzobispo de Boston, EE.UU., el mayor encubridor de sacerdotes pederastas en ese país, que fuera escondido en el Vaticano para no entregarlo a las autoridades judiciales. Nunca se lo enjuició ni sancionó.

b) En Europa

24. Avaló la protección que el cardenal Angelo Bagnasco – ex presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y arzobispo de Génova – hizo de Carlos Miguel Buela, fundador del Instituto Verbo Encarnado y sancionado canónicamente por casos de abuso sexual.

25. Mantiene la ambigüedad en el caso español denominado “los romanones”. Atiende personalmente la llamada del denunciante, le pide perdón, le anima a denunciar a la justicia civil y pone en marcha el proceso canónico rápidamente, fruto del cual el arzobispo de Granada suspende a divinis a tres de los imputados. Sin embargo, coloca a otros miembros del clan como sus sustitutos. No somete al obispo de Granada – Francisco Javier Martínez- a juicio por negligencia.

26. No ha expulsado al sacerdote francés Bernard Preynat ni a su superior, el arzobispo de Lyon Philippe Barbarin, luego de las denuncias por abuso sexual contra al primero.

27. Protege a 25 obispos franceses (5 de ellos en actividad), que encubrieron a 39 sacerdotes abusadores de 300 niños.

28. Redujo las sanciones a un grupo de curas pederastas italianos, que no perderán su condición de sacerdotes, sino que no realizarán el ejercicio público de los oficios.

29. En Alemania, no ha sancionado a obispos ni sacerdotes por el escándalo de los 547 niños abusados en el coro Regensburger Domspatzen, dirigido durante décadas por Georg Ratzinger, el hermano mayor del papa Benedicto XVI.

c) América Latina

30. En Chile, nombró obispo de Osorno al sacerdote Luis Barros, principal encubridor del pederasta Fernando Karadima. Ante un grupo de chilenos en el Vaticano, les aconsejó que “piensen con la cabeza y no se dejen llevar por acusaciones infundadas de los zurdos”. Calificó de tontos a los católicos de Osorno que se opusieron a esa designación.

En su visita a Chile en 2018, pidió perdón por los abusos sexuales cometidos por clérigos chilenos; luego, admitió la participación del obispo Barros en una misa y otros actos eclesiásticos.

31. En la referida visita, se reunió en forma secreta con víctimas de abuso sexual, motivando el repudio de la Red de Sobrevivientes ya que confirmó el siniestro, violento e histórico proceder de la Iglesia Católica en materia de abuso sexual clerical.

Esa acción, confirmó la sospecha de que el Vaticano tiene una completa y actualizada base de datos de sus víctimas. Asimismo, la premeditada selección de ellas, el proceder secreto y oscuro del pontífice, la negativa a recibir reclamos concretos de parte de los afectados y la consiguiente manipulación efectuada por el máximo jerarca católico, dejan ver la contumacia en su proceder ladino, contrario a la transparencia que finge ostentar.

Sumado a que el papa Francisco ha vulnerado el derecho de todas las víctimas a ser convocadas por igual, ya que deben ser ellas las que deciden ejercer o no el derecho a concurrir a una reunión y no ser seleccionadas como ovejas por el poder religioso.
En definitiva, un nuevo acto de abuso de poder y violación de derechos humanos disfrazado de tolerancia y arrepentimiento.

32. Promocionó a cargos superiores a Ricardo Ezzati (nombrado cardenal en 2014) y Francisco Javier Errázuriz (integrante del C9). Los tres fueron protagonistas del mayor escándalo por abusos sexuales clericales en Chile.

33. Expulsó al sacerdote chileno Pedro Mariano Labarca Araya – de la orden mercedaria – por su participación en casos de abuso sexual contra menores y ex seminaristas. Sin embargo, el motivo principal de la decisión fue “el grave daño a la dignidad sacerdotal y a los compromisos religiosos”. Las víctimas – una vez más – pasaron a un segundo plano, de nuevo fueron invisibilizadas.

34. En el caso de los Hermanos Maristas, no ha tomado ninguna medida. No se refirió al caso, ha ignorado por completo a las víctimas sobrevivientes.

35. El accionar contrario a los derechos humanos de las víctimas chilenas puede observarse en la situación de los 80 religiosos denunciados y al menos 11 Obispos involucrados en casos de abuso.

36. Retiró – rápidamente – de República Dominicana al nuncio apostólico Jozef Wesolowski, acusado de pederastia y tenencia de pornografía infantil, para no ponerlo a disposición de las autoridades judiciales de ese país.

Una de sus víctimas dijo que “tenía un tipo de gusto específico, de 14 a 16 años, y si eran “blanquitos’ mucho mejor”. Wesolowski falleció en el Vaticano, en circunstancias poco claras, antes de someterse a la justicia vaticana que, se sabe, no se destaca por su imparcialidad.

37. En México, mantuvo en su puesto – hasta que renunció – al cardenal Norberto Rivera, el mayor encubridor de sacerdotes pederastas de ese país, incluido el predador sexual Marcial Maciel Degollado (fallecido), fundador de los Legionarios de Cristo.

38. Dicha congregación fue “perdonada” mediante indulgencia plenaria, como también su movimiento seglar (Regnum Christi), por los abusos sexuales cometidos por su fundador, Marcial Maciel, quien fue acusado además de fraude, extorsión y haber abusado de sus propios hijos, ya que llevaba doble vida.

39. Avaló el proceder de la Arquidiócesis Primada de México que absolvió al sacerdote José Ataulfo García tras confesar haber abusado sexualmente de decenas de niñas en la comunidad indígena de Oaxaca. Al delito de abuso y violación de unas 30 niñas de entre 5 y 10 años, admitido por el propio clérigo, se suma el hecho de que García es portador de HIV.

40. En Argentina, no ha expulsado aún al cura Julio Cesar Grassi, no obstante estar condenado por delitos de abuso sexual y corrupción de menores a 15 años de prisión efectiva. El procedimiento canónico se retomó luego que la Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmara la prisión del cura.

41. Avala las líneas-guía de la Conferencia Episcopal Argentina donde se niega sistemáticamente a las víctimas garantías del debido proceso, violando derechos humanos básicos y revictimizándolas ya que continúa el abuso de poder y la denegación de justicia.

42. Nunca recibió a víctimas de abuso integrantes de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico de Argentina. Las que ha recibido – de otros países – han sido cuidadosamente digitadas para evitar reclamos, manipulándolas.

43. Tomó conocimiento en 2014 de casos de abusos sexuales en el Instituto Antonio Próvolo de Verona, Italia y no adoptó ninguna medida. Se le entregó – en sus propias manos – la lista de sacerdotes abusadores y de víctimas.

44. Inició en el 2015 el proceso de beatificación del obispo de Verona, Giuseppe Carraro, quien abusó sexualmente de un alumno del Instituto Antonio Próvolo de aquella ciudad.

45. Volvió a tomar conocimiento – en 2016 – de más casos de abusos sexuales en el Instituto Próvolo, esta vez en Mendoza y La Plata, Argentina. Recién ahí nombró una comisión de investigación integrada por dos sacerdotes de la Arquidiócesis de Córdoba, Argentina, quienes a requerimiento del fiscal adjunto de la causa Próvolo – para que colaborasen con la justicia estatal aportando su propia documentación -, se negaron, invocando el privilegio jurídico que le otorga el Concordato de 1966 firmado entre Argentina y la Santa Sede, es decir, no informar.

El trabajo de la referida comisión tuvo claros propósitos de extraer información del expediente sin tener legitimación procesal, entorpeciendo el desarrollo del mismo, con riegos de planteos de nulidad que perjudicarían a las víctimas.
46. Avala el accionar delictivo de las autoridades del Instituto Próvolo de Italia respecto a los sacerdotes detenidos en Mendoza, no llevando cabo ningún procedimiento para sancionarlas.

47. Avala el accionar cómplice del Arzobispado de Mendoza, entidad localmente responsable del Instituto Antonio Próvolo.

48. No ha iniciado procedimiento canónico alguno contra los tres obispos de Mendoza por su responsabilidad en el funcionamiento del Instituto Antonio Próvolo aplicando las disposiciones contenidas en el documento “Como una madre amorosa”.
49. Avala los dichos del sacerdote Dante Simón, que integra la Comisión enviada por el Vaticano para investigar los hechos del Próvolo, quien sostuvo que “una chica, un chico… se enamora de un sacerdote, y éste no le responde. Tan despechado puede ser el varón como la mujer. Entonces, lo denuncian. Y como hay que intervenir de oficio, ante la denuncia, hay que intervenir. Entonces muchas causas son desestimadas”.

50. No ha iniciado proceso canónico contra el obispo de San Francisco, Córdoba, Sergio Buenanueva, quien expresamente reconoció: “Nuestro gran error fue proteger a los curas abusadores”.

51. Avaló la decisión de la Comisión que investigó los hechos del Próvolo en su negativa a brindar información y documentación al fiscal de la causa, amparándose en el Concordato de 1966. Incumplió, de ese modo, la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza – caso Iván González c/ Arzobispado de Mendoza – que le ordenó a la iglesia brindar información a las víctimas.

52. No ha iniciado procedimiento canónico alguno – para determinar responsabilidades por omisión y negligencia, aplicando las disposiciones contenidas en el documento “Como una madre amorosa”- contra los obispos argentinos que se enumeran a continuación, responsables de controlar a sacerdotes incardinados en sus diócesis, denunciados por abuso sexual en sede estatal y/o canónica:

a) Héctor Aguer, sacerdote Héctor Ricardo Giménez (La Plata).
b) José María Arancedo, sacerdote Félix Alejandro José Martínez (Mar del Plata), y Luis Brizzio (Santa Fe). 
c) Antonio Marino, sacerdote Félix Alejandro José Martínez (Mar del Plata).
d) Ricardo Faifer, sacerdote Domingo Jesús Pacheco (Corrientes).
e) José María Arancibia y Sergio Buenanueva, sacerdotes Jorge Luis Morello y Raúl del Castillo (Mendoza).
f) Carlos María Franzini (fallecido) y Dante Braida, sacerdotes Nicola Corradi y Horacio Corbacho (Mendoza).
g) Juan Alberto Puíggari, sacerdotes Justo José Ilarraz, Marcelino Moya, Juan Diego Escobar Gavíria y religiosa Bibiana Fleitas (Entre Ríos), 
h) Estanislao Karlic, sacerdote Justo José Ilarraz (Entre Ríos).
i) Oscar Ojea y Mario Poli, sacerdote Mario Koessler (San Isidro, Buenos Aires).
j) Mario Cargnello, sacerdotes Emilio Raimundo Lama y Agustín Rosa Torino (Salta).
k) Luis Urbanc, sacerdotes Juan de Dios Gutiérrez y Renato Rasjido (Catamarca).
l) Adolfo Uriona, sacerdote Carlos Alberto Dorado (Santiago del Estero).
m) José Masín y Rubén Martínez, sacerdote Néstor Monzón (Chaco).
n) Guillermo Rodríguez Melgarejo y Sergio Buenanueva, sacerdote Carlos José (San Martín, Buenos Aires).

Respecto al caso del sacerdote Félix Alejandro José Martínez, cabe aclarar que cuando Jorge M. Bergoglio era cardenal, uno de los papás de víctimas llamó por teléfono y el secretario le contesto que no los iba a recibir porque no era un tema de su competencia. Al poco tiempo, los padres de las víctimas le enviaron dos cartas al Papa Francisco, a través de Gustavo Vera, diputado en Ciudad Autónoma de Buenos Aires y amigo personal del papa, pero ni siquiera recibieron un acuse de recibo.

En el caso del fallecido obispo Abelardo Silva, tampoco inició investigación alguna para determinar las responsabilidades. La denuncia canónica lleva número Prot. 142/2017-59513 Congregación para la Doctrina de la Fe -Cardenal Prefecto Gerhard Ludwin Muller.

Los obispos argentinos que se reunieron con la víctima y fueron notificados del caso, son los siguientes: Fernando Croxatto (Neuquén), Carlos Malfa (Secretario de la Conferencia Episcopal Argentina), Martín Fassi (auxiliar de San Isidro), Miguel Angel Dänibale (Río Gallegos) y el Cardenal Mario Poli.

53. En Perú, avala la continuidad del movimiento Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), investigado por la justicia de ese país, al que se le imputa ser una organización criminal en la que se habrían cometido los delitos de secuestro, abusos sexuales y lesiones psíquicas, así como un presunto delito de lavado de activos.

54. Protege a su fundador, Luis Fernando Figari, quien fuera declarado culpable por la propia organización, de abusos físicos, psicológicos y sexuales cometidos por aquél y otras cabezas del movimiento. La sanción impuesta por al Vaticano ha sido enviarlo a un lugar de penitencia en Italia, donde quedará enclaustrado. Además, tiene prohibido volver al Perú (excepto por motivos sumamente graves y siempre con permiso escrito), tener contacto directo o personal con miembros de la comunidad sodálite y conceder entrevistas a los medios de comunicación, ya sea en público o en privado. La Santa Sede consideró que los delitos, de acuerdo al derecho canónico, han prescrito. Lo que se le impone son medidas disciplinarias de carácter administrativo. A pesar de haberse iniciado una investigación penal en los tribunales peruanos, el Vaticano no lo ha puesto a disposición de la justicia estatal.

55. En Paraguay, medió en el conflicto desatado entre el obispo Rogelio Ricardo Livieres y el arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, quien sugirió en junio de 2014 abrir una investigación para aclarar las acusaciones sobre el sacerdote argentino Carlos Urrutigoity, acusado de abuso sexual en 2002 por un estudiante de la Academia Saint Gregory en Pensilvania, Estados Unidos, y protegido por Livieres. El conflicto terminó con la destitución de Livieres, quien luego falleció en 2015.

En cuanto al sacerdote motivo del conflicto, se sabe – extraoficialmente – que la iglesia lo mantiene escondido en la provincia de Mendoza, Argentina.

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November 29, 2017

Condenaron a cura allense por violar a un niño de 13 años

ALLEN (ARGENTINA)
Diario LMNeuquén  [Neuquén, Argentina]

November 29, 2017

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El religioso seguirá en libertad hasta que el fallo quede firme. Le impusieron ocho años de prisión. 

El cura identificado como Juan José Urrutia fue condenado a ocho años de prisión por la violación de un niño allense. El hecho ocurrió en 2010 en la casa parroquial Santa Catalina y recién llegó a juicio a mediados de este mes. El religioso, suspendido por la Diócesis Alto Valle por otro hecho, permanecerá en libertad hasta que la sentencia quede firme.

El veredicto se conoció ayer y está firmado por los jueces Fernando Sánchez Freytes, Laura Pérez y Natalia González. La pena impuesta se ajusta a lo requerido por el fiscal jefe Andrés Nelli, quien había solicitado ocho años por el delito de abuso sexual con acceso carnal “por aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima y agravada por su condición de ministro de un culto religioso reconocido”.

El hecho que se tuvo por acreditado ocurrió en Allen, en el 2010, sin haberse podido precisar la fecha exacta, en el interior de una habitación de la casa parroquial Santa Catalina, cuando el imputado, “en su condición de presbítero, confesor y asesor espiritual del niño víctima, valiéndose de la presencia autorizada del menor en el lugar, abusó sexualmente de él luego de haberle convidado cerveza”, se precisó en el fallo. El ataque sexual fue cometido “aprovechándose de su condición pastoral y de la inmadurez sexual” de la víctima, “razones todas por las que ésta no pudo consentir libremente” la acción.

Para el presidente del tribunal, Fernando Sánchez Freytes, no quedaron dudas de la culpabilidad de Urrutia: “No me cabe duda, estando la prueba rendida, que el imputado se valió de la inmadurez sexual de la víctima al momento del hecho (13 o 14 años de edad), de su condición de sacerdote y del gran vínculo personal que se había generado entre ambos”.

Desde el Poder Judicial se resaltó que el Tribunal hizo un profundo análisis jurídico del delito juzgado. En efecto, precisó que el artículo 119, 3° párrafo, del Código Penal define que este tipo de abuso sexual se perfecciona cuando “hubiere acceso carnal por cualquier vía, sin distinguir quién debe ser el sujeto activo ni el sujeto pasivo del acto sexual en sí”. Esto llevó a los jueces a concluir que el imputado fue el autor material del delito, sin perjuicio de que, en los hechos, fue el sujeto pasivo del acto sexual.

Sancionado por “actos impúdicos”

De acuerdo con lo informado desde el Poder Judicial, el joven que resultó víctima de los hechos radicó la denuncia tras alcanzar la mayoría de edad. Previo a eso el sacerdote Juan Urrutia, de 47 años, ya había sido “suspendido del ejercicio ministerial público en la Diócesis” en virtud de una sanción canónica derivada de otro hecho, “por la realización de actos impúdicos consentidos”. Esto fue revelado por el testimonio de un superior.

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November 28, 2017

Condenan a sacerdote de Allen por abuso sexual

ALLEN (ARGENTINA)
ADN Río Negro [Río Negro, Argentina]

November 28, 2017

By Redacción ADN

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Los jueces Fernando Sánchez Freytes, Laura Pérez y Natalia González, coincidiendo con el monto de la pena solicitado por el fiscal jefe Andrés Nelli, condenaron este martes al sacerdote Juan José Urrutia, de 47 años de edad, como autor de los delitos de «abuso sexual con acceso carnal por aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima y agravada por su condición de ministro de un culto religioso reconocido», imponiéndole la pena de 8 años de prisión.

El hecho que se tuvo por acreditado ocurrió en Allen, en el año 2010, sin haberse podido precisar la fecha exacta, en el interior de una habitación de la casa parroquial Santa Catalina, cuando el imputado, «en su condición de presbítero, confesor y asesor espiritual» del niño víctima, valiéndose de la presencia autorizada del menor en el lugar, abusó sexualmente de él luego de haberle convidado cerveza. Los abusos fueron cometidos «aprovechándose de su condición pastoral y de la inmadurez sexual» de la víctima, «razones todas por las que ésta no pudo consentir libremente» la acción.

«No me cabe duda, estando la prueba rendida, que el imputado se valió de la inmadurez sexual de la víctima al momento del hecho (13 o 14 años de edad), de su condición de sacerdote y del gran vínculo personal que se había generado entre ambos», sostuvo el juez Sánchez Freytes en su voto rector.

El Tribunal hizo un profundo análisis jurídico del delito juzgado. En efecto, precisó que el artículo 119, 3° párrafo, del Código Penal define que este tipo de abuso sexual se perfecciona cuando «hubiere acceso carnal» por cualquier vía, sin distinguir quién debe ser el sujeto activo ni el sujeto pasivo del acto sexual en sí. Esto llevó a los jueces concluir que el imputado fue el autor material del delito, sin perjuicio de que, en los hechos, fue el sujeto pasivo del acto sexual, pues el acceso carnal fue un acto derivado del aprovechamiento de la edad de la víctima, quien, en consecuencia, no consintió libremente la acción.

Para fijar la pena se valoró como agravantes «su edad, su educación, el lugar (Parroquia), la hora (madrugada/noche), el haber convidado alcohol al menor de edad de manera previa para ejecutar el delito propuesto».
Debido a que la sentencia no se encuentra firme y al no haberse solicitado el dictado de la prisión preventiva, el Tribunal dispuso medidas restrictivas de la libertad del imputado «bajo apercibimiento de ordenar su detención en caso de incumplimiento». Ellas son: fijar domicilio, no mudarse sin conocimiento del Tribunal, presentarse a todo llamado judicial que se le efectúe, prohibición de salir del país sin autorización judicial y prohibición de tomar contacto de cualquier tipo con la víctima del caso ni con su grupo familiar. Además, se notificó la sentencia al Obispado de la Iglesia Católica.

El joven que resultó víctima de los hechos radicó la denuncia penal tras alcanzar la mayoría de edad. Previo a eso el sacerdote ya había sido «suspendido del ejercicio ministerial público en la Diócesis» en virtud de una sanción canónica derivada de otro hecho, «por la realización de actos impúdicos consentidos», según se acreditó en el juicio con la declaración testimonial que brindó por escrito una autoridad del Obispado.

Entre las pruebas ofrecidas por la Fiscalía y valoradas por el Tribunal están los informes psicológicos que sostienen la credibilidad del testimonio de la víctima y el informe de la Oficina de Atención a la Víctima (OFAVI), que resaltó la «necesidad de justicia, para que no le pase a otros chicos» expresada por el damnificado.

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November 26, 2017

Detuvieron a un sacerdote italiano por presuntos abusos sexuales a menores en Salta

SALTA (ARGENTINA)
Infobae [Buenos Aires, Argentina]

November 26, 2017

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Las víctimas habrían sido menores de edad salteños, atacados entre 2008 y 2013 en una parroquia

Autoridades policiales de Italia detuvieron en Roma al sacerdote Alessandro De Rossi, quien fue denunciado por haber abusado sexualmente de niños cuando era párroco en un templo de Salta.

Los ataques sexuales por parte del religioso se habrían concretado entre 2008 y 2013. La investigación se inició en febrero de 2014 gracias a la denuncia de un adolescente. Actualmente continúan investigando la cantidad exacta de menores que habrían sido víctimas del sacerdote De Rossi, de 46 años.

La carátula figura como abuso sexual agravado y la causa está en manos del juez de Garantías, Diego Rodríguez Pipino, quien ordenó la detención y captura internacional del sacerdote. Además, se realizaron allanamientos para intentar dar con fotos y datos que comprueben los delitos que se le imputan al religioso.

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Logró de adulto que encarcelaran al cura que abusó de él cuando era chico

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
Infobae [Buenos Aires, Argentina]

November 26, 2017

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Sebastián Cuattromo, hoy de 38 años, consiguió que se confirmara la condena a 12 años del sacerdote Fernando Enrique Picciochi por “corrupción de menores calificada, reiterada”. El religioso se desempeñaba en el Colegio Marianista, en donde estudiaba la víctima

La Cámara de Casación Penal confirmó la condena a 12 años de cárcel para el cura Fernando Enrique Picciochi, que abusó de Sebastián Cuattromo (foto) en reiteradas ocasiones cuando era chico. El abusador se desempeñaba en el Colegio Marianista, en el barrio porteño de Caballito.

Los abusos que sufrió Cuattromo se iniciaron durante el viaje de egresados de la primaria a Córdoba (en 1989), al cual viajó el religioso –por entonces de 25 años– para “cuidar” a los chicos, y se extendieron también durante el primer año de la secundaria.

Sin embargo, el por entonces adolescente recién pudo contar a su familia las vejaciones que cometió Picciochi una década más tarde, cuando tenía 23 años, según informó hoy el diario Clarín. El colegio, en tanto, intentó impedir la difusión del caso.

A partir de allí, Cuattromo inició una larga lucha para poner a su abusador tras las rejas. En 2000, radicó la denuncia contra el ex cura. Picciochi se escapó a los Estados Unidos, pero lograron que fuera buscado por la Interpol. Fue encontrado con una identidad falsa y luego extraditado en 2010 para ser llevado a la Justicia argentina.

Finalmente, el juicio oral a Picciochi se llevó a cabo en 2012 y contó con varios testimonios de otros estudiantes del Colegio Marianista. Gracias al relato de Cuattromo, salieron a la luz otros casos de alumnos del establecimiento que también sufrieron abusos.

El cura recibió a 12 años de prisión por el delito de “corrupción de menores calificada, reiterada”, dispuesto por el Tribunal Oral en lo Criminal 8. La condena el viernes pasado fue confirmada por el Tribunal de Casación Oenal, por lo que Picciochi continuará preso en el penal de Ezeiza.

“Se dio lo que busqué durante muchos años. Logré transformar algo devastador en algo. Estoy bien porque pude resignificar el dolor”, destacó Cuattromo en diálogo con el matutino, al tiempo que señaló que la condena es “un sueño cumplido”.

Ahora, Cuattromo trabaja en una administración de consorcios y pone todo su esfuerzo y dedicación en el grupo “Adultos por los derechos de la infancia”. Su objetivo es ser el adulto al cual él querría haber encontrado cuando era chico.

“Yo hice pública mi historia porque creo que es una contribución colectiva. Es durísimo, pero es un compromiso con la sociedad y un aporte indispensable para empezar a cambiar las cosas”, remarcó.

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November 11, 2017

Falleció monseñor Edgardo Gabriel Storni

SANTA FE (ARGENTINA)
Infobae [Buenos Aires, Argentina]

November 11, 2017

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El religioso, que en 2009 fue acusado por abuso sexual, falleció en una casa de retiro de La Falda, según informó la agencia de noticias DyN

Fuentes eclesiásticas confirmaron que Storni murió a las 17:30 en la casa donde residía en Córdoba, desde que había sido aceptada su renuncia, con anticipación, por las acusaciones en su contra.

Storni fue separado de su cargo en 2002 luego de la denuncia por delitos sexuales en su contra, la cual derivó en un proceso judicial que en 2009 lo condenó en primera instancia a ocho años de prisión por abuso sexual agravado, aunque un tribunal superior ordenó el año pasado la anulación de la sentencia y dispuso que la causa vuelva a fojas cero.

Storni nació en Santa Fe el 6 de abril de 1936 y fue ordenado sacerdote el 23 de diciembre de 1961. Elegido obispo auxiliar de Santa Fe el 31 de diciembre de 1976 por Pablo VI, fue ordenado obispo el 25 de marzo de 1977 y promovido a arzobispo de Santa Fe el 28 de agosto de 1984, cargo del que tomó posesión el 30 de setiembre de 1984.

El prelado debió renunciar anticipadamente el 1 de octubre de 2002, envuelto en un escándalo por denuncias de abusos sexuales y acoso a 47 seminaristas.

En diciembre de 2009, monseñor Storni fue condenado por la jueza santafesina María Amalia Mascheroni a ocho años de prisión por abuso sexual agravado contra el ex seminarista Rubén Descalzo, aunque no fue a la cárcel sino que cumplió arresto domiciliario por su edad avanzada.

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October 14, 2017

Versiones contradictorias del joven que filmó a Maccarone

SANTIAGO DEL ESTERO (ARGENTINA)
Infobae [Buenos Aires, Argentina]

October 14, 2017

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Alfredo Serrano es el responsable de la difusión del video tomado al obispo de Santiago del Estero. Dijo en una entrevista que “no” recibió “ni un peso”. Pero en el film casero habla de una venta por más de “$50 mil”

Pese a que todavía no fue difundido por los medios, ya se conocen detalles del video en el que se lo ve al ex obispo de Santiago del Estero, Juan Carlos Maccarone, manteniendo relaciones intimas con un joven. El muchacho se llama, según él mismo dice, Alfredo Serrano y es remisero.

?El obispo Maccarone me engañó. Había prometido conseguirme trabajo y no cumplió, por eso decidí vengarme y lo filmé mientras teníamos un encuentro íntimo. No le tengo miedo a nadie. Soy bien católico?, aseguró Serrano según publica hoy el diario La Nación

Otro matutino, que tuvo acceso al video, indica que Serrano llevaba una cámara oculta entre una de sus pertenencias. Así fue que filmó escenas en el baño y en la habitación del religioso, en el obispado de Santiago.

Pero existen contradicciones en los dichos del muchacho. Serrano salió a desmentir las versiones que hablan de un cobro de dinero por la venta de la cinta -concediendo una entrevista a un periodista santiagueño-. ?Yo no recibí ni un solo peso por el video. Tampoco tuve como objetivo extorsionar a nadie. Quería que se fuera Maccarone, que lo echaran”, comentó el joven.

En tanto, el diario Clarín detalla que en el video se ve a Serrano contando en detalles como gestó y terminó vendiendo la filmación entre 50 mil o 95 mil pesos.

En este marco, ayer el vocero del arzobispado porteño, Guillermo Marcó, aseguró que el episodio pudo tratarse de una “venganza política” contra el sacerdote, “armada por un sistema de inteligencia”. 

Detalles 
El video que refleja una relación íntima entre monseñor Juan Carlos Maccaronecon un joven de 23 años que derivó en su renuncia al obispado de Santiago del Estero, tiene ocho minutos de duración.

El video, que se sospecha fue distribuido en distintos medios de comunicación, fue filmado el 4 de agosto, en horas de la noche, tras concluir la tradicional misa de las 20, en la Iglesia Catedral Basílica de Santiago del Estero.

El momento más fuerte de la filmación consiste en una escena íntima en la que el joven aparece desnudo y el ahora ex obispo con una sotana negra.

Desmentida
El periodista delcanal 7 santiagueño Rogelio Llapur confirmó hoy que un funcionariojudicial le presentó al joven que filmó el video de una escenaíntima que motivó la renuncia del obispo Juan Carlos Maccarone.

“El sábado pasado, un funcionario judicial llevó al joven aCanal 7 y luego nos trasladó a una casa humilde en el que vimos elvideo y acordamos una entrevista en horas de la tarde”, consignóel conductor en su programa televisivo ‘Libertad de Opinión’.

Tras concretar la entrevista, Llapur dijo que llamó a losdueños del canal por aire, Néstor y Gustavo Ick, y relató que,tras obsevar juntos las imágenes, “se decidió guardar el videobajo llave porque jamás iba a ser emitido”.

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October 10, 2017

Condenan a profesor por abusar de dos niños

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
Infobae [Buenos Aires, Argentina]

October 10, 2017

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El docente deberá pasar cuatro años tras las rejas. En tanto, un sacerdote fue sobreseído acusado de tener relaciones íntimas con una menor.

Un profesor de música fue condenado a cuatro años de prisión por el delito de abuso sexual en perjuicio de dos menores de edad, mientras que un sacerdote fue sobreseído porque no fueron probadas las acusaciones de corrupción hechas en su contra por una adolescente. 

Claudio Alvarez, profesor de música en el jardín de infantes 901 de la localidad bonaerense de Vicente López, fue condenado a cuatro años de prisión al probarse la materialidad en dos de las denuncias de abuso sexual contra alumnos de 3 y 4 años. 

El fallo, tras un mes y medio de juicio, fue dictado hoy por el Tribunal Oral 4 de San Isidro, integrado por los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Carlos Santillán y el secretario Pablo Rolón, tras la pruebas presentadas por la fiscal Gabriela Baigún. 

En octubre de 2000, cuatro padres denunciaron en la justicia que el profesor de música del jardín de infantes de Vicente López había abusado sexualmente de sus hijos, que entonces tenían entre 3 y 4 años. 

A partir de esa fecha se iniciaron las investigaciones del caso, que terminaron en el juicio oral en el que Alvarez fue representado por el abogado particular Carlos Adrián. 
Tras las pruebas presentadas los jueces
 encontraron a Alvarez culpable de los delitos, al comprobarse en forma material el abuso sexual contra dos chicos, y lo condenaron a cuatro años de prisión más accesorias y costas. 

En tanto, el sacerdote Luis Anguita, del Colegio Franciscano Tierra Santa de esta capital, que había sido acusado por una alumna de haber mantenido relaciones íntimas cuando tenía 13 años, fue sobreseido por la justicia. 

Fuentes judiciales señalaron a Télam que en la investigaciones realizadas contra el sacerdote “nada de la denuncia se pudo probar”. 

El sobreseimiento fue dictado por el juez de instrucción Julio Lucini, quien aseguró que el expediente no afectó el “buen nombre y honor” del religioso. 

El magistrado ordenó además extraer testimonios del expediente y enviarlos a la Cámara del Crimen, para que se investigue si la joven incurrió en el delito de “falsa denuncia”. 

La causa se había iniciado en setiembre pasado, cuando la denunciante aseguró que conoció al sacerdote cuando éste se desempeñaba como Prefecto de Disciplina en el colegio, y ella tenía 13 años. 

La joven enumeró una larga serie de episodios de tintes escabrosos y pasionales e incluso aseguró haber estado embarazada de Anguita, hecho que no fue constatado durante la instrucción de la causa. 

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September 7, 2017

Le dieron 25 años de cárcel a un cura por abusar de 4 monaguillos

QUILMES (ARGENTINA)
Diario El Día de La Plata [La Plata, Argentina]

September 7, 2017

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A Juan Escobar Gaviria lo condenaron por el sometimiento sexual de chicos

de entre 10 y 17 años.

La justicia de Entre Ríos condenó ayer por unanimidad a 25 años de

prisión efectiva al sacerdote nacido en Colombia Juan Diego Escobar

Gaviria, a quien encontró culpable por el abuso sexual de cuatro

monaguillos sometidos por el religioso cuando tenían entre 10 y 17

años, en un fallo sin precedentes que aplicó la pena más alta hasta

ahora para un miembro de la Iglesia en Argentina.

La condena, diez años mayor a la que recibió el cura Julio César Grassi, fue leída

por los integrantes del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguay, quienes

resolvieron condenar a Escobar Gaviria como “autor material y penalmente

responsable de promoción de corrupción de menores reiterada”, delitos

agravados por la “condición de guardador”, que “a su vez concurren con abuso

sexual simple agravado por ser cometido por un ministro de culto”.

La sentencia es por el abuso de cuatro menores de edad, quienes sin embargo

aportaron indicios de que las víctimas pudieron ser más.

El tribunal, integrado por los jueces María Angélica Pivas, Roberto Cadenas y

Darío Crespo, dio a conocer el fallo al concluir el primer juicio que se sustancia

contra un representante del clero en Entre Ríos, donde también son juzgados

por el mismo delito otros dos curas: Justo José Ilarraz y Marcelino Moya.

Los jueces aceptaron la pena de 25 años pedida tanto por los fiscales Federico

Uriburu y Dardo Tórtul, como por el abogado de la querella, Mariano Navarro.

“Yo pensé que era el único y lamentablemente no era así”, dijo con lágrimas en

los ojos Alexis, uno de los cuatro denunciantes, quien tras escuchar la sentencia

se abrazó con otra de las víctimas.

“Es algo contundente lo que hacen ellos (por los curas abusadores), te van

trabajando la cabeza hasta que caés, somos cinco los chicos que caímos”, afirmó

Alexis, agregando una supuesta quinta víctima de Escobar Gaviria.

Con la voz quebrada, su mamá aseguró que “en estos casos no se miente, son

hechos aberrantes pero hay justicia; yo le digo a los chicos que les pase lo mismo

que se animen a denunciar, a contar lo que les pasó porque siempre hay gente

que los va a escuchar”.

Quien no estuvo allí para escuchar la sentencia fue el sacerdote, que decidió

permanecer en la Unidad Penal Número 5, en Victoria, donde seguirá preso

hasta que la condena quede firme.

El Tribunal consideró que con semejante sentencia, el sacerdote podría fugarse y

por esa razón dispuso que continúe detenido allí, donde está preso desde abril

de este año.

Hasta ahora, el antecedente más cercano es el del sacerdote Héctor Pared,

condenado en marzo de 2003 a 24 años de prisión por el abuso sexual agravado

y corrupción de menores de un hogar de Florencio Varela, en el conurbano

bonaerense.

Escobar Gaviria, un colombiano de 59 años conocido también como cura

“sanador”, enfrentó la denuncia de cuatro jóvenes que al momento de los abusos

tenían entre 10 y 17 años y eran monaguillos de la Parroquia San Lucas

Evangelista de Lucas González, localidad cercana a Nogoyá, en Entre Ríos, a

cargo del sacerdote, situación que para la justicia significó un agravante.

En la lectura del veredicto, el tribunal dijo que “Escobar Gaviria actuó con

intención y voluntad en todos los casos. Hizo lo que quiso”, y con esos

argumentos desechó los de la defensa del ex cura, representada por Milton

Urrutia, Juan Pablo Temón y María Alejandra Pérez, quienes habían reclamado

su absolución.

“El tribunal ha podido reconstruir los hechos”, dijo Pivas al leer el texto, que

detalla los abusos a los que eran sometidas las víctimas, mientras fuera del lugar

unos pocos amigos y familiares del ex sacerdote pedían que lo declaren inocente.

La sentencia detalla los sometimientos, entre pedidos de sexo oral, besos en la

boca, violaciones y masturbaciones que sufrieron durante años las víctimas del

cura, y cómo Escobar Gaviria invitaba a los chicos a dormir a la parroquia y

luego los hacía pasar a su cuarto que sólo podía abrirse desde adentro.

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August 20, 2017

Hay una denuncia de abuso por día contra sacerdotes

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
Perfil.com [Buenos Aires, Argentina]

August 20, 2017

By Leonardo Nieva

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Son presentadas por víctimas o familiares a la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico. En los últimos tres años, 65 religiosos fueron judicializados.

Las denuncias contra miembros de la Iglesia Católica en la Argentina se multiplicaron en los últimos años. Entre el caso Grassi y el reciente escándalo que sacudió a la Congregación de los Hermanos Maristas, a cargo del colegio Champagnat de Recoleta (ver aparte), se conocieron decenas de ataques. Según datos de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico (SNAP, por sus siglas en inglés), al menos 65 religiosos fueron denunciados por delitos de abuso y corrupción de menores en los últimos tres años.

SNAP asiste a más de cien personas que fueron víctimas de sacerdotes argentinos y tiene como principal objetivo evitar que los curas denunciados sigan en contacto con menores. En nuestro país se formó a partir de la denuncia realizada por Julieta Añazco contra el cura Héctor Ricardo Giménez.

Hace tres años y medio Julieta descubrió que el sacerdote que la había sometido en los campamentos de verano cuando tenía 10 años estaba dando misa en la capilla del Hospital San Juan de Dios de la ciudad de La Plata. Le sacó fotos, confirmó que efectivamente se trataba de esa persona y lo denunció en la Justicia, con la asistencia del colectivo feminista Las Azucenas.

El caso de Julieta puso en evidencia la complicidad de la Iglesia Católica –en este caso por parte del Arzobispado de La Plata– que durante décadas protegió a Giménez. A partir de la denuncia de Julieta, se supo que otras madres de víctimas del sacerdote en cuestión lo habían denunciado pero el cura igual seguía dando misa y estando en contacto con menores.

La Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico, que sirvió de fuente para la realización de la multipremiada película Spotlight, recibe una consulta por día. Carlos Lombardi, abogado especializado en derecho canónico, y la psicóloga Liliana Rodríguez están al frente desde 2013.

SNAP atiende las consultas  de víctimas y/o familiares y lo que brinda es asesoramiento legal, apoyo y visualización de la situación. 

“Cuando comenzamos a trabajar éramos pocos, y denunciados había cuatro o cinco curas y monjas. Ahora estamos hablando de 65 curas denunciados”, cuenta Rodríguez a PERFIL, en su consultorio de la ciudad de La Plata.

“La situación en la Argentina estalló y va a seguir estallando”, advierte la psicóloga sobre los últimos casos públicos. “Estamos hablando de sobrevivientes de todo el país. Hay muchos más y lo sabemos porque no es fácil denunciar. No es que llegan a un consultorio y dicen: ‘Fui abusada por el cura tal’. Los recuerdos van apareciendo de distintas maneras: a través de olores, de registro de voz, de algunas imágenes”. 


Red de complicidades. La psicóloga destaca también que “existe todo un mecanismo implementado por los pedófilos” que es “justamente para ocultar”. “¿Qué es lo que le asegura la impunidad a estas personas? El secreto. Porque además, estamos hablando de personas que son representates de la Iglesia, representantes de Dios en la tierra. Son las personas que confiesan, que perdonan los pecados. La representación social que tienen es muy grande, y eso influye en las víctimas a la hora de denunciarlos”.

Desde SNAP advierten que los curas pedófilos tienen características similiares a los tratantes. “Eligen a sus víctimas y se paran en puntos de vulnerabilidad de la historia de esos niños y niñas como hacen los tratantes”, asegura Rodríguez. “Así van construyendo toda una red que les asegura la impunidad. Son conductas que se repiten. Construyen una relación de amistad con la familia de la víctima. ¿Cómo hace entonces ese niño para decir que esa persona que viene a cenar con sus padres, hace lo que hace?”.

La reacción de los curas acusados es coincidente en muchos casos. “Siempre es la descalificación a la víctima”, señala Rodríguez. Precisamente ésa fue la estrategia que asumió el cura Grassi cuando salió a la luz el informe de Telenoche Investiga, por el que actualmente cumple una condena a 12 años de prisión.

Esta semana otro representante de la Iglesia será juzgado: Juan Diego Escobar Gaviria, el cura entrerriano que está imputado como presunto autor de los delitos de corrupción de menores agravada por la condición de guardador (tres hechos) y abuso sexual agravado por ser cometido por Ministro de Culto (un hecho). La Red de Sobrevivientes intervendrá en el debate. Tres meses después se sentará en el banquillo el cura Justo José Ilarraz, otro caso emblemático de abuso contra menores.


Aislado en una residencia

El ex director del colegio Champagnat, que reconoció haber abusado de un alumno hace unos 40 años, fue trasladado a una residencia geriátrica de la congregación de los hermanos maristas en Luján. En ese mismo predio funciona otra institución que hace un mes se vio envuelta en un escándalo por denuncias de abusos entre estudiantes.

Cuando se conoció el caso, el hermano Angel Darío Duples fue trasladado a una residencia geriátrica de Luján “sin contacto ni relación alguna con niños, niñas ni adolescentes”, informó en un comunicado el Champagnat. “Duples reconoció que hace 38 años tuvo una mala acción contra ese niño, un manoseo”, se destacó. En el extenso predio de los maristas funciona el colegio Nuestra Señora de Luján. En julio los padres de un alumno de 4° grado denunciaron que su hijo había sido atacado por otros alumnos.

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August 18, 2017

La mano que se deslizó

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
Página/12 [Buenos Aires, Argentina]

August 18, 2017

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El tradicional colegio de Recoleta reconoció la acusación contra su director hasta la semana pasada por parte de un hombre respecto de un hecho ocurrido hace 38 años. La congregación de los Hermanos Maristas admitió otros dos casos de acoso a estudiantes del colegio.

El ex director del tradicional colegio católico Champagnat, Angel Duples, confesó haber abusado a un niño de once años de otra escuela de la misma congregación. El ataque sexual sucedió, de acuerdo con lo dicho por las autoridades escolares, durante un campamento en donde Duples compartía una carpa con seis menores de edad del Instituto San José de Morón. “El hermano deslizó su mano hacia donde estaba durmiendo el niño”, argumentó Gonzalo Santa Coloma, vocero de los Hermanos Maristas, quien admitió la confesión del director que trabajaba hace diez años en el Champagnat. Pero, los episodios de abusos no finalizaron allí: la misma Congregación admitió otros dos casos de acoso sexual a estudiantes del colegio ubicado en el barrio de Recoleta.

Al final, el “agravio” tuvo su autor. Hace una semana, la Congregación Hermanos Maristas –órgano rector de 49 escuelas en el país– emitió un comunicado con la información de que un directivo del Champagnat había sido apartado del colegio a partir de la denuncia de un ex alumno de otro colegio, quien “habría padecido un agravio hace aproximadamente 38 años”, según apareció en el documento. En el texto no figuraba ningún dato de la persona acusada. Pero ese mismo día, Duples faltó a la institución y tanto padres como alumnos de esta escuela empezaron a confirmar lo que se sospechaba por lo bajo: el director había sido trasladado a una residencia de retiro en Luján. Ayer, con la confirmación de las autoridades escolares, se completó parte de la historia.

“El que denunció es un profesional que cuando sucedió el episodio tenía 11 y estaba junto a otros chicos, compartiendo una carpa por la noche con Duples en un campamento organizado por el Instituto San José”, contó, en declaraciones a la prensa, Santa Coloma, responsable del Protocolo de Protección de los Derechos de la Infancia de los Hermanos Maristas, y agregó que “él (el denunciante) notó que la mano del hermano estaba cerca de sus genitales”. “(Duples) reconoció que hace 38 años tuvo una mala acción contra ese niño, que fue un toqueteo, un manoseo en lugares que no corresponden absolutamente. El está totalmente arrepentido de esto, ha pedido perdón, pero esto es una realidad”, completó.

Además de la acusación contra Duples –que aún no fue judicializada– se dieron a conocer otros dos casos de abusos contra menores, esta vez, sucedidos el propio Champagnat. De acuerdo con la versión de las autoridades escolares, uno de los acusados sería “un hermano que habría muerto” y el otro “un portero que ya no trabaja en el colegio”. Santa Coloma intentó justificar que se tratan de casos “históricos” (“ocurrieron hace muchos años”, comentó) y aseguró que aún no conversó personalmente con las presuntas víctimas. “Hemos quedado en encontrarnos con las dos personas que dicen haber padecido esto, que me avisaron que no tienen la intención de hacer una denuncia”, indicó el también profesor de Psicología Pastoral.

Meses atrás, se había desatado una ola de confesiones sobre episodios de abuso en otra escuela religiosa histórica de Buenos Aires, el Colegio Cardenal Newman. Rufino Varela, ex alumno que denunció mediáticamente haber sufrido un abuso por un sacerdote que trabajaba en la escuela, indicó también haber compilado más de veinte testimonios de otros estudiantes que habían sido abusados por el mismo clérigo.

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August 17, 2017

El director del colegio Champagnat reconoció haber abusado de un alumno

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
RADIO FENIX 95.1 [La Rioja, Argentina]

August 17, 2017

By Fenix Multiplataforma

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Se trata de Angel Duples, quien fue separado de la conducción de la prestigiosa escuela Marista. El hecho ocurrió hace 38 años.

El director del Colegio Marista Champagnat, Ángel Duplés, reconoció haber abusado de un ex alumno en el pasado y fue separado de su cargo, tras el escándalo surgido por los rumores que ahora son confirmados.

Así lo informó la propia institución educativa mediante un mail enviado a los padres de los actuales alumnos de la entidad. En el documento se especificó que se intimó al directivo por las acusaciones recibidas y el propio acusado admitió haber abusado de un estudiante 38 años atrás.

“Cuando el Instituto de los Hermanos Maristas tomó conocimiento de un hecho ocurrido hace aproximadamente 38 años, en el que un ex alumno del Colegio Marista de Morón padeció un manoseo agraviante, inmediatamente dispuso al traslado del Director General Hno. Ángel Darío Duples, quien reconoció el hecho”, rezó el comunicado, firmado por el hermano Alberto Aparicio.

Seis días atrás, la entidad educativa había enviado otro mail a los padres en el que confirmaba el inicio de una investigación por “un hecho” en el que “un ex alumno de otro Instituto de la misma congregación habría padecido” a manos de “un Hermano que en aquel entonces se desempeñaba en el referido Instituto”.

Sin nombrarlo, el Instituto marista ya había iniciado la investigación sobre la denuncia sobre Duples.

Aún no se revelaron las condiciones del abuso cometido hace casi cuatro décadas. Las versiones que surgieron con más fuerza fueron que un adulto que intentaba ser admitido en la Institución fue entrevistado por Duples y en pocos minutos reconoció al director como aquél que lo había abusado años atrás.

Se estima que el individuo fue afectado por una serie de manoseos en partes íntimas de su cuerpo durante repetidas ocasiones.

La entidad pidió disculpas a todos los padres e informó que la conducción del establecimiento continuará provisoriamente en manos del Licenciado Gabriel Juan Petris.

Hasta el momento, no se registró ninguna denuncia oficial ante la Justicia contra el director de la entidad marista. En tanto, se investigará si hubo más víctimas de los abusos de Duples.

El colegio Champagnat es uno de los más prestigiosos de la Ciudad de Buenos Aires. De allí egresó, por ejemplo, el actual Jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña.

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Se conocieron otros dos casos de abuso en el colegio Champagnat

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
Infobae [Buenos Aires, Argentina]

August 17, 2017

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Los informó Gonzalo Santa Coloma, responsable del Protocolo de Protección de los Derechos de la Infancia de la Congregación de los Hermanos Maristas

Luego de que el hermano Ángel Duples, director general del colegio Champagnat, fuera separado de la institución acusado de abusar sexualmente de un estudiante hace 38 años, la Congregación de los Hermanos Maristas reconoció este jueves la existencia de otros dos casos contra ex alumnos de la tradicional escuela del barrio porteño de Recoleta.

A través de uno de sus voceros, la orden católica precisó que uno de los acusados es “un hermano que habría muerto” y el otro “un portero que ya no trabaja en el colegio”, y resaltó que “hasta ahora no hubo otra denuncia contra Duples”, quien ayer permanecía en un geriátrico de la congregación.

“Hubo dos casos más de supuesto abuso contra ex alumnos del colegio Champagnat, pero son históricos, también ocurridos hace muchos años”, dijo el hermano Gonzalo Santa Coloma, responsable del Protocolo de Protección de los Derechos de la Infancia, de la orden católica.

El también profesor de Psicología Pastoral explicó que pudo conversar con las presuntas dos víctimas, pero aclaró que no fue personalmente, dado que carecía de tiempo por la requisitoria periodística tras la repercusión que cobró el caso de Duples. “Hemos quedado en encontrarnos con las dos personas que dicen haber padecido esto, que me avisaron que no tienen la intención de hacer una denuncia. Son dos casos nuevos que no recaen sobre el hermano Duples. Sobre este hermano no recae ninguna otra denuncia hasta ahora”, sostuvo Santa Coloma.

El docente, al ser consultado sobre quiénes serían los victimarios, se limitó a responder: “Un hermano que habría muerto y un portero que ya no trabaja en el colegio”.

A través de un mail que envió a los padres de los actuales alumnos, este jueves el colegio informó que apartó a Duplés cuando tomó conocimiento de “un hecho ocurrido hace aproximadamente 38 años, en el que un ex alumno del Colegio Marista de Morón padeció un manoseo agraviante”. El director, indica el correo electrónico, “reconoció el hecho”.

La entidad pidió disculpas a todos los padres e informó que la conducción del establecimiento continuará provisoriamente en manos del licenciado Gabriel Juan Petris.

Hasta el momento, no se registró ninguna denuncia oficial ante la Justicia contra el director de la entidad marista. En tanto, se investigará si hubo más víctimas de los abusos de Duples.

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August 14, 2017

Exalumnos narran los abusos sexuales cometidos por religiosos en colegio de Argentina

(ARGENTINA)
La Teja [San José, Costa Rica]

August 14, 2017

By Agencia AP

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En ese instituto estudiaron el presidente de Argentina, Mauricio Macri, y otros miembros de la élite de ese país.

Rufino Varela estaba afligido, confundido, cuando a los 12 años le contó al capellán de su escuela que había sido abusado sexualmente por un albañil en la casa de su familia.

En lugar de ayudarlo, cuenta Varela, el cura Finnlugh Mac Conastair le bajó los pantalones, le manoseó las nalgas y los genitales y luego le azotó en una habitación situada debajo de la capilla de uno de los colegios más prestigiosos de Argentina.

Después, el cura irlandés, conocido como “padre Alfredo”, le ofreció caramelos y le dijo que debían mantener lo sucedido como un secreto con Dios.

“Yo había ido a pedir ayuda, pero sentía que era como un castigo que me daba Dios” , expresó Varela a The Associated Press.

“Tengo el recuerdo de haber vuelto a la clase, guardar el llanto y volver a casa y no hablar tampoco”.

Mantuvo el secreto casi cuatro décadas. Pero finalmente habló del tema hace algunos meses, abriendo las puertas a más denuncias de exalumnos que dicen haber sido víctimas de abusos por parte de religiosos en el colegio donde estudiaron el presidente Mauricio Macri y otros miembros de la élite argentina.

El escándalo es uno de varios que involucra a religiosos en la patria del papa Francisco, quien prometió una política de “tolerancia cero” con los abusos que han estremecido a la institución en todo el mundo.

Si bien el pontífice no tuvo relación alguna con lo denunciado por Varela–ya que en el momento de lo ocurrido encabezaba la orden jesuita, ajena a la escuela –, el exalumno dice que recibió una llamada del papa este año tras hablar públicamente de lo que había sido víctima.

El Colegio Cardenal Newman fue fundado en 1948 por los Hermanos Cristianos, una orden religiosa con más de dos siglos de vida que se enfocaba en la educación de los desamparados.

En los últimos años se enfrentó a denuncias de abusos ocurridos en varias de las escuelas que administra en todo el mundo.

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Cuando se produjo el encuentro entre Varela y Mac Conastair, en 1977, este colegio socialmente conservador había pasado a ser una especie de refugio para los hijos de los ricos.

Varela dice que decidió confrontar a los directivos del Newman en relación a su caso tras escuchar que el colegio planeaba añadir una corona al león de su escudo de armas en honor a Macri, quien egresó de allí en 1976 y fue elegido presidente en el 2015.

“En lugar de una corona dorada, deberían pensar en una corona de espinas en recuerdo de aquellos alumnos que sufrieron actos aberrantes”, sostuvo Varela.

Agregó que el rector del colegio, Alberto Olivero, se reunió con él, le ofreció terapia psicológica y trató de convencerlo de que no hiciese pública su denuncia.

El colegio se negó a comentar el tema e indicó que todo lo que tenía que decir figura en comunicados.

Frustrado con la actitud del centro educativo, Varela habló con el diario La Nación de Argentina en diciembre del 2016 y comenzó a escribir sobre el tema en Facebook.

En febrero sonó su teléfono. Del otro lado estaba el papa Francisco, quien le expresó su solidaridad y le ofreció disculpas en nombre de la iglesia.

“Estoy con usted, rezamos por usted” , le dijo, según relata Varela. “Tiene que ser consciente de que es un eslabón muy importante en una cadena que está rota”.

El Vaticano no confirma y desmiente esas llamadas, aunque dice que son parte de la tarea pastoral del pontífice.

Varela afirma que una veintena de exalumnos se pusieron en contacto con él y describieron abusos similares a manos de Mac Conastair, un pasionista, y de al menos otro sacerdote de los Hermanos Cristianos del colegio.

Al menos cuatro exestudiantes dijeron a la Associated Press haber sufrido o sido testigos de abusos. Los dos religiosos involucrados en estas denuncias han muerto.

Ellis, quien hoy tiene 52 años, dice que está analizando la posibilidad de pedir una compensación económica por el abuso.Julio Castaño dijo que el capellán, a quien consideraba un “representante de Dios en la tierra”, lo llamó a su habitación en 1979, cuando tenía 12 años, y le pidió que se provocara una erección.

Luego lo toqueteó.

Señaló que decidió hablar del tema porque “hay una necesidad de sanar, sacar para afuera, sacar esa mochila de encima y la esperanza de que esto sirva a más gente…que no se repita”.

Otro exalumno afirmó que el hermano John Derham lo sentó en su falda en la biblioteca de la escuela y lo besó en la boca.

Un cuarto exalumno, Guillermo Newbery, de 68 años, dijo a la AP que vio cómo Derham hacía sentar a los alumnos en su falda durante las clases.

Newbery dijo que le contó a los padres lo sucedido en 1963 y que ellos hicieron la denuncia ante la Asociación de Padres del colegio. Derham falleció en 1986.

Cuando Varela ventiló su denuncia en la prensa, Olivero envió una carta a la comunidad del Newman y reconoció el abuso de al menos un estudiante hace 40 años.

Se colocó una copia de la carta en el ingreso al colegio. Sin dar nombres, dice que “el Instituto de Hermanos Cristianos pide disculpas sin reservas a todos aquellos exalumnos que, en esos años, pudieron haber sido lastimados como resultado del comportamiento inadecuado e injustificable de este sacerdote, quien oficiaba de capellán del colegio”.

El director de los Hermanos Cristianos en América Latina, Hugo Cáceres, le envió una carta a Varela expresando “su mensaje de solidaridad y compasión cristiana a todas las víctimas de abusos que tuvieron lugar hace más de 30 años en el Colegio Cardenal Newman”.

Cuando se produjo el abuso de Varela, el rector era John Burke, un irlandés que estuvo a cargo del Newman de 1979 a 1996. Posteriormente fue designado miembro de la comisión de los Hermanos Cristianos para el bienestar de los niños en Europa.

Burke confirmó que supo de la denuncia del abuso en 1980, pero que no supo la identidad de la víctima hasta que Varela hizo su denuncia pública.

“Hacia el final del año escolar de 1980, me informaron de una denuncia de comportamiento inadecuado del capellán del colegio hacia un alumno cuya identidad no se conocía o no me fue revelada”, manifestó Burke en una declaración a la AP.

No estaba claro cómo se enteró Burke del caso, aunque Varela dijo que en una ocasión le habló del asunto al hermano Desmond Finnegan, quien le aconsejó que no dijese nada y que rezase por el capellán.

En un extraño giro, Burke dijo que pidió asesoría sobre el caso a un juez de menores que resultó ser el padre de Varela.

“Entiendo su sorpresa al oír que yo había hablado con su padre sobre el cura”, le escribió Burke a Varela en junio del 2016.

Varela dijo que su padre falleció sin haberse enterado de que la víctima del abuso había sido su propio hijo.

Burke le dijo a AP que tomó “inmediatamente medidas que considero apropiadas para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los alumnos en la escuela y de toda persona que entrase en contacto con el capellán”.

Las medidas incluyeron “la expulsión inmediata del capellán dispuesta por su superior religioso y el obispo de la diócesis”.

Documentos obtenidos por la AP indican que Mac Conastair fue transferido a la vicaría de San Cayetano, pero no se sabe si tuvo contacto con otros menores antes de morir en 1997.

Expertos en abusos por parte de sacerdotes dicen que las medidas tomadas por Burke fueron significativas porque en la década de 1970 la iglesia no tenía reglas como las actuales para lidiar con estos delitos.

“Da la impresión de que al menos John Burke tomó algunas medidas y el obispo sacó al cura del colegio”, expresó Maeve Lewis, directora ejecutiva de la organización defensora de víctimas de abusos One in Four.

“Eso pasó aquí (en Irlanda) todo el tiempo y nadie acudió a su obispo”.

A Varela, no obstante, le frustró que Burke, el colegio y la hermandad cristiana no reconocieran públicamente los “aberrantes abusos sexuales y psicológicos”.

“No soy la única víctima del Colegio Newman. Eso lo sabemos los dos”, le escribió Varela a Burke en octubre del 2016.

También criticó al exrector por no haber hablado del abuso al tomar la palabra durante la cena anual de exalumnos de ese mes, a la que asistió Macri.

Un video publicado online por la asociación de exalumnos del Newman hace cinco años muestra a Burke hablando de Derham y diciendo que era “la persona más extraordinaria”.

En marzo del 2017 la iglesia organizó una misa para ofrecer disculpas a Varela y a cualquier otra víctima.

“La Iglesia ha pedido perdón y yo renuevo ese pedido de perdón aquí, en mi Diócesis, a todas aquellas personas que han sido víctimas de abusos siendo niños o jóvenes, por miembros de nuestra jerarquía”, expresó el obispo de San Isidro Oscar Ojea en su homilía.

En Argentina, dos curas y otros tres individuos fueron detenidos el año pasado, acusados de abusos sexuales de más de 20 alumnos en el Instituto Antonio Provolo para niños con problemas auditivos.

Uno de los religiosos había sido acusado de abusar de estudiantes en una escuela de Provolo en Verona, Italia, y la denuncia llegó incluso al papa Francisco en el 2014, pero el Vaticano no tomó medidas en su contra.

El Colegio Champagnat, fundado por los Hermanos Maristas en el centro de Buenos Aires, informó hace poco que un hermano habría abusado de un alumno hace 38 años.

Esa escuela de élite, entre cuyos exalumnos figura el expresidente Fernando de la Rúa, dijo que el hermano había continuado sus labores directivas en la escuela en la década pasada.

Acotó que comenzó una investigación y que la persona en cuestión, que no fue identificada, fue enviada a un asilo para “hermanos ancianos y enfermos”.

Varela dijo que espera más de la iglesia.

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Denuncian abusos en colegio de presidente argentino

(ARGENTINA)
Associated Press [New York NY]

August 14, 2017

By PAUL BYRNE, LUIS ANDRÉS HENAO Y ALMUDENA CALATRAVAASSOCIATED PRESS

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BUENOS AIRES (AP) — Rufino Varela estaba afligido, confundido, cuando a los 12 años le contó al capellán de su escuela que había sido abusado sexualmente por un albañil en la casa de su familia. 

En lugar de ayudarlo, cuenta Varela, el cura Finnlugh Mac Conastair le bajó los pantalones, le manoseó las nalgas y los genitales y luego le azotó en una habitación situada debajo de la capilla de uno de los colegios más prestigiosos de Argentina. Después, el cura irlandés, conocido como “padre Alfredo”, le ofreció caramelos y le dijo que debían mantener lo sucedido como un secreto con Dios. 

“Yo había ido a pedir ayuda, pero sentía que era como un castigo que me daba Dios”, expresó Varela a The Associated Press. “Tengo el recuerdo de haber vuelto a la clase, guardar el llanto y volver a casa y no hablar tampoco”.

Mantuvo el secreto casi cuatro décadas. Pero finalmente habló del tema hace algunos meses, abriendo las puertas a más denuncias de exalumnos que dicen haber sido víctimas de abusos por parte de religiosos en el colegio donde estudiaron el presidente Mauricio Macri y otros miembros de la elite argentina. 

El escándalo es uno de varios que involucra a religiosos en la patria del papa Francisco, quien prometió una política de “tolerancia cero” con los abusos que han estremecido a la institución en todo el mundo. 

Si bien el pontífice no tuvo relación alguna con lo denunciado por Varela–ya que en el momento de lo ocurrido encabezaba la orden jesuita, ajena a la escuela–, el exalumno dice que recibió una llamada del papa este año tras hablar públicamente de lo que había sido víctima. 

El Colegio Cardenal Newman fue fundado en 1948 por los Hermanos Cristianos, una orden religiosa con más de dos siglos de vida que se enfocaba en la educación de los desamparados. En los últimos años se enfrentó a denuncias de abusos ocurridos en varias de las escuelas que administra en todo el mundo. 

Cuando se produjo el encuentro entre Varela y Mac Conastair, en 1977, este colegio socialmente conservador había pasado a ser una especie de refugio para los hijos de los ricos.

Varela dice que decidió confrontar a los directivos del Newman en relación a su caso tras escuchar que el colegio planeaba añadir una corona al león de su escudo de armas en honor a Macri, quien egresó de allí en 1976 y fue elegido presidente en el 2015. 

“En lugar de una corona dorada, deberían pensar en una corona de espinas en recuerdo de aquellos alumnos que sufrieron actos aberrantes”, sostuvo Varela. 

Agregó que el rector del colegio, Alberto Olivero, se reunió con él, le ofreció terapia psicológica y trató de convencerlo de que no hiciese pública su denuncia. El colegio se negó a comentar el tema e indicó que todo lo que tenía que decir figura en comunicados. 

Frustrado con la actitud del centro educativo, Varela habló con el diario La Nación en diciembre del 2016 y comenzó a escribir sobre el tema en Facebook. 

En febrero sonó su teléfono. Del otro lado estaba el papa Francisco, quien le expresó su solidaridad y le ofreció disculpas en nombre de la iglesia. “Estoy con usted, rezamos por usted”, le dijo, según relata Varela. “Tiene que ser consciente de que es un eslabón muy importante en una cadena que está rota”.

El Vaticano no confirma y desmiente esas llamadas, aunque dice que son parte de la tarea pastoral del pontífice. 

Varela afirma que una veintena de ex alumnos se pusieron en contacto con él y describieron abusos similares a manos de Mac Conastair, un pasionista, y de al menos otro sacerdote de los Hermanos Cristianos del colegio. Al menos cuatro ex estudiantes dijeron a la Associated Press haber sufrido o sido testigos de abusos. Los dos religiosos involucrados en estas denuncias han muerto. 

Pedro Ellis declaró a la AP que tenía unos 14 años cuando Mac Conastair lo llamó a su habitación para darle una charla sobre educación sexual. “Con la excusa de chequear cómo estaba mi aparato reproductor, me hizo desnudar de forma entera”, manifestó. “Me acostó boca abajo en la cama de él, y me tocó primero las nalgas y sin decirme nada me introdujo uno o dos dedos en mi recto”. 

Ellis, quien hoy tiene 52 años, dice que está analizando la posibilidad de pedir una compensación económica por el abuso. 

Julio Castaño dijo que el capellán, a quien consideraba un “representante de Dios en la tierra”, lo llamó a su habitación en 1979, cuando tenía 12 años, y le pidió que se provocara una erección. Luego lo toqueteó.

Señaló que decidió hablar del tema porque “hay una necesidad de sanar, sacar para afuera, sacar esa mochila de encima y la esperanza de que esto sirva a más gente…que no se repita”. 

Otro ex alumno afirmó que el hermano John Derham lo sentó en su falda en la biblioteca de la escuela y lo besó en la boca. Un cuarto ex alumno, Guillermo Newbery, de 68 años, dijo a la AP que vio cómo Derham hacía sentar a los alumnos en su falda durante las clases. “Vi caricias que eran excesivas… Llamaba a dar la lección a los chicos bonitos y los sobaba mientras estaban sentados en sus faldas; los acariciaba, era algo muy molesto e improcedente”, sostuvo. 

Newbery dijo que le contó a los padres lo sucedido en 1963 y que ellos hicieron la denuncia ante la Asociación de Padres del colegio. Derham falleció en 1986. 

Cuando Varela ventiló su denuncia en la prensa, Olivero envió una carta a la comunidad del Newman y reconoció el abuso de al menos un estudiante hace 40 años. 

Se colocó una copia de la carta en el ingreso al colegio. Sin dar nombres, dice que “el Instituto de Hermanos Cristianos pide disculpas sin reservas a todos aquellos exalumnos que, en esos años, pudieron haber sido lastimados como resultado del comportamiento inadecuado e injustificable de este sacerdote, quien oficiaba de capellán del colegio”.

El director de los Hermanos Cristianos en América Latina, Hugo Cáceres, le envió una carta a Varela expresando “su mensaje de solidaridad y compasión cristiana a todas las víctimas de abusos que tuvieron lugar hace más de 30 años en el Colegio Cardenal Newman”. 

Cuando se produjo el abuso de Varela, el rector era John Burke, un irlandés que estuvo a cargo del Newman de 1979 a 1996. Posteriormente fue designado miembro de la comisión de los Hermanos Cristianos para el bienestar de los niños en Europa. 

Burke confirmó que supo de la denuncia del abuso en 1980, pero que no supo la identidad de la víctima hasta que Varela hizo su denuncia pública. 

“Hacia el final del año escolar de 1980, me informaron de una denuncia de comportamiento inadecuado del capellán del colegio hacia un alumno cuya identidad no se conocía o no me fue revelada”, manifestó Burke en una declaración a la AP. 

No estaba claro cómo se enteró Burke del caso, aunque Varela dijo que en una ocasión le habló del asunto al hermano Desmond Finnegan, quien le aconsejó que no dijese nada y que rezase por el capellán. 

En un extraño giro, Burke dijo que pidió asesoría sobre el caso a un juez de menores que resultó ser el padre de Varela. 

“Entiendo su sorpresa al oír que yo había hablado con su padre sobre el cura”, le escribió Burke a Varela en junio del 2016. Varela dijo que su padre falleció sin haberse enterado de que la víctima del abuso había sido su propio hijo. 

Burke le dijo a AP que tomó “inmediatamente medidas que considero apropiadas para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los alumnos en la escuela y de toda persona que entrase en contacto con el capellán”. 

Las medidas incluyeron “la expulsión inmediata del capellán dispuesta por su superior religioso y el obispo de la diócesis”. 

Documentos obtenidos por la AP indican que Mac Conastair fue transferido a la vicaría de San Cayetano, pero no se sabe si tuvo contacto con otros menores antes de morir en 1997. 

Expertos en abusos por parte de sacerdotes dicen que las medidas tomadas por Burke fueron significativas porque en la década de 1970 la iglesia no tenía reglas como las actuales para lidiar con estos delitos. 

“Da la impresión de que al menos John Burke tomó algunas medidas y el obispo sacó al cura del colegio”, expresó Maeve Lewis, directora ejecutiva de la organización defensora de víctimas de abusos One in Four. “Eso pasó aquí (en Irlanda) todo el tiempo y nadie acudió a su obispo”. 

A Varela, no obstante, le frustró que Burke, el colegio y la hermandad cristiana no reconocieran públicamente los “aberrantes abusos sexuales y psicológicos”. 

“No soy la única víctima del Colegio Newman. Eso lo sabemos los dos”, le escribió Varela a Burke en octubre del 2016. También criticó al ex rector por no haber hablado del abuso al tomar la palabra durante la cena anual de exalumnos de ese mes, a la que asistió Macri. 

Un video publicado online por la asociación de ex alumnos del Newman hace cinco años muestra a Burke hablando de Derham y diciendo que era “la persona más extraordinaria”. 

En marzo del 2017 la iglesia organizó una misa para ofrecer disculpas a Varela y a cualquier otra víctima. 

“La Iglesia ha pedido perdón y yo renuevo ese pedido de perdón aquí, en mi Diócesis, a todas aquellas personas que han sido víctimas de abusos siendo niños o jóvenes, por miembros de nuestra jerarquía”, expresó el obispo de San Isidro Oscar Ojea en su homilía. 

En Argentina, dos curas y otros tres individuos fueron detenidos el año pasado, acusados de abusos sexuales de más de 20 alumnos en el Instituto Antonio Provolo para niños con problemas auditivos. Uno de los religiosos había sido acusado de abusar de estudiantes en una escuela de Provolo en Verona, Italia, y la denuncia llegó incluso al papa Francisco en el 2014, pero el Vaticano no tomó medidas en su contra. 

El Colegio Champagnat, fundado por los Hermanos Maristas en el centro de Buenos Aires, informó hace poco que un hermano habría abusado de un alumno hace 38 años. Esa escuela de elite, entre cuyos ex alumnos figura el expresidente Fernando de la Rúa, dijo que el hermano había continuado sus labores directivas en la escuela en la década pasada. Acotó que comenzó una investigación y que la persona en cuestión, que no fue identificada, fue enviada a un asilo para “hermanos ancianos y enfermos”. 

Varela dijo que espera más de la iglesia. 

Uno se pregunta, afirmó, “¿por qué, por qué estos tipos están sueltos?”. 

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La reportera de la Associated Press Nicole Winfield colaboró en este despacho desde el Vaticano.

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Hay tres curas misioneros en las denuncias por abuso sexual en la Argentina

VENADO TUERTO (ARGENTINA)
Infober [Buenos Aires, Argentina]

August 14, 2017

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MISIONES. Se tratan de Ladislao Chomin, condenado en 2012 a 4 años de prisión por abuso sexual de una niña en Misiones. Cumplió prisión domiciliaria; Miguel Ángel Santurio, condenado en 2013 en un juicio canónico por abuso en Misiones. Fue liberado por falta de pruebas; y Aníbal Valenzuela, obispo de Puerto Iguazú en 2007, nunca fue investigado.

Desde que en 2002 se conocieron las denuncias contra el padre Julio César Grassi, 62 nuevos casos de abuso sexual por parte de integrantes de la Iglesia se han conocido en la Argentina. En la provincial los acusados son Ladislao Chomin, Miguel Ángel Santurio y Aníbal Valenzuela.
A casi quince años de aquel escándalo, la condena del cura ha tenido un efecto cascada que dejó al descubierto que no se trataba de un hecho aislado: desde entonces, cuatro nuevas denuncias se sumaron por año y sólo tres casos fueron sancionados con la máxima pena prevista por el derecho canónico: la expulsión del sacerdocio.

Son 59 sacerdotes y tres monjas los denunciados en el país. De todos ellos, ocho recibieron una condena judicial.
En la investigación hecha por la agencia Télam se reconstruyó lo que ocurrió luego de que se conocieran las denuncias contra Grassi. Los datos no sólo dan una idea de la magnitud del problema, sino que muestran cómo un complejo sistema de responsabilidades dentro de la Iglesia permite que rara vez haya una condena.

«La mayoría de los casos no son denunciados. La Iglesia no los denuncia, son las víctimas las que se animan a contar lo que les pasó y para ellas es un proceso muy doloroso. Estos números muestran la arbitrariedad del juicio canónico, porque salvo en casos que son indefendibles o han tenido mucha trascendencia pública, la expulsión no se concreta», explicó Carlos Lombardi, abogado de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico y uno de los pocos especialistas en derecho canónico del país que no pertenece a la Iglesia.

El caso de Grassi, condenado en 2009 por abuso sexual agravado a uno de los chicos a los que debía cuidar en la Fundación Felices Los Niños, funcionó como disparador. Hasta entonces, sólo se habían conocido nueve hechos de abuso sexual por parte de curas.

En la Argentina no hay registros oficiales sobre la cantidad de sacerdotes o monjas denunciados y mucho menos sobre cuántas son sus víctimas.
En base a las noticias publicadas en los medios nacionales y regionales, los informes de distintos corresponsales de la agencia y la información que aportaron fuentes propias, Télam reconstruyó un mapa de la pedofilia dentro de la Iglesia utilizando el mismo mecanismo de La Casa del Encuentro, la ONG que lleva adelante el único registro nacional que existe sobre femicidio.

Este mapa muestra que en la mayor parte de los casos la Iglesia no acompañó a las víctimas, que los abusadores ya tenían antecedentes y que los traslados son la respuesta más frecuente ante una denuncia.

«Hay distintos niveles de responsabilidad en los traslados. Esos distintos niveles y esa fragmentación y discrecionalidad conspiran contra la tolerancia cero y otras premisas del Papa sobre los abusos», reconoció en una entrevista con Télam el obispo Sergio Buenanueva, presidente de la comisión de Ministerios del Episcopado.

En junio de 2015, la diócesis de Ciudad del Este decidió enviar de regreso a Mendoza al cura Carlos Urrutigoity. La primera denuncia de abuso en su contra la hizo en 1989 un compañero del seminario en La Reja, en el oeste bonaerense. Desde entonces, siguió sumando acusaciones en todos sus destinos: tres diócesis de Estados Unidos, y también en las de Mendoza y Paraguay.

El episodio de Urrutigoity no es el único. Otros cuatro curas, incluido un acusado por crímenes de lesa humanidad, encontraron refugio en Paraguay.

Un recorrido similar tuvieron los cuatro curas involucrados en el caso del Instituto del Próvolo, que llegaron al país trayendo sus denuncias por abuso sexual desde Italia y siguieron acumulándolas en Mendoza y La Plata.
Buenanueva, quien en 2011 fue designado para elaborar un protocolo a seguir ante denuncias de abuso, admitió que no sabe cuántos son los curas denunciados ni tampoco los condenados y que hoy en la Iglesia «no existe criterio único». Todo depende de la orden a la que pertenezca el abusador, si ejerce o no como sacerdote. Y si es obispo, la investigación corre entonces por cuenta del Vaticano. Así, la superposición de responsabilidades termina funcionando como una red de encubrimiento.

«Hay sanciones para los obispos cuando no investigamos los casos o hacemos acciones de encubrimiento, pero no hay castigo específico para quien no colabore o dé la información debida a la justicia secular. Y no hay tampoco un protocolo de acción. Es discrecional. La Iglesia viene revisando sus procedimientos, pero a veces tenemos un lenguaje muy eclesiástico», sostuvo Buenanueva.

El obispo recibió a Télam en la casa de retiro de Pilar, horas después de que la conferencia de obispos debatiera la semana pasada la posible conformación de una comisión para prevenir abusos en el futuro. Buenanueva respondió cada una de las preguntas, hizo autocrítica y sólo pareció incomodarse con la mención de un nombre: Grassi.

«Es un hecho complejo. Ahora se iniciaría el proceso canónico, aunque no tengo certezas. Es parte de los errores que hemos cometido», reconoció.
En estos quince años, sólo tres curas fueron sancionados con la expulsión del estado clerical que implica que ya no pueden ejercer más el sacerdocio. El primer caso conocido fue el de Miguel Ángel Santurio, expulsado en 2013. El papa Francisco fue quien ordenó la sanción contra José Mercau y Cristian Gramlich, ambos sacerdotes de San Isidro. Y aunque el primero terminó con una condena a 14 años por abuso sexual agravado contra cinco chicos de entre 11 y 15 años, las denuncias contra Santurio y Gramlich -cura en el colegio Marín de San Isidro- nunca fueron llevadas a la justicia.

La misma suerte que los abusadores corrió el sacerdote cordobés Nicolás Alessio, castigado también con la expulsión del sacerdocio pero por haber apoyado la ley de matrimonio igualitario. A diferencia de los otros, su castigo se resolvió en un trámite exprés.

La lista

El siguiente listado releva los nombres, cargos y el estado de las causas en la justicia penal y eclesiástica de los integrantes de la Iglesia denunciados por abuso según los registros a los que accedió Télam y tomando como punto de partida el caso Grassi, que se conoció a través de los medios en octubre de 2002.

1- Luis Anguita. Denunciado y sobreseído en 2004 por violar a una chica de 13 años. Se desempeñaba en el Colegio Franciscano Tierra Santa de la Ciudad de Buenos Aires. Sin condena.

2- Luis Alberto Brizzio. Acusado de haber abusado de un joven de 16 años en Santa Fe. La Congregación para la Doctrina de la Fe dictaminó que al producirse los hechos el denunciante era mayor de edad y descartó el delito. No hubo denuncia judicial.

3- Padre Walter Eduardo Avanzini. En 1998 un programa de TV mostró cómo pagaba para tener sexo con niños y adolescentes en una plaza de Córdoba. No fue investigado.

4- Miguel Cacciuto. Acusado en 2009 de abuso en un jardín de infantes en Villa Gesell, Buenos Aires. Actual párroco de la Sagrada Familia de Mar del Plata. No fue condenado.

5- Ladislao Chomin. Condenado en 2012 a 4 años de prisión por abuso sexual de una niña en Misiones. Cumplió prisión domiciliaria.

6- Nicolás Corradi. Con prisión domiciliaria por abuso de menores en el Instituto para chicos sordos e hipoacúsicos Próvolo de Mendoza. Acumula denuncias por abuso en Italia y en el Próvolo de La Plata. No fue condenado.

7- Alessandro De Rossi. Acusado de abuso a niños entre 2008 y 2013, cuando era párroco en un templo de Salta capital. Detenido en Roma en 2014, se negó la extradición por falta de pruebas y fue liberado seis meses después.

8- Fray Diego. Denunciado penalmente en 2008 por abuso sexual contra un adolescente de 15 años en Buenos Aires. No fue investigado.

9- Juan Diego Escobar Gaviria. Elevarán a juicio oral la causa que lo investiga por abuso sexual de al menos cuatro menores en Entre Ríos. En 2016 fue detenido en la Unidad Penal Nº 5 de Victoria.

10- Atilio Jesús Garay. Acusado de violar reiteradamente a una chica en 2004 en Los Ángeles, Estados Unidos. Fue candidato a intendente de General Campos, Entre Ríos. No fue investigado ni condenado.

11- Daniel Giménez. Denunciado en marzo de 2011 por abusar de una adolescente en Formosa. Se abrió una causa judicial. No fue condenado.

12- Padre Ricardo Giménez. Denunciado en 2013 por Julieta Añazco, por abuso reiterado en La Plata. No fue llamado a declarar.

13- Hermano Isaac Gómez. Condenado a 11 años de prisión por el Tribunal Oral y Criminal N° 4 de Mercedes, Buenos Aires, por el abuso sexual agravado de un menor.

14- Giovanni Granuzzo. Forma parte de la causa Próvolo de Mendoza, donde se abusó de chicos sordos e hipoacúsicos. También fue denunciado por abuso en Verona, Italia, y La Plata junto con Nicolás Corradi, Luigi Spinelli y Eliseo Primati. Aún no fue condenado.

15- Padre Justo José Ilarraz. Se le inició investigación canónica por abusos contra al menos medio centenar de niños de entre 10 y 14 años en el Seminario Arquidiocesano «Nuestra Señora del Cenáculo» de Paraná, Entre Ríos, entre 1984 y 1992. El juicio oral comenzará en agosto próximo.

16- Padre Virginio Juan Isottón. Detenido en julio de 1999 por «abuso deshonesto» de niñas en la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en Cañuelas, Buenos Aires. Lo declararon inocente en octubre de 2011.

17- Jorge Luis Morello. Denunciado por Iván González, seminarista de 19 años de Guaymallén, Mendoza. En 2012 se inició una demanda civil contra el arzobispado (José María Arancibia y Sergio Buenanueva) por ocultar información y tuvieron que pagar una indemnización. El arzobispado argumentó que la relación «había sido consentida». No fue condenado.

18- Albano Mattioli, ex directivo del Próvolo de La Plata. Llegó a la Argentina en 1965 desde el Próvolo de Verona, Italia, tras ser denunciado por abusos. Murió en 2013 a los 93 años en Italia y nunca fue investigado.

19- José Antonio Mercau. El papa Francisco decretó el cese de su condición sacerdotal. En 2011 fue condenado a 14 años por «abuso y sometimiento sexual agravado» en perjuicio de cinco chicos en un hogar del Tigre, Buenos Aires. Fue excarcelado el 18 de marzo de 2014.

20- Reinaldo Narvais. Acusado por acoso sexual y abuso de poder por integrantes de la parroquia Nuestra Señora de Pompeya, de Rosario. El Vaticano abrió un juicio, no dio por probado el abuso y fue declarado inocente.

21- Domingo Pacheco. Condenado en febrero último a 13 años de prisión por abusar del menor Osvaldo Ramírez en Corrientes. Sigue libre hasta que la sentencia quede firme.

22- Rubén Pardo. Acusado por violar a un chico de 14 años en 2002 en Quilmes, Buenos Aires. Murió en 2005. Nunca fue juzgado, pero la Justicia condenó al obispado local por encubrimiento y lo obligó a pagar una indemnización.

23- Héctor Pared. Condenado en marzo de 2003 a 24 años de prisión por abuso sexual en un hogar de Florencio Varela, Buenos Aires. Murió en septiembre de ese año.

24- Martín Paz. Separado de sus funciones eclesiásticas en mayo de 2003 por el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, por abusar en Catamarca de una chica de 17 años que quedó embarazada. Hubo denuncia penal pero no fue investigado.

25- Luis Pezzolo. Detenido en septiembre de 2003 por abuso sexual en el hogar Obra de Don Bosco de Bernal, Buenos Aires. Estuvo cinco años con prisión domiciliaria. Se espera el juicio público.

26- Fernando Enrique Picciochi. Condenado en 2012 a 12 años de cárcel por abusar sexualmente de al menos cinco niños. Sebastián Cuattromo, quien iba al colegio Marianista de Caballito, Buenos Aires, lo denunció en 2000. Está en libertad por el beneficio del 2×1 desde principios de 2016.

27- Monseñor Carlos Robledo. En octubre de 2012, el ex seminarista Alfredo Bazán lo denunció por el abuso de seis adolescentes en 1987. Murió en 2009 sin ser investigado.

28- Luis Sabarre. Denunciado en 2010 por abusar de una nena de 9 años en Mendoza. La Iglesia abrió una investigación y lo declaró inocente. Fue designado como administrador parroquial del colegio Nuestra Señora de Luján de Cuyo.

29- Padre Miguel Ángel Santurio. Condenado en 2013 en un juicio canónico por abuso en Misiones. Fue liberado por falta de pruebas.

30- Mario Napoleón Sasso. Condenado en 2007 a 17 años de prisión por haber abusado sexualmente de cinco niñas en 2002 y 2003, cuando era párroco de la capilla San Manuel en Pilar, Buenos Aires. En el juicio probaron el encubrimiento de dos sacerdotes colegas de Sasso, que fueron procesados.

31- Padre «Seryo», Instituto Vicente Pallotti, Turdera, Buenos Aires. Denunciado por abusar de alumnos de ese Instituto. No fue condenado.

32- Luis Eduardo Sierra. Condenado a ocho años de prisión en 2004 por abusar en 2000 y 2001 de tres monaguillos de entre 12 y 14 años del colegio Ave María de la Obra Don Orione, de la localidad bonaerense de Claypole. No se sabe si cumplió la condena. Se fue a Paraguay, donde también lo acusaron de abusos.

33- Luigi Spinelli, consejero en el Próvolo de Mendoza. También había sido denunciado en Verona, Italia. No se sabe dónde está.

34- Edgardo Storni. Ex arzobispo de Santa Fe. En 2009 fue condenado a ocho años por abusar de un seminarista. Pasó un poco más de un año en prisión domiciliaria porque tenía más de 70 años. En 2011, la Cámara Penal anuló el fallo. Murió al año siguiente.

35- Richard Suttle. Fue denunciado en 2008 por abuso sexual de menores entre 1982 y 1983 en la escuela primaria del Sagrado Corazón, en Prescott, Arizona, Estados Unidos. En 2013 llegó a Buenos Aires como integrante del equipo de los claretianos dedicado a las misiones de las Naciones Unidas. No fue investigado.

36- Carlos Urrutigoity. Denunciado por «conductas deshonestas» en un seminario en Buenos Aires y trasladado a los Estados Unidos. Por nuevas denuncias lo reubicaron en Paraguay. Actualmente en el Instituto del Verbo Encarnado, en San Rafael, Mendoza. No fue investigado.

37- Aníbal Valenzuela. En 2007 el obispo de Puerto Iguazú (Misiones), Marcelo Martorell, decidió suspenderlo como párroco por denuncias de abusos. Tuvo el apoyo del obispo Joaquín Piña y nunca fue investigado.

38- Padre Mario Yulán. Denunciado por abuso sexual en la parroquia San Juan Bautista, en Buenos Aires en 2007, en reemplazo de José Antonio Mercau. No fue condenado.

39- Cristian Vázquez. Ex sacerdote de la capilla Virgen del Carmen de Río Grande (Tierra del Fuego), imputado por abusar de una menor en 2012. No fue condenado.

40- Renato Rasguido. En marzo de 2014 fue denunciado por abusar de un adolescente de 15 años en Andalgalá, Catamarca. En 2015 la fiscal pidió su detención, aunque no se concretó. Espera el juicio en libertad.

41- Daniel Omar Acevedo. Un joven lo denunció como autor del abuso sexual que había sufrido cuando era niño y el 13 de noviembre de 2016 fue separado como cura de Ushuaia. No fue condenado.

42- Juan de Dios Gutiérrez. Denunciado en abril de 2015 por abusar de una chica de 16 años en Belén, Catamarca. Aún no fue condenado.

43- Agustín Rosa, Salta. Detenido con prisión preventiva. La causa será elevada a juicio oral. Fue denunciado por dos ex novicios. Tiene 25 denuncias canónicas por abuso, corrupción y enriquecimiento ilícito.

44- Nicolás Osvaldo Parma Vega. Denunciado por abuso sexual pero aún no fue investigado. Pertenece a la congregación del sacerdote Agustín Rosa.

45- Cristian Gramlich. Expulsado del estado clerical. No hubo investigación judicial. Las denuncias por abuso en su contra habían empezado en 1998 en el colegio Carmen Arriola de Marín de San Isidro, Buenos Aires.

46- Marcelino Moya. Denunciado en 2015, está a punto de ir a juicio oral. Cometió abusos contra menores que eran monaguillos entre 1994 y 1997 en la Parroquia Santa Rosa de Lima, de Entre Ríos.

47- Eliseo Primati. Cura del Instituto Próvolo de Mendoza. Tiene denuncias por abusos también en Italia. Aún no fue investigado.

48- Finnlugh Mac Conastair. Denunciado por abusos sexuales en el Colegio Cardenal Newman de San Isidro, Buenos Aires. El caso más conocido fue el de Rufino Varela. Aún no fue investigado. Tanto el colegio como la Congregación de Hermanos Cristianos Región de América Latina pidieron recientemente «disculpas públicas» a «todos los abusados» en esa institución.

49- Félix Alejandro Martínez. En 2002 fue denunciado junto al profesor de educación física Fernando Melo Pacheco por el abuso sexual de chicos que asistían al jardín de infantes de la Escuela Nuestra Señora del Camino, de Mar del Plata. Recientemente ofició la misa por los 20 años del asesinato de José Luis Cabezas. No fue condenado.

50- Alejandro Squizziatto. Acusado de abusar de un niño en Mendoza en 2014. No fue investigado.

51- Raúl del Castillo. Denunciado en 2008 en Mendoza por abusar de un adolescente. Está en Paraguay, no fue condenado.

52- Carlos Richard Ibañez Morino. Denunciado por abuso sexual de al menos diez jóvenes en Bell Ville, Córdoba, a principios de los ’90. En 2004, la Corte Suprema paraguaya autorizó un proyecto para extraditarlo a la Argentina. No fue condenado.

53- Carlos Alberto Dorado, Santiago del Estero. Acusado por abuso, no fue investigado.

54- Monseñor Adolfo Uriona. En 2006 una joven lo denunció por haberla manoseado cuando era obispo de Añatuya, Santiago del Estero. Fue demorado por la policía. En 2014, el papa Francisco lo nombró obispo de Río Cuarto. No fue investigado.

55- Carlos Miguel Buela. Fundador del Verbo Encarnado, Mendoza. Acusado de violar a seminaristas de la congregación. El Vaticano admitió que era culpable de «inconductas sexuales». Lo trasladaron a una iglesia en Génova. No fue condenado.

56- Fernando Yáñez. Procesado por abusar de chicos de un hogar en San Rafael, Mendoza. No fue condenado.

57- Horacio Corbacho. Detenido en Mendoza por las denuncias de abuso a chicos sordos e hipoacúsicos en el Instituto Próvolo. No fue condenado.

58- Néstor Monzón. A punto de ir a juicio oral por el abuso de dos nenes de tres años en Reconquista, Santa Fe.

59- Bibiana Fleitas. En 2015, una ex novicia escribió un libro contando los abusos de la monja en el Colegio Santa Rosa de Viterbo de San Lorenzo, Santa Fe. Fue trasladada a Mendoza pero aún no fue investigada.

60- María Alicia Pacheco. Era colaboradora de otro cura abusador, Agustín Rosa. Detenida desde diciembre de 2016 por abuso reiterado de una nena de 13 años en Salta.

61- Monja Kosaka Kumiko, acusada de ayudar y encubrir a los sacerdotes que abusaban de los chicos del Próvolo de Mendoza. Es investigada y podría enfrentar una pena de entre 10 y 50 años de cárcel.

62- Padre Julio César Grassi. Condenado en 2009 a 15 años de prisión por abusar de un menor que vivía en la Fundación Felices los Niños, que él dirigía. La Corte Suprema confirmó la sentencia en marzo último. En abril, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón lo benefició con el 2×1 y le redujo dos años y medio la pena. La medida será apelada por los abogados querellantes.

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August 12, 2017

Un prelado cuestionado por desmanejos financieros

SALTA (ARGENTINA)
El Tribuno Salta [Salta, Argentina]

August 12, 2017

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Apuntaron a Zanchetta por controvertidos usos de fondos en las Diósesis de Quilmes y Orán. 

El pasado 1 de agosto, el corresponsal del periódico La Stampa en Ciudad del Vaticano, Andrés Beltramo Alvarez, señaló que Zanchetta, en su paso por la Diócesis de Quilmes, había cosechado “numerosas denuncias en materia de malos manejos económicos, algo que se habría repetido en la demarcación eclesiástica que guió desde julio de 2013 en el norte de Argentina”.

Sobre los cuatro años de Zanchetta en la sede episcopal de Orán, el portal Caminos Religiosos sostuvo que “sus vínculos con miembros del poder político y económico” le permitieron “recibir asistencia y fondos”, dado que “invocaba ser pastor de una “diócesis necesitada'”, pero “algunos de los pedidos tenían poco que ver con actividades religiosas”.

Valores Religiosos, la publicación que fundó el presbítero Guillermo Marcó con la ayuda de Sergio Rubín, editor de Religión del diario Clarín, sugirió que “Zanchetta fue obligado a renunciar por manejos inadecuados”.

En la misma línea, Infobae tituló: “Se lo apunta por desmanejos financieros”.

¿Qué hay de concreto?

Poco después de la designación de Zachetta como obispo de Orán, en 2013, se colgó en la página de internet Change.org una petición pública urgiendo al Papa a revisar el nombramiento. La firmaron Santiago Spadafora, médico personal y estrecho colaborador del fallecido obispo Jorge Novak, y otro centenar de laicos y docentes de los colegios religiosos que Zanchetta había administrado hasta junio de 2013 como vicario de Asuntos Económicos y apoderado general de la Diócesis de Quilmes.

Hasta 2010, cuando fue despedido bajo circunstancias que aún debe esclarecer la Justicia, Spadafora había ocupado por 27 años la función de representante legal del Instituto Manuel Belgrano de Berazategui, uno de los establecimientos educativos que dependen del Obispado de Quilmes.

“Zanchetta empezó a perseguirme en 2009, promovió mi despido y me hizo una falsa denuncia, solo porque me opuse a una serie de lamentables decisiones tomadas y transmitidas por escrito”, afirmó Spadafora, quien ya había elevado las constancias del caso en 2011 al entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio.

La petición llegó dos años después al Vaticano, con la adhesión de un importante número de laicos y docentes en los que el exvicario de Asuntos Económicos de la Diócesis de Quilmes no parece haber dejado las mejores impresiones.

Consultado por El Tribuno, Spadafora afirmó que Zanchetta no le perdonó que se opusiera a “la indicación de derivar coercitivamente fondos de la escuela, subvencionada en un 100% por el Estado provincial (de Buenos Aires), para el sostén de actividades diocesanas y pastorales cotidianas”.

“Su represalia también se debió a mi rechazo a las instrucciones de no pagar el servicio de agua corriente a la Municipalidad de Berazategui, como lo hacían otros establecimientos educativos, y de seguir en las escuelas diocesanas un procedimiento coercitivo para la cobranza de aranceles a los alumnos morosos, y discriminatorio para la inscripción (matriculación) de dichos alumnos, a través de la confección de listas negras”. La causa que le inició Zanchetta a Spadafora en 2010, por supuestos desmanejos administrativos, tiene constancias escritas de esas y otras controvertidas medidas diocesanas.

A pedido del juez de garantías de Berazategui, Damián Véndola, la fiscal María Attarián Mena acaba de disponer en la causa una serie de testimoniales que inquietan al clero.

La larga lista de testigos que solicitó Spadafora y aprobó la fiscal Attarían Mena, el pasado 1 de agosto, incluye al actual obispo de Quilmes, Carlos José Tissera; a su antecesor, Luis Teodorico Stockler; al vicario general, Carlos Alberto Abad; al contador de esa diócesis, Luis Adolfo Albertón, y a varios sacerdotes y laicos que guardaron incómodos secretos.

Sus cuestionamientos se filtraron hasta ahora discretamente en los portales religiosos y otros medios que aludieron a los supuestos “desmanejos económicos” del exobispo de Orán sin entrar en detalles.

Ahora, bajo la obligación de testificar con la verdad y bajo apercibimiento de afrontar causas por falso testimonio, prelados, sacerdotes y laicos deberán comparecer sin velos ante un estrado judicial.

Este diario accedió a copias de la candente causa que, en poco tiempo, será ventilada en un juicio oral y público.

Según sus colaboradores, cayó en una crisis depresiva

En la carta que dirigió a la comunidad diocesana de Orán el pasado 29 de julio, el exobispo Zanchetta comunicó que dejaba la sede episcopal por “un problema de salud” cuya recuperación consideraba “imposible de seguir en la provincia de Salta”. Desde entonces está recluido en Corrientes. ¿Qué tipo de tratamiento podría recibir allí que no tenga las mismas condiciones en Salta? La respuesta abona la hipótesis de una crisis depresiva. 

Se sabe, por fuentes bien informadas, que en los últimos meses el estado de salud de Zanchetta había presentado “algunos síntomas que requirieron estudios, pero nada que hiciera suponer la decisión de viajar a Roma para presentar ante el papa Francisco la renuncia como obispo”.

Una religiosa oranense, que prefirió reservar su identidad, advirtió que el contrabando, la trata de personas, el lavado de activos y el narcotráfico desplazaron a la producción y el comercio lícito del centro de la actividad económica del norte y sumieron a Orán, Tartagal, Rivadavia, Iruya y Santa Victoria -los municipios abarcados por la diócesis fronteriza- en una profunda crisis social.

“Todo eso se puso de manifiesto en la crisis de los bagayeros y en esta tristísima renuncia del padre Gustavo”, aseguró la monja. “Luego del conflicto (con los bagayeros) se lo notaba con desasosiego”, acotó.

En su carta de despedida, Zanchetta no dio detalles del problema de salud, pero voces de su entorno más cercano revelaron episodios que lo habrían obligado a recurrir a ayuda psicológica y psiquiátrica en los últimos meses.

Esas mismas fuentes afirmaron que el obispo “quedó mal parado con la gestión porque no se cumplieron los puntos acordados” para resolver aquel conflicto.

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Zanchetta, desgastado pastor, dejó en Orán una grieta eclesial

ORáN (ARGENTINA)
El Tribuno Salta [Salta, Argentina]

August 12, 2017

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Desmanejo de fondos, presión narco y crisis depresiva, los otros supuestos de su salida.Fuentes del Vaticano y de dos diócesis aportaron respuestas sobre su alejamiento. 

El pasado viernes 4, el administrador apostólico Andrés Stanovnik reunió a los sacerdotes de la Diócesis de Orán para animarlos en su misión pastoral. El día anterior, en el primer oficio religioso que celebró en el norte, el prelado había instado a todos a “evitar la disgregación con lecturas e interpretaciones del pasado”.

El mensaje caló hondo en una comunidad eclesiástica que en los últimos tiempos vio agrandarse una grieta entre el obispo y muchos de los sacerdotes de la extensa diócesis que abarca 55.000 kilómetros de los departamentos Orán, San Martín, Rivadavia, Iruya y Santa Victoria.

“Zanchetta era muy poco accesible, tenía una cuota de soberbia y disfrutaba del poder que le daba el cargo”, contaron laicos con activo trabajo en las comunidades parroquiales.

“Con su personalidad tan rígida, alejó de sus parroquias a curas jóvenes, de gran carisma, como el padre Darío Billordo, David Pintos y Rubén Gutiérrez, un cura muy querido por el Papa”, aseguraron.

“Quizás por temor a que opacaran su autoridad, a ninguno le permitía hablar con libertad con la prensa, para contar la realidad que vivían las comunidades más olvidadas de Orán, San Martín y Rivadavia”, comentaron las fuentes parroquiales.

Otro alejamiento lamentado fue el del misionero José Auletta, quien dejó huellas imborrables y penas por su sentida ausencia en barrios carenciados y comunidades originarias del norte.

El religioso de la orden Madre de la Consolata se desempeñó desde diciembre de 2015 hasta los primeros meses de 2017 en la parroquia San Ramón Nonato, de Tartagal, donde desplegó un notable trabajo social. Una mañana la feligresía de la ciudad cabecera del departamento San Martín despertó con su sorpresivo traslado a Buenos Aires y desde entonces no encontró respuestas ni consuelo a semejante pérdida.

Auletta junto a otros sacerdotes, como el párroco Luis Manco, habían impulsado proyectos que dotaron a barrios humildes y asentamientos aborígenes de agua potable, cloacas y otros servicios esenciales, con donaciones gestionadas ante fundaciones europeas. También había desplegado una comprometida labor de contención de niños y jóvenes de las barriadas más conflictivas de Tartagal. Por eso, aquella feligresía que acompañaba las iniciativas con fervor, nunca terminó de entender la decisión de sus superiores.

“El padre Auletta era una piedra en el zapato de muchos políticos que seguramente influenciaron su inexplicable traslado a Buenos Aires”, dijo una fuente cercana que pidió reserva de identidad.

Como delegado para la Cuestión Aborigen del Noroeste Argentino y miembro del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa), Auletta defendía a capa y espada a las comunidades originarias del norte de Salta y Jujuy, su derecho a la tierra, al agua potable y la educación. Su traslado a Buenos Aires no tuvo argumento alguno que lo justifique.

Desde su exilio, en el barrio porteño de Flores, prometió “hacer lo posible para seguir brindando servicios para la causa indígena”.

Su último gran aporte en Tartagal fue un proyecto de agua que encaró en la comunidad wichi de Kilómetro 6 junto al cacique Juan de Dios López.

Félix Calderón, dirigente guaraní de la comunidad 9 de Julio, de 70 años, aún recuerda a Auletta como “una bendición para los barrios más pobres”. Aseguró: “Nunca nadie se ocupó tanto de nosotros”. Y soltó una pregunta atragantada: “¿Por qué se lo llevaron en tan poco tiempo?”.

Ante los cuestionamientos que desataron los traslados de Auletta y otros curas misioneros, Zanchetta respondió que “muchos quieren responsabilizar al obispo, pero eso es injusto”.

La explicación episcopal fue que el padre Mauricio Guevara, provincial de la orden de la Consolata, dispuso los cambios porque se fundó una nueva comunidad en Yuto (Jujuy) hacia donde se necesitaba desplazar a algunos misioneros como Manolo García, Antonio Merigo y propio Auletta. El trasladado de este último sacerdote a Buenos Aires, con el mismo cargo, no dejó dudas de la grieta eclesiástica.

El mismo impacto tuvo en la comunidad de la parroquia Nuestra Señora de Luján, de Salvador Mazza, el traslado del cura Merigo a otro destino fuera de la Diócesis de Orán.

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July 30, 2017

Renunció monseñor Zanchetta

SALTA (ARGENTINA)
El Tribuno Salta [Salta, Argentina]

July 30, 2017

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El obispo está en Buenos Aires y acaba de regresar de Roma. Estaría enfermo.

Como reguero de pólvora corrió ayer en todo el norte de la provincia la noticia de la sorpresiva renuncia de monseñor Gustavo Zanchetta a la diócesis de Orán.

Al promediar la mañana, y para llevar tranquilidad a los fieles, se conoció una carta emitida por el propio prelado en la que aclara que estaría atravesando un problema de salud y su tratamiento amerita que resida en otro lugar del país.

“Llego a ustedes por este medio, apenas regresado de Roma, para decirles que he presentado al Santo Padre Francisco mi renuncia como obispo de la Nueva Orán.

Desde hace tiempo un problema de salud no me permite llevar plenamente el ministerio pastoral que me fue confiado, sobre todo teniendo en cuenta la vasta extensión de nuestro territorio diocesano, y los enormes desafíos que tenemos como Iglesia en el norte de la patria”, dice la misiva.

Y agrega: “Por eso he puesto en manos del Santo Padre esta decisión, que creo es la mejor, sobre todo pensando en ustedes, antes que en mí mismo, y porque la recuperación que debo encarar no puedo hacerla aquí”.

Más adelante Zanchetta expresa su agradecimiento al pueblo y a los religiosos que acompañaron su ministerio: “Mi gratitud infinita a todos porque son un don de Dios para mi vida. Y muy especialmente a los sacerdotes, diáconos, seminaristas, los miembros de la vida consagrada, y todas las personas que conformamos esta hermosa familia diocesana.

Dado que debo partir lo antes posible para iniciar el tratamiento, me despido con esta carta, aunque quisiera poder estrechar las manos de todos, especialmente de los más pobres, débiles y sufrientes. Estaremos unidos en la eucaristía y en la oración diaria, y cuando Dios lo quiera, nos volveremos a ver

Sepan perdonarme en todo aquello en lo que les haya faltado y sosténganme con su oración”, concluye.

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July 17, 2017

Más un escándalo de pedofilia envolviendo la Iglesia choca Argentina

(ARGENTINA)
Instituto Humanitas Unisinos  [São Leopoldo, Brazil]

July 17, 2017

By João Vitor Santos Traducción: Juan Luis Hermida

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Él tiene 52 años, es casado y padre de dos hijos. Trabajó como profesor de tenis e importador de muebles, pero hoy enfrenta el desafío de vivir una verdadera cruzada para combatir el abuso sexual de niños. Su frente de batalla es la página en el Facebook Cruzada Francisa, por medio de la cual recibe denuncias de casos y articula apoyo a las víctimas y sus familias. La vida de Rufino Varela cambió desde que reconoció públicamente los abusos que sufriera a los 12 años de edad, dentro de una escuela católica en Argentina. Pero no es cualquier escuela, es una de las más tradicionales del país, el Cardenal Newman. Recientemente, el colegio se volvió noticia por destacar que entre sus ex alumnos con notoriedad en la sociedad está el actual presidente argentino Mauricio Macri, además de varios miembros de su gobierno.

Varela tenía 12 años cuando fue abusado por el padre irlandés Finnlugh Mac Conastair, conocido en el colegio como padre Alfredo. Su historia se hizo pública esta semana, cerca de seis meses después de contar en detalles los abusos al periódico La Nación. Desde entonces, Varela dice que viene reuniendo el testimonio de otros ex alumnos, llegando ya a 22 casos relatados. La dirección del Newman informa que cinco estudiantes se presentaron a una comisión de psicólogos creada especialmente para tratar de esos casos. Sin embargo, reconoce que el número de víctimas puede ser muchos mayor y que muchos ni siquiera quieren revivir sus historias de abusos.

Era cerca del mediodía cuando, en 1977, el niño Varela buscó al padre Alfredo para denunciar que un funcionario de su familia abusaba de él. El religioso lo llevó para su cuarto y, debajo de un cobertor, obligó al chico a bajarse los pantalones e, boca abajo, acarició al niño en cuanto le preguntaba detalles del abuso que había sufrido. Después de eso, el padre le habría dicho, según el propio Varela relata el periódico El País: “estamos en paz y este es un secreto entre nosotros y Dios.” Después, todavía quiso darle algunos dulces al niño, que lo empujó y volvió llorando para su clase.

Fueron muchos años hasta que Varela consiguió elaborar lo que había pasado. Aunque la historia fuera conocida entre un círculo pequeño de amigos, decidió hacer público el caso así que supo que el colegio estaba programando un evento para condecorar a Macri, un ex alumno que llegara a la presidencia. Antes, sin embargo, Varela escribió al director contándole lo que sufriera y pidiendo que, así como ocurría la condecoración a Macri, le fuese dado un pedido público de disculpas, hecho que nunca ocurrió.

Desde que hizo pública la historia, Varela ha sido acusado por un ex colega de manchar la imagen del colegio Cardenal Newman por oponerse al destaque que le dieron a Macri. Pero, en entrevista al periódico El País, él destaca que también ha recibido muchas manifestaciones de solidaridad por su acto. “El abuso no es ni de derecha ni de izquierda, no es católico, judío o protestante. Sucede con personas pobres o ricas. El agresor escoge su víctima por una cuestión de oportunidad y de estudiar, pero no pide nada para que todos estén expuestos”, dice él en la entrevista.

El colegio y sus sombras

Cardenal Newman es una de las pocas escuelas en Argentina que permanece apenas para hombres. Fue fundada en 1948 por la congregación Irish Christian Brothers en San Isidro, en la periferia de Buenos Aires. Hace una década es administrada por laicos, El 10 de abril, el superior regional de la congregación admitió la existencia de abuso en el pasado y pidió disculpas a todas las víctimas de la escuela en una carta pública.

Varela contó a El País que, semanas atrás, recibió un e-mail de la policía irlandesa en que pide para ayudar a entrar en contacto con otras víctimas y abusadores que todavía podrían estar vivos. El padre Alfredo murió en 1997, pero el director de la escuela durante los años 70, John Burke, estaría en Irlanda. En 1981, Burke jubiló al padre Alfredo sin informar las causas, que pasó a vivir en la casa parroquial José León Suárez, en la provincia de Buenos Aires.

En la semana pasada, otro ex alumno de la escuela, Guillermo Newbery, dijo a la revista Noticias que denunció en 1964 al entonces director del primario, padre Derham, por acariciar varios de sus colegas. De acuerdo con el semanario, el padre fue transferido para una escuela en Montevideo y Newbery expulso del colegio Newman.

Argentina en choque

El relato de Varela vuelve a flote en medio a un estado de choque en el que se encuentra la comunidad argentina. Hace algunos meses, relatos de abusos sexuales de todos los tipos que sufrieron alumnos del Instituto Próvolo de Mendoza en La Plata, se hicieron públicos. Eran cinco niños sordos y muy pobres que eran seleccionados por una hermana religiosa que los entregaba a padres pedófilos. El país todavía colecciona otros casos como el del sacerdote Julio Grassi, que era una verdadera celebridad y circulaba por la alta sociedad argentina en la década de 1990. Al frente de la fundación Felices los Niños, llegó a atender a más de 6 mil menores abandonados. En 2002, el programa de televisión Telenoche reveló que tres niños pobres, que tenían entre 14 y 16 años de edad y dependían de Grassi para todo eran sometidos a los más sórdidos abusos.

Reacciones en América Latina

En ArgentinaChileMéjicoPerú y República Dominicana víctimas de clérigos pedófilos se unen para romper el silencio en torno del tema. En una acción similar a la de Varela, crearon la red llamada Unidas. Por ocasión de la fundación de Unidas, en el inicio de 2015, los integrantes pidieron al Papa Francisco que tome acciones efectivas y someta a la justicia civil a los responsables que encubren los crímenes. En carta, afirman que “solamente con una profunda reforma de la Iglesia y el juicio civil de los culpados comenzará el final de ese gran holocausto de millares de niñas y niños sacrificados para evitar el escándalo y salvaguardar la imagen y el prestigio de los representantes de la Iglesia Católica en el mundo.”

En el segundo semestre de 2015, la Conferencia de los Obispos de Argentina publicó un guía, aprobado por el Vaticano, que indica a las autoridades eclesiásticas como proceder en casos de denuncias, explica tipos de acción penal e informa cuando el delito prescribe. Fue una de las acciones de la comisión creada para investigar y trabajar por la disminución de los casos de abusos cometidos por el clero. En el inicio de este año, el Consejo Episcopal Latino-Americano (CELAM) decidió trabajar sobre el guía a través de un curso que promovió a los clérigos. El curso fue ministrado por el padre Jordi Bertomeu, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, enviado por Roma “para instruir a los obispos latino americanos sobre la tarea de la Iglesia en la protección de menores.”

Desafíos del pontificado para encarar el tema

El Papa Francisco viene tomando algunas iniciativas de combate a la pedofilia en la Iglesia Católica desde el inicio de su pontificado. Sin embargo, existen críticas a la manera como la cuestión viene siendo conducida por la jerarquía de la Iglesia, con procesos demorados, poca atención dada a las víctimas y falta de reglas claras para castigar sacerdotes y obispos que cometen abusos y los encubren. En marzo de 2014, él crea la Pontificia Comisión para la Protección de Menores. De carácter consultivo el órgano tiene 18 miembros, con integrantes de ambos sexos, tanto religiosos cuanto laicos (incluyendo abogados, psicólogos y psiquiatras). Dos de los miembros originales del grupo, la irlandesa Marie Collins y el británico Peter Saunders, fueron invitados específicamente por haber sufrido abuso sexual por parte de sacerdotes y de hacer parte de organizaciones de apoyo a las víctimas.

Sin embargo, la Comisión se ha vuelto noticia mucho más por las cuestiones internas de que por el hecho de haber abierto la caja negra de la pedofilia en organismos de la Iglesia Católica. En setiembre del año pasado, Peter se licencia del grupo. Antes de él,Claudio Papale, italiano profesor de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Urbaniana, ya había dejado el grupo. En este año, fue Marie Collins quien salió de la Comisión. En la ocasión, denunció la resistencia y la falta de cooperación que la Comisión enfrenta por parte de la Congragación para la Doctrina de la Fe – CDF y de algunas autoridades vaticanas.

Se especula que entre una de las resistencias vaticanas estaba personificada en la figura del cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la CDF, que dejó el cargo en junio de este año. Sobre la decisión de cambiar al prefecto de la Congragación pesó también la cuestión de la pedofilia y la difícil relación con la Comisión Pontificia para la protección de los menores, sobre la dirección del cardenal O´Malley, de BostonMüller fue substituido por Don Luis Francisco Ladaria Ferrer, jesuita, Arzobispo titular de Tibica, que era secretario de la CDF.

Luces sobre casos de pedofilia

El año pasado, la película Spotlight trajo a la luz el tema de la pedofilia en la Iglesia Católica. Dirigido por Tom McCarthy y escrito por McCarthy y Josh Singer, la trama estadounidense trata de la investigación, por un equipo del periódico The Boston Globe, de los casos de abuso sexual y pedofilia por miembros de la arquidiócesis católica de Boston. Esta investigación recibió el Premio Pulitzer de Servicio Público en 2003.

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July 13, 2017

Desde 2002 hubo 65 miembros de la Iglesia denunciados por abuso, entre ellos Brizzio

(ARGENTINA)
Saber Mas Santa Fe [Santa Fe, Argentina]

July 13, 2017

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La agencia de noticias Télam elaboró un informe que desnuda este costado oscuro, aunque sólo tres religiosos fueron expulsados del sacerdocio. Al padre Luis Brizzio primero lo ocultaron y después lo protegieron. En la actualidad desarrolla su tarea pastoral con normalidad.

La Iglesia argentina agregó un nuevo pedófilo a su extensa historia de abusos contra menores al conocerse la denuncia contra el cura Carlos José, quien acaba de renunciar al sacerdocio, con lo que ya suman 65 los miembros denunciados por abuso sexual desde que en 2002 estalló el escándalo del cura Julio César Grassi.

De esta manera, en Argentina más de cuatro curas son denunciados, en promedio, cada año por haber cometido abuso y de todos ellos, hasta ahora, sólo tres fueron condenados con la máxima pena dentro de la Iglesia, la expulsión del sacerdocio.

Dos mujeres contaron los abusos a los que las sometió el ex sacerdote José cuando eran menores hace más de una década, según una investigación del canal TN. El cura, quien se desempeñaba en el colegio San Francisco Javier, en la localidad bonaerense de Caseros, está acusado por los delitos de abuso sexual simple y agravado.

Desde la Fiscalía de San Martín que lleva adelante la investigación dijeron que hasta ahora no habían podido informar al sacerdote sobre la imputación en su contra, pero el vicario de San Martín confirmó a esta agencia que el sacerdote presentó su renuncia como párroco de San José Obrero, una parroquia ubicada en el mismo predio del colegio.

“La renuncia es al estado eclesiástico, significa que no puede ejercer el ministerio ni depende de ningún obispo. En términos populares, deja de ser cura”, aseguró el vicario de San Martín.

Sin embargo, Carlos Lombardi, especialista en derecho canónico, señaló que la medida no garantiza que José no vuelva a ejercer como sacerdote. “Esto no significa que alguien lo controle, nadie puede garantizar que no aparezca dando misa en Brasil. La Iglesia no muestra ninguna evidencia ni de que él haya presentado la renuncia ni que el obispado la haya aceptado, es una falacia”, dijo Lombardi.

El abogado consideró que este tipo de medidas “se toman cuando ya no lo pueden defender más, cuando la situación se les hace insostenible”.

En mayo, Télam publicó una investigación exclusiva en la que constató que al menos 62 miembros de la Iglesia -59 sacerdotes y 3 monjas- habían sido acusados a lo largo de los 15 años que transcurrieron desde que se conocieron las primeras denuncias contra Grassi. Pero en apenas dos meses, otros tres curas se agregaron a la lista. Se trata de Ezequiel Maggiolo, párroco de Monte Vera, en Santa Fe, quien fue apartado del cargo por monseñor José María Arancedo por acosar a una chica de 16 años por Whatsapp.

El segundo caso fue el de Luis Bergliaffa, acusado por haber abusado de una nena de diez años en Córdoba, y a quien el Vaticano le aplicó una pena de diez años durante los que no puede actuar como sacerdote. Sin embargo, el cura fue descubierto trabajando en la sede del obispado del Alto Valle.

En abril último, dos mujeres se presentaron en la UFI 14 de San Martín para denunciar los abusos a los que habían sido sometidas por José, quien renunció al sacerdocio hace dos semanas atrás, según informó el obispado. En uno de los casos, Mailin, cuyo calvario comenzó cuando tenía diez años, denunció que José la abusaba en un sótano y la obligaba a sentarse en sus rodillas cuando se confesaba para tocarle las partes íntimas.

Consultado por Télam, el vicario de San Martín precisó que “toda esta situación fue llevada al fuero penal, en la UFI 14 (a cargo de la investigación), lo cual facilita que la acusación pueda explayarse y que el acusado pueda ejercer su defensa”.

Según González el obispado tenía “mínimo contacto” con el cura y era “por cuestiones puntuales”. Además dijo que hacía un año que el sacerdote tenía una licencia: “Estaba en un año sabático. En cuanto falleció el papá hizo ese pedido”, señaló el vicario, quien informó que desde entonces dejó de dar misas en la parroquia San José Obrero que funciona en el mismo predio del colegio donde habrían sido cometidos los abusos, en el partido de Tres de Febrero.

Hasta hoy sólo tres religiosos fueron expulsados del sacerdocio, son Miguel Ángel Santurio, de Misiones, y Cristian Gramlich y José Mercau, de San Isidro.

En Esperanza

El caso de abuso que involucró al padre Luis Brizzio fue noticia a nivel nacional, pero también estuvo envuelto en un sinnúmero de irregularidades: inicialmente la Iglesia intentó negar la realidad diciendo que dejaba la Basílica por “un cuadro de estrés”, después lo protegieron al enviarlo a un lugar de aislamiento, pero desde allí hablaba por teléfono y enviaba mails a varios esperancinos, y finalmente en el propio fallo del Arzobispado nunca negaron su culpabilidad, pero para protegerlo de un juicio civil millonario adujeron, increíblemente, que “al momento de los hechos el denunciante era menor de edad, por lo cual no se puede hablar de abuso de menores”.

Insólito pero real, porque aun siendo mayor la víctima, algo sobre lo que hay pruebas de todo tipo que demuestran que tenía 17 años, eso no exime de culpabilidad a un sacerdote que debía ser ejemplo de conducta… Es más, en su defensa Brizzio habría aducido que mantenían una relación sentimental, algo también prohibido por la propia Iglesia.

Pero así y todo las autoridades dejaron pasar el tiempo y como se fue de la ciudad, a escondidas, Brizzio llegó a San Javier y lleva una vida normal en el templo de esa ciudad y dentro de la comunidad.

No existió castigo a pesar que reconocieron el vínculo con el joven que lo denunció por abuso. Su estrecha relación con monseñor Arancedo lo salvó de todo.

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July 8, 2017

Investigación. Don Granuzzo, el violador de niños sordos que se fugó a tiempo de Argentina

LA PLATA (ARGENTINA)
La Izquierda Diario [Buenos Aires, Argentina]

July 8, 2017

By Daniel Satur

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Hace más de 50 años abusaba de estudiantes en el Provolo de Verona. En los 90 cruzó el Atlántico para manejar la sede del instituto en La Plata. Lo “repatriaron” hace poco, antes de estallar el escándalo en Mendoza.

Giovanni Granuzzo junto a Gustavo Chamorro (actual director del Provolo de La Plata)

“Desde hoy el Padre Juan será el representante legal de nuestra institución. Para nosotros es muy importante, ya que al mismo tiempo estamos despidiendo al querido Padre Nicola, que asumirá la responsabilidad de conducir nuestro nuevo instituto en Mendoza, donde llevará toda su experiencia y amor por los niños sordos e hipoacúsicos”.

Con esa breve presentación, las y los docentes del Instituto Antonio Provolo de La Plata se anoticiaron, una tarde de principios de 1998, de algunos cambios en el colegio y en el internado. Era uno de los momentos de mayor apogeo y expansión del Instituto, fundado en la capital bonaerense en 1914. Casi entrado el Siglo XX, a los tratos preferenciales recibidos de parte del Arzobispado de La Plata se sumaba el prestigio como educadores de niñas, niños y jóvenes con discapacidades auditivas.

El Padre Juan no era otro que Giovanni Granuzzo, el sexagenario italiano que llegaba a La Plata por segunda vez (la primera había sido en los 80). Siempre sobrio, muy culto, a Granuzzo lo habían convocado para reemplazar, como representante legal del instituto, a su paisano Nicola Corradi, que a su vez había sido llamado a “expandir la obra” por otras tierras. Su nuevo destino era Luján de Cuyo, donde tendría todo un instituto en sus manos.

Correcto y seductor

Todo el personal del instituto le tenía mucho respeto. Y si bien no tenía trato cotidiano con estudiantes, solía demostrar que sabía casi todo lo que ahí pasaba. Siempre con un trato cordial hacia las profesoras y los profesores. Además de sus tareas administrativas, Don Granuzzo daba regularmente las misas en la escuela.

Algunas de las personas que trabajaron cerca suyo coinciden en que una de sus pasiones era “formar novicios”. Efectivamente Granuzzo conducía un grupo de jóvenes que vivían en un ala exterior del instituto, ubicada justo enfrente a la escuela (casi en la esquina de 25 y 47). No daba clases en el Instituto, pero a los novicios los tenía bajo su mando.

“Muchos de esos muchachos venían de Paraguay y del interior del país”, recuerdan las fuentes. Y hubo quien asegura que uno de esos novicios se hizo sacerdote, se transformó en su mano derecha y ahora vive en Italia. Posiblemente con él.

Hace casi tres años Granuzzo volvió a su Italia natal. Nadie duda de que se trató de traslado obligado, pero hay divergencias sobre los motivos. Algunos aseguran que lo querían como vicedirector de la sede central de Verona. Pero también hay quienes piensan (sobre todo entre el personal menos comprometido con “la obra”) que probablemente los italianos se veían venir lo de los abusos en Mendoza y entonces decidieron repatriarlo.

La incógnita tiene, además, bastante de sospecha. ¿Por qué, al borde de los 80 años y habiéndose nacionalizado argentino (DNI 18.212.849) era obligado a volver a Italia abandonando su nueva patria?

Ninguna de las fuentes que habló este diario puede responder esa pregunta. Nadie puede creer que el Padre Juan haya decidido, sin una razón de peso, abandonar a sus novicios, con quienes tenía un trato más que especial (“de complicidad y cierto coqueteo”, dicen).

“¿Por qué cambiaría Don Granuzzo, con la vida ya hecha, un pasar tan plácico por otro cargada de muchas responsabilidades?”, se pregunta una docente que pasó muchos años en el instituto y conoce demasiadas historias.

Una respuesta posible sería que, quizás, esa placidez no iba a durar mucho. Sobre todo si algunas de las víctimas de Granuzzo empezaban a hablar. Por eso siempre era mejor rajar a tiempo. Aún teniendo 80 años.

Hoy el “Padre Juan” vive en Verona, en el mismo instituto que lo vio “consagrarse” y que es, vale recordar, el más y seguro de la congregación. No se sabe si su exnovicio de La Plata está a su lado. Pero no le faltan compañías que le ayuden a soportar, en sus últimos años de vida, su nostalgia por Argentina.

Sin embargo, cada dos por tres se despierta sobresaltado y suele pasar días enteros con un molesto temor. Sabe que su arraigo en La Plata no era sólo sentimental. Era también un resguardo.

Década del 80: Granuzzo (arriba al medio), Spinelli (a su lado a la derecha), Primati (arriba a la derecha) y Corradi (abajo a la izquierda) en el Provolo de La Plata

“Yo tenía 12 y él 26”

Granuzzo no comparte con Nicola Corradi, Giuseppe Spinelli y Eliseo Primati sólo la nacionalidad y la religión. Los cuatro son parte de una legión de abusadores sexuales del Instituto Provolo de Verona que, tras cometer infinidad de crímenes entre las décadas del 50 y del 80, fueron “trasladados” a otras latitudes.

“Padecí abusos sexuales de Don Granuzzo y he sido testigo de sus acosos hacia otros compañeros. De mí abusó durante unos tres años. He sido estudiante del Instituto de Sordomudos Antonio Provolo de Verona, entre los 9 y los 16 años. Yo tenía 12 o 13 y él cerca de 26”, relata un denunciante de los abusos cometidos por los curas en Verona a La Izquierda Diario desde Italia.

Hoy el hombre tiene 69 años y desde hace casi diez, junto a otros sobrevivientes, viene batallando para que se sepa la verdad sobre los crímenes sexuales en el Provolo veronés. Y aunque sabe que es muy difícil que Granuzzo y los otros curas abusadores vayan a la cárcel en su país, considera importante que en Argentina se sepa su historia. Padecí abusos sexuales de muchos curas. De Granuzzo, de Don Nicola Corradi y también de Monseñor Giuseppe Carraro, quien fue Obispo de Verona entre 1958 al 1978. 

¿Qué clase de abusos? Manoseos y masturbaciones violentas. Fue terrible. Me devastaron. He llegado a escaparme del instituto y correr los 40 kilómetros hasta mi casa. Pero cuando me hicieron regresar al Provolo los abusos continuaron. 

El hombre (del que se preserva su identidad) es uno de los más decididos denunciantes de Verona. Supo derribar la barrera de la vergüenza, del terror y del silencio. No está solo, pero sabe que no todas las víctimas tienen el mismo coraje. En muchas personas logra tener éxito el plan de amedrentamiento implementado por la jerarquía eclesiástica en estos casos.

¿Cuándo habló del tema por primera vez? Mis padres sabían de los abusos y la violencia que sufría en el instituto. Pero callaron, condicionados por cierta mentalidad de aquella época. No era como ahora. 

En 2009 hablé con la Asociación de Sordos Antonio Provolo [una organización ajena al Instituto], que son los únicos que me sostienen. Luego relaté mi historia al periodista Paolo Tessadri del semanario L’Espresso, quien publicó notas sobre esos abusos y violencias, llegando a recoger testimonios de unos 70 exalumnos.

¿La Curia desde cuándo sabe de esos casos? Las autoridades eclesiásticas supieron por nosotros de la pedofilia clerical en el instituto Provolo en 2006, cuando tuvimos un primer encuentro con Monseñor Franco Fiorio, secretario del Obispado de Verona. Entre 2006 y 2008 fueron informados el actual Obispo de Verona, Giuseppe Zenti, y el Presidente del Tribunal Eclesiástico de Verona, Giuseppe Mazzoni, tanto en encuentros personales como por carta. 

¿Y el Vaticano? El Vaticano lo supo también por nuestras cartas certificadas y por un video que le enviamos. Es por eso que la Congregación de la Doctrina de la Fe creó en Verona, en el año 2010, una Comisión de Investigación externa a la Iglesia. 

¿Qué hizo esa comisión? Duró casi dos años. En 2012 el Vaticano nos envió un informe con los resultados de la investigación. Pero si bien se reconocieron algunos abusos, el informe es muy incompleto. La mayor parte de los curas pedófilos denunciados ante la Comisión desaparecieron del informe final. De hecho Granuzzo y Corradi no figuran, siendo que yo declaré personalmente sobre ellos. El presidente de esa Comisión, Mario Samnita, llegó a decir que no se habían ocupado de Corradi porque estaba en Argentina.

Los encubridores

Una de las cosas que más bronca le dieron al denunciante veronés que habló con La Izquierda Diario y el resto de los sobrevivientes del Provolo de Verona fue el accionar de la jerarquía de esa ciudad y del Vaticano luego de que las denuncias se hicieron públicas. Un accionar que excede el mero desinterés e incluye, por ejemplo, la falsificación de documentos para buscar torcer la historia. Durante el trabajo de la Comisión solicité participar de inspecciones a la Curia de Verona, incluyendo la habitación del Obispo, así demostraba que conozco muy bien ese entorno privado, inaccesible de otro modo. Pero eso no fue autorizado. Luego, pese a las solicitudes de las víctimas enviadas en dos cartas, el Vaticano se negó a proveernos copias de las actas y de las grabaciones en audio y video de la Comisión Investigadora. 

¿Cómo es eso de la falsificación? Durante el trabajo de la Comisión yo pude obtener una copia de mi ficha de estudiante del Provolo. Era una copia oficial del Instituto, autenticada por el Tribunal de los Santos. Allí figura que mi egreso como estudiante fue en 1963. Y como yo declaré que fue abusado por el Obispo de Verona hasta 1964, la Comisión consideró “inadmisible” mi testimonio. Pero hace poco encontré mi libreta de notas original, que me dio el instituto cuando egresé. Allí dice, inequívocamente, que terminé en 1964. Por eso presenté una denuncia en la Fiscalía de Verona para que se verifique la falsificación y se identifique a los responsables. 

El hombre agrega, por si hiciera falta, que hasta hoy ni el Instituto Provolo, ni la Curia de Verona ni el Vaticano les dieron a él y al resto de los denunciantes una mínima ayuda, ni material ni psicológica. Por eso se siente obligado a dar su testimonio, que además de relatar aberraciones del pasado desenmascara atrocidades del presente.

El “traslado” como estrategia

En 1964, cuando tenía 16 años y estaba terminando su paso por el Provolo, el denunciante y sus compañeros escucharon con atención a Don Eligio Piccoli anunciar que el padre Granuzzo y otros sacerdotes y hermanos laicos partirían hacia la Argentina. En aquel momento nadie dio explicaciones de por qué esa legión de curas abandonaba Verona. Tampoco nadie preguntó demasiado.

En febrero de este año, 53 años después de aquel anuncio, los sobrevivientes de Granuzzo y compañía vieron en un video al propio Piccoli reconocer que esos traslados habían sido planificados para alejar a algunos de los abusadores de Verona (quizás los más comprometidos), enviándolos a América. Fue cuando el anciano Don Eligio, hoy recluido en un hospital católico también por pedófilo, confesó a un periodista italiano (que portaba una cámara oculta) ésa y otras intimidades.

Hay dos zonas grises en esta historia. Por un lado, se desconoce qué hicieron Granuzzo, Corradi y el resto de aquellos “trasladados” entre 1964 y la década del 80, ya que las fuentes más memoriosas de La Plata aseguran que, como mucho, fue a fines de los 70 que aparecieron en la sede del Instituto. Y por otro lado, por el momento no se conocen casos de abusos por parte de Granuzzo sobre estudiantes sordos o novicios en el Provolo de La Plata.

Obviamente, ninguna de ambas zonas grises impiden anticipar algunas respuestas. ¿Pueden haber sido trasladados en 1964 a Argentina y alojados en cualquier dependencia eclesiástica hasta que asumieron roles en el Provolo? Sí, por supuesto. ¿Y puede Granuzzo haber cometido violaciones y abusos varios a menores que estaban bajo su responsabilidad? Sí, es lo más probable.

De hecho, hoy Nicola Corradi (el italiano que comparte con el Padre Juan religión, nacionalidad, edad y “tentaciones”) está preso en Mendoza por las denuncias de decenas de víctimas abusadas en los últimos años. Aún no hay procesamientos en su contra por los abusos denunciados por sus víctimas de La Plata, donde dirigió el Provolo durante dos décadas.

Los favores de Dios

Con la impunidad garantizada por el entramado instituido, reproducido y respetado por el Vaticano para con sus curas violadores y con la convicción de que muchas víctimas no logran superar el terror impuesto por las sotanas, es muy probable que Granuzzo, Corradi (hoy preso), Horacio Corbacho (hoy preso con Don Nicola), Giuseppe Spinelli (probablemente ya muerto) y Eliseo Primati (aún recluido en la sede platense) hayan cometido decenas o cientos de abusos sin preocuparse demasiado por nada.

“No me sorprende que me pregunte por Don Granuzzo ni mucho menos me sorprende que haya saltado el escándalo en el Provolo de Argentina”, dice el sobreviviente veronés. Y agrega, con un dejo de ironía, que “la Iglesia debería estar avergonzada: ellos sabían todo, eso es innegable”.

El hombre de 69 años no guarda mucha esperanza de que Granuzzo sea alcanzado por el Poder Judicial italiano. Pero no muestra resignación. Aunque asegura que su vida fue arruinada por esos abusos (“nunca pude tener relaciones sanas con mujeres o incluso besar en la boca a una persona”) afirma que no descansará hasta que todo el mundo sepa la verdadera historia del Provolo.

Una historia que Jorge Bergoglio y todos sus obispos, incluyendo a Zenti de Verona y Aguer de La Plata, saben mejor que cualquier sobreviviente.

“Nuestra tarea apunta a fortalecer la capacidad de comunicación y la formación laboral (…) para que los chicos tengan igualdad de oportunidades”, había dicho Giovanni Granuzzo en una entrevista concedida al diario El Día de La Plata en mayo de 2010. Eran tiempos más tranquilos, cuando ni se le pasaba por la cabeza que debería volver algún día, casi escapando y sin que nadie sepa mucho en La Plata, a la Italia de la que lo habían visto partir décadas atrás.

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Investigación. Don Granuzzo, el violador de niños sordos que se fugó a tiempo de Argentina

LA PLATA (ARGENTINA)
La Izquierda Diario [Buenos Aires, Argentina]

July 8, 2017

By Daniel Satur

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Hace más de 50 años abusaba de estudiantes en el Provolo de Verona. En los 90 cruzó el Atlántico para manejar la sede del instituto en La Plata. Lo “repatriaron” hace poco, antes de estallar el escándalo en Mendoza.

Giovanni Granuzzo junto a Gustavo Chamorro (actual director del Provolo de La Plata)

“Desde hoy el Padre Juan será el representante legal de nuestra institución. Para nosotros es muy importante, ya que al mismo tiempo estamos despidiendo al querido Padre Nicola, que asumirá la responsabilidad de conducir nuestro nuevo instituto en Mendoza, donde llevará toda su experiencia y amor por los niños sordos e hipoacúsicos”.

Con esa breve presentación, las y los docentes del Instituto Antonio Provolo de La Plata se anoticiaron, una tarde de principios de 1998, de algunos cambios en el colegio y en el internado. Era uno de los momentos de mayor apogeo y expansión del Instituto, fundado en la capital bonaerense en 1914. Casi entrado el Siglo XX, a los tratos preferenciales recibidos de parte del Arzobispado de La Plata se sumaba el prestigio como educadores de niñas, niños y jóvenes con discapacidades auditivas.

El Padre Juan no era otro que Giovanni Granuzzo, el sexagenario italiano que llegaba a La Plata por segunda vez (la primera había sido en los 80). Siempre sobrio, muy culto, a Granuzzo lo habían convocado para reemplazar, como representante legal del instituto, a su paisano Nicola Corradi, que a su vez había sido llamado a “expandir la obra” por otras tierras. Su nuevo destino era Luján de Cuyo, donde tendría todo un instituto en sus manos.

Correcto y seductor

Todo el personal del instituto le tenía mucho respeto. Y si bien no tenía trato cotidiano con estudiantes, solía demostrar que sabía casi todo lo que ahí pasaba. Siempre con un trato cordial hacia las profesoras y los profesores. Además de sus tareas administrativas, Don Granuzzo daba regularmente las misas en la escuela.

Algunas de las personas que trabajaron cerca suyo coinciden en que una de sus pasiones era “formar novicios”. Efectivamente Granuzzo conducía un grupo de jóvenes que vivían en un ala exterior del instituto, ubicada justo enfrente a la escuela (casi en la esquina de 25 y 47). No daba clases en el Instituto, pero a los novicios los tenía bajo su mando.

“Muchos de esos muchachos venían de Paraguay y del interior del país”, recuerdan las fuentes. Y hubo quien asegura que uno de esos novicios se hizo sacerdote, se transformó en su mano derecha y ahora vive en Italia. Posiblemente con él.

Hace casi tres años Granuzzo volvió a su Italia natal. Nadie duda de que se trató de traslado obligado, pero hay divergencias sobre los motivos. Algunos aseguran que lo querían como vicedirector de la sede central de Verona. Pero también hay quienes piensan (sobre todo entre el personal menos comprometido con “la obra”) que probablemente los italianos se veían venir lo de los abusos en Mendoza y entonces decidieron repatriarlo.

La incógnita tiene, además, bastante de sospecha. ¿Por qué, al borde de los 80 años y habiéndose nacionalizado argentino (DNI 18.212.849) era obligado a volver a Italia abandonando su nueva patria?

Ninguna de las fuentes que habló este diario puede responder esa pregunta. Nadie puede creer que el Padre Juan haya decidido, sin una razón de peso, abandonar a sus novicios, con quienes tenía un trato más que especial (“de complicidad y cierto coqueteo”, dicen).

“¿Por qué cambiaría Don Granuzzo, con la vida ya hecha, un pasar tan plácico por otro cargada de muchas responsabilidades?”, se pregunta una docente que pasó muchos años en el instituto y conoce demasiadas historias.

Una respuesta posible sería que, quizás, esa placidez no iba a durar mucho. Sobre todo si algunas de las víctimas de Granuzzo empezaban a hablar. Por eso siempre era mejor rajar a tiempo. Aún teniendo 80 años.

Hoy el “Padre Juan” vive en Verona, en el mismo instituto que lo vio “consagrarse” y que es, vale recordar, el más y seguro de la congregación. No se sabe si su exnovicio de La Plata está a su lado. Pero no le faltan compañías que le ayuden a soportar, en sus últimos años de vida, su nostalgia por Argentina.

Sin embargo, cada dos por tres se despierta sobresaltado y suele pasar días enteros con un molesto temor. Sabe que su arraigo en La Plata no era sólo sentimental. Era también un resguardo.

Década del 80: Granuzzo (arriba al medio), Spinelli (a su lado a la derecha), Primati (arriba a la derecha) y Corradi (abajo a la izquierda) en el Provolo de La Plata

“Yo tenía 12 y él 26”

Granuzzo no comparte con Nicola Corradi, Giuseppe Spinelli y Eliseo Primati sólo la nacionalidad y la religión. Los cuatro son parte de una legión de abusadores sexuales del Instituto Provolo de Verona que, tras cometer infinidad de crímenes entre las décadas del 50 y del 80, fueron “trasladados” a otras latitudes.

“Padecí abusos sexuales de Don Granuzzo y he sido testigo de sus acosos hacia otros compañeros. De mí abusó durante unos tres años. He sido estudiante del Instituto de Sordomudos Antonio Provolo de Verona, entre los 9 y los 16 años. Yo tenía 12 o 13 y él cerca de 26”, relata un denunciante de los abusos cometidos por los curas en Verona a La Izquierda Diario desde Italia.

Hoy el hombre tiene 69 años y desde hace casi diez, junto a otros sobrevivientes, viene batallando para que se sepa la verdad sobre los crímenes sexuales en el Provolo veronés. Y aunque sabe que es muy difícil que Granuzzo y los otros curas abusadores vayan a la cárcel en su país, considera importante que en Argentina se sepa su historia. Padecí abusos sexuales de muchos curas. De Granuzzo, de Don Nicola Corradi y también de Monseñor Giuseppe Carraro, quien fue Obispo de Verona entre 1958 al 1978. 

¿Qué clase de abusos? Manoseos y masturbaciones violentas. Fue terrible. Me devastaron. He llegado a escaparme del instituto y correr los 40 kilómetros hasta mi casa. Pero cuando me hicieron regresar al Provolo los abusos continuaron. 

El hombre (del que se preserva su identidad) es uno de los más decididos denunciantes de Verona. Supo derribar la barrera de la vergüenza, del terror y del silencio. No está solo, pero sabe que no todas las víctimas tienen el mismo coraje. En muchas personas logra tener éxito el plan de amedrentamiento implementado por la jerarquía eclesiástica en estos casos.

¿Cuándo habló del tema por primera vez? Mis padres sabían de los abusos y la violencia que sufría en el instituto. Pero callaron, condicionados por cierta mentalidad de aquella época. No era como ahora. 

En 2009 hablé con la Asociación de Sordos Antonio Provolo [una organización ajena al Instituto], que son los únicos que me sostienen. Luego relaté mi historia al periodista Paolo Tessadri del semanario L’Espresso, quien publicó notas sobre esos abusos y violencias, llegando a recoger testimonios de unos 70 exalumnos.

¿La Curia desde cuándo sabe de esos casos? Las autoridades eclesiásticas supieron por nosotros de la pedofilia clerical en el instituto Provolo en 2006, cuando tuvimos un primer encuentro con Monseñor Franco Fiorio, secretario del Obispado de Verona. Entre 2006 y 2008 fueron informados el actual Obispo de Verona, Giuseppe Zenti, y el Presidente del Tribunal Eclesiástico de Verona, Giuseppe Mazzoni, tanto en encuentros personales como por carta. 

¿Y el Vaticano? El Vaticano lo supo también por nuestras cartas certificadas y por un video que le enviamos. Es por eso que la Congregación de la Doctrina de la Fe creó en Verona, en el año 2010, una Comisión de Investigación externa a la Iglesia. 

¿Qué hizo esa comisión? Duró casi dos años. En 2012 el Vaticano nos envió un informe con los resultados de la investigación. Pero si bien se reconocieron algunos abusos, el informe es muy incompleto. La mayor parte de los curas pedófilos denunciados ante la Comisión desaparecieron del informe final. De hecho Granuzzo y Corradi no figuran, siendo que yo declaré personalmente sobre ellos. El presidente de esa Comisión, Mario Samnita, llegó a decir que no se habían ocupado de Corradi porque estaba en Argentina. 

Leé también Francisco sabía que en el Provolo se refugian violadores y nunca hizo nada

Los encubridores

Una de las cosas que más bronca le dieron al denunciante veronés que habló con La Izquierda Diario y el resto de los sobrevivientes del Provolo de Verona fue el accionar de la jerarquía de esa ciudad y del Vaticano luego de que las denuncias se hicieron públicas. Un accionar que excede el mero desinterés e incluye, por ejemplo, la falsificación de documentos para buscar torcer la historia. Durante el trabajo de la Comisión solicité participar de inspecciones a la Curia de Verona, incluyendo la habitación del Obispo, así demostraba que conozco muy bien ese entorno privado, inaccesible de otro modo. Pero eso no fue autorizado. Luego, pese a las solicitudes de las víctimas enviadas en dos cartas, el Vaticano se negó a proveernos copias de las actas y de las grabaciones en audio y video de la Comisión Investigadora. 

¿Cómo es eso de la falsificación? Durante el trabajo de la Comisión yo pude obtener una copia de mi ficha de estudiante del Provolo. Era una copia oficial del Instituto, autenticada por el Tribunal de los Santos. Allí figura que mi egreso como estudiante fue en 1963. Y como yo declaré que fue abusado por el Obispo de Verona hasta 1964, la Comisión consideró “inadmisible” mi testimonio. Pero hace poco encontré mi libreta de notas original, que me dio el instituto cuando egresé. Allí dice, inequívocamente, que terminé en 1964. Por eso presenté una denuncia en la Fiscalía de Verona para que se verifique la falsificación y se identifique a los responsables. 

El hombre agrega, por si hiciera falta, que hasta hoy ni el Instituto Provolo, ni la Curia de Verona ni el Vaticano les dieron a él y al resto de los denunciantes una mínima ayuda, ni material ni psicológica. Por eso se siente obligado a dar su testimonio, que además de relatar aberraciones del pasado desenmascara atrocidades del presente.

El “traslado” como estrategia

En 1964, cuando tenía 16 años y estaba terminando su paso por el Provolo, el denunciante y sus compañeros escucharon con atención a Don Eligio Piccoli anunciar que el padre Granuzzo y otros sacerdotes y hermanos laicos partirían hacia la Argentina. En aquel momento nadie dio explicaciones de por qué esa legión de curas abandonaba Verona. Tampoco nadie preguntó demasiado.

En febrero de este año, 53 años después de aquel anuncio, los sobrevivientes de Granuzzo y compañía vieron en un video al propio Piccoli reconocer que esos traslados habían sido planificados para alejar a algunos de los abusadores de Verona (quizás los más comprometidos), enviándolos a América. Fue cuando el anciano Don Eligio, hoy recluido en un hospital católico también por pedófilo, confesó a un periodista italiano (que portaba una cámara oculta) ésa y otras intimidades.

Hay dos zonas grises en esta historia. Por un lado, se desconoce qué hicieron Granuzzo, Corradi y el resto de aquellos “trasladados” entre 1964 y la década del 80, ya que las fuentes más memoriosas de La Plata aseguran que, como mucho, fue a fines de los 70 que aparecieron en la sede del Instituto. Y por otro lado, por el momento no se conocen casos de abusos por parte de Granuzzo sobre estudiantes sordos o novicios en el Provolo de La Plata.

Obviamente, ninguna de ambas zonas grises impiden anticipar algunas respuestas. ¿Pueden haber sido trasladados en 1964 a Argentina y alojados en cualquier dependencia eclesiástica hasta que asumieron roles en el Provolo? Sí, por supuesto. ¿Y puede Granuzzo haber cometido violaciones y abusos varios a menores que estaban bajo su responsabilidad? Sí, es lo más probable.

De hecho, hoy Nicola Corradi (el italiano que comparte con el Padre Juan religión, nacionalidad, edad y “tentaciones”) está preso en Mendoza por las denuncias de decenas de víctimas abusadas en los últimos años. Aún no hay procesamientos en su contra por los abusos denunciados por sus víctimas de La Plata, donde dirigió el Provolo durante dos décadas.

Los favores de Dios

Con la impunidad garantizada por el entramado instituido, reproducido y respetado por el Vaticano para con sus curas violadores y con la convicción de que muchas víctimas no logran superar el terror impuesto por las sotanas, es muy probable que Granuzzo, Corradi (hoy preso), Horacio Corbacho (hoy preso con Don Nicola), Giuseppe Spinelli (probablemente ya muerto) y Eliseo Primati (aún recluido en la sede platense) hayan cometido decenas o cientos de abusos sin preocuparse demasiado por nada.

“No me sorprende que me pregunte por Don Granuzzo ni mucho menos me sorprende que haya saltado el escándalo en el Provolo de Argentina”, dice el sobreviviente veronés. Y agrega, con un dejo de ironía, que “la Iglesia debería estar avergonzada: ellos sabían todo, eso es innegable”.

El hombre de 69 años no guarda mucha esperanza de que Granuzzo sea alcanzado por el Poder Judicial italiano. Pero no muestra resignación. Aunque asegura que su vida fue arruinada por esos abusos (“nunca pude tener relaciones sanas con mujeres o incluso besar en la boca a una persona”) afirma que no descansará hasta que todo el mundo sepa la verdadera historia del Provolo.

Una historia que Jorge Bergoglio y todos sus obispos, incluyendo a Zenti de Verona y Aguer de La Plata, saben mejor que cualquier sobreviviente.

“Nuestra tarea apunta a fortalecer la capacidad de comunicación y la formación laboral (…) para que los chicos tengan igualdad de oportunidades”, había dicho Giovanni Granuzzo en una entrevista concedida al diario El Día de La Plata en mayo de 2010. Eran tiempos más tranquilos, cuando ni se le pasaba por la cabeza que debería volver algún día, casi escapando y sin que nadie sepa mucho en La Plata, a la Italia de la que lo habían visto partir décadas atrás.

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June 28, 2017

Desde Irlanda a Zona Norte

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
Página/12 [Buenos Aires, Argentina]

June 28, 2017

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El ex alumno del Cardenal Newman que lanza una cruzada contra los abusos

Rufino Varela, el ex alumno del colegio Cardenal Newman que denunció a la prensa que fue víctima de abuso cuando era estudiante, no presentó aún denuncia judicial. Pero quiere lanzar una fundación para prevenir abusos sexuales.

Horas después de que la Policía de Irlanda decidiera incorporar los abusos denunciados públicamente en el colegio Cardenal Newman, durante las décadas del 70 y 80, a su investigación sobre la congregación Christian Brothers –a cargo de la escuela bonaerense–, Rufino Varela, el primer ex alumno que contó a la prensa haber sido abusado por un sacerdote del colegio, comentó que todavía no realizó ninguna denuncia judicial pero que buscará contribuir a la prevención de abusos sexuales con la creación de la organización Cruzada Franciscana. Desde que se conoció su historia, en 2009, Varela recopiló veinte testimonios de estudiantes que le aseguraron haber sido abusados por Finnlugh Mac Conastair, un capellán irlandés que no había sido expulsado del colegio, aún cuando el rector de aquel entonces estaba enterado de la situación.

“La única certeza que tengo después de conocer todos los casos que hubo en el Newman y de todas las otras historias que me llegaron a mi Facebook es que los abusos sexuales no hacen distinción de clase, de ideología o religión”, explicó Varela a PáginaI12. 

El jueves pasado, Varela recibió un mail de la Policía de Irlanda. En el correo electrónico, la oficina de Servicios de Protección de la Guardia Cívica (GNPSB, por sus siglas en inglés) le explicaba al ex alumno del Newman que John Burke, rector de la escuela cuando Varela sostuvo haber sufrido los abusos de Finnlugh Mac Conastair (en el colegio se lo conocía como padre Alberto), vive actualmente en el país británico. “Ellos (GNPSB) le pasaron toda mi historia a diferentes asociaciones de niños de Irlanda para que se conozca mi caso y se tenga en cuenta que Burke todavía está allá. Él sabía lo que pasaba en la escuela, pero nunca expulsó al sacerdote”, indicó Varela. Según contó el ex alumno, Finnlugh Mac Conastair solicitó el traslado de la escuela a finales de la década del ochenta, sin que exista un pedido formal de expulsión por parte del colegio. 

Varela había comenzado a recopilar casos casi sin buscarlo. En 2010 se contactó con ex alumnos con la intención de escribir un libro sobre sus años en el Newman. “A mi, el padre Alfredo me arruinó la vida”, le comentó uno de sus compañeros de escuela. Luego, con la publicación en el diario La Nación en diciembre de 2016, los episodios se multiplicaron. “Al día que salió la nota, la mamá de un chico doce años menor que yo, de la camada 93 me confesó que su hijo había sido abusado cuando cursaba en Newman”, expresó. Rufino Varela asegura haber recogido 22 testimonios de abusos sexuales en la escuela. Veinte de ellos, según Varela, sufrieron abusos de Finnlugh Mac Conastair. Otro, en cambio, era un caso de violación intrafamiliar y el restante no quiso especificar su abusador. Hasta ahora, ninguno de los 22, se presentó en un despacho judicial para efectuar una denuncia.

Tanto el presidente Mauricio Macri, quien realizó sus estudios primario y secundario en el Cardenal Newman durante las décadas 60’ y 70, como distintos funcionarios del propio gobierno (Rogelio Frigerio, Diego Basavilbaso, Jorge Triaca, por citar algunos ejemplos) concurrieron a este colegio, uno de los pocos que sólo admite varones. Consultado por este diario acerca de si, a partir de su denuncia, mantuvo contacto con algún funcionario y ex alumno, Varela comentó que “cuando lancé la Cruzada Franciscana, Esteban Bullrich me llamó para decirme que puedo publicar en el Facebook la línea de atención para denunciar abusos sexuales (135, en todo el territorio nacional) pero creo que es clave profundizar en la previsión de los casos, en las acciones que pueden llevar adelante la familia o el mismo chico”, explicó a este diario. 

En la página web, el Cardenal Newman tiene una sección que publica las novedades y sucesos que ocurrieron en el colegio. Desde marzo de este año, el colegio no publicó ninguna información sobre talleres de educación sexual ni prevención de violencia intrafamiliar. Varela reconoce que su vida cambió, que ya no puede ser un comerciante de depósitos de jardín (“hoy ponés Rufino Varela en Google y sólo salta abuso sexual, Newman e intento de suicidio. No puedo negar eso”, comentó) y que trabajará en la prevención de abusos sexuales. “Dar una charla en el Cardenal Newman sería el mejor bautismo de fuego”, cerró.

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June 27, 2017

Denuncian más de 20 casos de abusos sexuales en el colegio donde estudio Macri y parte del gabinete

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
Diario UNO de Entre Ríos [Paraná, Argentina]

June 27, 2017

By Unknown

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Ocurrieron a fines de los setentas; la Policía de Irlanda se interesó en la investigación

Una víctima se animó a romper el silencio y su caso está resultando contagioso. El anteúltimo día del año pasado, Rufino Varela denunció haber sufrido abusos sexuales a manos del capellán del colegio Cardenal Newman en 1977, cuando era alumno de séptimo grado y la noticia, publicada hoy en La Nación, resultó revulsiva en la comunidad del colegio, uno de los más exclusivos de la Argentina, donde estudiaron Mauricio Macri y varios de sus ministros. Sus efectos aún no terminaron: el propio Newman admitió que ya se le acercaron otras cinco víctimas y Varela dice que tiene registro de 22 casos. Además, la policía de Irlanda se interesó en el asunto.

Jonathan Hayes, un sargento de la policía irlandesa, le escribió a Varela para pedirle detalles del caso. El interés se generó porque Varela mandó un correo a una dirección oficial del gobierno de Irlanda. El Newman fue fundado en 1948 por los Christian Brothers, una orden religiosa irlandesa que llegó a tener cientos de colegios alrededor del mundo. Desde el 2000, el Newman está manejado por una asociación de padres, pero cuando sucedieron los abusos, a fines de los setenta y principios de los ochenta, seguía bajo el control de los Christian Brothers.
Mientras tanto, la comunidad de egresados del Newman entró en estado de ebullición. Muchos acusan a Varela por desprestigiar al colegio justo en el momento en que la presidencia de Macri lo puso en un lugar muy público. Otros, sin embargo, le agradecen la valentía de haber roto el silencio y se acercan con historias personales de abusos cometidos por el mismo padre Alfredo. Según Varela, él ya tiene 22 casos de ex alumnos del Newman que le dijeron haber padecido una situación similar a la suya. Todos salvo uno, que dice haber sido abusado por otro religioso del Newman, acusan a Finnlugh Mac Conastair, a quien llamaban padre Alfredo, el capellán del colegio. Los relatos son similares: el cura aprovechaba las confesiones que realizaba en su cuarto, que quedaba debajo de la capilla del colegio, para desnudar, azotar y masturbar a los alumnos.Las tensiones internas de la camada de Varela, egresada en 1982, que venían siendo canalizadas por redes sociales y grupos de Whatsapp, explotaron el 15 de marzo de este año durante un asado que se hizo en una parroquia Santa Teresita, de Virreyes. El anfitrión fue Ignacio Alvarado, que es cura ahí y compañero de Varela. Hubo alrededor de 40 hombres, todos ex Newman, y luego de los lomitos y el vino comenzó la conversación que arrancó áspera y terminó conmovedora. Según Varela y otro de los participantes, hubo al menos cuatro personas que esa misma noche admitieron haber sido víctimas del padre Alfredo en sus años del Newman.
Alberto Olivero, director del Newman dijo que formaron una comisión para escuchar y contener a las víctimas y que al momento recibieron el testimonio de otros cinco ex alumnos abusados por el padre Alfredo, además de Varela. “Sean cinco o sean 20 es un horror”, dijo Olivero. El Newman está pensando en algún tipo de evento público, que no sería una misa, para convocar a los ex alumnos y pedir disculpas públicas.
Acusaciones contra los Christian Brothers
En los últimos tiempos, varios de los integrantes de los Christian Brothers aparecieron involucrados en casos de abuso de menores en diferentes países. En 2011, Philip Pinto, que entonces estaba al frente de la orden, admitió que el futuro de los Christian Brothers era incierto por el alto costo de las indemnizaciones que tuvieron que pagar por abusos sexuales y el daño a la reputación de la orden que esos casos habían generado. El 19 de junio de 2012, el Newman organizó una cena de recaudación de fondos para ayudar a las maltrechas finanzas de los Christian Brothers.
Hayes le dijo a Varela que notificó a la Agencia del Menor y la Familia de Irlanda para que siga el tema y le pidió detalles de quién había cometidos los abusos y cuándo habían ocurrido. Según el relato de Varela, el suyo ocurrió un día de colegio de 1977, cerca del mediodía, cuando tenía 12 años. Para esa época él estaba siendo abusado por el casero de su familia y fue a confesarse con el padre Alfredo. Al enterarse en confesión de los abusos que sufría en su casa, lo llevó a su cuarto -vivía en el colegio, debajo de la capilla- le hizo bajarse los pantalones, lo acostó boca abajo en su catre, le puso una almohada en la cabeza, le dio diez azotes con algo que no vio, pero que cree que era un cinturón de cuero, y le manoseó los genitales mientras le preguntaba detalles sexuales.
El padre Alfredo murió en 1997, a los 88 años. No era Christian Brother, pertenecía a la orden de los Pasionistas. La policía de Irlanda se interesó por John Burke, un Christian Brother que era director del colegio en la época en que Varela era alumno y que ahora tiene alrededor de 74 años y vive en Irlanda, su país natal, donde viajó para encargarse de las negociaciones por los escándalos de abuso que hoy acechan a la orden. Burke es un hombre muy respetado y querido por la comunidad del Newman y estuvo en octubre del año pasado en la cena de egresados, donde participaron Macri y varios integrantes de su gabinete que también fueron al colegio.
En aquella oportunidad, Varela mantuvo reuniones con Burke, a quien considera cómplice del encubrimiento, para tratar de averiguar qué sabía el colegio de los abusos e instarlos a que pidiesen disculpas públicas. No hubo acuerdo entre las partes y el Newman recién publicó una carta pidiendo disculpas luego de la nota publicada en La Nación. A la policía de Irlanda se le sumaron el papa Francisco y Esteban Bullrich, ministro de Educación nacional, que llamaron a Varela para interiorizarse en su caso.

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May 14, 2017

Curas catamarqueños, en lista de casos de abuso a nivel nacional

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
El Ancasti [Buenos Aires, Argentina]

May 14, 2017

By Redacción El Ancasti

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El informe fue realizado por Télam. Revela los nombres, cargos y el estado de las causas.

Los casos de los curas catamarqueños involucrados en supuestos casos de abuso sexual contra menores fueron mencionados en un informe realizado por la agencia de noticias nacional Télam, que realizó un recuento de los casos ante el resonante caso en el Instituto Próvolo de Mendoza.

El informe menciona el caso del cura andalgalense Renato Rasguido, quien en marzo de 2014 fue denunciado por abusar de un adolescente de 15 años en Andalgalá, Catamarca.

En 2015 la fiscal de Andalgalá, Marta Graciela Nieva, pidió su detención, aunque no se concretó debido a varias impugnaciones presentadas por la defensa del religioso, quien espera el juicio en libertad.

Aseguran que también hubo abusos en el Próvolo de La Plata

El otro caso que salpica a la Iglesia catamarqueña, y que también es mencionado en el informe, es el del sacerdote de Belén Juan de Dios Gutiérrez, denunciado en abril de 2015 por abusar de una chica de 16 años en Belén, Catamarca, quien aún no fue condenado.

Luego, uno por uno, los curas de distintos puntos del país son nombrados en el listado. Los integrantes de la Iglesia denunciados por abuso sexual desde 2002 completan la  nómina, que toma como punto de partida el caso del sacerdote Julio César Grassi, denunciado por un medio en octubre de 2002.

ANTECEDENTE. EN ENERO PÁGINA 12 YA MENCIONÓ A LOS CURAS LOCALES.

La lista releva los nombres, cargos y el estado de las causas en la justicia penal y eclesiástica de los integrantes de la Iglesia denunciados por abuso según los registros a los que accedió Télam. Son 62 curas en total, sumando los dos catamarqueño. El Ancasti mencionará, por la extensión de los casos, algunos de los que se encuentran sin condena ni denuncia, en algunos casos, entre los que se destacan el religioso Luis Anguita, denunciado por violar a una chica de 13 años y sobreseído en 2004. Se desempeñaba en el colegio franciscano Tierra Santa de la Ciudad de Buenos Aires. El caso está sin condena.

Además, se menciona al párroco Luis Alberto Brizzio, acusado de haber abusado de un joven de 16 años en Santa Fe. La Congregación para la Doctrina de la Fe dictaminó que al producirse los hechos el denunciante era mayor de edad y descartó el delito. En ese momento no hubo ni siquiera denuncia judicial.Uno de los últimos es el caso del padre Walter Eduardo Avanzini. En 1998 un programa de TV mostró cómo pagaba para tener sexo con niños y adolescentes en una plaza de Córdoba. El caso no fue investigado. Otro caso que sigue sin condena es el de Miguel Cacciuto, acusado en 2009 de abuso en un jardín de infantes en Villa Gesell, Buenos Aires.

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May 12, 2017

El listado de los integrantes de la Iglesia denunciados por abuso sexual desde 2002

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
Télam Agencia Nacional de Noticias  [Buenos Aires, Argentina]

May 12, 2017

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La presente nómina toma como punto de partida el caso del sacerdote Julio César Grassi, denunciado por un medio en el mes de octubre de 2002.

El siguiente listado releva los nombres, cargos y el estado de las causas en la justicia penal y eclesiástica de los integrantes de la Iglesia denunciados por abuso según los registros a los que accedió Télam y tomando como punto de partida el caso Grassi, que se conoció a través de los medios en octubre de 2002.

1- Luis Anguita. Denunciado y sobreseído en 2004 por violar a una chica de 13 años. Se desempeñaba en el Colegio Franciscano Tierra Santa de la Ciudad de Buenos Aires. Sin condena.

2- Luis Alberto Brizzio. Acusado de haber abusado de un joven de 16 años en Santa Fe. La Congregación para la Doctrina de la Fe dictaminó que al producirse los hechos el denunciante era mayor de edad y descartó el delito. No hubo denuncia judicial.

3- Padre Walter Eduardo Avanzini. En 1998 un programa de TV mostró cómo pagaba para tener sexo con niños y adolescentes en una plaza de Córdoba. No fue investigado. 

4- Miguel Cacciuto. Acusado en 2009 de abuso en un jardín de infantes en Villa Gesell, Buenos Aires. Actual párroco de la Sagrada Familia de Mar del Plata. No fue condenado.

5- Ladislao Chomin. Condenado en 2012 a 4 años de prisión por abuso sexual de una niña en Misiones. Cumplió prisión domiciliaria.

6- Nicolás Corradi. Con prisión domiciliaria por abuso de menores en el Instituto para chicos sordos e hipoacúsicos Próvolo de Mendoza. Acumula denuncias por abuso en Italia y en el Próvolo de La Plata. No fue condenado.

7- Alessandro De Rossi. Acusado de abuso a niños entre 2008 y 2013, cuando era párroco en un templo de Salta capital. Detenido en Roma en 2014, se negó la extradición por falta de pruebas y fue liberado seis meses después.

8- Fray Diego. Denunciado penalmente en 2008 por abuso sexual contra un adolescente de 15 años en Buenos Aires. No fue investigado. 

9- Juan Diego Escobar Gaviria. Elevarán a juicio oral la causa que lo investiga por abuso sexual de al menos cuatro menores en Entre Ríos. En 2016 fue detenido en la Unidad Penal Nº 5 de Victoria.

10- Atilio Jesús Garay. Acusado de violar reiteradamente a una chica en 2004 en Los Ángeles, Estados Unidos. Fue candidato a intendente de General Campos, Entre Ríos. No fue investigado ni condenado.

11- Daniel Giménez. Denunciado en marzo de 2011 por abusar de una adolescente en Formosa. Se abrió una causa judicial. No fue condenado.

12- Padre Ricardo Giménez. Denunciado en 2013 por Julieta Añazco, por abuso reiterado en La Plata. No fue llamado a declarar.

13- Hermano Isaac Gómez. Condenado a 11 años de prisión por el Tribunal Oral y Criminal N° 4 de Mercedes, Buenos Aires, por el abuso sexual agravado de un menor.

14- Giovanni Granuzzo. Forma parte de la causa Próvolo de Mendoza, donde se abusó de chicos sordos e hipoacúsicos. También fue denunciado por abuso en Verona, Italia, y La Plata junto con Nicolás Corradi, Luigi Spinelli y Eliseo Primati. Aún no fue condenado.

15- Padre Justo José Ilarraz. Se le inició investigación canónica por abusos contra al menos medio centenar de niños de entre 10 y 14 años en el Seminario Arquidiocesano “Nuestra Señora del Cenáculo” de Paraná, Entre Ríos, entre 1984 y 1992. El juicio oral comenzará en agosto próximo.

16- Padre Virginio Juan Isottón. Detenido en julio de 1999 por “abuso deshonesto” de niñas en la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en Cañuelas, Buenos Aires. Lo declararon inocente en octubre de 2011.

17- Jorge Luis Morello. Denunciado por Iván González, seminarista de 19 años de Guaymallén, Mendoza. En 2012 se inició una demanda civil contra el arzobispado (José María Arancibia y Sergio Buenanueva) por ocultar información y tuvieron que pagar una indemnización. El arzobispado argumentó que la relación “había sido consentida”. No fue condenado.

18- Albano Mattioli, ex directivo del Próvolo de La Plata. Llegó a la Argentina en 1965 desde el Próvolo de Verona, Italia, tras ser denunciado por abusos. Murió en 2013 a los 93 años en Italia y nunca fue investigado.

19- José Antonio Mercau. El papa Francisco decretó el cese de su condición sacerdotal. En 2011 fue condenado a 14 años por “abuso y sometimiento sexual agravado” en perjuicio de cinco chicos en un hogar del Tigre, Buenos Aires. Fue excarcelado el 18 de marzo de 2014. 

20- Reinaldo Narvais. Acusado por acoso sexual y abuso de poder por integrantes de la parroquia Nuestra Señora de Pompeya, de Rosario. El Vaticano abrió un juicio, no dio por probado el abuso y fue declarado inocente. 

21- Domingo Pacheco. Condenado en febrero último a 13 años de prisión por abusar del menor Osvaldo Ramírez en Corrientes. Sigue libre hasta que la sentencia quede firme. 

22- Rubén Pardo. Acusado por violar a un chico de 14 años en 2002 en Quilmes, Buenos Aires. Murió en 2005. Nunca fue juzgado, pero la Justicia condenó al obispado local por encubrimiento y lo obligó a pagar una indemnización.

23- Héctor Pared. Condenado en marzo de 2003 a 24 años de prisión por abuso sexual en un hogar de Florencio Varela, Buenos Aires. Murió en septiembre de ese año. 

24- Martín Paz. Separado de sus funciones eclesiásticas en mayo de 2003 por el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, por abusar en Catamarca de una chica de 17 años que quedó embarazada. Hubo denuncia penal pero no fue investigado. 

25- Luis Pezzolo. Detenido en septiembre de 2003 por abuso sexual en el hogar Obra de Don Bosco de Bernal, Buenos Aires. Estuvo cinco años con prisión domiciliaria. Se espera el juicio público.

26- Fernando Enrique Picciochi. Condenado en 2012 a 12 años de cárcel por abusar sexualmente de al menos cinco niños. Sebastián Cuattromo, quien iba al colegio Marianista de Caballito, Buenos Aires, lo denunció en 2000. Está en libertad por el beneficio del 2×1 desde principios de 2016. 

27- Monseñor Carlos Robledo. En octubre de 2012, el ex seminarista Alfredo Bazán lo denunció por el abuso de seis adolescentes en 1987. Murió en 2009 sin ser investigado. 

28- Luis Sabarre. Denunciado en 2010 por abusar de una nena de 9 años en Mendoza. La Iglesia abrió una investigación y lo declaró inocente. Fue designado como administrador parroquial del colegio Nuestra Señora de Luján de Cuyo.

29- Padre Miguel Ángel Santurio. Condenado en 2013 en un juicio canónico por abuso en Misiones. Fue liberado por falta de pruebas.

30- Mario Napoleón Sasso. Condenado en 2007 a 17 años de prisión por haber abusado sexualmente de cinco niñas en 2002 y 2003, cuando era párroco de la capilla San Manuel en Pilar, Buenos Aires. En el juicio probaron el encubrimiento de dos sacerdotes colegas de Sasso, que fueron procesados. 

31- Padre “Seryo”, Instituto Vicente Pallotti, Turdera, Buenos Aires. Denunciado por abusar de alumnos de ese Instituto. No fue condenado.

32- Luis Eduardo Sierra. Condenado a ocho años de prisión en 2004 por abusar en 2000 y 2001 de tres monaguillos de entre 12 y 14 años del colegio Ave María de la Obra Don Orione, de la localidad bonaerense de Claypole. No se sabe si cumplió la condena. Se fue a Paraguay, donde también lo acusaron de abusos.

33- Luigi Spinelli, consejero en el Próvolo de Mendoza. También había sido denunciado en Verona, Italia. No se sabe dónde está. 

34- Edgardo Storni. Ex arzobispo de Santa Fe. En 2009 fue condenado a ocho años por abusar de un seminarista. Pasó un poco más de un año en prisión domiciliaria porque tenía más de 70 años. En 2011, la Cámara Penal anuló el fallo. Murió al año siguiente. 

35- Richard Suttle. Fue denunciado en 2008 por abuso sexual de menores entre 1982 y 1983 en la escuela primaria del Sagrado Corazón, en Prescott, Arizona, Estados Unidos. En 2013 llegó a Buenos Aires como integrante del equipo de los claretianos dedicado a las misiones de las Naciones Unidas. No fue investigado. 

36- Carlos Urrutigoity. Denunciado por “conductas deshonestas” en un seminario en Buenos Aires y trasladado a los Estados Unidos. Por nuevas denuncias lo reubicaron en Paraguay. Actualmente en el Instituto del Verbo Encarnado, en San Rafael, Mendoza. No fue investigado.

37- Aníbal Valenzuela. En 2007 el obispo de Puerto Iguazú (Misiones), Marcelo Martorell, decidió suspenderlo como párroco por denuncias de abusos. Tuvo el apoyo del obispo Joaquín Piña y nunca fue investigado.

38- Padre Mario Yulán. Denunciado por abuso sexual en la parroquia San Juan Bautista, en Buenos Aires en 2007, en reemplazo de José Antonio Mercau. No fue condenado.

39- Cristian Vázquez. Ex sacerdote de la capilla Virgen del Carmen de Río Grande (Tierra del Fuego), imputado por abusar de una menor en 2012. No fue condenado. 

40- Renato Rasguido. En marzo de 2014 fue denunciado por abusar de un adolescente de 15 años en Andalgalá, Catamarca. En 2015 la fiscal pidió su detención, aunque no se concretó. Espera el juicio en libertad.

41- Daniel Omar Acevedo. Un joven lo denunció como autor del abuso sexual que había sufrido cuando era niño y el 13 de noviembre de 2016 fue separado como cura de Ushuaia. No fue condenado.

42- Juan de Dios Gutiérrez. Denunciado en abril de 2015 por abusar de una chica de 16 años en Belén, Catamarca. Aún no fue condenado.

43- Agustín Rosa, Salta. Detenido con prisión preventiva. La causa será elevada a juicio oral. Fue denunciado por dos ex novicios. Tiene 25 denuncias canónicas por abuso, corrupción y enriquecimiento ilícito.

44- Nicolás Osvaldo Parma Vega. Denunciado por abuso sexual pero aún no fue investigado. Pertenece a la congregación del sacerdote Agustín Rosa. 

45- Cristian Gramlich. Expulsado del estado clerical. No hubo investigación judicial. Las denuncias por abuso en su contra habían empezado en 1998 en el colegio Carmen Arriola de Marín de San Isidro, Buenos Aires. 

46- Marcelino Moya. Denunciado en 2015, está a punto de ir a juicio oral. Cometió abusos contra menores que eran monaguillos entre 1994 y 1997 en la Parroquia Santa Rosa de Lima, de Entre Ríos.

47- Eliseo Primati. Cura del Instituto Próvolo de Mendoza. Tiene denuncias por abusos también en Italia. Aún no fue investigado. 

48- Finnlugh Mac Conastair. Denunciado por abusos sexuales en el Colegio Cardenal Newman de San Isidro, Buenos Aires. El caso más conocido fue el de Rufino Varela. Aún no fue investigado. Tanto el colegio como la Congregación de Hermanos Cristianos Región de América Latina pidieron recientemente “disculpas públicas” a “todos los abusados” en esa institución.

49- Félix Alejandro Martínez. En 2002 fue denunciado junto al profesor de educación física Fernando Melo Pacheco por el abuso sexual de chicos que asistían al jardín de infantes de la Escuela Nuestra Señora del Camino, de Mar del Plata. Recientemente ofició la misa por los 20 años del asesinato de José Luis Cabezas. No fue condenado.

50- Alejandro Squizziatto. Acusado de abusar de un niño en Mendoza en 2014. No fue investigado.

51- Raúl del Castillo. Denunciado en 2008 en Mendoza por abusar de un adolescente. Está en Paraguay, no fue condenado.

52- Carlos Richard Ibañez Morino. Denunciado por abuso sexual de al menos diez jóvenes en Bell Ville, Córdoba, a principios de los ’90. En 2004, la Corte Suprema paraguaya autorizó un proyecto para extraditarlo a la Argentina. No fue condenado.

53- Carlos Alberto Dorado, Santiago del Estero. Acusado por abuso, no fue investigado. 

54- Monseñor Adolfo Uriona. En 2006 una joven lo denunció por haberla manoseado cuando era obispo de Añatuya, Santiago del Estero. Fue demorado por la policía. En 2014, el papa Francisco lo nombró obispo de Río Cuarto. No fue investigado.

55- Carlos Miguel Buela. Fundador del Verbo Encarnado, Mendoza. Acusado de violar a seminaristas de la congregación. El Vaticano admitió que era culpable de “inconductas sexuales”. Lo trasladaron a una iglesia en Génova. No fue condenado. 

56- Fernando Yáñez. Procesado por abusar de chicos de un hogar en San Rafael, Mendoza. No fue condenado.

57- Horacio Corbacho. Detenido en Mendoza por las denuncias de abuso a chicos sordos e hipoacúsicos en el Instituto Próvolo. No fue condenado.

58- Néstor Monzón. A punto de ir a juicio oral por el abuso de dos nenes de tres años en Reconquista, Santa Fe.

59- Bibiana Fleitas. En 2015, una ex novicia escribió un libro contando los abusos de la monja en el Colegio Santa Rosa de Viterbo de San Lorenzo, Santa Fe. Fue trasladada a Mendoza pero aún no fue investigada.

60- María Alicia Pacheco. Era colaboradora de otro cura abusador, Agustín Rosa. Detenida desde diciembre de 2016 por abuso reiterado de una nena de 13 años en Salta.

61- Monja Kosaka Kumiko, acusada de ayudar y encubrir a los sacerdotes que abusaban de los chicos del Próvolo de Mendoza. Es investigada y podría enfrentar una pena de entre 10 y 50 años de cárcel.

62- Padre Julio César Grassi. Condenado en 2009 a 15 años de prisión por abusar de un menor que vivía en la Fundación Felices los Niños, que él dirigía. La Corte Suprema confirmó la sentencia en marzo último. En abril, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón lo benefició con el 2×1 y le redujo dos años y medio la pena. La medida será apelada por los abogados querellantes.

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Estos son los 62 curas denunciados por abuso sexual en Argentina

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
Diario 22 (Norte Grande Federal) [Resistencia, Argentina]

May 12, 2017

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Son 59 sacerdotes y tres monjas los denunciados en el país. De todos ellos, ocho recibieron una condena judicial. 

Si bien en la Argentina no hay registros oficiales sobre la cantidad de sacerdotes o monjas denunciados, los distintos informes e investigaciones realizados por la prensa permitieron determinar que hasta el momento son 62 los religiosos involucrados.

El mapa de la pedofilia religiosa sostiene que la Iglesia no acompañó a las víctimas, que los abusadores ya tenían antecedentes y que los traslados son la respuesta más frecuente ante una denuncia.

En nuestro país, se empezó a hablar de curas abusadores de menores tras la cámara oculta que dejsó al descubierto al padre Julio César Grassi. Esos vejámenos ocurrieron en el hogar “Felices los Niños”, que él dirigía. Grassi fue condenado en 2009 a 15 años de prisión por abusar de un menor. La Corte Suprema confirmó la sentencia en marzo último. En abril, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón lo benefició con el 2×1 y le redujo dos años y medio la pena. La medida será apelada por los abogados querellantes.

En junio de 2015, la diócesis de Ciudad del Este decidió enviar de regreso a Mendoza al cura Carlos Urrutigoity. La primera denuncia de abuso en su contra la hizo en 1989 un compañero del seminario en La Reja, en el oeste bonaerense. Desde entonces, siguió sumando acusaciones en todos sus destinos: tres diócesis de Estados Unidos, y también en las de Mendoza y Paraguay.

El episodio de Urrutigoity no es el único. Otros cuatro curas, incluido un acusado por crímenes de lesa humanidad, encontraron refugio en Paraguay.

Un recorrido similar tuvieron los cuatro curas involucrados en el caso del Instituto del Próvolo, que llegaron al país trayendo sus denuncias por abuso sexual desde Italia y siguieron acumulándolas en Mendoza y La Plata.

Sergio Buenanueva, presidente de la comisión de Ministerios del Episcopado, quien en 2011 fue designado para elaborar un protocolo a seguir ante denuncias de abuso, admitió que no sabe cuántos son los curas denunciados ni tampoco los condenados y que hoy en la Iglesia “no existe criterio único”. Todo depende de la orden a la que pertenezca el abusador, si ejerce o no como sacerdote. Y si es obispo, la investigación corre entonces por cuenta del Vaticano. Así, la superposición de responsabilidades termina funcionando como una red de encubrimiento.

“Hay sanciones para los obispos cuando no investigamos los casos o hacemos acciones de encubrimiento, pero no hay castigo específico para quien no colabore o dé la información debida a la justicia secular. Y no hay tampoco un protocolo de acción. Es discrecional. La Iglesia viene revisando sus procedimientos, pero a veces tenemos un lenguaje muy eclesiástico”, sostuvo Buenanueva.

En estos quince años, sólo tres curas fueron sancionados con la expulsión del estado clerical que implica que ya no pueden ejercer más el sacerdocio. El primer caso conocido fue el de Miguel Ángel Santurio, expulsado en 2013. El papa Francisco fue quien ordenó la sanción contra José Mercau y Cristian Gramlich, ambos sacerdotes de San Isidro. Y aunque el primero terminó con una condena a 14 años por abuso sexual agravado contra cinco chicos de entre 11 y 15 años, las denuncias contra Santurio y Gramlich -cura en el colegio Marín de San Isidro- nunca fueron llevadas a la justicia.

La misma suerte que los abusadores corrió el sacerdote cordobés Nicolás Alessio, castigado también con la expulsión del sacerdocio pero por haber apoyado la ley de matrimonio igualitario. A diferencia de los otros, su castigo se resolvió en un trámite exprés.

(Padre Alessio)

ESTA ES LA LISTA COMPLETA DE LOS 62 RELIGIOSO ABUSADORES


1- Luis Anguita.

2- Luis Alberto Brizzio.

3- Padre Walter Eduardo Avanzini.

4- Miguel Cacciuto.

5- Ladislao Chomin.

6- Nicolás Corradi.

7- Alessandro De Rossi.

8- Fray Diego.

9- Juan Diego Escobar Gaviría.

10- Atilio Jesús Garay.

11- Daniel Giménez.

12- Padre Ricardo Giménez.

13- Hermano Isaac Gómez.

14- Giovanni Granuzzo.

15- Padre Justo José Ilarraz.

16- Padre Virginio Juan Isottón.

17- Jorge Luis Morello.

18- Padre Albano Mattioli.

19- José Antonio Mercau.

20- Reinaldo Narvais.

21- Jesús Domingo Pacheco.

22- Rubén Pardo.

23- Héctor Pared.

24- Martín Paz.

25- Luis Pezzolo.

26- Fernando Enrique Picciochi.

27- Monseñor Carlos Robledo.

28- Luis Sabarre.

29- Padre Miguel Ángel Santurio

30- Mario Napoleón Sasso.

31- Padre “Seryo”

32- Luis Eduardo Sierra.

33- Luigi Spinelli-

34- Edgardo Storni.

35- Richard Suttle.

36- Carlos Urrutigoity.

37- Aníbal Valenzuela.

38- Padre Mario Yulán.

39- Cristian Vázquez.

40- Renato Rasguido.

41- Daniel Omar Acevedo.

42- Juan de Dios Gutiérrez.

43- Agustín Rosa, Salta.

44- Nicolás Osvaldo Parma Vega.

45- Cristian Gramlich.

46- Marcelino Moya.

47- Eliseo Primati.

48- Finnlugh Mac Conastair.

49- Félix Alejandro Martínez.

50- Alejandro Squizziatto.

51- Raúl del Castillo.

52- Carlos Richard Ibañez Morino.

53- Carlos Alberto Dorado

54- Monseñor Adolfo Uriona.

55- Carlos Miguel Buela.

56- Fernando Yáñez
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57- Horacio Corbacho.

58- Néstor Monzó

59- Bibiana Fleitas.

60- María Alicia Pacheco.

61- Monja Kosaka Kumiko

62- Padre Julio César Grassi.

Diario21.tv

Diario 26

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March 16, 2017

Un cura de Itatí comparó a la ciudad correntina con la Medellín de Pablo Escobar

(ARGENTINA)
Infobae [Buenos Aires, Argentina]

March 16, 2017

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Se trata del sacerdote Humberto González, oriundo de la localidad donde estalló el escándalo narco

El sacerdote jesuita Humberto González nació en Itatí, la ciudad correntina quedó en el centro de la escena por el escándalo narco, que terminó entre otros, con el intendente de la ciudad, Natividad “Roger” Terán, su vice, Fabio Aquino, y el jefe de la comisaría local, Diego Ocampo Alvarenga, detenidos.

Tras 47 allanamientos realizados en tres provincias diferentes y las más de 30 detenciones, el religioso escribió una columna en la que quiso “agradecerle” a los narcos.

“Fue un descargo de distintos sentimientos, al terminar el día de los allanamientos y las detenciones. Fue poner en las redes sociales un sentimiento y se viralizó más de lo que pensaba“, admitió en diálogo con Infobae Humberto, que dice que hace “más de 15 o 20 años” que la droga entró en la ciudad donde nació.

“Tengo mi familia y mis amigos, voy a trabajar pastoralmente a la zona del conflicto, y no se podía denunciar porque las denuncias se volvían en contra”, contó el sacerdote.

“Gracias a los que torpemente pretendieron transformar nuestro pueblo en el Medellín de los 80”, dice en un pasaje del texto que compartió en Facebook Humberto, comparando su ciudad natal con la de quien fue en la década de 1980, el capo narco más grande del mundo: Pablo Escobar.

El texto completo

Gracias narcos itateños…

No me anima ningún interés político, no quiero regresos ni lloro por el pasado. Soy de los que creen que la capacidad estuvo ausente en gran parte de los intendentes de Itatí. Debatir ahora sobre este punto es como “llorar sobre la leche derramada” y nunca me convenció el apotegma que “los pueblos merecen a sus gobernantes”. La dignidad de los pueblos estafados no se oculta con definiciones armadas. El quiebre de la confianza no se remienda con votos mal habidos

No es mi deseo hacer leña del árbol caído con quienes hoy abandonaron el poder de la peor manera. Quisiera sin embargo agradecerles por la soberbia que sentenció su caída.

Gracias a los que torpemente pretendieron transformar nuestro pueblo en el Medellín de los 80. Dinero fácil, captación de jóvenes, humillación de los pobres, silencio impune a los honestos y una etiqueta de “ciudad narco” que tendremos que empezar a arrancarla día a día.

Gracias porque culpando al periodismo con pobreza argumental de lo que empezaba a irse de sus manos, no hicieron más que atraer la atención.

Gracias por la ambición que los llevó a pensar que con el poder podrían controlarlo todo… Tal vez si no hubiesen pretendido tanto hoy seguirían delinquiendo desde la llanura…

Gracias por no formarse intelectualmente (teniendo oportunidad de hacerlo) porque a la hora de defenderse se quedaron sin palabras…

Gracias por desmentir y amenazar a los que se animaron a señalarlos, porque nos ayudaron a darnos cuenta que hay héroes en nuestro pueblo…

Gracias por robarnos los atardeceres de nuestras costas donde ya no se podía transitar sin correr peligro, porque nos dimos cuenta que teníamos un Paraíso que ahora queremos recuperar…

Gracias por la decadente imagen de sus detenciones, porque nos animamos a pensar que la delincuencia se fue esposada, y tal vez podamos construir algo mejor. Al menos hoy pudimos diferenciarnos de ustedes…

Gracias por no darse cuenta que se les venía la noche, y atreverse a querer seguir gobernando, porque así fue más fácil agarrarlos.

Gracias por no poder seguir ocultando el manoseo de nuestros jóvenes convertidos en “chajá” o “valijeros”. Ojalá de aquí en adelante los veamos estudiando y recibiendo la formación que ustedes no quisieron…

Gracias por darnos la oportunidad de hacer un profundo mea culpa como sociedad, porque ustedes salieron de entre nosotros, no los desconoceremos (como lo hicieron ustedes sembrando tanto mal) y tendremos que ver cómo vamos a hacer para no repetir esta dolorosa experiencia, ni transitar por el mismo fracaso de sus vidas…

Gracias por olvidarse de la Señora del Pueblo, porque no pudieron mancharla, sin dudas hoy fue un milagro suyo el que nos permitió empezar a limpiar su trono, de lo que hace sólo días parecía una condena eterna en crecimiento. Aún así, Ella seguirá siendo Madre nuestra, y también de ustedes.

Humberto González

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La carta del cura jesuita que les “agradece” a los narcos de Itatí

(ARGENTINA)
La Voz [Córdoba, Argentina]

March 16, 2017

By Redacción LAVOZ

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El padre Humberto González SJ es itateño, pero reside en Córdoba. Publicó una singular misiva con motivo de la detención de la banda que lideraba el intendente de esa ciudad correntina.

  • El padre Humberto González SJ es itateño
  • pero reside en Córdoba.
  • Publicó una misiva con motivo de la detención de la banda que lideraba el ahora exintendente de esa ciudad correntina.

Repercución internacional tuvo la noticia del desbaratamiento de la banda narco que lideraba el intendente de la ciudad correntina de Itatí, Natividad “Roger” Terán, y de su viceintendente, Fabio Aquino, ahora detenidos.

A esas repercuciones se sumó, en las últimas horas, la difusión en redes sociales de una carta singular que publicó el sacerdote jesuita Humberto González SJ, conocido en Itatí –de donde es oriundo– como “el padre Humbi”.

En la actualidad, González reside en Córdoba y su carta, en la que “agradece” a los narcos itateños, se difunde rápido por whatsapp.

A continuación, la carta completa:

Gracias narcos itateños.

Al concluir este martes 14 de marzo de 2017 tan movido e incorporado a las efemérides itateñas, quisiera expresar sin ironía, y con respeto a los que los quieren, mi profundo agradecimiento a quienes pensaron que nunca caerían.

No me anima ningún interés político, no quiero regresos ni lloro por el pasado. Soy de los que creen que la capacidad estuvo ausente en gran parte de los intendentes de Itatí. Debatir ahora sobre este punto es como “llorar sobre la leche derramada” y nunca me convenció el apotegma que “los pueblos merecen a sus gobernantes”. La dignidad de los pueblos estafados no se oculta con definiciones armadas. El quiebre de la confianza no se remienda con votos mal habidos

No es mi deseo hacer leña del árbol caído con quienes hoy abandonaron el poder de la peor manera. Quisiera sin embargo agradecerles por la soberbia que sentenció su caída.

Gracias a los que torpemente pretendieron transformar nuestro pueblo en el Medellín de los \’80. Dinero fácil, captación de jóvenes, humillación de los pobres, silencio impune a los honestos y una etiqueta de “ciudad narco” que tendremos que empezar a arrancarla día a día.

Gracias porque culpando al periodismo con pobreza argumental de lo que empezaba a irse de sus manos, no hicieron más que atraer la atención.

Gracias por la ambición que los llevó a pensar que con el poder podrían controlarlo todo… Tal vez si no hubiesen pretendido tanto hoy seguirían delinquiendo desde la llanura…

Gracias por no formarse intelectualmente (teniendo oportunidad de hacerlo) porque a la hora de defenderse se quedaron sin palabras…

Gracias por desmentir y amenazar a los que se animaron a señalarlos, porque nos ayudaron a darnos cuenta que hay héroes en nuestro pueblo…

Gracias por robarnos los atardeceres de nuestras costas donde ya no se podía transitar sin correr peligro, porque nos dimos cuenta que teníamos un Paraíso que ahora queremos recuperar…

Gracias por la decadente imagen de sus detenciones, porque nos animamos a pensar que la delincuencia se fue esposada, y tal vez podamos construir algo mejor. Al menos hoy pudimos diferenciarnos de ustedes…

Gracias por no darse cuenta que se les venía la noche, y atreverse a querer seguir gobernando, porque así fue más fácil agarrarlos.

Gracias por no poder seguir ocultando el manoseo de nuestros jóvenes convertidos en “chajá” o “valijeros”. Ojalá de aquí en adelante los veamos estudiando y recibiendo la formación que ustedes no quisieron…

Gracias por darnos la oportunidad de hacer un profundo mea culpa como sociedad, porque ustedes salieron de entre nosotros, no los desconoceremos (como lo hicieron ustedes sembrando tanto mal) y tendremos que ver cómo vamos a hacer para no repetir esta dolorosa experiencia, ni transitar por el mismo fracaso de sus vidas…

Gracias por olvidarse de la Señora del Pueblo, porque no pudieron mancharla, sin dudas hoy fue un milagro suyo el que nos permitió empezar a limpiar su trono, de lo que hace sólo días parecía una condena eterna en crecimiento. Aún así, Ella seguirá siendo Madre nuestra, y también de ustedes.

P. Humbi SJ.

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February 22, 2017

La costumbre de trasladar al culpable

CóRDOBA (ARGENTINA)
Página/12 [Buenos Aires, Argentina]

February 22, 2017

By Mariana Carbajal

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En 2014, el Vaticano halló al sacerdote Luis Alberto Bergliaffa culpable de haber abusado sexualmente de una niña en su parroquia, en Córdoba, y le prohibió ejercer el sacerdocio diez años. Ahora vive en Río Negro, al amparo del obispo Marcelo Cuenca.

Un cura a quien, hace tres años, el Vaticano prohibió ejercer el ministerio sacerdotal durante una década porque había abusado sexualmente de una niña, vive bajo la protección del obispo del Alto Valle, Marcelo Cuenca. El religioso Luis Alberto Bergliaffa, que en 2014, tras una investigación realizada por un tribunal eclesiástico, fue hallado responsable de abusar de una niña en Córdoba, donde era responsable de una parroquia, reside en General Roca, al amparo del obispo Cuenca. PáginaI12 confirmó en el Obispado del Alto Valle que Bergliaffa se desempeña allí, aunque –aseguraron los voceros– no oficia misa. Por estos días, anda de vacaciones en Córdoba, informaron. 

El obispo Cuenca, protector de Bergliaffa, es el mismo que defendió públicamente al padre Julio César Grassi y sostuvo que “es inocente” un día después de que un fallo de la Suprema Corte bonaerense ratificara su condena por abuso sexual agravado y corrupción de menores. Es también el mismo que se negó a dar la bendición a la familia de Lucas Muñoz, el oficial de 29 años asesinado en Bariloche a mediados de 2016, cuya muerte derivó en el descabezamiento de la cúpula policial local ante la fuerte sospecha de su participación en el hecho. 

“Es una barbaridad que conociendo que ha cometido el delito de abuso sexual infantil, la Iglesia Católica le haya dado una palmadita en la espalda, y lo haya trasladado a otra diócesis dándole protección. Es lo que suele hacer con curas pederastas. ¿Quién controla que efectivamente no de misa o que no esté en contacto con otras posibles víctimas? Ni siquiera les avisan a los feligreses que les envían un pedófilo”, cuestionó en diálogo con PáginaI12 el abogado de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico en Argentina, Carlos Lombardi. “Les aplican sanciones livianas. La Iglesia Católica debería acompañar a la familia de la víctima para que denuncie penalmente al cura abusador, poniéndoles abogados a su disposición, pero eso jamás ocurre”, agregó. 

Bergliaffa era el sacerdote a cargo de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el barrio Matienzo de la ciudad de Córdoba. A comienzos de 2014 el Arzobispado provincial, a cargo de Carlos Ñañez anunció la sanción por la cual el Vaticano le prohibió el ejercicio sacerdotal durante 10 años. Esa sanción significa, por ejemplo, que Bergliaffa no puede celebrar misa ni impartir sacramentos como bautismos o matrimonios. “Todo sacerdote vive del ministerio que ejerce, va a tener que buscar trabajo para proveerse sustento”, indicaron en aquel momento fuentes del Arzobispado de Córdoba.

Pero el cura castigado por pedófilo no tuvo necesidad de buscar conchabo, porque pronto encontró cobijo en los pagos de otro cordobés. Antes de ser designado como obispo del Alto Valle en 2010 por el papa Benedicto XVI, Cuenca hizo su carrera eclesiástica en el clero de esa provincia. 

El caso es paradójico: el cura Bergliaffa, según indicó el Arzobispado de Córdoba, no fue denunciado ante el fuero penal por la familia de la víctima, lo que le permitió esquivar una investigación judicial –podría estar en contacto con otras niñas–, a pesar de que se lo encontró culpable de abuso sexual de una nena en el proceso canónico que llevó adelante el Vaticano.

El Arzobispado de Córdoba detalló que una vez que recibió la denuncia del abuso sexual contra Bergliaffa, el obispo Carlos Ñañez ordenó una investigación canónica administrativa y la remitió a la Congregación para la Doctrina de la Fe, único tribunal competente en el ámbito de la Iglesia Católica para esos delitos. La jerarquía católica alegó que al tratarse de un delito de instancia privada, la denuncia penal debía realizarla la víctima o sus padres, y por eso no llevó el caso a la justicia ordinaria. Luego de recibir numerosos testimonios, el sacerdote fue retirado de su cargo como medida cautelar.

Después se le aplicó la sanción. Bergliaffa apeló la sanción, pero la Congregación para la Doctrina de la Fe confirmó el decreto condenatorio. En un comunicado de prensa difundido el 14 de marzo de 2014, el Arzobispado de Córdoba informó: “El pasado 10 de enero del corriente año 2014, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha confirmado con certeza moral suficiente, en segunda instancia, la sentencia que ha encontrado culpable al Pbro. Luis Alberto Bergliaffa del delito de abuso sexual de una menor”. Y agregó: “Por tal motivo, (…) se le prohíbe todo ejercicio público del ministerio sacerdotal por 10 años”. Sobre el traslado al Obispado del Alto Valle, de Bergliaffa no hubo comunicado de prensa. Ni aviso en la comunidad.Este artículo fue publicado originalmente el día 25 de enero de 2017

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February 18, 2017

Quedó firme la condena contra un cura pedófilo en Misiones

CORRIENTES (ARGENTINA)
Infobae [Buenos Aires, Argentina]

February 18, 2017

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El religioso Ladislao Chomín fue sentenciado en 2012 a cuatro años de prisión acusado de abusar de una niña. El hecho ocurrió en 2003 en el Instituto San Josafat de la localidad de Apóstoles

El Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Misiones rechazó por unanimidad la apelación del sacerdote Ladislado Chomín a su condena de cuatro años de prisión por el delito de abuso sexual, y dejó firme la decisión que tomó el Tribunal Penal 1 de Posadas en junio de 2012.

El abuso se cometió en 2003 pero fue recién a mediados de 2012 que la Justicia sentó en el banquillo de los acusados a Chomín, más conocido entre los fieles como Padre Cristóforo. En ese momento, los jueces Martín Errecaborde, Eduardo D’Orsaneo y Marcela Leiva determinaron que cura fue autor del “abuso sexual simple” y que la pena debía ser de cumplimiento domiciliario.

El fallo fue apelado por la defensa del sacerdote, que desde el inicio del proceso negó la acusación y siempre se declaró inocente. Los miembros del Superior Tribunal de Justicia accedieron a revisar la sentencia y, en base a ese análisis, confirmar o anular la condena del religioso.

Luego de más de 4 años, el STP emitieron su veredicto: el cura Chomín abusó sexualmente de la menor en una pieza del instituto educativo San Josafat de Apóstoles en el año 2003.

“Las cuestiones propuestas constituyen meras afirmaciones dogmáticas carentes de sustento, que no van más allá de la exposición de discrepancias subjetivas y meros disentimientos con el criterio del Tribunal (Penal 1) juzgador”, expresa el fallo, según destaca el diario local El Territorio.

El documento manifiesta que “el tribunal valoró detalladamente cada una de las pruebas aportadas a la causa, los elementos más importantes del plexo probatorio han sido relacionados con arreglo a las normas de la lógica y la sana crítica racional con el objetivo de determinar la autoría del hecho y las circunstancias en que éstos ocurrieron”.

En la sentencia, el Tribunal Penal 1 de Posadas determinó que el abuso sexual fue cometido en una habitación del instituto religioso donde por ese entonces vivía el cura que atendía el kiosco.

Los testimonios de la víctima en Cámara Gesell fueron claves e incluidos en los fundamentos de la condena de 2012: “Me acuerdo que había un señor que me daba caramelos, era un señor grande, tenía pelo blanco. Casi todos los días cuando salíamos él me agarraba, subía la escalera y me llevaba arriba a una habitación. No sé por qué, no entendía por qué me llevaba”.

Durante aquel debate se conocieron detalles escabrosos de los manoseos a los que, según los jueces que dictaron sentencia, era sometida la menor, que hoy tiene 17 años.

Por la sala de audiencias desfilaron desde los padres de la víctima hasta los docentes del instituto, quienes coincidieron en que el cura “mantenía una relación tan buena con los niños que hasta era un Dios para ellos”.

A pesar de los testigos que intentaron preservar a toda costa la imagen de Chomín, fueron más fuertes los elementos probatorios que confirmaron su culpabilidad. Así, el Padre Cristóforo se transformó en 2012 en el primer religioso de la historia de Misiones en ser condenado por un delito del tipo sexual.

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Investigan por abuso deshonesto a un obispo de Santiago del Estero

SANTIAGO DEL ESTERO (ARGENTINA)
Infobae [Buenos Aires, Argentina]

February 18, 2017

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Monseñor Adolfo Armando Uriona fue denunciado y estuvo detenido en Córdoba. Una joven que viajaba junto al religioso despertó al advertir que la estaba tocando y comenzó a gritar. El prelado, vestido de civil, fue liberado cinco horas después. En la comisaría estaba confuso y “rezaba”

El obispo de la ciudad santiagueña de Añatuya, monseñor Adolfo Uriona, recuperó anteayer la libertad luego de permanecer demorado durante algunas horas en una dependencia policial de la capital cordobesa, acusado de haber 
manoseado a una joven que viajaba junto a él en un colectivo de larga distancia. 

El religioso, que fue detenido en la terminal de ómnibus de esta ciudad luego de descender de un micro de la empresa San Juan-Mar del Plata, fue dejado en libertad luego de negar el delito de “abuso deshonesto” que se le imputa, según reveló a la prensa el abogado defensor del prelado, Marcelo Ferrer Vera.

Laura Robato, periodista de Radio Panorama de Santiago del Estero confirmó ayer por la tarde que el obispo fue liberado y explicó detalles sobre el hecho. 

Sobre la mujer que denunció al obispo, Robato refirió: “Ella no sabía que estaba hablando de un sacerdote, porque venía vestido de civil y bronceado, al regresar de sus vacaciones”.

Asimismo, ratificó en Radio 10 que el prelado fue liberado tras pasar unas horas demorado en una comisaría cordobesa. “De la denuncia no se saben datos precisos, salvo que la ha tocado”, señaló.

La joven, de 24 años, aparentemente viajaba junto al obispo en un coche de la empresa San Juan-Mar del Plata, interno 69, y al llegar a la ciudad de Córdoba, cerca de las 7.30 de ayer, se bajó del micro y denunció al religioso que luego fue detenido, sospechado del presunto delito de “abuso deshonesto”.

El religioso quedó detenido en la Seccional Primera, ubicada a pocas cuadras del centro capitalino. El comisario mayor Osvaldo Foli, director del Distrito 1 de la Policía de Córdoba, aseguró a la radio LV 2 que una de las pasajeras del micro “se sorprendió” porque al despertar el hombre que tenía a su lado “tenía su mano ubicada a la altura del pubis, por debajo del pantalón y de la ropa interior”.

Además, indico el comisario, “se logra establecer por dichos de él que es obispo de la diócesis de Añatuya, provincia de Santiago del Estero, lugar donde también reside”. 

El oficial aseguró que “está constatado” que se trata de esta persona, ya que además se presentaron en la comisaría miembros de la diócesis que ayer se tenían que reunir con el sacerdote.

La denuncia quedó radicada también en la Unidad Judicial de la Mujer, donde la joven ratificó su acusación contra el religioso.

El Juzgado interviniente deberá resolver en las próximas horas si excarcela o no al obispo.

Al religioso, se lo vio “alterado, bastante confuso y comenzó a rezar. Yo lo escuche rezando. Perdón Dios mío o Dios perdoname, le escuche decir”, señaló a Foli en declaraciones a Radio 10

En tanto, una fuente de la diócesis de Añatuya admitió a la agencia DyN no poder desmentir ni confirmar lo ocurrido ya que, aseguró, “el vicario general, presbítero Hernán González Cazón, intentó comunicarse varias veces al celular de monseñor y no respondió”.

De todas formas, reconoció que en esa sede diocesana fueron recibidos “varios llamados” preguntando por la situación del prelado.

Uriona nació en Mar del Plata el 27 de mayo de 1955 y fue ordenado sacerdote en 1980. En 2004 se convirtió en el primer obispo argentino de la orden de Don Orione, y fue designado al frente de la diócesis de Añatuya por el papa Juan Pablo II.

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February 8, 2017

IGLESIA CATÓLICA. El cura pedófilo protegido en la Iglesia de General Roca

CóRDOBA (ARGENTINA)
La Izquierda Diario [Buenos Aires, Argentina]

February 8, 2017

By Laura “Xiwe” Santillán

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Se trata de Luis Alberto Bergliaffa, sancionado en 2014 por abusar de una niña en Córdoba, ahora la Iglesia lo cobija en Fiske Menuko (Gral Roca).

Las últimas noticias del caso tienen que ver con que el intendente Martin Soria se rehusó a que la bendición de la Fiesta de la Manzana la realizara el obispo Cuenca, defensor del Padre Grassi y ahora de Bergliaffa. En el último mes se dio a conocer en varios medios nacionales que un sacerdote cordobés acusado de abuso sexual y separado de sus funciones ministeriales por la misma Iglesia, vive en Fiske Menuko (Gral Roca) y publica fotos en su cuenta personal de facebook paseando por las calles de la ciudad.

Bergliaffa tiene una sanción impuesta por la Iglesia Católica que le impediría ejercer el sacerdocio por 10 años, tras trascender en el 2014 que abusó sexualmente de una niña en Córdoba en 2011. El sacerdote mantiene hace tiempo profundos lazos con el Obispo Cuenca, quien lo mantiene bajo su protección en la sede del Alto Valle, ya que su designación en el obispado fue entregada por Bergliaffa en 2010.

No se trata de la protección de un sacerdote hacia otro sino de la Iglesia a los curas pedófilos. El resguardo del obispo hacia el sacerdote no es una excepción, mas es bien es una regla en la Iglesia, que traslada curas violadores cuando ya no es posible ocultar los abusos a que someten a niños y niñas. En este caso en 10 años Bergliaffa será habilitado oficialmente otra vez para ejercer el sacerdocio, lo que implica que volverá a tener la impunidad de abusar nuevamente mientras ejerce sus funciones.

El Obispo Marcelo Cuenca, en la última semana, defendió su accionar alegando que si bien el Vaticano había sancionado a su colega, no hay sanción penal porque los padres de la niña no hicieron la denuncia. Un descaro sin límites de una institución impune sostenida desde el Estado.

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January 31, 2017

Confirman que Bergliaffa no puede ejercer como sacerdote y debe trabajar

CóRDOBA (ARGENTINA)
Reporter Patagonia [Buenos Aires, Argentina]

January 31, 2017

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El arzobispado de Córdoba emitió un comunicado respecto a la presencia del cura acusado de abuso, Luis Bergliaffa, en General Roca. Allí ratificó que “tiene prohibido, por el término de diez años, el ejercicio público del ministerio sacerdotal” y que por esta razón “debe trabajar para obtener su sustento”. En el mensaje no hicieron referencia al hospedaje que recibe el cura cordobés en la iglesia de Roca, gracias a la protección de Marcelo Cuenca.

El comunicado difundido hoy por el arzobispado de Córdoba destaca que el sacerdote fue inhabilitado para ejercer públicamente el ministerio sacerdotal en 2014, luego que se conociera la sentencia definitiva por la Santa Sede en la que fue considerado culpable del delito de abuso sexual. De esa manera, Luis Bergliaffa debe trabajar fuera del ámbito de la iglesia para sostenerse.

En este marco, el arzobispado aclaró que el cura no ha sido ‘trasladado’, porque “carece de todo oficio eclesiástico”. Afirmaron que eso sucede solo cuando “la autoridad competente encomienda otro oficio eclesiástico u otra tarea ministerial”.

El mensaje no hace mención al hospedaje que recibe el cura cordobés en la sede de la iglesia en Roca, al amparo del Obispo Marcelo Cuenca. Sin embargo, el comunicado señala que se fijó un domicilio “considerando que la pena, dada por instancia judicial, sigue a la persona en cualquier lugar dónde esté”.

El arzobispado de Córdoba ratificó que se celebró un proceso penal administrativo en contra de Luis Bergliaffa, a cargo de un Tribunal Eclesiástico “y por mandato de la Santa Sede”. A su vez recordó que en ese proceso, el cura fue considerado “culpable del delito de abuso”.

En esa ocasión, el acusado “apeló la sentencia antre el Tribunal de apelación de la misma Congregación para la Doctrina de la Fe”, -explica el documento-, aunque el 10 de enero de 2014 se “confirmó con certeza moral suficiente, en segunda instancia, la sentencia que había encontrado culpable al Pbro. Luis Alberto Bergliaffa del delito de abuso sexual a una menor”.

Esta mañana, el responsable de la diócesis del Alto Valle hizo declaraciones a “Somos el Valle” y aseguró que el Bergliaffa tiene “una pena canónica pero no es una causa probada de abuso”. Además agregó que de haberlo encontrado culpable del hecho, “se lo hubiera dimitido de la iglesia”.

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January 30, 2017

Confirman que Bergliaffa no puede ejercer como sacerdote y debe trabajar

CóRDOBA (ARGENTINA)
Diario Río Negro [General Roca, Argentina]

January 30, 2017

By Redacción

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El arzobispado de Córdoba señaló que el cura acusado de abuso “no fue trasladado” a Roca. Además recordó que la sentencia del Vaticano fue ratificada y por eso es considerado “culpable del delito de abuso”.

El arzobispado de Córdoba emitió un comunicado respecto a la presencia del cura acusado de abuso, Luis Bergliaffa, en General Roca. Allí ratificó que “tiene prohibido, por el término de diez años, el ejercicio público del ministerio sacerdotal” y que por esta razón “debe trabajar para obtener su sustento”. En el mensaje no hicieron referencia al hospedaje que recibe el cura cordobés en la iglesia de Roca, gracias a la protección de Marcelo Cuenca.

El comunicado difundido hoy por el arzobispado de Córdoba destaca que el sacerdote fue inhabilitado para ejercer públicamente el ministerio sacerdotal en 2014, luego que se conociera la sentencia definitiva por la Santa Sede en la que fue considerado culpable del delito de abuso sexual. De esa manera, Luis Bergliaffa debe trabajar fuera del ámbito de la iglesia para sostenerse.

En este marco, el arzobispado aclaró que el cura no ha sido ‘trasladado’, porque “carece de todo oficio eclesiástico”. Afirmaron que eso sucede solo cuando “la autoridad competente encomienda otro oficio eclesiástico u otra tarea ministerial”.

El mensaje no hace mención al hospedaje que recibe el cura cordobés en la sede de la iglesia en Roca, al amparo del Obispo Marcelo Cuenca. Sin embargo, el comunicado señala que se fijó un domicilio “considerando que la pena, dada por instancia judicial, sigue a la persona en cualquier lugar dónde esté”.

El arzobispado de Córdoba ratificó que se celebró un proceso penal administrativo en contra de Luis Bergliaffa, a cargo de un Tribunal Eclesiástico “y por mandato de la Santa Sede”. A su vez recordó que en ese proceso, el cura fue considerado “culpable del delito de abuso”.

En esa ocasión, el acusado “apeló la sentencia antre el Tribunal de apelación de la misma Congregación para la Doctrina de la Fe”, -explica el documento-, aunque el 10 de enero de 2014 se “confirmó con certeza moral suficiente, en segunda instancia, la sentencia que había encontrado culpable al Pbro. Luis Alberto Bergliaffa del delito de abuso sexual a una menor”.

Esta mañana, el responsable de la diócesis del Alto Valle hizo declaraciones a “Somos el Valle” y aseguró que el Bergliaffa tiene “una pena canónica pero no es una causa probada de abuso”. Además agregó que de haberlo encontrado culpable del hecho, “se lo hubiera dimitido de la iglesia”. 

El comunicado completo 

“Debido a noticias aparecidas en los últimos días en algunos medios gráficos, parece oportuno poner, nuevamente, en conocimiento lo ya comunicado el 14 de marzo de 2014, en relación a la situación canónica del Presbítero Luís Alberto Bergliaffa, sacerdote del clero secular de esta arquidiócesis. 

En este Tribunal Eclesiástico y por mandato de la Santa Sede, Congregación para la Doctrina de la Fe, único Tribunal competente para delitos de abuso contra menores cometidos por un clérigo, se celebró un proceso penal administrativo en su contra. En el mencionado proceso fue considerado culpable del delito de abuso. El mismo acusado apeló la sentencia ante el Tribunal de apelación de la misma Congregación para la Doctrina de la Fe. 

El 10 de enero de 2014 la Congregación para la Doctrina de la Fe confirmó con certeza moral suficiente, en segunda instancia, la sentencia que había encontrado culpable al Pbro. Luis Alberto Bergliaffa del delito de abuso sexual a una menor. Por tal motivo, el Presbítero Luís Bergliaffa tiene prohibido, por el término de diez años, el ejercicio público del ministerio sacerdotal. Con la salvedad que dicha pena puede ser prolongada o agravada, en el caso que no cumpla las determinaciones del decreto penal. Desde la misma Santa Sede, se ha recibido la indicación que, durante este tiempo, debe trabajar para obtener su sustento. 

Por lo tanto, carece de todo oficio eclesiástico y de ninguna manera se puede hablar que ha sido “trasladado”, cosa que se hace cuando la autoridad competente encomienda otro oficio eclesiástico u otra tarea ministerial. Hecho que en este caso no se ha dado. Lo que sí se ha dado, y lo debe hacer, es fijar domicilio, como consta, considerando que la pena, dada por instancia judicial, sigue a la persona en cualquier lugar dónde esté”. 

Dado en Córdoba, República Argentina, el 30 de enero de 2017.

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January 27, 2017

Habla el cura de la misa por Cabezas denunciado por abuso de menores: ¿la Iglesia lo encubrió?

MAR DEL PLATA (ARGENTINA)
Infobae [Buenos Aires, Argentina]

January 27, 2017

By Federico Fahsbender

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El padre Félix Martínez, que ofició el miércoles un memorial para el fotógrafo asesinado, fue acusado en el escándalo del profesor Fernando Melo Pacheco en 2002 y tuvo una causa en su contra: las víctimas llevaron el reclamo hasta la Iglesia. “Jamás me citaron”, se escuda el sacerdote

Le tocó, por lógica, al cura de la zona. El miércoles último, el padre Félix Alejandro Martínez, a cargo de la parroquia Sagrado Corazón de General Madariaga, se calzó una estola púrpura para ofrecer una misa memorial en la cava de la misma zona en donde fue hallado el cadáver de José Luis Cabezashace veinte años. Estaban presentes los familiares del fotógrafo, varios de sus colegas, algunos camarógrafos que transmitían la ceremonia. Martínez tenía, por su parte, un pasado complejo.

Había sido el sacerdote del colegio parroquial Nuestra Señora del Camino en Mar del Plata, que fue el escenaro de un escándalo de proporciones nacionales, con una acusación de singular brutalidad: el profesor de educación física del establecimiento, Fernando Melo Pacheco, fue imputado por abusar de niñas de jardín de infantes con juegos grotescos. La “cola del zorro” implicaba un toqueteo en los genitales, “la cucaracha”, según el expediente que investigó a Melo Pacheco, un cosquilleo en la vagina de las niñas.

El profesor de educación física fue absuelto en el fallo de primera instancia, algo que fue confirmado en un voto de dos contra uno en la Sala I de Casación bonaerense, con los polémicos jueces Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargues, para ser ratificado por la Suprema Corte provincial en 2014. Los tribunales adujeron, por ejemplo, discrepancias entre testimonios de padres y las víctimas mismas. Mientras tanto, Martínez tenía su lugar en la causa.

De acuerdo a fuentes ligadas al expediente a comienzos de la década pasada, una menor declaró en cámara Gesell que Melo Pacheco la habría subido a la sala de música, que allí se encontró con “el hombre de negro”. Para los investigadores, sería un hombre con sotana, el padre Félix Martínez. 

Según estas mismas fuentes, se abrió una causa en la Justicia marplatense luego de esta declaración, con una instrucción preliminar para investigar al cura, algo que quedó en nada, ponchado en el tiempo: el expediente fue cerrado por prescripción. Nunca fue ni siquiera indagado. 

La causa fue mencionada como “en trámite” en la sentencia absolutoria de primera instancia de Melo Pacheco del 27 de marzo de 2006 firmada por los magistrados Deleonardis, Viñas y Martinelli. Causa o no en su contra, el sacerdote enfrentó cuestionamientos en el juicio de por qué habría permitido los abusos que estaban claramente en sus narices. No sirvió de mucho: el sacerdote permaneció en el colegio del escándalo hasta 2012, diez años más tras las acusaciones en su contra.  

Mientras tanto, quienes habrían sido sus víctimas lo vieron en la televisión, oficiando el rito para recordar al fotógrafo asesinado: sus padres hablaron a los medios. Así, Martínez volvió a la luz pública. No huyó a ningún lado. Infobae lo contactó al número fijo de su parroquia. Su planteo es, por así decirlo, legalista. El cura se escuda en años de fallos judiciales para defenderse

“Recién me voy enterando que está saliendo todo esto, me llamaron de la radio local. Primero que nada, la causa en mi contra prescribió. Y el tema no es conmigo, les diría que revisen. Yo nunca fui imputado”, asegura Martínez.

-Padre, se abrió una investigación en su contra hace diez años. Hubo una instrucción preliminar, según fuentes. 

-Mire, yo estuve denunciado con 47 personas. A medida que pasaba el juicio fueron desestimadas la mayoría de las denuncias por lo disparatadas que eran, en caso del profesor. Después se recurrió a todas las instancias jurídicas hasta Suprema Corte; en todas fue absuelto.

-Usted habla del profesor Melo Pacheco. Por su parteaquí tengo en la sentencia de primera instancia se menciona una causa en su contra. 

-Sí, se abre. Pero en el desarrollo del juicio se desestiman las denuncias y nunca fui citado, jamás. Nunca estuve imputado. Cuando se termina el juicio se determina que hubo dos abusos intrafamiliares.

-¿Hace cuántos años que está en la parroquia Sagrado Corazón de Madariaga?

-Cuatro años.

-¿Y cuándo dejó el colegio Nuestra Señora del Camino?

-El 24 de junio de 2012.

-O sea, se quedó en el colegio diez años más tras las denuncias.

-Sí, sí.

Un cajoneo

Las presuntas víctimas del padre Martínez habrían sido muchas más que una. En julio de 2015, el abogado mendocino Carlos Lombardi entregó un petitorio al Obispado marplatense, a cargo de monseñor Alejandro Marino. Lombardi representaba a un grupo de seis familias que buscaban saber si Martínez, más allá de la Justicia del Estado, había sido investigado canónicamente bajo la ley interna de la Iglesia. Hacerlo, o al menos disparar la orden, hubiese correspondido a monseñor José María Arancedo, entonces obispo marplatense, el inmediato superior de Martínez y hoy presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Las víctimas, en este caso, serían doce en total. Para Lombardi y las familias el trámite fue por lo menos frustrante.

El abogado asegura a Infobae: “A pesar del sobreseimiento de Melo Pacheco, la Iglesia debería haber iniciado un procedimiento interno, fuese Arancedo o su sucesor, monseñor Puiggari. Hubo permanentes dilaciones en el tiempo, solamente tuvimos un contacto con la secretaría del Obispo. La secretaría del obispo le comunicó a una de las madres que prefería una reunión personal, pero bueno, siempre había una excusa, que estaba de viaje, etcétera. Al final nunca tuvimos una respuesta formal“.

Consultado por este punto, Martínez parece saber mucho más sobre el resultado de su causa canónica que el abogado Lombardi: según él, hubo una presentación sobre su caso en el Vaticano.

“Lo llevó monseñor Puiggari, que lleva toda la carpeta de los juicios. El Vaticano lo pide primero en 2006, simplemente porque estaba denunciado un sacerdote de la Iglesia. El Vaticano comprueba que no hay nada en las sentencias, que estaban concluidas, que no tuve ninguna acusación. Nunca fui citado ni llamado“, dice.

Y lo que dice Martínez es inquietante, si se lo toma como tal. Si efectivamente el Vaticano  basó su investigación en apenas leer los fallos de la Justicia argentina, entonces ni siquiera investigó al cura de forma interna: apenas leyó un montón de papeles sin preguntarle a nadie, ni siquiera a Martínez mismo.

Casos de abuso más graves que llegaron a procesamientos como el del cura entrerriano Justo Ilarraza, señalado por atacar serialmente a varios seminaristas, valieron al menos citaciones a los denunciantes en despachos eclesiásticos. De todas formas, el obispo Estanislao Karlic, hoy cardenal, despachó a un Ilarraz a un freezer interesante: estudiar filosofía en Roma.Años después, Ilarraz reaparecería en una parroquia en las afueras de San Miguel de Tucumán.  

Martínez asegura, por su parte, que los padres fueron recibidos.

Según el doctor Carlos Lombardi, hubo una propuesta de reunión que jamás fue formalizada.

-Monseñor Puiggari se reunió con los padres el primer día que tomó posesión del obispado al asumir. Fue muy violenta, hubo gritos. A mí me entraron en la parroquia, con situaciones violentas.

-¿Qué ocurrió?

-Daba misa y entraban padres a gritarme, la gente los sacaba, pasó dos o tres veces.

-Se ve que tuvo siempre a la congregación de su lado. En su cuenta de Facebook le dedican mensajes afectuosos.

-Siempre me apoyaron, gracias a Dios.

-¿Cómo era su relación con Melo Pacheco?

-Yo no tenía autoridad en el colegio, era el cura que oficiaba misa en el colegio parroquial. Eran chicos, celebraba ritos muy sencillos.

-Siempre sostuvo su inocencia.

-Sí, porque no hubo ninguna situación.

-¿Lo llamó hoy el obispo Marino?

-Sí, me llamó luego de la publicación de la noticia. Le dije que era una difamación, que no voy a contestarla.

-¿Tiene su apoyo?

-Sí, es mi obispo y tengo todo el apoyo frente a esta calumnia.

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January 26, 2017

Un cura abusador, refugiado en el Obispado del Alto Valle

CóRDOBA (ARGENTINA)
ADN Río Negro [Río Negro, Argentina]

January 26, 2017

By Unknown

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(ADN).- Luis Alberto Bergliaffa fue declarado culpable por el Vaticano por haber abusado sexualmente de una niña en su parroquia, en el barrio Matienzo de Córdoba. Por eso se tuvo que ir de su lugar de residencia. Pero pese a la condena oficial y social, encontró refugio en el Obispado del Alto Valle, con sede en la ciudad de Roca.

La revelación la hizo el diario Río Negro. El periodista Hugo Alonso buscó un contacto oficial, pero sólo encontró silencio. “Toda respuesta será dada oportunamente, por el mismo obispo diocesano, cuando regrese a la zona”, fue lo único que escuchó de parte del vicario Jorge Fernández Pazos.

La sanción impuesta por un tribunal eclesiástico a Bergliaffa en Córcoba -ratificada luego en la Santa Sede- fue una prohibición para ejercer el sacerdocio por diez años. 

El caso nunca llegó a la Justicia ordinaria. La jerarquía católica alegó que al tratarse de un delito de instancia privada, la denuncia penal debía realizarla la víctima o sus padres. Eso no ocurrió y en la actualidad Bergliaffa puede moverse libremente, como lo hace habitualmente por las instalaciones de la calle Rodhe.

¿Cómo llegó al Alto Valle?. La pregunta que pretendió hacer ayer por el diario valletano todavía no tiene respuesta oficial, pero es indudable que el vínculo con Cuenca fue determinante. El actual obispo se desempeñó en Córdoba durante muchos años. Y Bergliaffa mostró a través de las redes sociales sus visitas a Roca, algunas incluso del 2013, cuando todavía faltaba un año para que se confirmara la sanción en su contra.

Otro dato: en el 2010 Bergliaffa quien participó de la asunción de Cuenca en Roca. Fue quien tuvo a su cargo la entrega del decreto de la Nunciatura Apostólica con la designación.

El amparo del Obispado del Alto Valle al cura culpable de abuso fue revelado ayer por el diario “Página 12”, en una nota que también recordó la enfática defensa que Cuenca hizo años atrás al sacerdote Julio César Grassi, condenado también por abuso sexual agravado y corrupción de menores.

Bergliaffa apeló la sanción del tribunal, pero la Congregación para la Doctrina de la Fe confirmó el decreto condenatorio. El 14 de marzo de 2014, el Arzobispado de Córdoba informó a través de un comunicado que “el pasado 10 de enero del corriente año 2014, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha confirmado con certeza moral suficiente, en segunda instancia, la sentencia que ha encontrado culpable al Pbro. Luis Alberto Bergliaffa del delito de abuso sexual de una menor”. Y agregó: “Por tal motivo, (…) se le prohíbe todo ejercicio público del ministerio sacerdotal por 10 años”.

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January 25, 2017

Aseguran que en Roca “protegen” a un cura pedófilo

CóRDOBA (ARGENTINA)
ANR - Agencia de Noticias Roca  [General Roca, Argentina]

January 25, 2017

By Florencia Bark

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En 2014, el Vaticano halló a un cura cordobés culpable de abusar sexualmente de una niña y le prohibió ejercer por 10 años. Ahora vive en Roca, al “amparo” del obispo Marcelo Cuenca, denunciaron.

Se trata de Luis Alberto Bergliaffa un cura cordobés que fue sancionado por el Vaticano en 2014. La Iglesia le prohibió ejercer el ministerio sacerdotal durante 10 años por abusar sexualmente de una niña y fue difundido en un comunicado público.

Lo que no se hizo público, asegura Mariana Carbajal en un informe de Página 12, es que Bergliaffa fue trasladado al Obispado del Alto Valle y ahora “vive bajo la protección del obispo del Alto Valle, Marcelo Cuenca”.  

El religioso fue sometido a una investigación realizada por un tribunal eclesiástico y fue fue hallado responsable de abusar de una niña en Córdoba, donde estaba a cargo de una parroquia. Página 12 confirmó en el Obispado del Alto Valle que Bergliaffa se desempeña acá aunque no oficiaría misa, según informaron. 

La sanción del Vaticano significa que Bergliaffa no puede celebrar misa ni impartir sacramentos como bautismos o matrimonios. Según indicaron desde el Arzobispado de Córdoba a Página 12, el cura pedófilo no fue denunciado ante el fuero penal por la familia de la víctima, lo que le permitió esquivar una investigación judicial, por lo que ahora podría estar libremente en contacto con otras niñas. 

Una vez que el Arzobispado recibió la denuncia del abuso sexual, la iglesia de Córdoba ordenó una investigación canónica administrativa y la remitió a la Congregación para la Doctrina de la Fe, único tribunal competente en el ámbito de la Iglesia Católica para esos delitos.

La jerarquía católica alegó que al tratarse de un delito de instancia privada, la denuncia penal debía realizarla la víctima o sus padres, y por eso no llevó el caso a la justicia ordinaria. Luego de recibir numerosos testimonios, el sacerdote fue retirado de su cargo como medida cautelar. Después se le aplicó la sanción y Bergliaffa apeló, pero el decreto condenatorio fue confirmado.

“El obispo Cuenca, protector de Bergliaffa, es el mismo que defendió públicamente al padre Julio César Grassi y sostuvo que “es inocente” un día después de que un fallo de la Suprema Corte bonaerense ratificara su condena por abuso sexual agravado y corrupción de menores. Es también el mismo que se negó a dar la bendición a la familia de Lucas Muñoz, el oficial de 29 años asesinado en Bariloche a mediados de 2016, cuya muerte derivó en el descabezamiento de la cúpula policial local ante la fuerte sospecha de su participación en el hecho”, escribió Carbajal. 

ANR se contactó con el obispado de Alto Valle para dialogar con el obispo Marcelo Cuenca, pero desde la administración informaron que Cuenca no tiene teléfono celular y que tampoco se encuentra en la zona para poder acceder a una entrevista. (ANR)

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El Obispado del Alto Valle, refugio de un cura que abusó de una niña

CóRDOBA (ARGENTINA)
Diario Río Negro [General Roca, Argentina]

January 25, 2017

By Redacción

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El caso nunca llegó a la Justicia ordinaria. Ayer nadie quiso dar explicaciones ni responder preguntas, porque el obispo Cuenca no está en la zona. 

Silencio. Más silencio. Bajo esa consigna se movió ayer el Obispado del Alto Valle, luego de que se revelara que un cura abusador encontró refugio dentro de la misma Iglesia Católica, en Roca.

“Toda respuesta será dada oportunamente, por el mismo obispo diocesano, cuando regrese a la zona”, respondió ayer el vicario Jorge Fernández Pazos cuando “Río Negro” pudo ubicarlo para hacerle preguntas sobre la situación.

El religioso habló de “este penoso caso” en el breve contacto por mail con periodistas de este diario. Antes de ese cruce de palabras, en la sede de la Diócesis se habían repetido las excusas, siempre prometiendo una comunicación en breve con el máximo referente católico de la región, Marcelo Cuenca.

El “penoso caso” tiene como protagonista a Luis Alberto Bergliaffa, quien fue declarado culpable por el Vaticano de haber abusado sexualmente de una niña en su parroquia, en el barrio Matienzo de Córdoba.

La sanción impuesta por un tribunal eclesiástico en esa provincia -ratificada luego en la Santa Sede- fue una prohibición para ejercer el sacerdocio por diez años. Y asunto cerrado.

El caso nunca llegó a la Justicia ordinaria. La jerarquía católica alegó que al tratarse de un delito de instancia privada, la denuncia penal debía realizarla la víctima o sus padres. Eso no ocurrió y en la actualidad Bergliaffa puede moverse libremente, como lo hace habitualmente por las instalaciones de la calle Rodhe.

Contacto permanente

¿Cómo llegó al Alto Valle? La pregunta que se pretendió hacer ayer todavía no tiene respuesta oficial, pero es indudable que el vínculo con Cuenca fue determinante.

El actual obispo se desempeñó en Córdoba durante muchos años. Y Bergliaffa mostró a través de las redes sociales sus visitas a Roca, algunas incluso del 2013, cuando todavía faltaba un año para que se confirmara la sanción en su contra.

Otro dato: en el 2010 Bergliaffa quien participó de la asunción de Cuenca en Roca. Fue quien tuvo a su cargo la entrega del decreto de la Nunciatura Apostólica con la designación.

El amparo del Obispado del Alto Valle al cura culpable de abuso fue revelado ayer por el diario “Página 12”, en una nota que también recordó la enfática defensa que Cuenca hizo años atrás al sacerdote Julio César Grassi, condenado también por abuso sexual agravado y corrupción de menores.

Bergliaffa apeló la sanción del tribunal, pero la Congregación para la Doctrina de la Fe confirmó el decreto condenatorio. El 14 de marzo de 2014, el Arzobispado de Córdoba informó a través de un comunicado que “el pasado 10 de enero del corriente año 2014, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha confirmado con certeza moral suficiente, en segunda instancia, la sentencia que ha encontrado culpable al Pbro. Luis Alberto Bergliaffa del delito de abuso sexual de una menor”. Y agregó: “Por tal motivo, (…) se le prohíbe todo ejercicio público del ministerio sacerdotal por 10 años”.

El caso de abuso 
se descubrió en el 2011. Ocurrió en la parroquia 
Nuestra Señora de Fátima, en el barrio Matienzo de la ciudad de Córdoba.

Las restricciones

que debería cumplir

La sanción impuesta a Bergliaffa significa que no puede dar misa ni celebrar sacramento como bautismos ni matrimonios. Pero también que no puede ser transferido a ningún puesto administrativo. “Todo sacerdote vive del ministerio que ejerce. Va a tener que buscar trabajo para proveerse sustento”, indicaron desde el Arzobispado de Córdoba en el 2014.

En publicaciones en Facebook del personal del Obispado del Alto Valle mencionan a Bergliaffa como “compañero de trabajo”.

“Río Negro” buscó ayer respuestas a esa aparente contradicción entre las prohibiciones y el rol del cura en Roca, pero el hermetismo fue total.

Datos

El caso de abuso 
se descubrió en el 2011. Ocurrió en la parroquia 
Nuestra Señora de Fátima, en el barrio Matienzo de la ciudad de Córdoba.

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Aseguran que obispo del Alto Valle resguarda a Luis Bergliaffa, cura pedófilo sancionado por el Vaticano

CóRDOBA (ARGENTINA)
Más Río Negro [Viedma, Argentina]

January 25, 2017

By Raúl Díaz

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En el año 2004, el Vaticano halló al sacerdote Luis Alberto Bergliaffa culpable de haber abusado sexualmente de una niña en su parroquia, en Córdoba y le prohibió ejercer el sacerdocio 10 años. Ahora vive en General Roca y, según algunas versiones, al amparo del obispo Marcelo Cuenca. El caso fue reflotado en una nota por el diario Página 12.

A continuación la nota periodística publicada por el diario porteño Página 12

El obispo del Alto Valle protege a un cura pedófilo sancionado por el Vaticano

La costumbre de trasladar al culpable

En 2004. El Vaticano halló al sacerdote Luis Alberto Bergliaffa culpable de haber abusado sexualmente de una niña en su parroquia, en Córdoba, y le prohibió ejercer el sacerdocio 10 años. Ahora vive en Río Negro, al amparo del obispo Marcelo Cuenca.

El cura a quien, hace tres años, el Vaticano prohibió ejercer el ministerio sacerdotal durante una década porque había abusado sexualmente de una niña, vive bajo la protección del obispo del Alto Valle, Marcelo Cuenca. El religioso Luis Alberto Bergliaffa, que en 2014, tras una investigación realizada por un tribunal eclesiástico, fue hallado responsable de abusar de una niña en Córdoba, donde era responsable de una parroquia, reside en General Roca, al amparo del obispo Cuenca. PáginaI12 confirmó en el Obispado del Alto Valle que Bergliaffa se desempeña allí, aunque –aseguraron los voceros– no oficia misa. Por estos días, anda de vacaciones en Córdoba, informaron.

El obispo Cuenca, protector de Bergliaffa, es el mismo que defendió públicamente al padre Julio César Grassi y sostuvo que “es inocente” un día después de que un fallo de la Suprema Corte bonaerense ratificara su condena por abuso sexual agravado y corrupción de menores. Es también el mismo que se negó a dar la bendición a la familia de Lucas Muñoz, el oficial de 29 años asesinado en Bariloche a mediados de 2016, cuya muerte derivó en el descabezamiento de la cúpula policial local ante la fuerte sospecha de su participación en el hecho.

“Es una barbaridad que conociendo que ha cometido el delito de abuso sexual infantil, la Iglesia Católica le haya dado una palmadita en la espalda, y lo haya trasladado a otra diócesis dándole protección. Es lo que suele hacer con curas pederastas. ¿Quién controla que efectivamente no de misa o que no esté en contacto con otras posibles víctimas? Ni siquiera les avisan a los feligreses que les envían un pedófilo”, cuestionó en diálogo con PáginaI12 el abogado de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico en Argentina, Carlos Lombardi. “Les aplican sanciones livianas. La Iglesia Católica debería acompañar a la familia de la víctima para que denuncie penalmente al cura abusador, poniéndoles abogados a su disposición, pero eso jamás ocurre”, agregó.

Bergliaffa era el sacerdote a cargo de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el barrio Matienzo de la ciudad de Córdoba. A comienzos de 2014 el Arzobispado provincial, a cargo de Carlos Ñañez anunció la sanción por la cual el Vaticano le prohibió el ejercicio sacerdotal durante 10 años. Esa sanción significa, por ejemplo, que Bergliaffa no puede celebrar misa ni impartir sacramentos como bautismos o matrimonios. “Todo sacerdote vive del ministerio que ejerce, va a tener que buscar trabajo para proveerse sustento”, indicaron en aquel momento fuentes del Arzobispado de Córdoba.

Pero el cura castigado por pedófilo no tuvo necesidad de buscar conchabo, porque pronto encontró cobijo en los pagos de otro cordobés. Antes de ser designado como obispo del Alto Valle en 2010 por el papa Benedicto XVI, Cuenca hizo su carrera eclesiástica en el clero de esa provincia.

El caso es paradójico: el cura Bergliaffa, según indicó el Arzobispado de Córdoba, no fue denunciado ante el fuero penal por la familia de la víctima, lo que le permitió esquivar una investigación judicial –podría estar en contacto con otras niñas–, a pesar de que se lo encontró culpable de abuso sexual de una nena en el proceso canónico que llevó adelante el Vaticano.

El Arzobispado de Córdoba detalló que una vez que recibió la denuncia del abuso sexual contra Bergliaffa, el obispo Carlos Ñañez ordenó una investigación canónica administrativa y la remitió a la Congregación para la Doctrina de la Fe, único tribunal competente en el ámbito de la Iglesia Católica para esos delitos. La jerarquía católica alegó que al tratarse de un delito de instancia privada, la denuncia penal debía realizarla la víctima o sus padres, y por eso no llevó el caso a la justicia ordinaria. Luego de recibir numerosos testimonios, el sacerdote fue retirado de su cargo como medida cautelar.

Después se le aplicó la sanción. Bergliaffa apeló la sanción, pero la Congregación para la Doctrina de la Fe confirmó el decreto condenatorio. En un comunicado de prensa difundido el 14 de marzo de 2014, el Arzobispado de Córdoba informó: “El pasado 10 de enero del corriente año 2014, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha confirmado con certeza moral suficiente, en segunda instancia, la sentencia que ha encontrado culpable al Pbro. Luis Alberto Bergliaffa del delito de abuso sexual de una menor”. Y agregó: “Por tal motivo, (…) se le prohíbe todo ejercicio público del ministerio sacerdotal por 10 años”. Sobre el traslado al Obispado del Alto Valle, de Bergliaffa no hubo comunicado de prensa. Ni aviso en la comunidad.

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January 12, 2017

Aseguran que Francisco sabía de las denuncias por abuso en el Próvolo

LA PLATA (ARGENTINA)
Diario El Día de La Plata [La Plata, Argentina]

January 12, 2017

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Desde la Asociación Italiana de Víctimas de Sacerdotes Pedófilos, el Papa

conocía desde el 2014 las repetidas denuncias contra Nicolás Corradi y otros

curas.

Según la Asociación Italiana de Víctimas de Sacerdotes Pedófilos, el papa

Francisco conocía desde el 2014 las repetidas denuncias contra Nicolás Corradi y

otros tres curas que viven en nuestro país: Giovanni Granuzzo, Luigi Spinelli y

Eliseo Primati, acusados de abuso sexual contra niños y adolescentes sordos del

Instituto Próvolo de Mendoza. Cabe recordar que se investiga además si se

cometieron los mismos delitos en el Próvolo de La Plata.

Según publicó hoy el portal Infobae, desde la Asociación Italiana de Víctimas de

Sacerdotes Pedófilos indicaron que Francisco recibió tres cartas que relataban los

aberrantes episodios.

Mientras que Francesco Zanardi, presidente de la red “El Abuso”, defensora de

las víctimas de curas pedófilos, envió un documento a la Procuraduría de la

República de Verona en la que asegura que “tres expedientes y decenas de

documentos demuestran que las autoridades eclesiásticas conocían el caso de los

curas pedófilos del Próvolo, y que en pocos días estarán en manos de los dos

fiscales argentinos que investigan al cura Nicolás Corradi”.

“Las innumerables denuncias presentadas por las víctimas no están en

concordancia con la declaración de ‘tolerancia cero’ exigida por el papa a toda las

jerarquías eclesiásticas. Hasta ahora no hubo una respuesta clara frente al

gravísimo problema”, afirma en la carta.

Según Infobae, la primera de las tres cartas le fue enviada a Francisco el 20 de

octubre de 2014, con copia al obispo de Verona, Giusseppe Zenti, y a la

Congregación por la Doctrina de la Fe: la antigua Inquisición y sus horrores,

fundada por Pablo II en 1542. Y luego, dos veces más en 2015.

Además la nota del portal digital dice que el 28 de octubre de ese año, Giusseppe

C., una de las víctimas del Próvolo, puso su caso por escrito en las manos de

Francisco, y que las denuncias sobre las atrocidades sucedidas en el Próvolo

fueron acompañadas por un video hecho público en 2014, en el que las víctimas

le exigen al Papa una respuesta.

En diciembre pasado, Sergio Cavalieri, el abogado de la víctima más joven del

Próvolo, declaró a Infobae TV: “Es improbable que el papa no estuviera al tanto

de lo sucedido con Corradi y los otros tres curas derivados a la Argentina. ¿Cómo

puede ignorar denuncias de pedofilia contra… ¡27 sacerdotes! Sobre todo porque

una comisión del Vaticano, en 2001, investigó nuestra denuncia, que ya era

pública en el mundo entero. Basta entrar en Internet para enterarse”.

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January 3, 2017

Después de un largo y doloroso proceso, Rufino Varela, abusado por un cura del colegio Newman, logró que su director pidiera perdón

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
Infobae [Buenos Aires, Argentina]

January 3, 2017

By Alfredo Serra

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Rufino, que ya había sido abusado por un albañil y por eso trató de suicidarse, le contó el caso al padre Alfredo, del Newman, en confesión… y éste también abusó de la víctima

Es difícil que algún lector de Infobae haya olvidado la triste historia de Rufino Varela, el hombre que casi de niño sufrió abuso sexual en su casa, infligido por el albañil José Moreira, y también en su colegio, el Cardenal Newman, a manos (literamente) del capellán irlandés Finnlugh Mac Conastair, conocido como “El padre Alfredo”.

Literalmente, sí. A manos. Porque luego de que Rufino, entonces de 15 años, le contara en confesión –ese trance tan sagrado como hermético para la iglesia y sus fieles– su tortura, que lo llevó al borde del suicidio (lo impidió su madre, por azar), el “muy piadoso” padre Alfredo, en su cuarto, le bajó los pantalones, lo azotó en el trasero, y le manoseó los genitales mientras, obsceno, le pidió detalles del abuso al que lo sometió el albañil durante cuatro años.
Espanto sobre espanto…

Rufino tardó mucho en explotar: a sus 50 años.
Pero el dolor no lo abandonó nunca.

Los hechos se conocieron el 29 de diciembre, al filo del nuevo año, a través de los medios.

Y hoy, bajo el título de “El día más feliz de mi vida”, Rufino escribió una larga carta que contiene una inesperada clave…

Aquí, su síntesis.
“Quiero cerrar el tema (…) Jamás pretendí que todos comprendan o acepten la decisión que tomé en soledad, pero con el apoyo de Mariu (su mujer), Camila y Matías (sus hijos), y el sostén incondicional de personas muy especiales”.

“Me sigo preguntando por qué tuve que llegar a hacerlo, cuando la solución podría haber sido mucho más simple, como la que le propuse al Newman en mi primera reunión del 24 de mayo”.

“Tan solo que pidieran perdón públicamente por mí y por otras víctimas que seguramente hubo en el colegio.
Yo ya sabía de dos casos más…”

Y la carta llega al punto de la clave…
“En diciembre pasado, apenas terminadas las elecciones, La Nación publica una nota, creo que a Alberto Olivero, director del Newman, en la que se anunciaba el posible cambio del tradicional escudo del colegio: se le agregaría una corona dorada sobre la cabeza del león, en homenaje al presidente Mauricio Macri por ser ex alumno del Newman. Sin conocerlo, al leer esa nota, le escribí a Alberto Olivero un mensaje privado”.

La madeja empezó a desenredarse…

Síntesis de la carta:
“Me alegró muchísimo el pedido del señor Mauricio Macri, flamante presidente electo, de no modificar el escudo del Colegio. Creo que habla de una humildad enorme e intenta enviar un mensaje: de nada sirven el exitismo o el orgullo egoísta”.

“Agregarle una corona al histórico escudo porque un ex alumno alcance un cargo semejante, daría por sentado que también se le debería agregar al mismo escudo un símbolo… que represente a aquellos ex alumnos, profesores, sacerdotes y/o incluso hermanos de la congregación, por aquellos actos tristes y aberrantes de los que pudieron ser protagonistas, partícipes o cómplices”.

“Tengo 50 años y fui alumno del colegio, igual que mis hermanos y varios sobrinos. Jamás, desde que lo dejara, tuve una actitud revanchista o vengativa para con el mismo, y casi inexplicablemente, guardo algunos buenos recuerdos”.

“Cuando escuché la noticia del cambio del escudo, me pregunté cual sería el símbolo que habría que agregarle al lado del Certa bonum certamen (Nota: Lucha la buena lucha, lema del Newman, tomado de una carta de San Pablo a Timoteo, cristiano del siglo 1, y luego santo), si salieran a la luz los castigos corporales que a mí, a otro, y seguramente a muchos alumnos más, infligía el entonces capellán del colegio, en su habitación debajo de la Capilla, cuando apenas éramos alumnos de primaria”.

“Boca abajo en su cama, sigo, a pesar de mis años, recordando mi miedo y el dolor de los diez cinturonazos en mi cuerpo desnudo”.

“Hace pocos años, decidí ‘trabajar’ esto con mi mujer y mis hijos: un dolor que estuvo dormido desde el pacto de silencio entre el mismo obispo de San Isidro y algunos hermanos de la congregación, en el mismo momento en que a mis 15 años me presenté, en absoluta soledad, ante el obispo, para denunciar lo sucedido con el único propósito de ‘luchar mi buena lucha'”

“Hace apenas dos meses, por primera vez, le conté con detalles mi historia a un periodista, y estoy trabajando en la edición de un libro, con la enorme convicción de ayudar a otros contra el abuso y los silencios macabros en mi propia iglesia”.

“Pretendo que los hechos ocurridos en el Newman con el silencio cómplice del obispo de entonces, lleguen al Papa Francisco. Estoy trabajando en ello. En lugar de una corona, me reconfortaría más ver en el escudo un látigo o una corona de espinas, recuerdo de las aberraciones vividas en el Newman por mí y seguramente por muchos otros que, por temor y vergüenza, siguen callando ese dolor profundo que el abuso causa para siempre”. 

El 23 de mayo pasado, cinco meses más tarde, Olivero llamó a Rufino, sorprendido por aquello de “la corona de espinas”, y le propuso una reunión urgente, “pidiéndome permiso para que estuviera algún miembro del Consejo”, recuerda ese hombre escarnecido, y con heridas que acaso no cerrarán nunca.

En la primera reunión de las seis o siete siguientes, “me preguntaron cómo podían ayudarme, si odiaba al colegio, a la iglesia, a mis padres (¿?), y si mal no recuerdo… ¡a Macri!”

Pero su respuesta fue siempre la misma.
“Quiero que el colegio pida perdón públicamente, ayude a otras posibles víctimas, y que me ayuden a ayudar contra el abuso y el maltrato”.

Las réplicas sólo agravaron el conflicto.
Duelen.
Aterran.

“Rufino, preocupate sólo por vos”.
“No te preocupes por otras posibles víctimas”.
“Si aparecen las vamos a contener”. “Antes de ayudar a alguien necesitás ayuda profesional”.

La última es la peor: ante la denuncia, en una de las reuniones, el colegio insistió en culpar a Rufino (¡!) por hacer público su drama… ¡sin antes haber recibido un tratamiento psicológico!

Pareció un eco de Tomás de Torquemada o de Girolamo Savonarola, los grandes inquisidores de la iglesia católica del siglo XV…

Rufino recuerda que en aquella primera reunión de mayo en el Newman “me dijeron que habían hablado con el obispo de San Isidro, Oscar Ojea, los Pasionistas de Buenos Aires, y con John Burke, rector del colegio cuando el padre Alfredo abusó de mí”.

El nombre de Burke fue un detonante.
Rufino confiesa: “¡Me explotó un volcán! Se abrió una herida que creí cerrada para siempre. Lloré delante de ellos con odio y vergüenza. Pero me dí cuenta de que el disparador del escudo con la corona de espinas había marcado el tiempo justo. Estaba cansado de tanta hipocresía y mentiras”.

Le sugirieron que le escribiera un correo a John Burke, y lo hizo.
Burke le contestó pocos días después en una carta con membrete de la congregación.
Y Rufino recuerda: “Lloré todo el día, de felicidad. ¡No estaba loco!”
Por lo menos, una puerta de la fortaleza se había entornado…

A principios de noviembre último, Burke vino al país desde Irlanda.
Se reunió dos veces con Rufino.
El colegio propuso que el cura se reuniera con la mujer y los hijos del ex alumno. Pero se negaron.
El caso no sólo hizo sangrar a la víctima…

La segunda reunión la pidió Rufino.
Con condiciones: en inglés, y delante del director Olivero.

“Le hice sólo cuatro preguntas: 1) ¿Qué edad tenía usted cuando llegó al Newman como rector? Respuesta: “35 o 36 años”. 2) ¿Qué hicieron con el padre Alfredo al sacarlo del colegio? Burke no respondió. (Pero se sabe: lo mandaron a la Vicaría de San Cayetano, en José León Suárez, donde murió en 1997, a los 88 años). 3) Cuando llamaron a mi padre para que los asesorara sobre un caso de abuso, ¿le dijeron o no que la víctima era yo, su hijo? Respuesta: “No le dijimos que era usted”. 4) ¿Podemos comunicar esta triste historia a la comunidad, y puede el colegio pedir perdón públicamente? Respuesta: “Usted no está preparado para ayudar. Primero tiene que tratarse con nuestros profesionales. Le vamos a pagar todo, porque son muy buenos… y muy caros”.

Otra vez la inversión de la prueba.
La víctima como culpable.
Viejo y canallesco ardid.

Pero a pesar de esa obtusa política de negación, el desenlace estaba cerca…

Rufino leyó en Clarín el sábado: “El hermano John Burke, quien viajó especialmente desde Irlanda para la comida de fin de año, habló ante más de mil ex alumnos sobre los valores de la educación”.

Rufino no pudo más.
“Me convencí de que el único camino para terminar con la hipocresía y la mentira de la Congregación Christian Brothers de Irlanda (Nota: más de 20 mil casos de abuso en el mundo), del ‘viejo’ Newman, de un sector de la iglesia y de gran parte de la sociedad, era hacer público mi caso”.

Y explotó la bomba.
Confesión y perdón.

En la mañana del mismo 29 de diciembre último, el director del Newman,Alberto Olivero, escribió una carta en nombre del colegio…, y a toda su comunidad… ¡pidiendo perdón y poniéndose a disposición de posibles víctimas!

Palabras finales de Rufino.
Palabras de una victoria lograda a través de un largo y doloroso camino.

“Cumplí mi sueño. Me saqué esta mochila después de mucho tiempo de llevarla en soledad. El 2016 fue uno de los mejores años de mi vida. Gracias a todos los que me quieren, entienden y apoyan. Estoy muy aliviado, y en paz. Feliz 2017”.

Pero una pregunta seguirá latiendo por siempre.
Cuando el padre Alfredo terminó de abusar a Rufino, le ofreció unos caramelos que sacó de una bolsa.
Pero el chico, aturdido por la humillación y la vergüenza, tuvo el coraje de pegarle un codazo y escapar de su repugnante maestro y confesor.

Pasados muchos años, y aun después del pedido de perdón del Newman, se sigue preguntando:
“¿Cuántos más caramelos salieron de aquella bolsa?”

Final abierto.
Hasta que estalle otro caso de pedofilia en algún escenario de la iglesia.
Porque lo que ha sido, será.
Una antigua sentencia bíblica.

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December 30, 2016

La larga lucha de un hombre para develar el abuso que sufrió hace más de 30 años

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
La Nación [Argentina]

December 30, 2016

By Nicolás Cassese

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Ocurrió a fines de los 70 y la víctima es un ex alumno del Newman; el director del colegio pidió disculpas

Un día de semana a fines de 1980, Rufino Varela, que entonces tenía 15 años, cargó una escopeta y la apuntó a su cabeza con la idea de dispararla. Era tarde y estaba solo en el cuarto que compartía con su hermano menor, Ramiro, en su casa de Don Torcuato, donde vivía con sus padres y sus seis hermanos. La entrada providencial de su madre a la habitación –llevaba la ropa recién planchada– evitó la tragedia y desató el drama.

“José me abusa”, le dijo Rufino, hundido en lágrimas. Su madre pegó un alarido de dolor y al rato llegó su padre, que echó a José de la casa. Según el recuerdo de Rufino, su abusador tendría entonces unos 23 años. Había trabajado de albañil cuando construyeron la casa, se ganó la confianza de la familia y se quedó como casero durmiendo en un anexo del cuarto de herramientas, que estaba en el parque. Con el acuerdo de sus padres, José llevaba a Rufino en viajes de pesca y otros paseos, donde lo sometía y lo amenazaba para que no contase.

La mirada torcida de José Antonio Moreira –así dice Varela que se llamaba– mientras abandonaba la casa fue la última imagen que tuvo de la persona que abusaba de él desde hacía cuatro años.

–Eso habrá pasado a las 7 de la tarde –recordó Varela en la primera de varias entrevistas que mantuvo con LA NACION–, después nos sentamos a cenar. Nunca más se habló del tema.

–¿Ni con tu madre, ni con tu padre, ni con tus hermanos?

–Nunca.

Varela, de 52 años, está casado y tiene dos hijos. Es un hombre risueño, amable y muy cariñoso con sus hijos. También es ciclotímico, ansioso y algo desconfiado. Fue profesor de tenis, ahora importa muebles de jardín y su 2016 resultó muy movilizante: en apenas unos meses se mudó, su hija mayor se casó y rompió el silencio en el que había sumergido los abusos sufridos hace más de 30 años.

El maremoto emocional generado por el destape de su drama –que durante décadas ocultó hasta de su mujer– está afectando su vida familiar, pero también a uno de los colegios más tradicionales de la Argentina. Varela era alumno de la primaria del Cardenal Newman cuando comenzaron los abusos y, según su propio testimonio, en séptimo grado se acercó al capellán del colegio y, en confesión, le dijo lo que le estaba pasando.

Varela cuenta que Finnlugh Mac Conastair, o el padre Alfredo –como llamaban al capellán irlandés, el primero de los religiosos del Newman con los que habló–, no sólo no lo ayudó, sino que, al enterarse en confesión de los abusos que sufría en su casa, lo llevó a su cuarto –vivía en el colegio, debajo de la capilla– le hizo bajarse los pantalones, lo acostó boca abajo en su catre, le puso una almohada en la cabeza, le dio diez azotes con algo que no vio, pero que cree que era un cinturón de cuero, y le manoseó los genitales mientras le preguntaba detalles sexuales.

Según el relato de Varela, esto ocurrió un día de colegio de 1977, cerca del mediodía, cuando tenía 12 años y estaba en séptimo grado.

–“Ya estás en paz y esto es un secreto entre nosotros y Dios”, me dijo el padre Alfredo cuando terminó. Después agarró unos caramelos masticables que tenía en una bolsa sobre la mesa y me los quiso dar, pero le metí un codazo y salí corriendo. Volví a la clase llorando –recordó.

Varela había acudido al cura en busca de ayuda, de alguien con quien hablar, pero se encontró con un nuevo abuso. Desde entonces, el silencio que guardó fue aún más opresivo.

“¿Cuántos otros caramelos se repartieron de esa bolsa?”, quiere saber hoy Varela. Esa exacta pregunta fue la que les hizo a las autoridades actuales del Newman en las seis reuniones que mantuvo con ellos durante 2016. Además de saber si hay otras víctimas (él cree que sí), Varela quería que el colegio hiciera un pedido público de disculpas, algo a lo que el Newman, hasta ese momento, no había accedido. Su intención, dice, es ayudar a otros a sanar las heridas que dejan los abusos y el silencio que suele acompañarlos.

Años después del abuso del padre Alfredo, ya en tercer año del secundario, le contó a otro de lo religiosos del Newman, Desmond Finegan, lo que le había pasado con el capellán del colegio y lo que le seguía ocurriendo en su casa. Según Varela, Finegan le dijo que debía perdonar a Alfredo “porque estaba viejo”.

El Newman fue fundado en 1948 por los Christian Brothers, una orden religiosa irlandesa que llegó a tener cientos de colegios alrededor del mundo. En los últimos tiempos, varios de sus integrantes aparecieron involucrados en casos de abuso de menores en diferentes países.

En 2011, Philip Pinto, que entonces estaba al frente de la orden, admitió que el futuro de los Christian Brothers era incierto por el alto costo de las indemnizaciones que tuvieron que pagar por abusos sexuales y el daño a la reputación de la orden que esos casos habían generado. El 19 de junio de 2012, el Newman organizó una cena de recaudación de fondos para ayudar a las maltrechas finanzas de los Christian Brothers.

Desde el año 2000, el Newman depende de una asociación de padres. Es uno de los pocos colegios de Buenos Aires que se mantienen solo para varones; de allí egresaron el presidente Mauricio Macri y algunos de los principales funcionarios de su gobierno.

–Desde que nos enteramos, en mayo, de lo que le había pasado, nuestro objetivo número uno siempre fue acompañar a Rufino. Y lo seguirá siendo. Diga lo que él diga –afirma Alberto Olivero, director del colegio Newman, en su despacho (ver aparte).

–Nos asesoramos con un psiquiatra que es de lo mejor que hay acá, Alfredo Painceira –sigue Olivero–, y él nos dijo que lo peor que le podía pasar a Rufino es que esto se hiciese público, porque lo que él está necesitando es un tratamiento psicológico.

–Más allá de la opinión sobre lo que le puede hacer bien o mal a Varela: ¿cuál cree que fue la responsabilidad del colegio?

–Nosotros por supuesto que pedimos disculpas por lo que Rufino ha sufrido acá en el colegio: lo que pasó con el padre Alfredo, el castigo físico que sufrió y el hecho de que el colegio no lo acompañó, ni lo supo contener.

Según Olivero, en sus conversaciones Varela nunca le habló del abuso sexual que sufrió a manos del padre Alfredo. Por eso, él sólo se refiere a “castigos corporales”. Varela dice que no le dio detalles a Olivero, pero que le dejó bien claro que no habían sido sólo latigazos, que también hubo abuso sexual.

En lo que sí coinciden ambos es en cómo se dio el primer encuentro entre ellos dos y cuál fue el disparador para que la historia comenzase a destaparse: una nota periodística que anunciaba que una tradición indicaba que el Newman debía coronar el león de su escudo para celebrar que Mauricio Macri, uno de sus egresados, había llegado a la presidencia. El colegio nunca coronó su león, pero Varela igual le escribió por Facebook a Olivero, a quien no conocía. “La corona debería ser de espinas”, le dijo.

Alarmado por el mensaje, Olivero convocó a Varela a la primera reunión en el Newman. Fue el 24 de mayo de este año. Según la reconstrucción de Varela, las autoridades del Newman se mostraron preocupadas y, además de ofrecerle un tratamiento psicológico, o lo que hiciese falta para aliviar su dolor, también le preguntaron si tenía otra motivación para hacer público su caso, una posibilidad que Varela les anticipó. Querían saber si guardaba animosidad contra el colegio, la religión o incluso a Macri. Varela les dijo que no, que lo único que él quería era ayudar a otras víctimas.

Siempre según el relato de Varela, Olivero, con quien entabló una intensa relación a través de reuniones, llamados y mensajes de WhatsApp, fue contenedor y empático, pero, hasta hoy, nunca había cedido en lo principal: el pedido público de disculpas, algo a lo que accedió después de que Varela decidió hacer público su caso.

Las conversaciones tuvieron un giro inesperado con la aparición de un personaje del pasado: John Burke, un Christian Brother que era director del colegio en la época en que Varela era alumno y que ahora tiene 74 años y vive en Irlanda, donde, según informó el propio Olivero, viajó para encargarse de las negociaciones por los escándalos de abuso que hoy acechan a la orden.

Las autoridades actuales del Newman se comunicaron con él para preguntarle si sabía algo del caso. Burke les confirmó que sí sabía. Se lo había contado en su momento Finegan, el Christian Brother con el que Varela habló en tercer año del secundario para transmitirle sus problemas.

Según el relato que Burke le hizo a Varela y a Olivero, Finegan, que murió en 2014, le dijo que un alumno le había contado que el padre Alfredo lo había azotado, pero que, por pedido del chico, no podía decir quién era. Sin conocer la identidad de la víctima y en lo que aparenta ser una perversa casualidad, Burke convocó al padre de Rufino, Florencio Varela, para que lo asesorase sobre qué hacer.

Florencio Varela, que murió en 2006, fue juez de menores y tenía buena relación con los Christian Brothers, así que el pedido era lógico. En 1981, Burke retiró al padre Alfredo del Newman sin informar las causas ni hacer la denuncia. Lo trasladaron a la vicaría de San Cayetano, en José León Suárez, provincia de Buenos Aires. Murió en 1997, a los 88 años. No era Christian Brother, sino que pertenecía a la orden de los Pasionistas.

Varela dice que es cierto que habló con Finegan cuando estaba en tercer año del secundario, pero que le dijo todo: los abusos de su casa y también el del padre Alfredo.

Más que tranquilizarlo, los detalles que Varela recibió de Burke y Olivero lo agitaron aún más. “Según sus explicaciones, tengo que aceptar que mi padre murió sin saber que cuando accedió con usted y el obispo a encubrir al padre Alfredo (el victimario), la víctima era su propio hijo”, le recriminó Varela a Burke en un mail redactado en inglés el 29 de mayo pasado.

Una semana después, el 7 de junio, Burke le contestó en una carta, también en inglés, con membrete de los Christian Brothers: “Por favor entienda que mi principal interés (en la reunión con Florencio Varela) era buscar un consejo con la idea de sacar al cura del colegio. Mi intención nunca fue que haya lo que usted llama un «encubrimiento»”, dijo.

Varela tuvo dos reuniones en el Newman con Burke que, a fines de octubre de este año, viajó a Buenos Aires para hablar con él. Fueron amables, pero infructuosas. LA NACION envió un mail con preguntas que Burke recibió, pero que nunca contestó.

Rufino Varela

Víctima de abuso sexual

“Yo tenía 11 años y José me llevó a pescar al río Luján. Armamos el fuego, la carpa y esa misma noche lo tuve encima, abusándome. Ahí mismo me amenazó para que no contase.”

“Cuando leí que, por el triunfo de Macri, el Newman le iba a poner una corona al león del escudo, le escribí a Olivero, el director del colegio, para decirle que la corona debía ser de espinas por el abuso al que me había sometido el padre Alfredo.”

Con la colaboración de Fernando Massa

Nicolás Cassese

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December 27, 2016

Institute of the Incarnate Word founder guilty of sexual misconduct

SAN RAFAEL (ARGENTINA)
Wayback Machine Internet Archive [San Francisco CA]

December 27, 2016

By Catholic News Agency

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SAN RAFAEL, Argentina — Father Carlos Miguel Buela, founder of the Institute of the Incarnate Word, has been found guilty by the Vatican of sexual improprieties with adults, the community’s home diocese announced on Monday.

The accusations against Buela “regarded actions in sexual matters which harmed religious and seminarians of the Institute,” a spokesman of the Diocese of San Rafael announced on December 12.

“The competent Congregation of the Holy See, having ensured the exercise of the legitimate right of defense of the accused, determined, in conformity with the canonical procedures in force, the veracity of the accusations and the imputability of Father Buela of improper behavior with adults,” he stated.

The diocese made clear, however, that there are no “cases of the abuse of minors attributable to him.”

Buela founded the Institute of the Incarnate Word (IVE), a religious institute of diocesan right, in San Rafael, Argentina in 1984. Associated with the community is a women’s institute, the Servants of the Lord and the Virgin of Matara.

The Vatican also ruled that Buela, who retired as general superior of the IVE in 2010, “is absolutely forbidden to have any contact with members of the Institute of the Incarnate Word.”

“Neither can he make statements, appear in public, or participate in any activity or meeting, whether it is personally or by any other means of communication.”

In late November, the Mendoza Digital website presented the case of a man identified as “Luis” who reported being sexually abused by a priest inside IVE’s Mary Mother of the Incarnate Word Major Seminary in the Diocese of San Rafael.

The diocese stated that as soon as they were informed by the victim, they proceeded with an investigation “with responsibility and speed” and brought the case “to the competent authority of the Holy See.”

The Argentine diocese said that they are currently awaiting the decision of the Holy See and “maintaining a cordial dialogue with Luis.”

Bishop Eduardo Maria Taussig of San Rafael emphasized that “these problems do not tarnish everything that is most important that unites us, which is belonging to the same diocesan Church, to Jesus Christ, and the Gospel.”

“I certainly understand and make my own the pain of all the Incarnate Word family in face of this news, and also as the father of each one of them I am at their disposal,” he said.

Taussig said that “the Institute of the Incarnate Word has a rule approved by the authority of the Church which ensures that whoever follows it can be holy and have a recognized charism, and has in fact a great many works and  in very many parts of the world that are commendable” including “the brothers and sisters who are in Syria under bombardment, with very heroic and noble testimonies.”

The prelate pointed out that IVE “has had difficulties, not just regarding Father Buela, but also with governance,” and so the Holy See intervened in the election of the highest authorities of the institute.

The IVE, he said, “is in a process, accompanied and guided by the supreme authority of the Church, which is a good sign that it will be able to promote everything that is good and put in order the things that have to be corrected.”

The Bishop of San Rafael also pointed out that “a fallen tree should not make one lose sight of the forest that is growing. There are so many good Christians, so many good religious, so many good priests, the bishops and the Pope.”

In addition, he recalled that “the Catholic Church leads the world in procedures and regulations to avoid this kind of abuse of minors and has created a process in the last 15 years which is exemplary and goes to the forefront of everything that is being done in the world.

“Every measure is being taken so that this does not happen again, and in the Diocese of San Rafael, like the Church in general, we have all the resources and alerts well in place to act immediately and if there were someone who wanted to have or had what I call new information he not only has the freedom but also the obligation to make it known and we will do everything that can and ought to be done.”

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December 13, 2016

La diócesis argentina de San Rafael confirma el retiro de la vida pública del P. Carlos Buela

SAN RAFAEL (ARGENTINA)
InfoCatólica [Navarra, España]

December 13, 2016

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En un comunicado leído en conferencia de prensa el 12 de diciembre, la diócesis de San Rafael (Argentina), ha confirmado que el Vaticano ha encontrado veraces las denuncias contra el P. Carlos Miguel Buela, fundador del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), de «comportamientos impropios con mayores de edad».

(InfoCatólica) «La Congregación competente de la Santa Sede, habiendo garantizado el ejercicio del legítimo derecho de defensa del afectado, determinó, conforme a procedimientos canónicos vigentes, la veracidad de las denuncias y la imputabilidad al Padre Buela de comportamientos impropios con mayores de edad», reza el comunicado.

La Santa Sede ha decretaro igualmente que al P. Buela «le está prohibido del modo más absoluto tener comunicación con los miembros del IVE. Tampoco puede hacer declaraciones ni aparecer en público, ni participar en ninguna actividad o encuentro, sea personalmente, o sea por cualquier otro medio de comunicación».

Se descarta, sin embargo, que haya cometido abusos a menores de edad.

Por su parte, el obispo de San Rafael, Mons. Eduardo María Tassig, señaló en la rueda de prensa que el IVE «ha tenido dificultades, no solo del P. Buela, sino de gobierno», por lo que la Santa Sede intervino en la elección de las autoridades máximas del instituto.

El IVE, añadió, «está dentro de un proceso, acompañado y guiado por la autoridad suprema de la Iglesia, que augura que va a poder potenciar todo lo bueno y ordenar las cosas que haya por corregir».

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December 11, 2016

Santa Sede expulsa del estado clerical a sacerdote acusado de abusos en Argentina

SAN ISIDRO (ARGENTINA)
ACI Prensa [Lima, Peru]

December 11, 2016

By Giselle Vargas

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El Obispado de San Isidro en Argentina informó que la Santa Sede declaró el pasado 16 de noviembre la dimisión del P. Cristian Gramlich, “quedando privado de todo ejercicio del ministerio sacerdotal”. La diócesis por su parte pidió perdón a las víctimas de los abusos cometidos por el ahora exsacerdote y expresó su deseo de reparar y promover una cultura de protección de menores.

El comunicado emitido el 2 de diciembre señala que en marzo de 2012, el Obispo de San Isidro, Mons. Oscar Ojea, recibió información “referida a comportamientos graves e indebidos” del P. Cristian Gramlich que en ese momento era párroco de Santa Rita, localidad de Boulogne, y director pastoral del colegio Juan XXIII.

Si bien las víctimas no quisieron iniciar una investigación judicial, el Obispado de San Isidro se puso “inmediatamente a disposición de los denunciantes y cumpliendo con las normas de la Santa Sede se iniciaron los procedimientos previstos por la Iglesia para examinar esas conductas”, indica el comunicado.

Mientras se desarrollaba la investigación preliminar, Mons. Ojea apartó de sus labores al P. Gramlich. En mayo de 2013 a partir de nuevos antecedentes, se le prohibió realizar confesiones además de ser expulsado de la diócesis de San Isidro. 

En 2014 el presbítero comenzó a realizar algunos servicios ministeriales en la Diócesis de San Martín y actualmente se encuentra no habido. Esta diócesis y la de San Isidro señalaron a ACI Prensa que no conocen el paradero de Gramlich.

“En nombre de la comunidad diocesana de San Isidro y de modo especial de sus obispos y sacerdotes, expresamos el pedido de perdón a quienes han sido afectados por estas conductas”, citó el texto.

“Compartimos el dolor de las personas afectadas, y expresamos nuestro deseo de promover una cultura del cuidado de los niños y de los jóvenes”, concluyó el mensaje firmado por el vocero de la diócesis de San Isidro, P. Máximo Jurcinovic. 

El colegio Juan XXIII también emitió un mensaje a la comunidad escolar el pasado 17 de noviembre donde invitó a orar por la “sanación de nuestra comunidad y de todos los involucrados y heridos”, además de la realización de una misa efectuada el 28 de noviembre.

“Esta noticia nos entristece y conmueve profundamente como comunidad educativa y parroquial. También nos fortalece en la esperanza y nos renueva la confianza en la Iglesia, servidora de la verdad y la justicia”, indicaron.

Lea el comunicado AQUÍ.

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December 2, 2016

Iglesia y abusos en Mendoza: una historia de impunidad

(ARGENTINA)
Agenda Abierta [Paraná, Argentina]

December 2, 2016

By Agenda Abierta

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Tras décadas de encubrimiento entre el Estado y el poder eclesiástico, las víctimas se animaron a denunciar a los curas Nicolas Corradi y Horacio Corbacho.

Las violaciones contra los derechos humanos y contra la construcción de infancias y adolescencias plenas se dio en el Instituto Antonio Próvolo de Luján de Cuyo, donde los párrocos Nicolas Corradi y Horacio Corbacho se encuentran acusados del abuso reiterado a estudiantes hipoacúsicos que transitaron el lugar.

Corradi llegó a la argentina en los años 80´, huyendo de denuncias de abuso cometidas durante casi 30 años en Italia. Corbacho fue ordenado como sacerdote en la “Compañía María para la Educación de los Sordomudos”. Estos curas también ya habían sido denunciados anteriormente por hechos sucedidos en Mendoza hace años.

El modus operandi para encubrir semejante atrocidad es común en la Iglesia Católica que tiene denuncias en todo el mundo por abusos y violaciones, principalmente de niñas, niños y adolescentes.

Esta impunidad es producto de una larga cadena de responsabilidades que incluyen a las jerarquías de la Iglesia Católica, al Arzobispado, al gobierno provincial, a la Dirección General de Escuelas y al Ministerio de Desarrollo Soical, organismos del estado provincial que estaban a cargo del Instituto.

De Mendoza a Paraguay

Así como Corradi escapó de Europa en medio de un mar de denuncias, semanas atrás Amnistía Internacional otorgó el premio a la labor periodística del año a miembros del diario La Nación de Paraguay por la investigación realizada sobre curas pedófilos.

Allí se retrata el caso de dos mendocinos. Raúl del Castillo, miembro de la congregación salesiana, y director del Colegio Don Bosco, fue denunciado por abuso de un joven de 14 años. Luego se refugia en Paraguay, donde continúa dando misa.

Carlos Urrutigoity está denunciado por múltiples abusos. Debió renunciar a su cargo en Estados Unidos, donde se radicaron denuncias varias, y refugiarse también en Paraguay. En el país vecino obtuvo el asilo de Walter Jara, otro cura mendocino que había partido tiempo antes. De allí también tuvo que huir acorralado por denuncias y actualmente milita en las filas del Verbo Encarnado en San Rafael, Mendoza.

Otros casos de abusos e impunidad

Jorge Luis Morello, fue denunciado por el abuso de Iván González durante cuatro años en una parroquia de San Martín. Se amparó en el derecho canónico para evitar el procedimiento penal local y lograr impunidad. Recibió una amonestación canónica como única “condena”.

Alejandro Squizziatto, otro cura que fue acusado en 2014 de haber abusado a un niño en Guaymallén.

José Francisco Armendáriz, párroco de Palmira, dejó embarazada a una niña luego de reiterados abusos. El cura lo negó, pero los resultados de histocompatibilidad dieron positivo en 99,9%, el cual fue realizado por orden judicial luego que Armendáriz se negara. Fue trasladado por la Iglesia para protegerlo.

Algunos de estos casos, entre los que se incluye a Corradi, habían sido denunciados en 2015 por la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico en Washington.

El mismo modus operandi para los curas que participaron del genocidio

Uno de los casos más emblemáticos es el del Cura Franco Revérberi, quien oficiaba en San Rafael. La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de esa localidad lo denunció por haber participado de las torturas cometidas en la Casa Departamental de San Rafael durante la dictadura cívico-militar-clerical. Los tribunales federales ordenaron su detención, pero rápidamente se fue, prófugo a Italia, de donde viene Corradi.

La justicia italiana se niega a cumplir el pedido de extradición que recae sobre Revérberi. El cura represor vive en una Iglesia de Parma, donde continúa realizando confesiones y dando misa.

Jorge Antonio Álvarez Domínguez, vocero del obispado de San Rafael y ex capellán militar durante la dictadura, lo defendió y afirmó que en la argentina hubo “auto-desaparecidos”.

Sobre la Iglesia mendocina

En 2011, frente al Festival del Chivo en Malargue, fue censurado por el Verbo Encarnado el grupo cómico Luthiereces. El párroco Jorge Gómez declaró “sí, los censuré” en una confesión bañada de impunidad. Y continúo “. Uno como sacerdote tiene que alentar mil cosas y censurar mil otras, como Jesús, él alentó mil cosas y censuró mil otras. Me parece que lo más lindo que le puedo dar a Malargüe y a la Argentina es censurar las cosas malas y alentar lo otro”.

Referido al mismo hecho delineó la relación entre encubrimiento de los curas abusadores y sus métodos de censura: «Violar la fe es 10 mil veces más grave que violar menores o una hija»; «La violación de la fe es peor que un delito, si una sociedad empieza a reírse de la fe, esa sociedad ya está destruida».

En el pasado mes de agosto, la censura la sufrió una capacitación en “Derechos Humanos, género y diversidad sexual”. El sacerdote Fabricio Porta se expresó mediante las redes sociales llamando a las “familias cristianas” a rechazar “este tipo de políticas” que son “tendientes a minar la moral y las buenas costumbres de nuestro pueblo”.

Fuente: La Izquierda Diario

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December 1, 2016

Mendoza: Una nueva denuncia en otro instituto religioso involucra al Vaticano

SAN RAFAEL (ARGENTINA)
La Nueva Mañana [Córdova, Argentina]

December 1, 2016

By REDACCIÓN LA NUEVA MAÑANA

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Se trata del cura Carlos Miguel Buela, quien tenía niños de 12 años bajo su tutela en el Instituto Verbo Encarnado, en San Rafael. El papa Francisco recluyó a Buela en un monasterio de España a causa de numerosas denuncias.

En momentos de intensa conmoción social por las denuncias de abusos de religiosos a niños sordos en el Instituto Próvolo de Luján de Cuyo, Mendoza, se conoció un nuevo escándalo con otra institución religiosa en San Rafael.

El Instituto religioso del Verbo Encarnado (IVE) vuelve a estar en el centro de la polémica, luego del testimonio de Luis, un seminarista que ingresó cuando era un niño, y padeció los tormentos durante 18 años al ser abusado por el cura Carlos Miguel Buela. Hoy Luis tiene 31 años.

Así este instituto religioso del sur volvió a estar en el centro de la polémica, luego del testimonio de Luis, un seminarista que ingresó cuando era un niño, y padeció tormentos y abusos durante 18 años, según su testimonio judicial. Hoy tiene 31 años.

El IVE fue fundado en marzo de 1984 por el padre Carlos Miguel Buela, un sacerdote que fue recluido por el papa Francisco a un Monasterio de San Isidro de Dueñas de Palencia (España) luego de que se lo acusara en repetidas ocasiones de abusar sexualmente de otros sacerdotes.

Al padre Buela se le conocieron solo víctimas mayores de 18 años, pero su influencia sobre ellos comenzó desde muy chicos. Todos los años llegan a sus puertas niños de 12 años confiados por sus padres o tentados por la posibilidad de algún día ser sacerdotes.

Luis reveló que en 2005 quiso denunciar el daño que le habían hecho cuando era chico y sus superiores lo escucharon atentamente, pero nunca elevaron el caso al Vaticano. “Fue una canallada que no le tomaran la denuncia formal; deberían haber comunicado a Roma el caso de pedofilia, donde hay un protocolo muy estricto a seguir, pero en el Verbo Encarnado se tapó todo eso”, señaló otro sacerdote.

“El As de espadas de este tipo de organizaciones es la gente súper virtuosa que tienen”, ya que esta situación muchas veces puede funcionar como método de presión para que las víctimas no denuncien, agregó este cura, quien colaboró para que se repitiera la denuncia canónica en 2015, antes de que se venciera dicho plazo.

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November 30, 2016

IGLESIA Y ABUSOS. Curas mendocinos: el modus operandi de la impunidad en una historia de abusos, censuras y torturas

MENDOZA (ARGENTINA)
La Izquierda Diario [Buenos Aires, Argentina]

November 30, 2016

By Enrique Jasid

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Los repugnantes casos de Nicolás Corradi y Horacio Corbacho son parte de una historia de abusos en la Iglesia mendocina.

Luego de décadas de encubrimiento por parte del poder eclesiástico y estatal, las víctimas de los curas abusadores se animaron a denunciar lo ocurrido.

En el Instituto Antonio Próvolo de Luján de Cuyo, los curas Nicolas Corradi y Horacio Corbacho abusaban de los alumnos hipoacúsicos.

Corradi llegó a la argentina en los años 80´, huyendo de denuncias de abuso cometidas durante casi 30 años en Italia. Corbacho fue ordenado como sacerdote en la “Compañía María para la Educación de los Sordomudos”. Estos curas también ya habían sido denunciados anteriormente por hechos sucedidos en Mendoza hace años.

El modus operandi para encubrir semejante atrocidad es común en la Iglesia Católica que tiene denuncias en todo el mundo por abusos y violaciones, principalmente de menores.

Esta impunidad es producto de una larga cadena de responsabilidades que incluyen a las jerarquías de la Iglesia Católica, al Arzobispado, el gobierno provincial, la Dirección General de Escuelas y el Ministerio de Desarrollo Soical, organismos del estado provincial que estaban a cargo del Instituto.

De Mendoza a Paraguay

Así como Corradi escapó de Europa en medio de un mar de denuncias, semanas atrás Amnistía Internacional otorgó el premio a la labor periodística del año a miembros del diario La Nación de Paraguay por la investigación realizada sobre curas pedófilos.

Allí se retrata el caso de dos mendocinos. Raúl del Castillo, miembro de la congregación salesiana, y director del Colegio Don Bosco fue denunciado por abuso de un joven de 14 años. Luego se refugia en Paraguay, donde continúa dando misa.

Carlos Urrutigoity está denunciado por múltiples abusos. Debió renunciar a su cargo en Estados Unidos, donde se radicaron denuncias varias, y refugiarse también en Paraguay. En el país vecino obtuvo el asilo de Walter Jara, otro cura mendocino que había partido tiempo antes. De allí también tuvo que huir acorralado por denuncias y actualmente milita en las filas del Verbo Encarnado en San Rafael, Mendoza.

Otros casos de abusos e impunidad

Jorge Luis Morello, fue denunciado por el abuso de Iván González durante cuatro años en una parroquia de San Martín. Se amparó en el derecho canónico para evitar el procedimiento penal local y lograr impunidad. Recibió una amonestación canónica como única “condena”.

Alejandro Squizziatto, otro cura que fue acusado en 2014 de haber abusado a un menor en Guaymallén.

José Francisco Armendáriz, párroco de Palmira, dejó embarazada a una menor. El cura lo negó, pero los resultados de histocompatibilidad dieron positivo en 99,9%, el cual fue realizado por orden judicial luego que Armendáriz se negara. Fue trasladado por la Iglesia para protegerlo.

Algunos de estos casos, entre los que se incluye a Corradi, habían sido denunciados en 2015 por la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico en Washington.

El mismo modus operandi para los curas que participaron del genocidio

Uno de los casos más emblemáticos es el del Cura Franco Revérberi, quien oficiaba en San Rafael. La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de esa localidad lo denunció por haber participado de las torturas cometidas en la Casa Departamental de San Rafael durante la dictadura militar. Los tribunales federales ordenaron su detención, pero rápidamente se profugó a Italia, de donde viene Corradi.

La justicia italiana se niega a cumplir el pedido de extradición que recae sobre Revérberi. El cura represor vive en una Iglesia de Parma, donde continúa realizando confesiones y dando misa.

Jorge Antonio Álvarez Domínguez, vocero del obispado de San Rafael y ex capellán militar durante la dictadura, lo defendió y afirmó que en la argentina hubo “auto-desaparecidos”.

Censura y persecución, otro emblema de la iglesia mendocina

En 2011, frente al Festival del Chivo en Malargue, fue censurado por el Verbo Encarnado el grupo cómico Luthiereces. El párroco Jorge Gómez declaró “sí, los censuré” en una confesión bañada de impunidad. Y continúo “. Uno como sacerdote tiene que alentar mil cosas y censurar mil otras, como Jesús, él alentó mil cosas y censuró mil otras. Me parece que lo más lindo que le puedo dar a Malargüe y a la Argentina es censurar las cosas malas y alentar lo otro”.

Referido al mismo hecho delineó la relación entre encubrimiento de los curas abusadores y sus métodos de censura: “Violar la fe es 10 mil veces más grave que violar menores o una hija”; “La violación de la fe es peor que un delito, si una sociedad empieza a reírse de la fe, esa sociedad ya está destruida”.

En el pasado mes de agosto, la censura la sufrió una capacitación en “Derechos Humanos, género y diversidad sexual”. El sacerdote Fabricio Porta se expresó mediante las redes sociales llamando a las “familias cristianas” a rechazar “este tipo de políticas” que son “tendientes a minar la moral y las buenas costumbres de nuestro pueblo”.

Subsidios millonarios

Pasan los años y las denuncias por abusos, violaciones, represión, persecución y tortura siguen creciendo contra los funcionarios de la Iglesia Católica. De la Santa Inquisición, el genocidio sobre los pueblos originarios americanos, y su rol con cada dictadura del S. XX son la expresión cabal del rol histórico de esta institución.

Juan Pablo II, Benedicto XVI, y Francisco, por nombrar los últimos tres Papas, han mantenido lo esencial de esta estructura de poder e impunidad.

Sin embargo, los subsidios millonarios continúan creciendo. Sólo en Mendoza el presupuesto para el 2017 destinado a la educación religiosa aumentó un 67%, llegando a la exorbitante cifra de $2300 millones, lo mismo que se destina para tres de los principales hospitales públicos de la provincia.

Mientras tanto, las cúpulas eclesiásticas son férreas militantes contra derechos elementales como el matrimonio igualitario y la interrupción voluntaria del embarazo.
Los grandilocuentes sueldos de curas como Corradi los pagamos todos con nuestros impuestos a la vez que el gobierno dice que no hay plata para construir refugios para las mujeres víctimas de violencia machista.

De allí se alimentan grupos ultra reaccionarios como el Opus Dei, que preside también la facultad de Filosofía de la UNCuyo a través del decano Cueto, y el Verbo Encarnado.

Como afirma la senadora del FIT Noelia Barbeito, es necesario retomar lo que dijeran los comuneros de París hace 145 años, que mantiene completa actualidad: separación inmediata de la Iglesia del Estado. Basta de subsidios. Basta de impunidad.

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September 6, 2016

Uno por uno, los 9 curas que ya fueron condenados por abusar de menores en Argentina

NUEVE DE JULIO PARTIDO (ARGENTINA)
Clarín [Buenos Aires, Argentina]

September 6, 2017

By REDACCIÓN CLARÍN

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Todos fueron acusados de crímenes aberrantes. Las sentencias van de 4 a 25 años de prisión. 

Con la reciente sentencia al párroco de Entre Ríos Juan Diego Escobar Gaviria ya suman nueve curas condenados por abusos sexuales a menores en Argentina. Estos son los casos

Juan Diego Escobar Gaviria

Le dieron una pena de 25 años de prisión, la más alta hasta ahora. De origen colombiano, estuvo por 11 años en la Parroquia San Lucas Evangelista de Lucas González, una localidad de 4.500 habitantes situada en el departamento Nogoyá, en la región central de Entre Ríos. Fue acusado de corrupción de menores contra al menos cuatro chicos.

Héctor Pared

Fue condenado en marzo de 2003 a 24 años de prisión por abuso sexual agravado y corrupción de menores en un hogar de la localidad bonaerense de Florencio Varela.

El cura sólo cumplió pocos meses de la sentencia, ya que en septiembre de ese año murió y fue entonces cuando sus víctimas se enteraron que tenía VIH, un dato que había sido ocultado por el cura y el servicio penitenciario.

Mario Napoleón Sasso

Sentenciado en 2007 a 17 años de prisión por haber abusado sexualmente de cinco niñas en 2002 y 2003, cuando era párroco de la capilla San Manuel en Pilar, Buenos Aires.

En el juicio probaron el encubrimiento de dos sacerdotes colegas de Sasso, que fueron procesados.

Julio César Grassi

Su caso fue bisagra en las investigaciones por abusos en clero argentino. Condenado en 2009 a 15 años de prisión por abusar de un menor que vivía en la Fundación Felices los Niños, que él dirigía.

La Corte Suprema confirmó la sentencia en marzo último. En abril, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón lo benefició con el 2×1 y le redujo dos años y medio la pena. La medida será apelada por los abogados querellantes.

José Mercau

Recibió una pena de 14 años de prisión por delitos de abuso sexual y corrupción de menores en 2011. Fue imputado por cuatro casos.

Trabajaba en el Hogar San Juan Diego de la parroquia Juan Bosco en el Talar de Pacheco, donde se alojaban niños, sobre todo varones, con problemas familiares y pocos recursos.

El Papa Francisco lo expulsó del sacerdocio. Fue excarcelado el 18 de marzo de 2014.

Fernando Enrique Picciochi

Fue condenado en 2012 a 12 años de cárcel por abusar sexualmente de al menos cinco niños.

Sebastián Cuattromo, quien iba al colegio Marianista de Caballito, Buenos Aires, lo denunció en 2000. Está en libertad por el beneficio del 2×1 desde principios de 2016.

Isaac Gómez

Fue sentenciado a 11 años de prisión por el Tribunal Oral y Criminal N° 4 de Mercedes, Buenos Aires, por el abuso sexual agravado de un menor.

Este hecho había sido denunciado en el año 2007, por un caso ocurrido en el Colegio Marianista San Agustín de 9 de Julio.

Luis Eduardo Sierra

Lo condenaron a ocho años de prisión en 2004 por abusar en 2000 y 2001 de tres monaguillos de entre 12 y 14 años del colegio Ave María de la Obra Don Orione, de la localidad bonaerense de Claypole. No se sabe si cumplió la condena. Se fue a Paraguay, donde también lo acusaron de abusos.

Ladislao Chomín

Fue condenado en 2012 a cuatro años de prisión acusado de abusar de una nena. El hecho ocurrió en 2003 en el Instituto San Josafat de la localidad de Apóstoles. Se transformó en 2012 en el primer religioso de la historia de Misiones en ser condenado por un delito del tipo sexual.

Fuente: Télam

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September 5, 2016

Un cura acusado de abuso sexual quedó en libertad, luego de estar 15 meses detenido

SANTIAGO DEL ESTERO (ARGENTINA)
Diario La Capital [Buenos Aires, Argentina]

September 5, 2016

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Se trata de Julián Ruiz, que había sido detenido en Santiago del Estero. La Cámara de Apelaciones confirmó el delito de ciber acoso sexual informático, pero no pudo probar la supuesta violación a un menor de 17 años.

El sacerdote Julián Ruiz, acusado de abuso sexual de un menor de 17 años, fue liberado, tras permanecer detenido 15 meses.Ruiz había sido detenido el 20 de mayo del 2015 en la localidad de Pampa de Los Guanacos, Santiago del Estero.

Los investigadores afirman que el religioso intercambiaba fotos de sus partes íntimas con el denunciante por Facebook. No obstante, no se encontraron pruebas que aseguren que haya existido acercamiento carnal o violación.Su abogado defensor, Eduardo Font, comentó que “la Cámara de Apelaciones y Control hizo caso a la apelación que presentamos respecto al auto de procesamiento que pesaba sobre el padre Ruiz, por lo que quedó en libertad”.”Lo que la Cámara dictó es la falta de mérito respecto al abuso sexual agravado y declaró la nulidad de las demás imputaciones”, añadió.Asimismo, precisó: “Se lo imputó en base a declaraciones testimoniales y a esta clase de delitos de instancia privada no se les puede dar curso con declaración testimonial”.No obstante, la Cámara confirmó el delito de ciber acoso sexual informático, que el abogado defensor negó.

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En el nombre del padre: abuso sexual en la Iglesia

(ARGENTINA)
La tinta [Córdova, Argentina]

August 5, 2016

By Redacción La tinta

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El abuso sexual en la Iglesia es una problemática de la que poco se habla. La desprotección a las víctimas, el miedo a denunciar, la indiferencia de la sociedad, el encubrimiento de la institución eclesiástica y la inacción de la Justicia: las partes de un credo que perpetúa al dolor.

“Denuncia por abuso sexual contra el presbítero Luis Brizzio. A quien me pueda escuchar”. Así arranca el primero de una serie de correos electrónicos que Andrés -el nombre fue reemplazado- envió desde Rosario a cuanta dirección del Vaticano encontró en internet, la madrugada del 5 de noviembre de 2014. Más atrás, en 2002, los padres de 35 niños que concurrían al Jardín Nuestra Señora del Camino de Mar del Plata también se expresaron por escrito. “Ojalá, no hubiésemos tenido que escribir esta carta, porque si así fuera, nada de esto hubiera ocurrido”, reza la nota publicada en Indymedia, por aquellos días, junto a la foto del cura acusado de encubrir a un profesor de educación física, por abusos. Similar fue la denuncia de Julieta Añazco, en 2013. “Les escribo para denunciar a un cura”, dice el mensaje de Facebook que envió al diario El Día, de La Plata, el 1 de julio de ese año. Hoy, siente que lo escribió una niña.

Por esos días, Julieta estaba inquieta, ansiosa. Había empezado a recordar aquellos tristes sucesos y necesitaba compartir sus sentimientos, sensaciones y el dolor con otras víctimas que también pudieran descargarse. Animada por su terapeuta, Liliana Rodríguez, mandó los primeros correos para encontrarse con personas que hayan pasado por lo mismo. Quería reunir a todas aquellas víctimas de abuso sexual del clero. Ella fue sometida durante los años ‘80, ‘81 y ‘82. Tenía entre 8 y 10 años. Otras chicas denunciaron al cura Giménez. Habían pasado lo mismo. Una de ellas relató en la Justicia cómo el cura la enjabonaba al bañarse. Julieta recuerda, con lagunas, que se metía en las carpas durante la noche. Si bien muchos de esos casos fueron denunciados en los años 1985 y 1996, el “encubrimiento de la Iglesia evitó que avanzaran”. Algo similar ocurrió con los otros casos que patrocina y acompaña la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina, conformada como réplica local de SNAP (Survivors Network of those Abused by Priests), de Estados Unidos.

El abogado Carlos Lombardi, quien había tenido respuesta favorable en un caso contra el Arzobispado de Mendoza, donde la Corte Suprema de esa provincia falló a favor del denunciante, también fue buscado por Julieta para empezar a tejer esa red de contención. Desde entonces, Julieta, Liliana, Carlos y la abogada Estefanía Gelso, con otros profesionales, conformaron el espacio que acompaña y asesora a todos quienes se acercan por haber sufrido abusos de parte de autoridades de la Iglesia.

Consultados por Enredando, desde la organización aseguraron que no se sostienen con aportes económicos y no tienen una sede fija. Justamente, es una Red porque la componen numerosas personas de Argentina y Latinoamérica (víctimas, familiares y profesionales). “Se sostiene con el trabajo profesional de acompañar y asesorar a las víctimas, haciendo planteos ante las autoridades que correspondan (del estado y la iglesia), gestionando reclamos, haciendo visible el flagelo”, describió el abogado Lombardi, quien trabaja en los casos de Brizzio y Giménez –entre otros-, en la esfera canónica.

El letrado habló desde la experiencia y las leyes: “El abuso eclesiástico tiene las mismas características que cualquier abuso sexual de menores. Es decir, una relación de poder, de subordinación entre el autor (padre de familia, docente, sacerdote) y la víctima que tiene determinados indicadores psicológicos que lo hacen presa de aquellos. La experiencia es lisa y llanamente asqueante por el modus operandi mafioso que aplica la Iglesia en cualquier parte del mundo, aún en la actualidad. Todo es secreto y siguen encubriendo a los abusadores desde el momento en que no han modificado las normas jurídicas que avalan ese proceder”. Todo ello, a pesar de la “tolerancia cero” con los abusadores, predicada por el Papa Francisco.

La psicóloga Rodríguez, también activista feminista y de derechos humanos, señaló que “el proceso terapéutico es un camino que atraviesa momentos de mucho dolor psíquico, angustias, broncas, silencios, huídas. Incluso, a veces van acompañados de otras sintomatologías, de avances y retrocesos; pero también de mucho aprendizaje, desarrollo de estrategias de autocuidado, de búsqueda de vínculos saludables, de recuperación de aspectos de su vida que han estado postergados o adormecidos”. En ese sentido, planteó que “cuando el abusador es un cura, las cuestiones de poder se exacerban y multiplican, porque lo es también la institución Iglesia, que deniega justicia, que es cómplice y retroalimenta mecanismos de protección que aseguren la impunidad del abusador. Desconoce a la víctima y sus derechos. Pone en duda su historia. La salida de las situaciones traumáticas no es de a uno, sino con otros y otras. La terapia no es el todo; aunque sí una parte importante”. Para el equipo de profesionales de la Red, “no hay casos, sino causas de lucha”.

Rodríguez agregó: “Siempre debemos tener en cuenta que estos temas impactan necesariamente en los grupos familiares y de amigos, que también son damnificados indirectos, atravesados por el dolor, la impotencia, el no saber cómo ayudar, pero a su vez muchos son motores para la búsqueda de justicia. El hecho social de que el Papa sea argentino, es lo que ha motivado a muchos y muchas a escribirle en un intento de ser escuchados y hacerle saber, lo que en definitiva siempre supo, aún antes de ser Papa, como supo de la dictadura y de los desaparecidos”. Al mismo tiempo, señaló que “para las víctimas es importante que se visibilice el tema, que la gente pueda preguntarse, que tome recaudos con sus niños y niñas, que se rompa la idea de que es imposible que un cura abuse. Cuando de niños o adolescentes no pueden hablar, porque los invade la vergüenza, el temor a represalias, a que no les crean porque creen que solo les pasa a ellos, hay una situación traumática que los acompaña y se manifiesta de distintas formas: con trastornos emocionales o fìsicos, con dificultades de relacionarse socialmente. Hasta que en algún momento, por detonantes diversos, aparecen imágenes, recuerdos, preguntas, que al principio parecen aisladas, y producen angustia, se rechazan, se intenta olvidarlas. Depende de la historia de cada sujeto, pero no importa el tiempo cronológico que le lleve porque también intervienen muchas variables. Pero cuando comienza ese proceso ya no se detiene”.

Entre los casos que asesoran y acompañan, consideran que los tres mencionados más arriba son paradigmáticos en la temática. Los califican como un “descomunal abuso de poder y denegación de justicia”.

Caso por caso

Meses antes de ese pedido de ayuda que Julieta Añazco hizo a través de un mensaje de Facebook, volvieron a su memoria los abusos que sufrió cuando asistía a los campamentos de verano con el padre Héctor Ricardo Giménez. Durante años tuvo bloqueados esos recuerdos. El mensaje comenzó a recibir respuestas de otras víctimas, que conocían al sacerdote. “Es un abusador de menores desde siempre. Estuvo detenido en el año 1997 y cumplió una condena de 8 años. Yo jamás pude hablar, hasta hoy”, seguía el texto desesperado de la mujer que hoy tiene 44 años. “No creo que pueda denunciarlo formalmente; pero sí quisiera un escrache. No por mí, sino por que debe haber muchísimos niños, hoy hombres, que seguro no pudieron hablar, todavía; y por los niños que vendrán…”. En la causa hay unas 20 víctimas afectadas por el mismo cura, pero sólo dos se animaron a reclamar al obispado de La Plata. Aún no hay imputados y el cura no ha sido llamado a declarar. “Logramos que no prescribiera la causa”, recordó Julieta sobre el logro que llegó después de que se tomara la misma decisión en un caso testigo: el del cura Ilarraz, de Paraná, Entre Ríos, acusado de abusar de niños y niñas de por lo menos tres generaciones. Julieta es asesorada también por abogadas de La Ciega y apoyada por Las Azucenas, organización de mujeres de La Plata.

En 2002, los padres de treinta y cinco niños y niñas de entre 3 y 5 años que asistían al Jardín de Infantes del colegio Nuestra Señora del Camino de Mar del Plata, denunciaron al profesor Fernando Melo Pacheco, quien tras ser investigado, terminó absuelto por la Justicia. En su reclamo, los padres apuntaron desde el primer momento al cura párroco Alejandro Martínez, quien era director del colegio; y a la máxima autoridad de la Iglesia de Mar del Plata, monseñor Arancedo –quien luego fue nombrado arzobispo de Santa Fe-. El abogado Lombardi señaló que “Arancedo, actual presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, no hizo absolutamente nada, siendo trasladado, luego, a Santa Fe para reemplazar a Edgardo Storni (fallecido), también denunciado e investigado por abusos”.

En tanto, la víctima del cura Brizzio tenía 37 años cuando denunció en el Arzobispado de Santa Fe al presbítero de Esperanza, por hechos de su adolescencia, cuando pertenecía al grupo de jóvenes de la iglesia de la localidad de Gálvez. La noche que envió los primeros correos al Vaticano no lograba dormir. Hacía unos días había googleado el nombre del sacerdote que dirigió el grupo de jóvenes del que participaba y lo vio rodeado de adolescentes en una foto de la localidad de Eperanza. La respuesta llegó tres meses después, desde el Arzobispado de Santa Fe, con la promesa de una investigación canónica que no prosperó: un año después, tras citar a declarar a toda su familia a la ciudad capital, una comisión del Vaticano resolvió que la víctima no era menor de edad en la época que denunció los abusos. “Yo tenía entre 16 y 17 años cuando ocurrió; y así hubiera sido mayor de edad, Brizzio cometió un abuso. La tolerancia cero de la que habla el Papa es una mentira”, dijo el denunciante a Enredando.

Los detalles del relato producen escalofríos: “Mis padres comenzaron a participar de un grupo de encuentros matrimoniales en la Iglesia Católica de Gálvez. Yo me uní al grupo de jóvenes que dirigía Brizzio. Recuerdo que teníamos a cargo grupos de niños, con los que realizábamos campamentos. El sacerdote era alguien cercano, un amigo. Un día me invitó a un pueblo vecino donde daría misa. Tras esto, charlamos de lo que me pasaba. Él parecía atento. En un momento insistió en contenerme. Se paró; me paré, y comencé a notar que se frotaba sobre mi cuerpo. Luego siguieron algunas caricias en los genitales”. Ese fue el primero de tres hechos denunciados por la víctima, quien además acusó a las autoridades eclesiásticas a cargo en aquella época en la provincia, ya que su padre llevó la queja hasta el denunciado exobispo Storni, quien solo gestionó un traslado para Brizzio; y a las actuales autoridades, como el vicario general del Arzobispado de Santa Fe, Javier González Grenón y el propio arzobispo.

A modo de resumen, Lombardi lamentó: “En todos los casos sufrimos el abuso de poder y denegación de justicia por la sola razón de que las víctimas no tienen derecho a defenderse. Todo lo cocinan los curas, en sus oficinas, con sus procedimientos y entre ellos”.

Por Lorena Panzerini, para Enredando

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July 16, 2016

En el nombre del Padre

(ARGENTINA)
Boletin enREDando [Santa Fe, Argentina]

July 16, 2016

By Lorena Panzerini

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El abuso sexual en la Iglesia es una problemática de la que poco se habla. La desprotección a las víctimas, el miedo a denunciar, la indiferencia de la sociedad, el encubrimiento de la institución eclesiástica y la inacción de la Justicia: las partes de un credo que perpetúa al dolor.  

Por Lorena Panzerini

“Denuncia por abuso sexual contra el presbítero Luis Brizzio. A quien me pueda escuchar”. Así arranca el primero de una serie de correos electrónicos que Andrés -el nombre fue reemplazado- envió desde Rosario a cuanta dirección del Vaticano encontró en internet, la madrugada del 5 de noviembre de 2014. Más atrás, en 2002, los padres de 35 niños que concurrían al Jardín Nuestra Señora del Camino de Mar del Plata también se expresaron por escrito. “Ojalá, no hubiésemos tenido que escribir esta carta, porque si así fuera, nada de esto hubiera ocurrido”, reza la nota publicada en Indymedia, por aquellos días, junto a la foto del cura acusado de encubrir a un profesor de educación física, por abusos. Similar fue la denuncia de Julieta Añazco, en 2013. “Les escribo para denunciar a un cura”, dice el mensaje de Facebook que envió al diario El Día, de La Plata, el 1 de julio de ese año. Hoy, siente que lo escribió una niña.

Por esos días, Julieta estaba inquieta, ansiosa. Había empezado a recordar aquellos tristes sucesos y necesitaba compartir sus sentimientos, sensaciones y el dolor con otras víctimas que también pudieran descargarse. Animada por su terapeuta, Liliana Rodríguez, mandó los primeros correos para encontrarse con personas que hayan pasado por lo mismo. Quería reunir a todas aquellas víctimas de abuso sexual del clero. Ella fue sometida durante los años ‘80, ‘81 y ‘82. Tenía entre 8 y 10 años. Otras chicas denunciaron al cura Giménez. Habían pasado lo mismo. Una de ellas relató en la Justicia cómo el cura la enjabonaba al bañarse. Julieta recuerda, con lagunas, que se metía en las carpas durante la noche. Si bien muchos de esos casos fueron denunciados en los años 1985 y 1996, el “encubrimiento de la Iglesia evitó que avanzaran”. Algo similar ocurrió con los otros casos que patrocina y acompaña la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina, conformada como réplica local de SNAP (Survivors Network of those Abused by Priests), de Estados Unidos.

El abogado Carlos Lombardi, quien había tenido respuesta favorable en un caso contra el Arzobispado de Mendoza, donde la Corte Suprema de esa provincia falló a favor del denunciante, también fue buscado por Julieta para empezar a tejer esa red de contención. Desde entonces, Julieta, Liliana, Carlos y la abogada Estefanía Gelso, con otros profesionales, conformaron el espacio que acompaña y asesora a todos quienes se acercan por haber sufrido abusos de parte de autoridades de la Iglesia.

Consultados por Enredando, desde la organización aseguraron que no se sostienen con aportes económicos y no tienen una sede fija. Justamente, es una Red porque la componen numerosas personas de Argentina y Latinoamérica (víctimas, familiares y profesionales). “Se sostiene con el trabajo profesional de acompañar y asesorar a las víctimas, haciendo planteos ante las autoridades que correspondan (del estado y la iglesia), gestionando reclamos, haciendo visible el flagelo”, describió el abogado Lombardi, quien trabaja en los casos de Brizzio y Giménez –entre otros-, en la esfera canónica.

El letrado habló desde la experiencia y las leyes: “El abuso eclesiástico tiene las mismas características que cualquier abuso sexual de menores. Es decir, una relación de poder, de subordinación entre el autor (padre de familia, docente, sacerdote) y la víctima que tiene determinados indicadores psicológicos que lo hacen presa de aquellos. La experiencia es lisa y llanamente asqueante por el modus operandi mafioso que aplica la Iglesia en cualquier parte del mundo, aún en la actualidad. Todo es secreto y siguen encubriendo a los abusadores desde el momento en que no han modificado las normas jurídicas que avalan ese proceder”. Todo ello, a pesar de la “tolerancia cero” con los abusadores, predicada por el Papa Francisco.

La psicóloga Rodríguez, también activista feminista y de derechos humanos, señaló que “el proceso terapéutico es un camino que atraviesa momentos de mucho dolor psíquico, angustias, broncas, silencios, huídas. Incluso, a veces van acompañados de otras sintomatologías, de avances y retrocesos; pero también de mucho aprendizaje, desarrollo de estrategias de autocuidado, de búsqueda de vínculos saludables, de recuperación de aspectos de su vida que han estado postergados o adormecidos”. En ese sentido, planteó que “cuando el abusador es un cura, las cuestiones de poder se exacerban y multiplican, porque lo es también la institución Iglesia, que deniega justicia, que es cómplice y retroalimenta mecanismos de protección que aseguren la impunidad del abusador. Desconoce a la víctima y sus derechos. Pone en duda su historia. La salida de las situaciones traumáticas no es de a uno, sino con otros y otras. La terapia no es el todo; aunque sí una parte importante”. Para el equipo de profesionales de la Red, “no hay casos, sino causas de lucha”.

Rodríguez agregó: “Siempre debemos tener en cuenta que estos temas impactan necesariamente en los grupos familiares y de amigos, que también son damnificados indirectos, atravesados por el dolor, la impotencia, el no saber cómo ayudar, pero a su vez muchos son motores para la búsqueda de justicia. El hecho social de que el Papa sea argentino, es lo que ha motivado a muchos y muchas a escribirle en un intento de ser escuchados y hacerle saber, lo que en definitiva siempre supo, aún antes de ser Papa, como supo de la dictadura y de los desaparecidos”. Al mismo tiempo, señaló que “para las víctimas es importante que se visibilice el tema, que la gente pueda preguntarse, que tome recaudos con sus niños y niñas, que se rompa la idea de que es imposible que un cura abuse. Cuando de niños o adolescentes no pueden hablar, porque los invade la vergüenza, el temor a represalias, a que no les crean porque creen que solo les pasa a ellos, hay una situación traumática que los acompaña y se manifiesta de distintas formas: con trastornos emocionales o fìsicos, con dificultades de relacionarse socialmente. Hasta que en algún momento, por detonantes diversos, aparecen imágenes, recuerdos, preguntas, que al principio parecen aisladas, y producen angustia, se rechazan, se intenta olvidarlas. Depende de la historia de cada sujeto, pero no importa el tiempo cronológico que le lleve porque también intervienen muchas variables. Pero cuando comienza ese proceso ya no se detiene”.

Entre los casos que asesoran y acompañan, consideran que los tres mencionados más arriba son paradigmáticos en la temática. Los califican como un “descomunal abuso de poder y denegación de justicia”.

Caso por caso

Meses antes de ese pedido de ayuda que Julieta Añazco hizo a través de un mensaje de Facebook, volvieron a su memoria los abusos que sufrió cuando asistía a los campamentos de verano con el padre Héctor Ricardo Giménez. Durante años tuvo bloqueados esos recuerdos. El mensaje comenzó a recibir respuestas de otras víctimas, que conocían al sacerdote. “Es un abusador de menores desde siempre. Estuvo detenido en el año 1997 y cumplió una condena de 8 años. Yo jamás pude hablar, hasta hoy”, seguía el texto desesperado de la mujer que hoy tiene 44 años. “No creo que pueda denunciarlo formalmente; pero sí quisiera un escrache. No por mí, sino por que debe haber muchísimos niños, hoy hombres, que seguro no pudieron hablar, todavía; y por los niños que vendrán…”. En la causa hay unas 20 víctimas afectadas por el mismo cura, pero sólo dos se animaron a reclamar al obispado de La Plata. Aún no hay imputados y el cura no ha sido llamado a declarar. “Logramos que no prescribiera la causa”, recordó Julieta sobre el logro que llegó después de que se tomara la misma decisión en un caso testigo: el del cura Ilarraz, de Paraná, Entre Ríos, acusado de abusar de niños y niñas de por lo menos tres generaciones. Julieta es asesorada también por abogadas de La Ciega y apoyada por Las Azucenas, organización de mujeres de La Plata.

En 2002, los padres de treinta y cinco niños y niñas de entre 3 y 5 años que asistían al Jardín de Infantes del colegio Nuestra Señora del Camino de Mar del Plata, denunciaron al profesor Fernando Melo Pacheco, quien tras ser investigado, terminó absuelto por la Justicia. En su reclamo, los padres apuntaron desde el primer momento al cura párroco Alejandro Martínez, quien era director del colegio; y a la máxima autoridad de la Iglesia de Mar del Plata, monseñor Arancedo –quien luego fue nombrado arzobispo de Santa Fe-. El abogado Lombardi señaló que “Arancedo, actual presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, no hizo absolutamente nada, siendo trasladado, luego, a Santa Fe para reemplazar a Edgardo Storni (fallecido), también denunciado e investigado por abusos”.

En tanto, la víctima del cura Brizzio tenía 37 años cuando denunció en el Arzobispado de Santa Fe al presbítero de Esperanza, por hechos de su adolescencia, cuando pertenecía al grupo de jóvenes de la iglesia de la localidad de Gálvez. La noche que envió los primeros correos al Vaticano no lograba dormir. Hacía unos días había googleado el nombre del sacerdote que dirigió el grupo de jóvenes del que participaba y lo vio rodeado de adolescentes en una foto de la localidad de Eperanza. La respuesta llegó tres meses después, desde el Arzobispado de Santa Fe, con la promesa de una investigación canónica que no prosperó: un año después, tras citar a declarar a toda su familia a la ciudad capital, una comisión del Vaticano resolvió que la víctima no era menor de edad en la época que denunció los abusos. “Yo tenía entre 16 y 17 años cuando ocurrió; y así hubiera sido mayor de edad, Brizzio cometió un abuso. La tolerancia cero de la que habla el Papa es una mentira”, dijo el denunciante a Enredando.

Los detalles del relato producen escalofríos: “Mis padres comenzaron a participar de un grupo de encuentros matrimoniales en la Iglesia Católica de Gálvez. Yo me uní al grupo de jóvenes que dirigía Brizzio. Recuerdo que teníamos a cargo grupos de niños, con los que realizábamos campamentos. El sacerdote era alguien cercano, un amigo. Un día me invitó a un pueblo vecino donde daría misa. Tras esto, charlamos de lo que me pasaba. Él parecía atento. En un momento insistió en contenerme. Se paró; me paré, y comencé a notar que se frotaba sobre mi cuerpo. Luego siguieron algunas caricias en los genitales”. Ese fue el primero de tres hechos denunciados por la víctima, quien además acusó a las autoridades eclesiásticas a cargo en aquella época en la provincia, ya que su padre llevó la queja hasta el denunciado exobispo Storni, quien solo gestionó un traslado para Brizzio; y a las actuales autoridades, como el vicario general del Arzobispado de Santa Fe, Javier González Grenón y el propio arzobispo.

A modo de resumen, Lombardi lamentó: “En todos los casos sufrimos el abuso de poder y denegación de justicia por la sola razón de que las víctimas no tienen derecho a defenderse. Todo lo cocinan los curas, en sus oficinas, con sus procedimientos y entre ellos”.

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May 2, 2016

Que el Papa Francisco no mencionó los escándalos de abusos a menores en la Iglesia católica, dicen

RIO GALLEGOS (ARGENTINA)
Periodista Digital  [Madrid, España]

May 2, 2016

By Efrén Mayorga

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+Hay que castigar severamente a pederastas:Afirma el Papa Francisco Bergoglio
+Vea aquí lista de Sacerdotes Pederastas en Argentina
+En México se conocen más de 500 casos de niños violados por sacerdotes
+No mencionó los escándalos de abusos a menores en la Iglesia católica. Grupos de víctimas le exigen castigo y no sólo una transferencia de parroquia para los abusadores.

En declaraciones a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el papa insistió este domingo en que los pederastas deben ser castigados «severamente». Francisco calificó la pederastia como una «tragedia» y dijo que «no hay que tolerar los abusos a los menores». «Hay que defender a los menores y castigar severamente a los abusadores», añadió.

Francisco, sin embargo, no mencionó los escándalos de abusos a menores en la propia Iglesia católica, en especial los casos en los que los obispos -de forma sistemática- transfirieron a los sacerdotes pederastas a otras parroquias en lugar de informar a las autoridades de justicia. Los grupos de víctimas han exigido que Francisco castigue a esos obispos.

El pontífice saludó a una organización italiana dedicada a luchar contra el abuso a menores de edad.

Los italianos se vieron conmocionados recientemente por la muerte de una niña de seis años de edad, cerca de Nápoles, quien fue lanzada desde el tejado de un edificio de ocho pisos después de resistirse a su violador.

La autopsia reveló que la niña sufrió abuso sexual crónico. Los investigadores sospechan que los vecinos sabían de los abusos, pero que no dijeron nada a la policía.EL VATICANO. http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/05/01/hay-que-castigar-severamente-a-pederastas-papa

+Lista de Sacerdotes Pederastas en Argentina

Ante la ola de abusos sexuales a cargo de miembros de la Iglesia Católica, en 2002 el papa Juan Pablo II dice: “No hay lugar en el sacerdocio para los que dañan a los niños”. Tardío comentario, y tan obvio como si luego de descubrir a un albañil pederasta alguien proclamase que no hay lugar en la construcción para quienes violan a los pequeños.

En esos días, el episcopado argentino encomendó a dos hombres un pronunciamiento sobre los curas abusadores. El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, comenzó mintiendo: “Gracias a Dios, no ha habido muchos que conozcamos en nuestro país, y los que ha habido han sido tratados por la Justicia Penal”.

El aporte del presidente del Tribunal Eclesiástico Nacional, José Bonet Alcón, fue aún menos útil aunque más falso.

Según La Nación del 26 de abril de 2002, “dijo que en su vida no se topó con casos de clérigos que abusasen de niños”, pero sí “con casos en los que acusan al sacerdote sin razón –por despecho o por haber sido rechazados– tanto mujeres como homosexuales”.

Con la advertencia de que será una visión incompleta, he aquí, por orden alfabético y para estimular las memorias de monseñor Aguer y del tribuno Bonet Alcón, casos con aroma sexual que perfuman a la Iglesia Católica argentina.

Angel Tarcisio Acosta, apodado hermano Angel, coadjutor de la congregación salesiana: en septiembre de 1986 y tras un juicio oral con 38 testigos, la Cámara del Crimen N° 1 de Corrientes lo condenó a 18 años de prisión y accesorias por los delitos de corrupción y violación de menores.

Luis Anguita, sacerdote franciscano, prefecto de Disciplina en el instituto católico Tierra Santa, ubicado en Sánchez de Bustamante 124, Buenos Aires: pocos días después de cumplir su mayoría de edad, una joven se presentó (en septiembre de 2004) ante el juez Julio Lucini y denunció que, con 13 años de edad y siendo alumna del colegio Tierra Santa, conoció al sacerdote, quien la forzó a mantener relaciones.

La joven narró al juez que siguió teniendo relaciones con el cura, aunque precedidas por violencia física, golpes que ocurrían durante los juegos sexuales, “en ocasiones, en el altar de la iglesia” del instituto Tierra Santa.

Quedó finalmente embarazada. Antes del parto, y como ella alegó la paternidad del sacerdote, éste “comenzó a acusarme de buscarlo”. Tenía 16 años, y ya con seis meses de gestación, cuando nació prematuramente un bebé, “que murió horas más tarde”. Según la denuncia, autoridades eclesiásticas conocieron y habrían encubierto el caso. El sacerdote Luis Anguita fue sobreseído porque “no se pudo probar judicialmente” la denuncia.

José Francisco Armendariz, párroco de Palmira, Mendoza: en abril de 2001 el diario mendocino Los Andes hizo saber que el sacerdote había sido padre de una niña, producto de las relaciones sexuales que mantenía con una joven catequista de 18 años, Paola Vanina Quiroga.

Como Armendariz se negó a aceptar su paternidad y esquivaba un examen de histocompatibilidad, un tribunal de familia lo obligó a hacerlo.

La prueba otorgó el 99,99 por ciento de certeza, por lo que la Justicia dispuso que el sacerdote reconociera a su hija, entonces de ocho meses.

Cuando sucedió el embarazo de Quiroga, el arzobispo de Mendoza, José María Arancibia, trasladó inmediatamente al cura a la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en Benito Juárez, provincia de Buenos Aires, para ocultar el hecho. Un periodista de Los Andes entrevistó a Arancibia antes del examen de ADN.

Walter Eduardo Avanzini, párroco de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en Berrotarán, Córdoba: el programa televisivo local A decir verdad difundió, en agosto de 1998, imágenes nocturnas de la plaza San Martín, frente a la catedral, en la ciudad de Córdoba, con la cámara enfocada en un niño, ubicado allí como señuelo.

Poco después, un hombre se sentó a su lado y le ofreció dinero por sus servicios sexuales. Ese hombre era el sacerdote Avanzini, quien, además, era médico y la Iglesia le había encomendado funciones en el Instituto Parroquial Berrotarán, donde cursaban casi mil menores de edad. Ante la evidencia de las imágenes, el obispo de Río Cuarto, Artemio Staffolani, recluyó a Avanzini en una casa de retiros espirituales y lo esfumó después en una parroquia de otra provincia.

Mario Borgione, cura carismático que dirigía el Hogar Don Bosco, para recuperación de drogadictos: a la 1.30 de la mañana del lunes 19 de agosto de 1996, en una esquina de Pablo Podestá, provincia de Buenos Aires, Borgione se encontró con Fernando Roldán y Daniel Manna, dos taxi boys. Les ofreció cien pesos para tener nuevamente relaciones (sexo oral, la oralidad a cargo del sacerdote) con ellos. Como el cura solía llevar dinero consigo, Manna y Roldán planearon quitárselo. Con una excusa, consiguieron que Borgione los llevara en su auto hasta la casa de Roldán, donde éste tomó un arma. Fueron hasta un albergue transitorio, en la avenida Márquez, pero al encontrarlo cerrado decidieron concretar en la esquina de Alem y Juan XXIII, lugar conocido como Villa Cariño. Allí, horas más tarde, una patrulla policial encontró el cadáver del sacerdote, con un tiro en la cabeza. En la habitación de Borgione había videos pornográficos y ropa interior de mujer.

Julio David Córdoba (jesuita conocido en la provincia de Córdoba como “el Tío Juan”: a fines de octubre de 1994 el juez de Instrucción Juan José Moya procesó al sacerdote Julio David Córdoba por corrupción de menores. La medida fue apelada, aunque quedó firme por decisión de la Cámara de Acusaciones. El cura –quien entonces tenía setenta años de edad y estaba ligado a la orden jesuita desde los 18– buscaba a sus víctimas entre los chicos que limpiaban parabrisas de automóviles en las bocacalles cordobesas céntricas. Allí les ofrecía mantener relaciones sexuales, a cambio de lo cual les entregaba entre 10 y 30 pesos.

Fray Diego, profesor de catequesis en el Instituto Monseñor Tomás Solari, ubicado en la avenida Don Bosco 4817, Morón, provincia de Buenos Aires: a fines de julio de 2008 Nicolás, un adolescente de 15 años que cursaba el noveno año del Polimodal, chateando con una compañera le confesó que el miércoles 23 de ese mes había sido manoseado por el fray Diego. “Después, en preceptoría, trató de besarme y me dijo que si no le hacía sexo oral no me iba a dejar salir de la sala”, contó

Jesús Garay: una mujer inició una demanda judicial contra la arquidiócesis católica de Los Angeles, denunciando que el sacerdote Jesús Garay la había violado y, al quedar embarazada, la presionó para que abortase.

La mujer, identificada por el juzgado con el nombre de fantasía Jane Doe, agregaba que el cura la violó repetidamente en 1997, cuando ella tenía 17 años y era secretaria part time en la iglesia La Sagrada Familia, en Wilmington, California. Según su testimonio, quedó embarazada en diciembre de 1997, y Garay continuó abusando sexualmente de ella “hasta aproximadamente abril de 1998”.

La acción judicial alega que la arquidiócesis no notificó a las autoridades el abuso sexual, no otorgó cobertura médica a la joven durante su embarazo y desprotegió al niño después de su nacimiento. Los registros estadounidenses sobre sacerdotes abusadores afirman que Garay llegó a Los Angeles desde Venado Tuerto, provincia de Santa Fe, Argentina (fuente: The San Diego Union-Tribune, 5 de octubre de 2004).

Ricardo Giménez, sacerdote: en su casa de Los Hornos, provincia de Buenos Aires, fue detenido el 19 de abril de 1996, acusado de abuso deshonesto calificado en perjuicio de cinco menores (de 10 a 11 años) en la iglesia Nuestra Señora de Magdalena, de la que era párroco desde 1994. La denuncia fue presentada el 25 de marzo de 1996 por María Rosa Merlo, madre de un monaguillo.

Julio César Grassi, párroco de Nuestra Señora del Carmen, en Villa Udaondo, Ituzaingó, y director del hogar Felices los Niños. Perfil.com

AuthorAlvaro Albarracin (USA) | CommentPost a Comment | Share ArticleShare Article
tagged TagAngel Tarcisio Acosta, TagArtemio Staffolani, TagHéctor Aguer, TagJosé Bonet Alcón, TagJosé Francisco Armendariz, TagJosé María Arancibi, TagJulio David Córdoba, TagLuis Anguita, TagMario Borgione. Reader Comments. Con información del portal TARINGA, http://www.taringa.net/posts/noticias/16504875/Lista-de-Sacerdotes-Pederastas-en-Argentina.html

+En México se conocen más de 500 casos de niños violados por sacerdotes católicos. desde Marcial Maciel Degollado a la fecha, ante las sospechas de encubrimiento de la Iglesia y también de la justicia mexicana

Ciudad de México a 11 de febrero (SinEmbargo).- Alberto Athié Gallo, ex sacerdote de la Arquidiócesis de México, no deja de luchar en contra de la pederastia en la Iglesia Católica desde 1994, cuando una víctima del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado, le contó su historia.

Rechazó ser Obispo a cambio de callarse y sorteó las presiones que, asegura, tuvo del Arzobispo Primado de México Norberto Rivera Carrera.

Exiliado en Estados Unidos, vivió de cerca el escándalo de los sacerdotes pederastas de Boston, Massachusetts, y el encubrimiento de la cúpula de la Iglesia Católica en esa zona. Luego de mucho andar y de conocer casos a nivel mundial, asegura en entrevista con SinEmbargo que México tiene a los pederastas más crueles e importantes de la Iglesia. Todos impunes y libres, “gracias a un mecanismo protector, diseñado desde la Santa Sede, que les permite encontrar en el clero, el lugar perfecto para violar niños”.

Athié, dicen quienes son cercanos a él, ha librado en muchas ocasiones amenazas de demandas por parte de la Iglesia Católica. Gracias a él se han dado a conocer casos como el del cura Eduardo Córdova Bautista, en San Luis Potosí, quien presuntamente violó a más de 100 niños durante sus 30 años de ejercicio.

Actualmente, Athié lucha por dar a conocer el caso de Gerardo Silvestre, un cura señalado por abusar de niños indígenas en Oaxaca, gracias a que fue removido en siete ocasiones por la Iglesia. La carta de la madre de una de sus víctimas, asegura, será entregada al Papa Francisco en su visita a México.
–¿Cómo se interesa en el tema de la pederastia?
–¿Cómo se decidió esta persona a hablar?
–¿Usted en la misa habló de Maciel?
–¿Qué hizo entonces?
–Antes de que los ex legionarios contaran sus historias, ¿usted las conoció?, ¿usted se acercó al Cardenal?
–¿Eso es lo más que se podía hacer con un sacerdote acusado de abusar de niños?
–Y en ese lapso de 1995 a 1997, ¿no se supo entre los jerarcas de la Iglesia que Alberto Athié andaba preguntando y viendo ese tema…
Estas y algunas preguntas más responde el entrevistado; léalas en: http://www.sinembargo.mx/11-02-2016/1618426

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April 21, 2016

COMUNICADO DEL ARZOBISPO DE LA SANTÍSIMA ASUNCIÓN

ASUNCIóN (PARAGUAY)
Conferencia Episcopal Paraguaya

April 21, 2016

By CEP

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En relación al ejercicio del ministerio sacerdotal del Padre Carlos Richard Ibáñez Morino en la jurisdicción de la Arquidiócesis de Asunción, el Arzobispo de Asunción cumple en informar y aclarar, a los fieles en general y a la opinión pública, cuanto sigue:

El Padre Ybañez, sacerdote de la Diócesis de Villa María – República Argentina, ha llegado a nuestro país tras ser suspendido ad divinis por su entonces Obispo Mons. Alfredo Guillermo Disandro (Cfr. Decreto del 24 de Junio de 1992), acusado por la comisión de delitos de abusos contra menores; y al mismo tiempo, tras haber estado recluido en la Penitenciaría de Tacumbú (Paraguay), traicionando la buena fe de sacerdotes y religiosos, y valiéndose de un documento de identidad eclesiástica de falso contenido, ha realizado actos de potestad de orden y jurisdicción como: Bautismo, Matrimonio y Eucaristía, que conforme a lo establecido en el Código de Derecho Canónico deben ser sanados en coordinación con los párrocos de los afectados por según los casos de validez o licitud.

Al mismo tiempo, solicitamos a la feligresía poner conocimiento de la autoridad eclesiástica cualquier información que pueda ayudar a evitar que los fieles sean nuevamente engañados.

Exhortamos a la comunidad católica Arquidiocesana a orar y velar porque sean observadas las normas que protegen y promueven la disciplina del Clero y de los sacramentos.

Atentamente

Mons. EDMUNDO VALENZUELA MELLID, SDB
Arzobispo Metropolitano de la Santísima Asunción
Asunción, 21 de abril de 2016

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March 29, 2016

La Corte Suprema ratificó los abusos de un cura en el Colegio Marianista

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
Clarín [Buenos Aires, Argentina]

March 29, 2016

By REDACCIÓN CLARÍN

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El máximo tribunal dio por probados los abusos cometidos por Fernando Picchiochi en el Colegio Marianista. 

Inadmisible. No necesitaron más que una palabra los jueces de la Corte Suprema para desestimar un recurso de queja de la defensa de Fernando Enrique Picciochi, el cura condenado a 12 años de prisión efectiva por “corrupción de menores calificada y reiterada”. Así, tras 26 años de haber sufrido los abusos, y a 16 de haber iniciado la dura lucha judicial, Sebastián Cuattromo puede sonreir al saber que finalmente quedó ratificada la ejemplar condena del ex miembro de la congregación marianista: “Estoy feliz, la lucha sirvió”.

Sebastián fue abusado por Picciochi cuando estaba en el viaje de egresados de séptimo grado, que cursaba en el Colegio Marianista de Caballito. El cura se le metía en la cama, y también en el micro. Y los abusos siguieron en el secundario, en rincones oscuros del colegio religioso. Como suele ocurrir ante este delito, Sebastián no pudo poner en palabras las aberraciones hasta diez años después. Era el 2000 y fue solo, devastado y quebrado, a hacer la denuncia a Tribunales. Hoy, 16 años después, está rodeado de afecto. Sus compañeros de lucha lo abrazan, lo felicitan. Ya no está solo porque de a poco el delito de los curas abusadores sale a la luz, y el silencio y el olvido le están dando paso a la verdad y la Justicia. “Haber logrado la condena en el juicio oral (fue en 2012) y ver que hoy la Corte Suprema dé otra vez por probado todos los abusos es muy reparador”, dice Sebastián a Clarín. 

“El Poder Judicial todavía tiene mucho que cambiar, aún se maltrata y se revictimiza a las víctimas, eso no puede seguir ocurriendo. La mentalidad de la sociedad también tiene que cambiar, ojalá lo logremos, en eso estoy dejando mi vida”, dice Sebastián, que hace ya un par de años coordina la organización Adultos por los derechos de la infancia, que se reune todos los sábados en Flores.

El abuso es quizás el delito más impune, ya que las víctimas muchas veces no logran hablar, o lo hacen muchos años después. Por eso desde el año pasado el abuso es un delito que no prescribe. Además, es un delito que suele ser silenciado por quienes rodean a los abusadores y también a las víctimas, y en este ocultamiento no hay reparación posible. Sebastián hoy lo logró. La defensa del cura abusador pretendió que se revirtiera todo el proceso judicial para que el cura quedara como inocente. Pero el máximo tribunal, con la firma de los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, ratificó todos los hechos. Hoy se hizo Justicia. 

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March 13, 2016

La provincia, en la mira por denuncias de pedofilia

SALTA (ARGENTINA)
El Tribuno Salta [Salta, Argentina]

March 13, 2016

By Redacción

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La película “Spotlight”, que recientemente ganó el Oscar al mejor filme, pone el foco en los casos de pedofilia dentro de la Iglesia Católica y menciona a Salta entre las provincias del mundo donde las denuncias por este tipo de hechos conmocionaron a la sociedad.Los registros en los que se basaron los productores del filme recopilan denuncias que realizaron organizaciones de víctimas alrededor del planeta. En estos listados aparecen, entre los acusados, Alessandro de Rossi y Martín Paz, dos sacerdotes que pertenecían a la Iglesia de Salta. También se hace referencia al caso de Julio César Grassi, ocurrido en Buenos Aires.Alessandro De Rossi fue detenido en Roma por pedido de la Justicia salteña a comienzos del año pasado, si bien quedó liberado en octubre y no fue extraditado por falta de pruebas.De Rossi fue acusado de abusos sexuales a niños entre 2008 y 2013, cuando se desempeñaba como párroco en un templo del barrio Islas Malvinas, en Salta capital.En ese barrio el religioso trabajaba en vinculación con un comedor para niños carenciados, un centro educativo y un playón deportivo.Su tarea pastoral era contener a niños y jóvenes que estuvieran en situación de calle, con problemas de adicción o violencia.La investigación sobre De Rossi se abrió por la denuncia de un joven que era parte del grupo con el que el cura estaba en contacto. Según relató, abusó de él en reiteradas oportunidades. No llegó a saberse con exactitud cuántas habrían sido sus víctimas.El otro caso es el de Martín Paz, que fue separado de sus funciones eclesiásticas en mayo de 2003 por el arzobispo de Salta, Monseñor Mario Cargnello. El abuso salió a la luz cuando se conoció que una adolescente de 17 años había quedado embarazada como consecuencia del abuso del sacerdote. La víctima tuvo un aborto espontáneo a los cinco meses de gestación.El caso ocurrió en una parroquia de La Merced, en la provincia de Catamarca, pero Paz pertenecía a la arquidiócesis de Salta. El religioso fue sometido a las leyes canónicas y el encargado de explicar las razones a la opinión pública fue entonces el vicario Dante Bernacki.

Denuncias y ocultamiento

“Spotlight”, traducida al castellano como “En Primera Plana”, relata cómo el equipo de investigación del diario Boston Globe, de Estados Unidos, saca a la luz numerosos casos de niños abusados por sacerdotes en Boston. Los periodistas demuestran también cómo había actuado la jerarquía de la Iglesia para ocultar las denuncias.Al final de la película, se menciona las ciudades del mundo en las que se conocieron casos de pedofilia dentro de la Iglesia, entre ellas, Salta.También hay otros casos de Argentina mencionados en la película, que fueron reseñados por la edición digital de Clarín en las últimas horas. Se destaca el de Julio César Grassi, que fue condenado a 15 años de prisión en 2013 por abuso de menores. Había sido denunciado por chicos de la Fundación Felices los Niños de Morón, que él dirigía.También se hace referencia a Justo José Ilarraz, procesado por “promoción a la corrupción agravada de menores” el año pasado. Los abusos habrían ocurrido entre 1985 y 1993 en Paraná. Rubén Pardo es otro de los señalados. Fue denunciado por la violación a un adolescente de 14 años en 2002 en la Casa de Formación de la Iglesia.

  • Alessandro De Rossi

Es italiano pero ejercía su sacerdocio en Salta cuando fue denunciado por abuso sexual. Trabajaba en la parroquia del barrio Islas Malvinas, en Salta Capital. Tenía contacto con niños de un comedor, un centro educativo y un playón deportivo de la zona. La acusación del adolescente impulsó la investigación en su contra. La Justicia consideró que no había pruebas para que permaneciera preso. 

  • Martín Paz

Fue separado de sus funciones eclesiásticas después de que se conociera que una adolescente de 17 años estaba embarazada de él.El arzobispo Mario Cargnello decidió que dejara de ejercer el sacerdocio. El caso ocurrió en 2003 en una parroquia de Catamarca, pero el religioso pertenecía a la arquidiócesis de Salta. La víctima tuvo un aborto espontáneo a los cinco meses.

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March 10, 2016

El cura sospechado de abuso sexual en Salta que menciona la película “Spotlight”, ganadora del Oscar

SALTA (ARGENTINA)
El Tribuno Salta [Salta, Argentina]

March 10, 2016

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Se trata del padre italiano Alessandro De Rossi quien fue liberado el pasado octubre y negada su extradición por falta de pruebas “serias”.

La película “Spotlight”, recientemente ganadora por un premio Oscar a mejor filme, pone el foco en los casos de pedofilia dentro de la Iglesia Católica y antes de los créditos hace un listado de denuncias alrededor del mundo. Entre ellas, hay una de Salta y otras seis de la Argentina que hacen referencia al caso de PADRE GRASSI, hoy detenido, entre otras. . En el caso de la provincia de Salta, el hecho al que hace alusión es al del cura Alessandro De Rossi, detenido en Roma por pedido de la justicia salteña a comienzos del año pasado pero liberado en octubre y no extraditado por falta de “pruebas serias”. De Rossi fue acusado de abusos sexuales a menores de edad entre 2008 y 2013, cuando se desempeñaba como párroco en un templo del barrio Islas Malvinas, en Salta capital. Para esa barriada trajo donaciones desde Italia, colaboró para que se ponga en marcha un comedor para niños carenciados, un centro educativo y un playón deportivo. Una parte importante de su tarea pastoral era contener a niños y jóvenes, y recuperar a los que estuvieran en situación de calle, con problemas de adicción o de violencia callejera. El joven denunciante era parte del grupo con el que trabajaba el cura.Fue acusado por el delito de abuso sexual agravado por un menor de edad que relató cómo el cura habría abusado de él en reiteradas oportunidades. No se determinó con exactitud cuántas fueron sus víctimas. El sacerdote fue denunciado en enero de 2014, por un menor de edad que relató cómo el cura habría abusado de él en reiteradas oportunidades. 
Los otros casos mencionados en la película y que sucedieron en la Argentina fueron listados hoy por el sitio de Clarín: 

  • Julio César Grassi. En 2013 fue condenado a 15 años de prisión por ABUSO DE MENORES. Había sido denunciado por varios chicos que iban a la Fundación Felices los Niños de Morón, que dirigía. Sigue siendo sacerdote. 
  • Justo José Ilarraz. El año pasado, el sacerdote fue procesado por ‘promoción a la corrupción agravada de menores’ de más de 50 abusos a estudiantes de un seminario en Paraná ocurridos entre 1985 y 1993. Está libre.
  • Rubén Pardo. Fue denunciado por haber violado a un nene de 14 años de 2002 en la Casa de Formación de la Iglesia Católica. Como Pardo murió, el Obispado de Quilmes tuvo que indemnizar a la víctima por daño moral.
  • Mario Napoleón Sasso. El cura fue condenado en 2007 a 17 años de prisión por abusar de cinco nenas de 7 a 14 años cuando era párroco de la capilla de La Lonja, Pilar. Desde 2012 goza del beneficio de salidas transitorias.
  • Héctor Pared. En marzo de 2003 fue condenado a 24 años de prisión por abusos sexuales a chicos del Hogar Hermano Francisco de Quilmes. El 1º de septiembre de ese año murió, víctima de sida. Entonces, los abusados tuvieron que ser sometidos a análisis para saber si habían sido contagiados por el cura, ya que la enfermedad del cura fue silenciada por el Servicio Penitenciario y por los jefes religiosos del sacerdote.
  • Fernando Enrique Picciochi, ex miembro de la Congregación de Hermanos Marianistas. Fue condenado a 12 años de prisión por abuso de alumnos del colegio Marianista. Acaban de dejarlo en libertad por el beneficio del 2 x 1.

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February 29, 2016

El caso del sacerdote Brizzio, denunciado por abusar de un adolescente en Gálvez

(ARGENTINA)
Agenciafe.com [Santa Fe, Argentina]

February 29, 2016

By Agenciafe/Rosario 12 /

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La Iglesia vuelve a encubrir al cura que un hombre denunció como su violador, 20 años antes, en un grupo católico juvenil. El Arzobispado de Santa Fe niega que haya sido un caso de abuso sexual de menores. Reacción del abogado de la víctima.

A más de un año de la denuncia por abuso sexual contra el ex cura de la Basílica de Esperanza, Luis Brizzio, por hechos cometidos hace 20 años contra un adolescente de la ciudad de Gálvez, su abogado desmintió y repudió un comunicado en el que el Arzobispado de Santa Fe indicó que lo padecido por la víctima “no fue abuso sexual de menores”. Si bien en agosto pasado el denunciante recibió la respuesta negativa de la Congregación de la Doctrina de la Fe, de Roma, en la que le notificaron que “analizadas las actas de la investigación previa, se concluye que al producirse el hecho era mayor de edad”; éste se sorprendió cuando la semana pasada leyó el comunicado publicado en el portal de noticias www.lavozdelaregionweb.com.ar. “Es evidente que la persona abusada por Brizzio era menor. Su padre se reunió con el entonces obispo Edgardo Storni en la época de los abusos y fue a declarar junto con su esposa a Santa Fe el año pasado. La manipulación que (el arzobispo José María) Arancedo ha hecho de esta familia es descomunal”, se quejó el abogado de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina, Carlos Lombardi. También preguntó dónde está ahora el presbítero denunciado.

Tal como la víctima le contó a este diario en febrero de 2015, dijo que él en esa época “tenía 16 o 17 años”. En Gálvez, Brizzio coordinaba el grupo de jóvenes de la iglesia local, a la que el adolescente asistía.

A principios de febrero de 2015, cuando se presentó la denuncia en el Arzobispado, el cura Brizzio fue separado de la Basílica de Esperanza y enviado a Buenos Aires. Alrededor de cuatro meses después, el Arzobispado envió a Roma el expediente con las declaraciones de la víctima, sus padres y las de otros testigos. Sin embargo, Lombardi protestó en varias oportunidades porque al denunciante no se le permitió tener acceso al expediente canónico, por lo que la parte no pudo controlar las pruebas reunidas en el mismo.

Tres meses después, les llegó como respuesta que no había delito por abuso sexual de menores. En su momento, el abogado dijo que a la víctima “se le notificó algo cocinado a miles de kilómetros de distancia, sin que se haya podido defenderse, y con una conclusión tremendamente falsa”. En aquel momento, el letrado dijo que la respuesta de la Iglesia reforzaba la idea de iniciar una denuncia penal.

La semana pasada -tal la publicación del portal mencionado- el arzobispo de Santa Fe firmó un comunicado que se envió a las instituciones relacionadas a la diócesis de la provincia, en el que asegura que según la investigación canónica, “no existió la figura de abuso de menores” por parte del cura Luis Brizzio. “Queridos hermanos: habiendo recibido la respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre el recurso jerárquico presentado respecto a una denuncia por presunto abuso de menores contra el padre Luis Brizzio, he considerado conveniente comunicarles la determinación a la que ha llegado dicha Congregación. Luego del estudio de las actas de la investigación preliminar solicitada, como del recurso elevado, ratifica que no ha existido la figura de delito de abuso de menores, según lo determinan las Nuevas Normas reservadas a la Congregación para la Doctrina de la Fe”, expresa el comunicado.

La respuesta del abogado de la víctima llegó rápidamente: “Volvemos a desmentir y repudiar los dichos del arzobispo Arancedo, quien al igual que la iglesia católica en Argentina continúa con su accionar ilegal y contrario a los derechos humanos ya que se ampara en su legislación para impedir que las víctimas de abuso sexual puedan ejercer sus derechos. Ese modus operandis trae como consecuencia no sólo la denegación de justicia y abuso de poder sino una nueva revictimización de las personas dañadas”, expresó a este diario.

Lombardi lamentó: “Dicen que la víctima no era menor de edad sin que sepamos cómo llegaron a esa conclusión. Es evidente, y los mismos hechos lo prueban, que la persona abusada por Brizzio era menor. Mi representado no tiene una sola constancia por escrito de los fundamentos de lo que Arancedo comunicó; otra señal de las torpezas, contumacia y autoritarismo de dicho jerarca que parece que no pierde la costumbre de proteger a sus subordinados de sotana”.

El letrado de la Red, dijo que “Arancedo sucedió a Storni y tampoco inició investigación alguna. Lo reconoce en el propio comunicado. La denuncia la recibió en 2015 por hechos de hace 20 años atrás. La pregunta que nos hacemos ¿por qué no investigaron durante esos 20 años, si ya conocían los hechos por boca del propio Storni? Desde 1983 rige el Código de Derecho Canónico que promulgó Juan Pablo II. El canon 97, inciso 1: “La persona que ha cumplido dieciocho años es mayor; antes de esa edad, es menor”. La víctima de Brizzio empezó a ser abusada a los 16 y así fue declarado no sólo por el padre sino por ella misma”. Y remarcó las normativas del derecho canónico de 1983 sobre abusos sexuales: “La relación pastoral o profesional constituye una zona prohibida porque alguien con poder (el sacerdote) establece una relación basada en la confianza. No importa quién inicie la relación ni cuán dispuesto diga haber estado para consumarla el menor o el mayor vulnerable: el sacerdote siempre tiene la responsabilidad de poner límites apropiados, a pesar de la situación o circunstancias (extracto del libro Abusos Sexuales en la Iglesia Católica de Jorge Listosella)”.

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Una negación que humilla y enoja

(ARGENTINA)
Página/12 [Buenos Aires, Argentina]

February 29, 2016

By Lorena Panzerini

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La Iglesia vuelve a encubrir al cura que un hombre denunció como su violador, 20 años antes, en un grupo católico juvenil. El Arzobispado de Santa Fe niega que haya sido un caso de abuso sexual de menores. Reacción del abogado de la víctima.

A más de un año de la denuncia por abuso sexual contra el ex cura de la Basílica de Esperanza, Luis Brizzio, por hechos cometidos hace 20 años contra un adolescente de la ciudad de Gálvez, su abogado desmintió y repudió un comunicado en el que el Arzobispado de Santa Fe indicó que lo padecido por la víctima “no fue abuso sexual de menores”. Si bien en agosto pasado el denunciante recibió la respuesta negativa de la Congregación de la Doctrina de la Fe, de Roma, en la que le notificaron que “analizadas las actas de la investigación previa, se concluye que al producirse el hecho era mayor de edad”; éste se sorprendió cuando la semana pasada leyó el comunicado publicado en el portal de noticias www.lavozdelaregionweb.com.ar. “Es evidente que la persona abusada por Brizzio era menor. Su padre se reunió con el entonces obispo Edgardo Storni en la época de los abusos y fue a declarar junto con su esposa a Santa Fe el año pasado. La manipulación que (el arzobispo José María) Arancedo ha hecho de esta familia es descomunal”, se quejó el abogado de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina, Carlos Lombardi. También preguntó dónde está ahora el presbítero denunciado.

Tal como la víctima le contó a este diario en febrero de 2015, dijo que él en esa época “tenía 16 o 17 años”. En Gálvez, Brizzio coordinaba el grupo de jóvenes de la iglesia local, a la que el adolescente asistía.

A principios de febrero de 2015, cuando se presentó la denuncia en el Arzobispado, el cura Brizzio fue separado de la Basílica de Esperanza y enviado a Buenos Aires. Alrededor de cuatro meses después, el Arzobispado envió a Roma el expediente con las declaraciones de la víctima, sus padres y las de otros testigos. Sin embargo, Lombardi protestó en varias oportunidades porque al denunciante no se le permitió tener acceso al expediente canónico, por lo que la parte no pudo controlar las pruebas reunidas en el mismo.

Tres meses después, les llegó como respuesta que no había delito por abuso sexual de menores. En su momento, el abogado dijo que a la víctima “se le notificó algo cocinado a miles de kilómetros de distancia, sin que se haya podido defenderse, y con una conclusión tremendamente falsa”. En aquel momento, el letrado dijo que la respuesta de la Iglesia reforzaba la idea de iniciar una denuncia penal.

La semana pasada -tal la publicación del portal mencionado- el arzobispo de Santa Fe firmó un comunicado que se envió a las instituciones relacionadas a la diócesis de la provincia, en el que asegura que según la investigación canónica, “no existió la figura de abuso de menores” por parte del cura Luis Brizzio. “Queridos hermanos: habiendo recibido la respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre el recurso jerárquico presentado respecto a una denuncia por presunto abuso de menores contra el padre Luis Brizzio, he considerado conveniente comunicarles la determinación a la que ha llegado dicha Congregación. Luego del estudio de las actas de la investigación preliminar solicitada, como del recurso elevado, ratifica que no ha existido la figura de delito de abuso de menores, según lo determinan las Nuevas Normas reservadas a la Congregación para la Doctrina de la Fe”, expresa el comunicado.

La respuesta del abogado de la víctima llegó rápidamente: “Volvemos a desmentir y repudiar los dichos del arzobispo Arancedo, quien al igual que la iglesia católica en Argentina continúa con su accionar ilegal y contrario a los derechos humanos ya que se ampara en su legislación para impedir que las víctimas de abuso sexual puedan ejercer sus derechos. Ese modus operandis trae como consecuencia no sólo la denegación de justicia y abuso de poder sino una nueva revictimización de las personas dañadas”, expresó a este diario.

Lombardi lamentó: “Dicen que la víctima no era menor de edad sin que sepamos cómo llegaron a esa conclusión. Es evidente, y los mismos hechos lo prueban, que la persona abusada por Brizzio era menor. Mi representado no tiene una sola constancia por escrito de los fundamentos de lo que Arancedo comunicó; otra señal de las torpezas, contumacia y autoritarismo de dicho jerarca que parece que no pierde la costumbre de proteger a sus subordinados de sotana”.

El letrado de la Red, dijo que “Arancedo sucedió a Storni y tampoco inició investigación alguna. Lo reconoce en el propio comunicado. La denuncia la recibió en 2015 por hechos de hace 20 años atrás. La pregunta que nos hacemos ¿por qué no investigaron durante esos 20 años, si ya conocían los hechos por boca del propio Storni? Desde 1983 rige el Código de Derecho Canónico que promulgó Juan Pablo II. El canon 97, inciso 1: “La persona que ha cumplido dieciocho años es mayor; antes de esa edad, es menor”. La víctima de Brizzio empezó a ser abusada a los 16 y así fue declarado no sólo por el padre sino por ella misma”. Y remarcó las normativas del derecho canónico de 1983 sobre abusos sexuales: “La relación pastoral o profesional constituye una zona prohibida porque alguien con poder (el sacerdote) establece una relación basada en la confianza. No importa quién inicie la relación ni cuán dispuesto diga haber estado para consumarla el menor o el mayor vulnerable: el sacerdote siempre tiene la responsabilidad de poner límites apropiados, a pesar de la situación o circunstancias (extracto del libro Abusos Sexuales en la Iglesia Católica de Jorge Listosella)”.

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November 7, 2015

ABUSOS SEXUALES EN LA IGLESIA. Pedofilia: ¿monseñor Aguer está nervioso?

SANTA FE (ARGENTINA)
La Izquierda Diario [Buenos Aires, Argentina]

November 7, 2015

By Julián Maradeo

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En la causa por la denuncia por abusos contra el cura Héctor Giménez, el presidente del Tribunal Eclesiástico de La Plata, Javier Fronza, recibió a Julieta Añazco y a la abogada Lucía de la Vega, ante quienes reafirmó el oscurantismo bajo el que procede la Iglesia. A su vez, se jactó de que “Aguer está muy dolido”. La respuesta del Vaticano a la víctima del cura Brizzio, a quien liberaron de toda culpa.

“Prefiero hablar con ella a solas. (…) Usted es abogada, pero estamos en ámbitos jurídicos distintos. Usted puede asesorar a una persona delante de los tribunales del Estado argentino, con la matrícula que usted tiene, pero no tiene matrícula para asesorar en los tribunales de la Iglesia”, sostuvo el presidente del Tribunal Eclesiástico del Arzobispado de La Plata, Javier Fronza, al recibir a Julieta Añazco, quien llegó acompañada por su abogada defensora, Lucía de la Vega.

Según Fronza, la presentación realizada en 2014 por Añazco “no tiene fundamento ni legitimidad canónica”, a lo que añadió que el derecho de defensa se debe llevar a cabo con un letrado diplomado en derecho canónico. A lo que De la Vega le preguntó si “están por arriba o por debajo del Estado nacional y de la Constitución Nacional”. Acto seguido, el presbítero respondió que “yo voy a hablar con la señora Añazco”, pero agregó que “eso está en el Concordato entre la Santa Sede y el Estado argentino”. Sin embargo, el Concordato, firmado en 1966 por el nuncio apostólico Umberto Mozzoni y el canciller argentino, Nicanor Costa Méndez, nada dice al respecto.

Los concordatos son una “burbuja jurídica”, explicó el canonista Carlos Lombardi, quien manifestó que son “una de las causas que le ha permitido a la iglesia encubrir sistemáticamente los casos de abusos sexual en todo el mundo, ya que el Estado no se mete en sus asuntos internos. Es por ello que los comités de la ONU que monitorean la Declaración de los Derechos del Niño y el Protocolo contra la Tortura, les han recomendado a los estados firmantes que revean los concordatos porque son garantía de impunidad para los abusadores sexuales y las autoridades que los encubren”.

“Aguer está dolido” 

La llamada se produjo a causa del informe presentado en 2014 por Añazco, referente de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico en el país. En él reclamaba que la pusiesen al tanto sobre el avance de la causa en el ámbito canónico. De acuerdo con su denuncia, entre 1980 y 1982, cuando tenía 10 años, Giménez la sometió a abusos durante los campamentos veraniegos que organizaba en Bavio, paraje cercano a La Plata. Asimismo el año pasado corroboró que Giménez estaba involucrado en otras dos causas penales por abusos cometidos contra niños y niñas, en 1985 y 1996.

Pero no concluye ahí. En octubre apareció una nueva acusación contra el mencionado sacerdote. En este caso, habría ocurrido entre fines de los ‘70 y principios de la década siguiente. Es en este contexto que Fronza pidió que el encuentro sea en un “clima sereno”.

En 1996, por el abuso de cinco menores en Magdalena, Giménez fue arrestado, pero luego fue liberado, en diciembre de 1997, por los jueces Raúl Delbés y Horacio Piombo, a raíz de la excarcelación peticionada por el arzobispo Carlos Galán, la cual fue 
concedida por la Cámara Penal de Apelaciones local. La misma fue otorgada de modo extraordinario bajo caución juratoria, en particular, por el hecho de que el propio arzobispo garantizase personalmente la presencia del excarcelado en su sede eclesiástica.

“Lo más importante de todo es que monseñor Aguer está muy dolido”, se jactó Fronza. No obstante, según la página oficial del Arzobispado de La Plata, Giménez sigue formando parte del clero.

Ante la consulta sobre “en qué momento del proceso se encuentran”, Fronza, tras vacilar, divagó expresando que “se ha iniciado una instancia canónica”. Luego, sin notar la responsabilidad que se cargaba sobre sí, planteó que “ya desde 1996 (Giménez) está con el ejercicio del ministerio sacerdotal restringido”, dejando en claro que desde hace 19 años tienen conocimiento cabal de las acusaciones que pesan sobre el cura, quien actualmente vive en Los Hornos y celebra misas en la Capilla del Hospital San Juan de Dios (donde fue escrachado el diciembre de 2013 por organizaciones de mujeres y por algunas de sus víctimas).

Dando otra muestra del oscurantismo que rige en la institución en cuanto al desarrollo de este tipo de procesos, marcó que “cuando se resuelva y se disponga la pena, será de público conocimiento”. Justamente, sobre este aspecto recayó De la Vega, al espetarle que el procedimiento se llevó adelante bajo “el mayor secreto”, a pesar de que una de las abogadas que representan a Añazco hizo la presentación en Roma.

La respuesta 

Como en cada oportunidad que una víctima rompe el silencio que la atenaza, la Iglesia Católica se muestra como una institución medieval y, por ende, antidemocrática. El caso del cura Luis Alberto Ceferino Brizzio, a quien un joven, representado por el mencionado Lombardi, denunció por haber abusado de él, en la década del ‘80, mientras integraba un grupo de adolescentes que el sacerdote conducía en Gálvez, ciudad cercana a Santa Fe capital, volvió a exponer esta cruda realidad. Ahora, el Vaticano envió una respuesta luego de que el presidente de la Conferencia Episcopal, José María Arancedo, sostuviese que todo se decide en Roma.

En la esquela, dejaron establecido que “la respuesta de la Congregación Romana una vez analizadas las actas de la “investigación previa” y que oportunamente se enviara según lo estipulado por el c. 1717 del Código de Derecho Canónico, concluye que al producirse el hecho el denunciante era mayor de edad. Por lo tanto, no se trata de un caso de abuso de menores según lo determinan las “Nuevas Normas reservadas a la Congregación para la Doctrina de la Fe”.

Lombardi subrayó que “la respuesta del Vaticano que recibió el denunciante transgrede los más elementales principios y garantías de defensa en juicio reconocidos en la Constitución Nacional y tratados internacionales de derechos humanos, menos en la Iglesia Católica cuyas normas van a contramano de aquéllas”.

Luego de cuestionar que no se haya tratado de una notificación “en sentido estricto” sino de una simple comunicación, el canonista expresó que “no transcribe resolución ni decreto alguno; tampoco adjunta copia de la foja del expediente, donde consta la resolución. Es una burla que deja ver el estado actual de los procedimientos canónicos en la materia. Pero eso no es lo más grave. Lo peor es al abuso de poder y la descomunal denegación de justicia ya que se le informa que la Congregación para la Doctrina de le Fe (CDF) llegó a la conclusión de que “no se trata de un caso de abuso de menores según lo determinan las ‘nuevas normas reservadas a la CDF’”.

No obstante, Lombardi hizo hincapié en la falta de calificación para intervenir en el caso: “¿Cómo llegaron a esa conclusión? No se sabe, porque los denunciantes no tienen participación procesal; tampoco pueden ver el expediente; tampoco pueden saber si alguien miente, o hay pruebas falsas, no pueden nombrar abogado que los patrocine y controle el procedimiento. Al denunciante se le notifica algo “cocinado” a miles de kilómetros de distancia, sin que se haya podido defender, y con una conclusión tremendamente falsa”.

En referencia al hecho de considerar que no se habría producido ningún abuso porque el denunciante es mayor de edad, para el canonista quedó en claro que “habría un grosero error de valoración de los hechos ya que dicen que el denunciante no era menor al momento de los hechos. Eso es falso. Al momento del último de los abusos sexuales tenía 16 años. El propio Storni lo reconoció”.

“Evidentemente hay una tomada de pelo, disfrazada de ‘respuesta’”, concluyó Lombardi, para quien se produjo “una nueva revictimización”.

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July 28, 2015

IGLESIA Y ABUSOS SEXUALES. Washington: presentarán once casos de víctimas de pedofilia eclesiástica

MENDOZA (ARGENTINA)
La Izquierda Diario [Buenos Aires, Argentina]

July 28, 2015

By Julián Maradeo

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Lo hará Julieta Añazco y será entre el 31 de julio y el 2 de agosto en el encuentro organizado por la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico. Mientras, el Episcopado prepara una “guía” para actuar frente a abusos sexuales de curas.

Por primera vez una argentina disertará en la Conferencia Internacional de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico (SNAP en inglés), que comenzará el viernes en Washington. Se trata de Julieta Añazco, quien contará su caso y otros diez más.

“Tengo muchas expectativas porque, en 25 años, es la primera vez que participa alguien de Argentina y encima teniendo Papa argentino. Me he enterado que también de parte de ellos tienen muchas expectativas por el encuentro. Me siento feliz porque conoceré a Barbara Blaine, que es la presidenta de SNAP, y al exsacerdote mexicano Alberto Athié, el cual lucha contra abusos eclesiales en su país, motivo por el que dejó los hábitos. Y también conoceré al doctor Héctor Guillén, de Perú, quien tiene a su hijo en una secta religiosa. Estas tres personas me han formado, me han moldeado y me han brindado mucha información en los días de oscuridad por los que pasé. Ellos me han escuchado y me han brindado su mano. Hasta me han enviado documentales desde Perú sobre abusos eclesiales en todo el mundo”, anticipó Añazco.
Tras denunciar los abusos perpetrados, en la década del ‘80, por el cura Ricardo Giménez durante los campamentos para chicos que organizaba en Bavio, partido de Magdalena, Añazco viene tratando de reunir a las víctimas. “A medida que me fui metiendo, me fui dando cuenta de que los casos que hay en Argentina están aislados, por eso me pareció que las víctimas tenemos que organizarnos y juntarnos”, relató.

En la conferencia del SNAP, Añazco narrará también otro caso que tiene como victimario a Giménez, aparte de los de los curas Jorge Luis Morello, Justo José IlarrazLuis Brizzio, Rubén Pardo, Osvaldo Ramírez, Félix Alejandro Martínez, Nicolás Bruno Corradi, Alejandro Squizziatto, Raúl del Castillo y José Rohr.

En dicho encuentro, Añazco buscará “aprender y que me nutran de información para saber qué hacer y cómo tratar a futuros sobrevivientes que se vayan animando a hablar sobre lo que les pasó”.

La conferencia se realizará poco antes de que el Episcopado argentino estrene otro parche. El 5 de agosto dará a conocer la guía para prevenir y actuar ante abusos a menores, cuyo texto, según la Agencia Informativa Católica Argentina, fue aprobado por el plenario de obispos en abril de 2013 y enviado a la Santa Sede para su revisión. Se presentará en el marco del curso “La actuación de la curia en los delitos cometidos por clérigos y religiosos”, que organizará la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA).

Algo similar fue lanzado meses atrás en Chile. En esa oportunidad, el presidente de la fundación Para la Confianza, José Andrés Murillo, manifestó que “esta estrategia sigue centrándose en lo sexual del abuso y no en su característica principal que es el abuso de poder”. Luego, insistió diciendo que “el problema que tiene la Iglesia cuando enfrenta los abusos sexuales es la manera en que lo entiende. Lo considera una relación sexual que se manifiesta abusivamente. Por eso, al condenarlo, acuden al sexto mandamiento (el de la sexualidad). Pero el abuso, especialmente el que involucra a sacerdotes, es un abuso de poder”.

Cabe recordar que en 2009 el delegado del Vaticano, Silvano Tomassi, había precisado en una declaración ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que, según las estadísticas internas del Vaticano, entre el 1,5 y el 5% del clero católico estaba involucrado en casos de abusos sexuales a menores. Los miembros del clero en todo el mundo son 440 mil, por lo que, de acuerdo con esa cifra, entre 6 mil y 20 mil curas habrían cometido delitos de pederastia.

Los casos

Justo José Ilarraz. Recientemente procesado por abusar, entre 1984 y 1992, a medio centenar de jóvenes en el Seminario Menor de Paraná. Su caso recién llegó a la justicia a fines de 2012. Por primera vez, en abril de este año, se sentó en el banquillo de los acusados.

Ricardo Giménez. Por el abuso de cinco menores en Magdalena fue arrestado en 1996, pero luego fue liberado por los jueces Raúl Delbés y Horacio Piombo. En 2013 Julieta Añazco lo denunció por los vejámenes que padeció durante la década del 80 en Bavio. La semana pasada, el fiscal platense Marcelo Romero archivó la causa. En Washington, también contará otro caso que involucra a Gimenéz, ocurrido en la misma diócesis a fines de los 70.

Luis Brizzio. Una víctima representada por el especialista en derecho canónico, Carlos Lombardi, lo denunció por haber abusado de él en la década del 80 mientras integraba un grupo de adolescentes que el sacerdote conducía en Gálvez, ciudad situada a 80 kilómetros de Santa Fe capital. Cuando lo interrogaron respecto de las acusaciones que pesan sobre Brizzio, el presidente de la Conferencia Episcopal, José María Arancedo, sostuvo que todo se decide en Roma.

Rubén Pardo. En 2004, en Berazategui, se supo que a pesar de que el mismo cura acusado reconoció el abuso de un menor, el entonces arzobispo de Quilmes, Luis Stöckler, se amparó en su derecho de no denunciarlo ante los tribunales, y sólo le aplicó una “amonestación”. Casi diez años después, en 2013, la Cámara de Apelaciones de Quilmes confirmó la sentencia de primera instancia que había condenado al Obispado de Quilmes a pagar una indemnización.

Jorge Luis Morello. En abril de 2013, la Suprema Corte de Justicia de Mendoza dictaminó que el Arzobispado de Mendoza debía indemnizar a Iván González, por los abusos de los que fue víctima entre 1998 y 2001. Según el arzobispado, se trató de una relación homosexual entre dos personas adultas, sin tener en cuenta que el denunciante era menor de 21 años.

Raúl del Castillo. Sacerdote salesiano, actualmente en Paraguay. Los hechos por los que fue denunciado, en Mendoza, datan de fines de los 90.

Jesús Domingo Pacheco. Fue denunciado por Osvaldo Ramírez de abusar de él cuando era el cura párroco en la capilla San Antonio de Goya. Pacheco estuvo detenido desde 2011 hasta 2013, cuando el obispo de Goya, Ricardo Faifer, depositó el título de una camioneta propiedad del obispado en garantía por un valor de 50 mil pesos para que la Justicia conceda la libertad.
José Rohr. Fue acusado de abusos sexuales y agresiones físicas durante la década del 80 en el Seminario San José, situado en Venado Tuerto, Santa Fe.

Alejandro Squizziatto. Acusado de abusar de un niño en Guaymallén, Mendoza, en 2014.

Nicolás Bruno Corradi. Acusado de abusar, entre 1955 y 1984, en el Instituto Próvolo, de Verona (Italia), para niños y jóvenes sordomudos. Ante las autoridades eclesiásticas fueron presentadas denuncias de violaciones, masturbaciones obligadas por curas y relaciones de sodomía cometidas en los dormitorios. Los curas involucrados fueron aproximadamente 130. Algunos de ellos fueron trasladados a la Argentina, particularmente a La Plata y Mendoza. En esta última ciudad recaló el cura Corradi, actualmente octogenario, quien cometió abuso de poder contra docentes y alumnos. Extraoficialmente se sabe que hubo abuso sexual contra algunos alumnos. Cuando reclamaron los padres se les “compró” el silencio con indemnizaciones.

Félix Alejandro José Martínez. Las denuncias de los padres señalan que alrededor de 20 niños fueron abusados, entre 2001 y 2002, en el colegio Nuestra Señora del Camino, dependiente del Obispado de Mar del Plata. La justicia absolvió al profesor de Gimnasia Fernando Melo Pacheco. Actualmente, se aguarda la respuesta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ante el recurso de queja presentado. Asimismo, se hizo un pedido de informes ante el obispado para conocer cómo actuó José María Arancedo, quien estaba a cargo de esa diócesis y actualmente preside el Episcopado argentino.

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April 1, 2015

Luis Alberto Brizzio, a la espera de la decisión de la Santa Sede

SANTA FE (ARGENTINA)
Notife [Santa Fe, Argentina]

April 1, 2015

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Quien se desempeñara como sacerdote en Esperanza se encuentra, ahora, en un convento de Buenos Aires donde no ejerce ningún tipo de actividad ni mantiene contacto público. Fue acusado de abuso.

José María Arancedo (LT9)

Tras haber sido acusado por abusar de jóvenes, quien fuera sacerdote en Esperanza, Luis Alberto Brizzio, se encuentra en una parroquia de Buenos Aires sin ejercer allí ningún tipo de actividad. Al respecto, se manifestó el arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo: “Hay que enviarle a la Santa Sede todos los datos porque es la que entiende en esta causa”.

En rueda de prensa, el prelado confirmó que Brizzio “está en un convento, en Buenos Aires. Pude hablar con él. No tiene una sanción penal, sino que es una cautelar. Ni bien apareció la denuncia, le dije a él que no podía quedarse en la parroquia y que tenía a un lugar hasta tanto la Santa Sede resuelva. (En este momento) no tiene ninguna actividad ni contacto público”.

El próximo paso sería el juicio canónico. “Ya habló la persona que denunció –sostuvo Arancedo –. Hasta ahora, como denuncia escrita y planteada es una sola. En la justicia civil no está planteado, está planteado en la justicia eclesiástica. Puede ser que haya otras denuncias, eso se verá”, concluyó.

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March 31, 2015

Juan Carlos Maccarone: un obispo comprometido, que se retiró envuelto en el escándalo

SANTIAGO DEL ESTERO (ARGENTINA)
La Nación [Argentina]

March 31, 2015

By Mariano De Vedia

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A los 74 años murió el obispo Juan Carlos Maccarone, que hace diez años había renunciado a su ministerio episcopal en la diócesis de Santiago del Estero al difundirse un video en el que fue filmado en una relación íntima con un joven. A las pocas horas envió su renuncia al papa Benedicto XVI, que la aceptó de inmediato, y luego de un tiempo se recluyó en el Pequeño Cottolengo de la Obra de Don Orione, en la localidad bonaerense de Claypole, donde vivió hasta su muerte.

De larga y reconocida trayectoria en la Iglesia, había sido uno de los teólogos más respetados y tenía una clara visión progresista. Participó activamente de la Mesa del Diálogo Argentino, que promovió el Episcopado durante la profunda crisis de 2001-2002 y era con frecuencia uno de los obispos elegidos a la hora de redactar los documentos de la Iglesia sobre la realidad política y social.

Por sus conocimientos de derecho, asistió como representante del Episcopado a la convención que reformó la Constitución Nacional en 1994, donde expuso las posiciones de la Iglesia. Tenía una buena relación con el ex presidente Raúl Alfonsín.

Había nacido en Buenos Aires el 19 de octubre de 1940 y fue ordenado sacerdote en 1968 en la parroquia Inmaculada Concepción, de Burzaco. En 1993 fue nombrado obispo auxiliar de Lomas de Zamora y tres años después asumió como obispo de Chascomús. Fue, además, decano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina (UCA).

En febrero de 1999 asumió en la diócesis de Santiago del Estero, donde tuvo fuertes enfrentamientos con el régimen del gobernador peronista Carlos Juárez. Tuvo diálogo con organizaciones de derechos humanos y alzó su voz frente a las autoridades de la provincia para reclamar el esclarecimiento del doble crimen de la Dársena. Caído el gobierno de los Juárez, Maccarone apoyó la intervención federal y el 25 de mayo de 2005 recibió en Santiago del Estero a Néstor y Cristina Kirchner para celebrar el primer tedeum celebrado fuera de la Catedral porteña.

Tres meses después se difundió el polémico video que lo mostraba en una relación íntima con el remisero Alfredo Serrano, de 23 años, lo que conmocionó al país. El Episcopado, encabezado por Eduardo Mirás y Jorge Bergoglio, expresó su dolor y desconcierto y transmitió, sin embargo, su agradecimiento a Maccarone por su “servicio de los pobres”.

Ayer se ofició una misa de exequias en el Pequeño Cottolengo de Claypole y luego fue sepultado.

Mariano De Vedia

lanacionar

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March 30, 2015

Murió el obispo Juan Carlos Maccarone

SANTIAGO DEL ESTERO (ARGENTINA)
La Nación [Argentina]

March 30, 2015

By Mariano De Vedia

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Tenía 74 años; había renunciado a su ministerio episcopal en la diócesis Santiago del Estero hace diez años, envuelto en un escándalo sexual, al difundirse un video en el que fue filmado en una relación íntima con un joven

A los 74 años murió el obispo Juan Carlos Maccarone, que había renunciado a su ministerio episcopal en la diócesis Santiago del Estero hace diez años, envuelto en un escándalo sexual, al difundirse un video en el que fue filmado en una relación íntima con un joven.

A las pocas horas envió su renuncia al papa Benedicto XVI, que la aceptó de inmediato, y luego de un tiempo se recluyó en el Pequeño Cottolengo de la Obra de Don Orione, en la localidad bonaerense de Claypole, donde vivió retirado hasta su muerte.

De larga y reconocida trayectoria en la Iglesia, había sido uno de los teólogos más respetados y tenía una clara visión progresista. Participó activamente de la Mesa del Diálogo Argentino, que promovió el Episcopado durante la profunda crisis de 2001-2002 y era con frecuencia uno de los obispos elegidos a la hora de redactar los documentos de la Iglesia sobre la realidad política y social en esos difíciles años.

Por sus conocimientos en el campo del derecho, asistió como representante del Episcopado a la convención que reformó la Constitución nacional en 1994, y expuso en conversaciones informales con los constituyentes las posiciones de la Iglesia. Tenía una buena relación con el ex presidente Raúl Alfonsín.

Había nacido en Buenos Aires el 19 de octubre de 1940 y fue ordenado sacerdote en 1968 en la parroquia Inmaculada Concepción, de Burzaco. En 1993 fue nombrado obispo auxiliar de Lomas de Zamora y tres años después asumió como obispo de Chascomús. Fue, además, decano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina (UCA).

En febrero de 1999 asumió en la diócesis de Santiago del Estero, donde tuvo fuertes enfrentamientos con el régimen del gobernador peronista Carlos Juárez, a quien sucedió su esposa, Nina Aragonés. Tuvo un bien diálogo con organizaciones de derechos humanos y alzó su voz frente a las autoridades de la provincia para reclamar el esclarecimiento del doble crimen de la Dársena, entre otras apariciones públicas.

Caído el gobierno de los Juárez, Maccarone apoyó la intervención federal y el 25 de mayo de 2005 recibió en Santiago del Estero a Néstor y Cristina Kirchner para celebrar el primer tedéum celebrado fuera de la Catedral porteña. Tres meses después se difundió el polémico video que lo mostraba en una relación íntima con el remisero Alfredo Serrano, de 23 años, lo que conmocionó al país. El Episcopado, encabezado por los arzobispos Eduardo Mirás y Jorge Bergoglio, expresó su dolor y desconcierto y transmitió, sin embargo, su agradecimiento a Maccarone por su trabajo “al servicio de los pobres”. Recluido en el Pequeño Cottolengo de Claypole, ayer se ofició allí una misa de exequias y luego fue sepultado. “Con profundo dolor comunicamos la muerte del obispo emérito. Al comenzar la Semana Santa, ha realizado su pascua quien de manera particular ha vivido muchos años de pasión y cruz”, dijeron ayer en un comunicado el actual obispo de Santiago del Estero, Vicente Bokalic, y su obispo auxiliar, Ariel Torrado.

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March 23, 2015

El denunciante del Sacerdote Brizzio reclama participar en el proceso canónico

(ARGENTINA)
Abogados Rosario.Com [Rosario, Argentina]

March 23, 2015

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El abogado del hombre que denunció haber sido abusado hace 20 años por el párroco de Esperanza presentó un escrito ante el Arzobispado de Santa Fe para que su defendido pueda acceder a las distintas instancias de la investigación.

Carlos Lombardi, el abogado del hombre que denunció al cura Luis Brizzio, de la Basílica de Esperanza por abuso sexual, intimó al Arzobispado a que le dé participación en el proceso canónigo que se abrió, y así “cumpla con las normas de la Constitución Nacional y Tratados internacionales sobre derechos humanos con jerarquía constitucional que son de cumplimiento obligatorio para la Iglesia Católica”, según dijo en un escrito enviado por correo. El profesional hizo la presentación tras saber que su defendido no tendría acceso al expediente canónico por el que el sacerdote fue apartado.

Al mismo tiempo, el letrado indicó a Rosario/12 que le “llegó el dato de que habría otra víctima de Brizzio en Esperanza”, y que están “intentando contactarse” con esta persona desde la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico, de la que forma parte el abogado. También dijo que recibieron un correo en el que les advierten que Brizzio “podría ser una de las víctimas del ex arzobispo denunciado por abusos, Edgardo Storni”.

Más de un mes después de la difusión de la denuncia que llegó al Arzobispado de Santa Fe, el expediente canónico avanza sin el control y conocimiento del denunciante, que fue el primero en declarar. Durante estos días, lo hicieron también sus padres; pero él nada supo acerca del movimiento de la investigación. Solo le indicaron que cuando terminaran de tomar testimonios, todo se remitiría a Roma, desde el Arzobispado. Así se lo indicaron a fines de febrero y en una notificación que le fue entregada en la sede rosarina, el 12 de marzo pasado.

Frente a ello, la semana pasada, la víctima y su abogado elaboraron un escrito que enviaron a modo de exigencia, sobre los derechos del denunciante. “No he tenido participación procesal alguna en la investigación, a pesar de haber advertido dicha circunstancia en forma personal (al presbítero que lleva adelante la investigación) y a través de mi asesor letrado. El Arzobispado de Santa Fe, institucional y normativamente, me ha negado el legítimo derecho humano a participar de la investigación previa y de carácter administrativo”, se quejó el denunciante. Y añadió: “No tengo conocimiento de que el sacerdote denunciado haya declarado en la causa; en caso afirmativo, tampoco he podido leer su declaración a los efectos de controlar su verosimilitud; no me consta que el sacerdote Brizzio se encuentre en un monasterio en cumplimiento de medida cautelar dictada en el marco de la investigación; no he tenido acceso a las actuaciones ni leer las declaraciones de otros testigos”.

En ese sentido, la víctima, que denunció el hecho veinte años después de los sucedido en la ciudad de Gálvez cuando formaba parte de los grupos juveniles de la Iglesia, reclamó que se le negó “la representación procesal que cualquier denunciante del delito de abuso sexual está facultado a tener, aún en la Iglesia” e hizo reserva de “iniciar las acciones legales”.

En febrero, este diario publicó el testimonio de la víctima, quien brindó una entrevista bajo identidad reservada, y relató que sufrió tres episodios de abuso, durante su participación en los grupos de acción católica de jóvenes, dirigidos por el cura Brizzio, en la ciudad de Gálvez. En ese entonces, el denunciante tenía entre 16 y 17 años. Si bien su padre se reunió con el entonces arzobispo Edgardo Storni, sólo se logró un traslado del religioso.

Por otro lado, la semana pasada, una nota del diario Edición Uno de Esperanza, adelantó que “un esperancino sería otra de las víctimas del padre Luis Brizzio”. El dato fue confirmado por Lombardi a este diario, pero aclaró que fue un dato extraoficial, pero que “existiría una denuncia previa” a la que hizo la víctima que entrevistó este diario. Desde entonces, intenta contactarse con esa persona.

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February 17, 2015

Podrían llevar a la Justicia penal las denuncias por abuso contra un cura

(ARGENTINA)
Diario La Capital [Buenos Aires, Argentina]

February 17, 2015

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El presbítero Luis Brizzio, recientemente apartado en Esperanza por una investigación canónica. Para el abogado de la presunta víctima Storni tapó el caso y que la Iglesia actuó con “negligencia y desidia”.  

El caso del muchacho que denunció al presbítero Luis Brizzio, ex párroco de Esperanza, por abuso sexual ocurrido en la ciudad de Gálvez en 1994, cuando tenía 16 años, tuvo esta semana un fuerte impacto en la comunidad santafesina y avizora más consternaciones. Es que, lentamente, la historia vuelve a desandar uno de los caminos más escandalosos de la relación entre la Iglesia Católica y los feligreses locales, con un nuevo caso de abuso sexual en el que también estaría vinculado, como encubridor, el ya fallecido monseñor Edgardo Storni. Un caso por el que, los abogados penalistas que asesoran a la víctima estudian la posibilidad de iniciar una acción en la Justicia penal ordainaria.

Así lo confirmó ayer al Diario UNO de Santa Fe el abogado mendocino especializado en Derecho canónico, Carlos Lombardi, quien representará al muchacho que denunció a Brizzio en la investigación canónica que se inició a principios de este año en el Arzobispado de Santa Fe.

En noviembre pasado el joven envió una carta al Vaticano contando lo que le había pasado durante su adolescencia, cuando integraba el grupo Acción Católica Argentina y participaba de actividades religiosas en la ciudad de Gálvez, donde estaba Brizzio, entonces de 27 años. En aquel entonces, el chico le contó a su padre lo que le había sucedido y este fue directamente a hablar con Storni, quien a su vez le recomendó que instara a su hijo a que perdonara lo que había pasado.

Garantías procesales.Veintiún años después, el muchacho vio imágenes de Brizzio dando una misa a niños y adolescentes y sintió que debía hacer algo para evitar una nueva víctima. Así fue que decidió enviar la denuncia al papa Francisco, quien ordenó al Arzobispado de Santa Fe que iniciara la investigación. El primer martes de este mes, el muchacho viajó desde Rosario, donde vive actualmente, y se presentó ante el vicario presbítero González Grenón. Así comenzó la investigación canónica, sobre la cual el abogado Carlos Lombardi ya presentó una queja: “Hace una semana ya que le envié un mail al vicario González Grenón -quien está al frente de la investigación-, para que me informe cuáles van a ser las garantías procesales que va a tener mi defendido y todavía no me contestó”, se quejó el letrado.

—¿Qué características tiene la investigación en el marco del derecho canónico?

—Tiene trampas. Una es que las víctimas no tienen las garantías para participar en el procedimiento canónico. Por ejemplo, no pueden consultar las actas del expediente, no pueden asistir a las declaraciones de los testigos ni del propio acusado, con lo cual no podemos saber si Brizzio miente o dice la verdad, porque no podemos tener acceso al expediente.

—¿Por qué entonces prefirieron esta vía en lugar de hacer la denuncia en la Justicia ordinaria?

—Este caso tiene tres escenarios de investigación. Uno es el que haga el Arzobispado; otro es en el fuero civil para poder obtener la indemnización o el resarcimiento correspondiente por lo que padeció la víctima —vamos a esperar a ver qué pasa con la investigación del Arzobispado para avanzar en esa línea—; y el último es la denuncia en la Justicia penal ordinaria. Mi defendido estuvo dialogando con abogados penalistas y están analizando el caso. Quieren ver si es posible iniciar la acción penal; hay que ver que no esté prescripta y analizar varias cuestiones, pero no descartan presentarla. Un gran antecedente es el caso del cura Justo Ilarraz, en el que la Cámara de Casación Penal de Entre Ríos, ya se expidió y dijo que este tipo de delitos no prescriben. Es un antecedente importante porque le permitiría a las víctimas acceder a la Justicia penal ordinaria a pesar del paso del tiempo.

—¿Cómo se empieza a investigar un delito que ocurrió hace 20 años?

—Se empieza con testimonios; primero el de la víctima y luego de allegados. Tienen que tratar de explicar cuándo y ante quién hicieron la primera denuncia, cuando ocurrieron los hechos, para poder destejer la red de encubrimientos. No hay que pasar por alto que solamente después de 20 años y de que el caso tomara estado público, la Iglesia se muestra colaborativa. La pregunta es por qué tardaron tanto. El padre del denunciante fue a informarle a Edgardo Storni lo que le había pasado a su hijo. Y esto no es un dato menor, porque Storni fue luego denunciado por abuso de menores. El ex obispo José María Arancibia, de Mendoza, fue a Paraná a hacer una investigación sobre las denuncias de seminaristas contra Storni. Con esto quiero decir que la Iglesia sabía lo que había pasado. Entonces, los comunicados que sacan ahora son lágrimas de cocodrilo. Acá hubo desidia, negligencia y encubrimiento.

—¿Van a pedir que se investiguen los encubrimientos?

—Sí; no se descarta nada.

—¿Podría haber más víctimas en este caso?

—Puede ser; es probable, pero como entramos en una nebulosa en materia procesal, en donde no se puede saber, no lo podemos afirmar. Ahora, tampoco nos consta que este señor esté en el monasterio que dijo que está; ¿quién lo controla, va a tener contacto con jóvenes y niños?

—¿Cuál podría ser la condena para un acusado de abuso sexual según el derecho canónico?

—Acá entramos en otro terreno complicado. En el derecho canónico, los delitos no tienen una pena determinada. Depende de la discreción del obispo la sanción que se ponga. Puede ser una mera amonestación, una palmadita en la espalda, un llamado de atención o la expulsión del estado clerical. Eso dependerá del estado al que llegue la investigación eclesiástica, pero esos resultados y el desarrollo del proceso no pueden ser consultados por las víctimas.

Duro testimonio. Las declaraciones del abogado se dan un día después que la víctima rompiera el silencio y contara su historia. En una entrevista concedida al suplemento Rosario/12, el muchacho, que hoy tiene 35 años, contó que Brizzio le planteó en una ocasión que lo veía “triste y preocupado”, como muchoa adolescentes, y uso esta situación para vulnerarlo. Y reveló que fueron al menos tres episodios de abuso sexual que comenzaron como abrazos y continuaron con roces y manoseos.

“Aunque eran situaciones de poco tiempo, me daban vergüenza y angustia”, contó en la misma entrevista, y aseguró que “la última vez intentó una penetraciónm mientras salíamos de una habitación tras apagar la luz. Fue entonces cuando dejé de asistir”, a los grupos de Acción Católica.

Veinte años después, este hombre se decidió a denunciarlo ante la Iglesia.

Informe: Diario UNO Santa Fe

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Caso Brizzio: la Iglesia no investigó el abuso

(ARGENTINA)
Diario El Litoral Santa Fe [Santa Fe, Argentina]

February 17, 2015

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El abogado confirmó que cuando ocurrió, el padre de la víctima lo informó al arzobispo de Santa Fe. Sólo se trasladó al sacerdote Brizzio, pero no se investigó. Analizan denunciarlo penalmente. 

El Litoral

Si bien la denuncia contra el cura Luis Brizzio por un supuesto caso de abuso sexual, ocurrido hace 20 años en Gálvez, salió a la luz la semana pasada, el arzobispado santafesino ya había sido informado sobre estos hechos en su momento, cuando era presidido por Edgardo Storni, confirmó el abogado Carlos Lombardi que representa al denunciante. 

“Hace 20 años el padre de la víctima se reunió con el arzobispo Storni, a quien le comunicó lo que su hijo le había contado. En esa reunión se resolvió el traslado del sacerdote Brizzio y que la cosa no trascendiera porque el padre del denunciante era una persona conocida en la sociedad santafesina y no se quiso producir un escándalo mayor”, relató a El Litoral en una entrevista telefónica desde Mendoza.

En este punto el letrado criticó el accionar de la iglesia: “Cuando un arzobispo tiene conocimiento de una situación así tiene que recurrir a la justicia penal; es una obligación ética. Y además, el cánon 1717 del derecho canónico establece que ante la noticia verosímil de un abuso, el obispo tiene la obligación de iniciar una investigación. Nada de todo esto se hizo”.

¿Por qué tuvieron que pasar 20 años? “Cuando el denunciante vio una foto del sacerdote Brizzio saludando afectuosamente al papa Francisco, rememoró todo lo que pasó y temió que otros adolescentes pasaran por lo mismo que él. Tuvieron que pasar 20 años para que esto saliera a la luz porque es tremendo el silencio que padecen las víctimas de abuso sexual; es una doble victimización”.

En este sentido, Lombardi señaló que las víctimas tienen que superar lo que, en psicología, se denomina “relación de hechizo” con el abusador. “Muchas veces se trata de un superior, que puede ser un sacerdote, un docente o hasta el padre de familia. Son personas que tienen un poder y una relación afectiva, por lo que a la víctima le cuesta horrores cortar con esa relación, hacer el reclamo y visibilizar el abuso”.

El trauma que genera el abuso es tan poderoso que muchos niños o adolescentes bloquean u olvidan la situación que vivieron y recién en la adultez pueden recordarla. “Por eso es imposible tener cifras exactas sobre la cantidad de casos de abuso en el país. De todas formas, se están conociendo cada vez más. Hace un año y medio se conformó la Red de Sobrevivientes al Abuso Eclesiástico en Argentina y están apareciendo víctimas en Corrientes, Mendoza, Entre Ríos y Buenos Aires”, sostuvo el asesor de esta red.

¿Denuncia penal?

Hasta ahora, la denuncia contra Brizzio se encuentra en la esfera eclesiástica. Pero Lombardi aseguró que se está analizando la posibilidad de hacer la denuncia penal. “Como ya pasaron 20 años, es necesario saber si la causa prescribe o no. Los abogados penalistas nos están asesorando para ver si es posible realizar la denuncia penal. Hasta ahora, se realizó la denuncia ante el Arzobispado de Santa Fe, que comenzó una investigación”, dijo.

De todas formas, el letrado mencionó el caso del cura Ilarraz de Paraná (Entre Ríos) como paradigmático porque la Cámara Criminal de esa provincia declaró la no prescripción para este tipo de delitos, lo cual es “muy importante para las víctimas de sacerdotes pedófilos”, concluyó. 

Habló la víctima

Bajo reserva de su identidad, el hombre que denunció al cura Brizzio brindó su testimonio a Edición Uno Esperanza y a Rosario/12. Allí contó que él era un adolescente cuando comenzó a frecuentar un grupo de jóvenes coordinado por Brizzio en la ciudad de Gálvez. “Fueron al menos tres sucesos de abuso sexual que comenzaron como abrazos en un momento de quiebre emocional mío, y continuaron con roces y manoseos”, recordó la víctima a Rosario/12.

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February 16, 2015

Habló el hombre que denunció al Padre Brizzio

(ARGENTINA)
Esperanzadiaxdia [Santa Fe, Argentina]

February 16, 2015

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Andrés (el nombre fue reemplazado) tenía entre 16 y 17 años cuando se unió a los grupos de Acción Católica de Jóvenes, en Gálvez, coordinados por el párroco Luis Brizzio. Lo que vivió en esa época había quedado guardado en su memoria. A los 18 años se fue de su ciudad, pero algo reverberó a fines del año pasado, cuando sintió que habían pasado «20 años de encubrimiento», que lo llevaron a googlear el nombre del cura. Cuando encontró una foto en la que Brizzio estaba rodeado de adolescentes, se inquietó y envió correos electrónicos con el relato de su historia a todas las direcciones del Vaticano que encontró en la web. Brizzio fue apartado de la Basílica de Esperanza por el Arzobispado de Santa Fe, acusado de abuso sexual. «Sentí cierta responsabilidad y me sentí cómplice por darle la posibilidad de que vuelva a hacer lo que me hizo», señaló el muchacho cuya identidad se preserva, en diálogo con Rosario/12. Veinte años después, reveló haber sido víctima de tales sucesos, calificados como «conducta indebida» por la Iglesia, en un comunicado de la semana pasada, que dio cuenta con eufemismos de la investigación contra el párroco.

Incluso, la víctima recordó que sus padres se reunieron con el entonces arzobispo, monseñor Edgardo Storni, denunciado por abuso sexual a un seminarista y fallecido en 2012. El prelado le dijeron expresó en su momento que «donde sobreabundó el pecado, sobreabunda la gracia de Dios». Jamás olvidó esa frase.

Con datos cronológicos, el entrevistado relató que hace veinte años era un adolescente que se unió al grupo dirigido por Brizzio (de 27 años entonces) en Gálvez. Ahora, decidió contar su historia.

– ¿En ese grupo conociste al padre Luis? – le preguntó Rosario12

– Lo conocí por participar en esos grupos donde yo ocupaba un cargo de organización. Mi familia asistía a grupos católicos. Parecía que teníamos un vínculo de amistad, cercano. Incluso el cura párroco, Daniel Achkar, era muy allegado a mi familia. Todo comenzó cuando Brizzio me planteó que me veía triste o preocupado, como muchos adolescentes, y usó esa situación para vulnerarme. Fueron al menos tres sucesos de abuso sexual que comenzaron como abrazos en un momento de quiebre emocional mío, y continuaron con roces y manoseos. El primer episodio fue en otro pueblo cerca de Gálvez, donde él celebraba misa. Los otros dos fueron en la parroquia de Gálvez durante los encuentros de Acción Católica. Se me tiraba encima. Me quitaba capacidad de reacción. Aunque eran situaciones de poco tiempo, me daba vergüenza y angustia. El me responsabilizaba cuando yo le preguntaba qué estaba pasando. Me mandaba a confesar por haber cometido un acto impuro. La última vez intentó una penetración, mientras salíamos de una habitación, tras apagar la luz. Fue entonces cuando dejé de asistir.

– ¿Cuándo pudiste contar esto por primera vez?

– Al tiempo de haberme alejado de la Iglesia, ya tenía 18 años, empecé a pensar que ahí había otros chicos, incluso menores que yo, y que no lo podía ocultar. Entonces hablé con Achkar, que estaba a cargo de la parroquia. A él le costó entenderlo, y sentí que me preguntaba si yo tenía algo que ver con esa situación. Me sentí incómodo y me fui. Días después, mis padres organizaron una comida en mi casa con su grupo y el párroco, que me preguntó si yo lo autorizaba a hablar con Brizzio sobre el tema y le dije que sí. A los días me llamó Brizzio para hablar conmigo. Lo esperé en la plaza de enfrente de la parroquia, a la vista de la gente. Ahí me pidió perdón y me dijo que no lo había podido controlar. Sentí que se me reía. Lo decía de manera tan fría. Yo me quería ir y no me quedó un buen sabor de aquella situación. Durante un tiempo no dije nada; pero una noche salí al boliche, tomé y volví descompuesto a mi casa. Creí que no era por el alcohol y desperté a mi papá; me llevó al sanatorio y tenía la presión altísima. No sentía las piernas. La enfermera le dijo a mi padre que algo me pasaba, le dijo `hay algo que este chico no dice’; y cuando ella se retiró le dije a mi papá que Brizzio me tocaba, o se lo di a entender. Sé que él habló después con Achkar, y yo les dije que si el padre Luis no se iba, lo iba a denunciar. Creí que yo tenía derecho a estar tranquilo en mi ciudad, sin tener que cruzármelo e ir a la Iglesia si yo quería. Lo trasladaron a los pocos días. Después Achkar les consiguió una entrevista a mis padres con Storni. Sé, por ellos, que les dijo que yo tenía que saber perdonar y que se ocuparían de que el cura hiciera terapia. Les dijo que «donde sobreabundó el pecado, sobreabunda la gracia de Dios».

– ¿Cómo siguió tu vida sin concretar esa denuncia?

– No volví al grupo. Me fui a estudiar a otra ciudad al poco tiempo. Ir a Gálvez me daba angustia. Durante mucho tiempo me sentí culpable y responsable. Hice y hago terapia. Nunca supe de otra situación igual, pero tampoco me contacté con nadie del grupo. Cuando me enteré de las denuncias de Storni sentí que seguramente Brizzio seguía impune por la vida, y que todo había sido encubierto.

– ¿Qué te llevó a darlo a conocer ahora?

– En el último tiempo, ya con el Papa Francisco, noté que la Iglesia empezaba a tomar otra actitud en estos temas. Me llegó porque toca una historia mía no resuelta. Sentí una responsabilidad. Cuando estas cosas no se dicen uno pasa a ser cómplice de quien abusa, porque le estás dando la posibilidad de que pueda abusar de otro. Sobre todo, teniendo en cuenta lo que representa un cura y cuántas familias les confían sus hijos. En varias fotos, él aparece rodeado de adolescentes. Me sentí responsable por lo que podía ocurrirle a cualquiera de ellos. Cuando uno encubre está siendo cómplice. Entonces envié un mail al Vaticano contando lo que me pasó, para que se hiciera algo. Fue el 5 de noviembre. No me respondieron los emails y es cierto que no oí de otros casos, pero me pregunté si era justo que alguien corriera el riesgo, habiendo un antecedente. A los pocos días vi una foto de Brizzio que se había encontrado con el Papa. Por esos días me contacté con la Red de Sobrevivientes al Abuso Sexual Eclesiástico en Argentina y con el abogado Carlos Lombardi, de Mendoza, que empezó a asesorarme para manejar la situación. Y el viernes pasado (6 de febrero) me llamaron del Arzobispado de Santa Fe para ir a declarar y me dijeron que había una investigación. Al día siguiente me enteré del apartamiento de Brizzio.

Al término de la entrevista, Andrés aseguró que «el daño psíquico y la secuela que dejan estos episodios son importantes. No creo justo que otros pasen por lo mismo, y tampoco que este hombre se retire por un supuesto cuadro de estrés», dijo. Y agregó: «Me llevó tiempo poder hablarlo, pero creo que era el momento. Es hora de que se haga algo».

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February 13, 2015

Separan a un cura acusado de abuso

(ARGENTINA)
La Nación [Argentina]

February 13, 2015

By José E. Bordón

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SANTA FE.- En lo que amenaza con convertirse en un nuevo escándalo para la iglesia santafecina, el sacerdote a cargo de la Basílica Natividad de la Santísima Virgen, de Esperanza, cabecera del departamento de Las Colonias, 45 kilómetros al oeste de esta capital, el presbítero Luis Alberto Brizzilo, fue separado del cargo por el arzobispado “por conductas indebidas” que habrían ocurrido hace dos décadas. El sacerdote que debe reemplazarlo, Axel Arguinchona, de la parroquia La Merced de esta capital, tiene amplio respaldo popular entre sus feligreses, que hoy después de las 20 marcharán para pedir la revisión de su traslado. Sin embargo, el arzobispo y titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, ya anunció que la decisión es irrevocable.

“Desde que hemos tenido conocimiento de este hecho, la Arquidiócesis de Santa Fe está tomando todas las medidas jurídicas procesales de acuerdo con la legislación eclesial vigente”, precisó el documento. Para resolver la cuestión -sería un caso de intento de abuso sexual contra un menor-, monseñor Arancedo nombró a Arguinchona en ese cargo. Desde que el fin de semana se realizó el anuncio, se inició una campaña en las redes sociales para impedir que el sacerdote de La Merced, también vicepresidente de Cáritas Santa Fe, sea trasladado.

El desplazado padre Luis Brizzio fue enviado a un convento de sacerdotes benedictinos, donde permanecerá hasta tanto se resuelva su situación.

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February 12, 2015

Investigan a sacerdote denunciado por “comportamiento indebido” ocurrido hace 20 años

(ARGENTINA)
Elonce.com [Paraná, Argentina]

February 12, 2015

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El arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, desplazó de sus tareas pastorales al presbítero Luis Alberto Brizzio y decidió iniciar una investigación sobre un caso por “comportamiento indebido” ocurrido hace aproximadamente 20 años.

El arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo, desplazó de sus tareas pastorales al presbítero Luis Alberto Brizzio y decidió iniciar una investigación debido a que se encuentra involucrado en un caso por “comportamiento indebido” ocurrido hace aproximadamente 20 años.
La curia santafesina informó mediante un comunicado que “habiendo recibido el 6 de febrero, una denuncia por escrito y firmada, sobre un comportamiento indebido del padre Luis Brizzio, de hace aproximadamente 20 años, se ordenó el inicio de una investigación para que se pueda establecer la verosimilitud de los hechos denunciados”.
“Desde que hemos tenido conocimiento de este hecho, la arquidiócesis de Santa Fe está tomando todas las medidas jurídicas procesales de acuerdo a la legislación eclesial vigente”, manifestó. 
Mientras que el vicario general del arzobispado, Javier González Grenón, confirmó al periodismo santafesino que el denunciante ya fue contactado y ratificó el inicio del proceso canónico correspondiente.
También informó que monseñor Arancedo dispuso “medida cautelar” que el presbítero Brizzio cese en su cargo de párroco de la Natividad de la Santísima Virgen, en la localidad santafesina de Esperanza.
Arancedo designó en reemplazo de Brizzio al presbítero Axel Arguinchona, quien asumirá el 1º de marzo su ministerio pastoral en la comunidad parroquial de Esperanza.
Mientras que el traslado de Brizzio de la parroquia de La Merced, donde ejerce sus funciones el sacerdote, fue rechazado por un grupo de fieles que convocó a una marcha para el viernes en la Plaza 25 de Mayo, frente a la Casa de Gobierno provincial.
La convocatoria para evitar el traslado del Arguinchona se realizó a través de las redes sociales y con la consigna “Santafesinos por el padre Axel”, sostuvo el sitio Valores Religiosos. (NA).-

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Esperanza: Se investiga al presbítero Luis Alberto Brizzio

(ARGENTINA)
Notife [Santa Fe, Argentina]

February 12, 2015

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El ex párroco de la basílica Natividad de la Santísima Virgen de esa localidad fue desafectado de su labor. En principio se había adjudicado la decisión a un pico de estrés, pero en las últimas horas trascendió que el Arzobispado recibió denuncias por “conductas indebidas”. En su lugar fue designado el padre Axel Arguinchona, lo cual motivó una movilización para el viernes en la plaza 25 de Mayo en reclamo de su permanencia en nuestra ciudad.

José María Arancedo (LT10)

Según un comunicado del Arzobispado de Santa Fe, se determinó el retiro de Brizzio como parte de una “medida cautelar a partir de una denuncia en su contra”, realizada el pasado 6 de febrero. El texto indica: “Habiendo recibido el día 6 de febrero una denuncia por escrito y firmada, sobre un comportamiento indebido del P. Luis, de hace aproximadamente 20 años, el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz ordenó el inicio de una investigación para que se pueda establecer la verosimilitud de los hechos denunciados. Del mismo modo, como medida cautelar se dispuso que el P. Brizzio cese en su cargo de cura párroco de la Natividad de la Santísima Virgen y, en su lugar, se designó al presbítero Axel Arguinchona, quien asumirá su oficio el 1 de marzo del corriente año”.

Sobre el particular, se manifestó esta mañana el propio arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo. En comunicación con LT10, señaló que: “Estamos siguiendo de cerca, de acuerdo a las normas de la Iglesia, actuando con la celeridad y la firmeza del caso; atendiendo el reclamo de la persona que ha sido víctima frente a un acto indebido”.

En ese contexto, el titular de la Conferencia Episcopal Argentina precisó que, habida cuenta de las circunstancias, “se tomaron las medidas cautelares de que (Brizzio) deje la Basílica y que vaya a un monasterio. Y se inició el trámite judicial, el proceso de investigación previo”. En tanto, aclaró que no hay formulada una denuncia en el plano civil, mientras el proceso iniciado en el marco de la Iglesia se prolongará unos meses y luego será elevado a Roma.

“La medida ya está tomada”

Consultado sobre la marcha convocada para este viernes, frente a la Catedral, en reclamo de la permanencia de Axel Arguinchona en la parroquia La Merced de nuestra ciudad, Arancedo subrayó: “Hablé con el padre Axel y comprendió. Y aceptó, muy bien dispuesto. La medida ya está tomada”. En tal sentido, añadió que comprende el cariño que se le tiene a Axel, pero “está nombrado por seis años, y él ya lleva ocho y continuaba en cuanto que era vicepresidente de Cáritas que termina este año. Le dije que ya había cumplido el período establecido. Esto nos pasa a todos los sacerdotes, y la gente tiene que comprenderlo. En este caso, creía que era una medida que tenía que tomar y Axel así lo entendió e, inmediatamente, me dijo ‘sí, monseñor, cuente conmigo. Para mí será un desafío y estoy dispuesto para ir hacia allá’”.

A propósito, el arzobispo de Santa Fe consideró que “era una medida necesaria y por eso la he tomado. A mí me cuesta también, pero sepamos que la medida ya está tomada”, insistió.

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Esperanza: apartan a párroco por “comportamiento indebido”

(ARGENTINA)
Rosario3 [Rosario, Argentina]

February 12, 2015

By ROSARIO3

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Se trata del presbítero Luis Alberto Brizzio, que fue enviado a un monasterio benedictino después de que la Arquidiócesis de Santa Fe recibiera una denuncia escrita y firmada por una víctima

El presbítero Luis Alberto Brizzio, cura párroco de la Natividad de la Santísima Virgen, de la ciudad Esperanza, fue apartado de su cargo por el arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, debido a una denuncia “sobre un comportamiento indebido, que presuntamente tuvo hace aproximadamente 20 años”.

El arzobispado informó –mediante un comunicado– que la denuncia fue recibida por escrito y firmada por la víctima y que Arancedo “ordenó el inicio de una investigación para que se pueda establecer la verosimilitud de los hechos denunciados”, de acuerdo a lo dispuesto por el Código de Derecho Canónico.

“Desde que hemos tenido conocimiento de este hecho, la Arquidiócesis de Santa Fe está tomando todas las medidas jurídicas procesales de acuerdo a la legislación eclesial vigente”, añadió el texto.

La Iglesia santafesina ya contactó a la persona que denunció a Brizzio y voceros eclesiales dijeron que no realizó ninguna presentación ante la Justicia. En cuanto al “comportamiento indebido” al que alude el comunicado del Arzobispado, las fuentes dijeron que “se mantendrá en secreto mientras se investiga”.

Brizzio ya fue apartado de las actividades que desarrollaba en la parroquia esperancina y fue enviado a un monasterio benedictino. En este sentido el vicario general del Arzobispado de Santa Fe envió un escrito a la comunidad de Esperanza en la que le anunció que “ante situaciones particulares que derivaron en un diagnóstico de estrés agudo, el arzobispo le pidió al padre Brizzio que dejara las tareas pastorales y se fuera a un Monasterio benedictino”.

En su reemplazo, Arancedo designó al padre Axel Arguinchonga, quien asumirá el 1 de marzo y hasta ahora estaba a cargo de la iglesia Nuestra Señora De la Merced, en Santa Fe.

A propósito de ello, un grupo de fieles santafesinos se opone al traslado de Arguinchonga e impulsa a través de las redes sociales y otros medios una marcha a la Plaza 25 de Mayo de la capital de la provincia para exigir que el religioso permanezca en Santa Fe.

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February 11, 2015

Padre Luis Brissio: investigado y con stress

(ARGENTINA)
Al Margen Web [Esperanza, Argentina]

February 11, 2015

By Unknown

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En un comunicado oficial, el Arzobispado de Santa Fe indica que el padre Luis Brissio, padece stress y que está alejado de su tarea pastoral para descansar en un Monasterio. Asimismo hace saber que el 06/02/15 ingresó una denuncia sobre un comportamiento indebido acerca de un acto posiblemente ocurrido hace 20 años.

Comunicado Oficial:

En referencia a la situación del Pbro. Luis Alberto Brizzio, este Arzobispado desea hacer saber a toda la comunidad que ante situaciones particulares que derivaron en un diagnóstico de stress agudo, el Sr. Arzobispo, el día 26 de enero le pidió al P. Brizzio que dejara las tareas pastorales y se fuera a un Monasterio benedictino.

Asimismo, habiendo recibido el día 6 de febrero, una denuncia por escrito y firmada, sobre un comportamiento indebido del P. Luis, de hace aproximadamente 20 años, el Sr. Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz ordenó el inicio de una investigación para que se pueda establecer la verosimilitud de los hechos denunciados (can. 1717 CIC). Del mismo modo, como medida cautelar se dispuso que el P. Brizzio cese en su cargo de cura párroco de la Natividad de la Ssma. Virgen y, en su lugar, se designó al Pbro. Axel Arguinchona, quien asumirá su oficio el 1º de marzo del corriente año.
Desde que hemos tenido conocimiento de este hecho, la Arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz está tomando todas las medidas jurídicas procesales de acuerdo a la legislación eclesial vigente.

Cngo. Dr. Javier González Grenón
Vicario General del Arzobispado

En Santa Fe de la Vera Cruz, a 10 días febrero del año 2015.11 febrero, 2015

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January 8, 2015

Una investigación canónica

SALTA (ARGENTINA)
Página/12 [Buenos Aires, Argentina]

January 8, 2015

By Alessandro De Rossi

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El sacerdote italiano Alessandro De Rossi, cuyo pedido de extradición fue formulado por la Justicia salteña a Italia por una denuncia de abuso sexual agravado, ya es investigado por el Arzobispado de Salta, donde trabajó entre 2008 y 2013.

El Arzobispado de Salta dio comienzo al juicio canónico en el que se analizará la denuncia por “abuso sexual agravado” formulada en contra del sacerdote italiano Alessandro De Rossi, quien estuvo trabajando en la provincia entre los años 2008 y 2013. Como consecuencia de la denuncia, realizada en la Justicia salteña por un joven que dice haber sido víctima de los abusos, De Rossi fue detenido el 31 de diciembre de 2014 en Roma, donde estaba cumpliendo ahora su misión eclesiástica. El Arzobispado salteño sostuvo que comenzó la investigación interna “sin prejuzgar”, aunque aclaró que la sola posibilidad de que el hecho haya existido “nos duele y nos cuestiona” por tratarse de una acusación respecto de “un delito grave” tanto en el orden civil como en el orden eclesiástico.

Ante la conmoción que la detención de De Rossi provocó en la provincia de Salta, sobre todo en la feligresía que concurría a la parroquia del barrio Islas Malvinas, en la que estuvo el cura, el Arzobispado salteño dio a conocer ayer una declaración sobre el caso. El comunicado expresó que, “sin prejuzgar los hechos, su pura posibilidad nos duele y nos cuestiona”, motivo por el cual la arquidiósesis “ha iniciado su propia actuación canónica a los efectos que corresponden”, en forma paralela a la causa abierta en la Justicia local.

En el comunicado difundido con la firma del arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, se recordó que De Rossi trabajó en esa jurisdicción eclesiástica entre 2008 y 2013 “a partir de un convenio de cooperación” con el Vaticano. En la declaración, Cargnello señaló también su preocupación por la denuncia y recalcó que acompaña a “todos los que están siendo afectados por esta situación con la oración, cercanía y con el dolor que nos producen estos acontecimientos”.

El lunes, en el Vaticano, donde el papa Francisco viene realizando una serie de acciones para tratar de resarcir a las víctimas de abuso sexual por parte de miembros de la curia, en distintos países, se dio a conocer otro comunicado en el cual se expresó “dolor y desconcierto” por la detención del sacerdote Alessandro De Rossi. En el mensaje se señaló que cuando regresó a Roma se le había otorgado una parroquia porque contaban con “un juicio positivo” del arzobispo de Salta por las actividades que había desarrollado durante su estadía en la provincia.

De Rossi, de 46 años, fue detenido en la tarde del 31 de diciembre en una iglesia romana luego del pedido de captura internacional formulado por el juez de Garantías de Salta, Diego Rodríguez Pipino. La investigación se abrió en febrero de 2014, a partir de la denuncia de un adolescente que dijo haber sido víctima de los abusos y de haber presenciado situaciones similares cometidas, presuntamente, por De Rossi en contra de otros chicos que concurrían al comedor que funcionaba en la vicaría María Medianera de Todas las Gracias, en el barrio Islas Malvinas de la capital salteña.

Antes del pedido de captura, el juez de la causa ordenó allanamientos en la capital provincial que se concretaron entre el 23 y el 24 de diciembre pasado, con el objetivo de secuestrar material informático, fotos y datos que permitirían relacionar al sacerdote denunciado con los delitos que se le imputan. De Rossi estuvo cinco años en la vicaría salteña y estaba muy bien considerado por la feligresía local, que reaccionó con sorpresa y dudas respecto de la denuncia en su contra.

La causa, caratulada “abuso sexual agravado”, fue llevada adelante por el fiscal Pablo Paz. Fuentes judiciales de Salta comentaron a Página/12 que, poco antes de su regreso a Roma, el sacerdote italiano fue atacado a golpes por personas no identificadas. “El ataque le produjo lesiones y en su momento se pensó que habían sido obra de chicos con problemas de drogadicción, que son asistidos en la sede parroquial de Islas Malvinas.”

La investigación del fiscal Paz incluyó el secuestro de material existente en el disco duro de la computadora que tenía De Rossi en la vicaría. Con ese material se habría podido confirmar que el sacerdote mantenía contacto habitual con varios de los adolescentes que concurrían al comedor parroquial; se desconocen detalles de ese intercambio por Internet.

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January 3, 2015

Arrestan a cura por pederastia

SALTA (ARGENTINA)
La Jornada [Mexico City, Mexico]

January 3, 2015

By Notimex

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Vaticano. Alessandro de Rossi, sacerdote católico responsable de una parroquia cercana al Vaticano, fue arrestado en Roma tras girarse una orden de captura en Argentina por el delito de abuso sexual contra menores el pasado 31 de diciembre, trascendió ayer. De acuerdo con la prensa italiana, su captura responde a una petición emitida por el juez argentino Diego Rodríguez Pipino y ejecutada por la policía Interpol.

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January 2, 2015

Cura acusado de abuso sexual, detenido

SALTA (ARGENTINA)
La Silla Rota [Mexico City, Mexico]

January 2, 2015

By REDACCIÓN

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El sacerdote Alessandro De Rossi fue arrestado en Roma por el delito de abuso sexual a menores

CIUDAD DE MÉXICO.- Un sacerdote católico responsable de una parroquia cercana al Vaticano fue arrestado en Roma tras la emisión de un mandato de captura de autoridades de Argentina por el delito de abuso sexual a menores.

Se trata de Alessandro De Rossi, de 46 años, párroco de la iglesia San Luis Gonzaga, ubicada en el barrio romano de Parioli, aledaño al Vaticano, quien fue detenido la tarde del pasado 31 de diciembre, aunque su arresto trascendió apenas este viernes.

De acuerdo a la prensa italiana, su captura responde a un mandato de arresto emitido por el juez argentino Diego Rodríguez Pipino y ejecutado por la policía internacional Interpol.

El clérigo es acusado de haber corrompido a menores y haber abusado sexualmente de algunos de ellos dentro de los locales de la vicaría “María Medianera de todas las gracias” ubicada en el barrio Islas Malvinas de la ciudad de Salta, capital de la norteña provincia argentina que lleva el mismo nombre.

Los ataques, incluido al parecer sexo en grupo, habrían tenido lugar entre 2008 y 2013, el tiempo en que De Rossi permaneció en ese templo donde – entre otras cosas – se ocupaba de drogadictos.

En enero de 2013 la Agencia de Información Católica Argentina (AICA) reportó que De Rossi, cuyo nombre todavía se mantiene en el sitio web de la Arquidiócesis de Salta, fue internado en un hospital “tras haber sido agredido por un joven que se le había acercado en primera instancia para pedirle dinero y comida”.

Luego del episodio el sacerdote se dijo “angustiado y asustado” por el episodio pero, siempre según el órgano eclesiástico de prensa, entonces adelantó que no iba a abandonar la parroquia en Salta.

Pero no pasaron muchos meses antes que De Rossi apareciese en Roma como responsable de una nueva parroquia. En octubre del mismo 2013 el semanario de la diócesis de la capital italiana recogió un testimonio suyo.

“Encontré tanta hambre y sed de Dios y he podido dar valor a las personas, sobre todo a los muchachos: hacerles conocer un Dios que te ama así como eres y ayudarles a tener oportunidades futuras”, indicó en la publicación RomaSette.

“Estaba a dos mil kilómetros del cardenal (Jorge) Bergoglio, (hoy Papa Francisco), pero no los conocí por desgracia. El centro es pequeño y rico mientras la periferia grandísima y de una pobreza extrema”, añadió.

glc

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November 4, 2014

El Papa Francisco nombró a Adolfo Uriona como nuevo obispo de Río Cuarto

RíO CUARTO (ARGENTINA)
Diario UNO de Entre Ríos [Paraná, Argentina]

November 4, 2014

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La diócesis había quedado vacante el 4 de julio cuando Francisco promovió a Monseñor Eduardo Eliseo Martín a la arquidiócesis de Rosario.

El Papa Francisco nombró obispo de la diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto, en la provincia de Córdoba, a Adolfo Armando Uriona, que era hasta ahora obispo de Añatuya en Santiago del Estero.


Uriona nació el 27 de mayo de 1955 en Mar del Plata y cursó los estudios de Filosofía en el Seminario de La Plata y estudios de Teología en el seminario metropolitano de Buenos Aires, informó la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA).


Fue ordenado sacerdote el 28 de junio de 1980 en Mar del Plata y posteriormente nombrado vicario parroquial en Nuestra Señora de la Guardia de 1981 a 1984; vicedirector del Instituto Filosófico-Teológico Villa Tupasy y director del Instituto Don Orione de 1987 a 1988.


En 1997 fue elegido provincial de la Pequeña Obra de la Divina Providencia en la Argentina, cargo que ocupó hasta 2003.


Fue elegido obispo de Añatuya el 4 de marzo de 2004 y en Conferencia Episcopal Argentina preside la Comisión de Ayuda a las Regiones más necesitadas.


La diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto había quedado vacante el 4 de julio de 2014 cuando el papa Francisco promovió a Monseñor Eduardo Eliseo Martín a la arquidiócesis de Rosario.

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March 30, 2014

Suspenden en Córdoba a un sacerdote acusado de pedófilo

CóRDOBA (ARGENTINA)
Clarín [Buenos Aires, Argentina]

March 30, 2014

By REDACCIÓN CLARÍN

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El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, suspendió durante una década a un sacerdote acusado de pedófilo, por expresa orden del Vaticano.

Luis Alberto Bergliaffa, cura de la parroquia Nuestra Señora de Fátima de barrio Matienzo de esta Capital, seguirá siendo sacerdote, pero tiene prohibido ejercer durante diez años: “No puede celebrar misa públicamente”, detallaron fuentes del Arzobispado cordobés.

El caso se conoció por el periódico católico “Encuentro”, que reveló que “el hecho fue denunciado ante las autoridades eclesiásticas”, y que a raíz de allí comenzó una investigación canónica que duró tres años. Sin embargo, el hecho no fue investigado por la Justicia ordinaria. Es que este tipo de delitos sólo pueden ser denunciados por la víctima, sus padres o tutores, según establece el artículo 72 del Código Penal.

En un escueto comunicado, el Arzobispado de Córdoba señala: “El pasado 10 de enero del corriente año 2014, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha confirmado con certeza moral suficiente, en segunda instancia, la sentencia que ha encontrado culpable al Pbro. Luis Alberto Bergliaffa del delito de abuso sexual de una menor”.

Y termina: “Por tal motivo, se hace saber, para los fines que hubiere lugar, que al Presbítero antes mencionado se le prohíbe todo ejercicio público del ministerio sacerdotal por 10 años”.

Dante Simón, vicario judicial del Arzobispado de Córdoba, indicó que “es una noticia muy dolorosa para nosotros los cristianos. Hay una víctima de por medio, una familia que sufre”.

Fuentes eclesiásticas cordobesas confiaron a Clarín que “durante la investigación se reunieron numerosos testimonios, bajo estricto secreto pontificio; y se le aplicó al padre Bergliaffa una medida cautelar de no ejercer el público ministerio”.

El sacerdote apeló la medida, pero en segunda instancia la Congregación para la Doctrina de la Fe confirmó la sanción.

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March 29, 2014

Separan en Córdoba a un cura acusado de abusar sexualmente de una menor

CóRDOBA (ARGENTINA)
Diario El Sol Mendoza  [Mendoza, Argentina]

March 29, 2014

By Unknown

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La decisión la tomó ayer el arzobispo de la Provincia, monseñor Carlos Núñez. el caso comenzó a ser investigado hace tres años.

El Arzobispado de Córdoba apartó de su cargo al sacerdote Luis Alberto Bergliaffa, quien está acusado de abusar sexualmente de una menor de edad.

La decisión la tomó ayer el arzobispo de la Provincia, monseñor Carlos Núñez, en nombre de la Santa Sede, e implica la prohibición del cura sancionado de todo ejercicio público del ministerio sacerdotal durante 10 años.

Pese a la suspensión, Bergliaffa no afronta ningún proceso judicial, ya que la Iglesia no se constituyó en denunciante porque se trata de un delito que sólo puede ser denunciado por el agraviado, sus padres o tutores.

Según publica el sitio web de La Voz del Interior, desde el arzobispado de Córdoba informaron que Bergliaffa “sigue siendo cura, pero no puede celebrar misa públicamente”.

Bergliaffa se desempeñaba en la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el barrio Matienzo de la ciudad de Córdoba, y el caso comenzó a ser investigado hace tres años.

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Suspenden a un cura en Córdoba acusado de abusar sexualmente de una menor

CóRDOBA (ARGENTINA)
Diario El Litoral Santa Fe [Santa Fe, Argentina]

March 29, 2014

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Lo decidió el Arzobispado de Córdoba. El sacerdote apartado de su cargo es Luis Alberto Bergliaffa. Se desepeñaba en la parroquia Nuestra Señora de Fátima, del barrio Matienzo.

El Arzobispado de Córdoba apartó de su cargo al sacerdote Luis Alberto Bergliaffa, quien está acusado de abusar sexualmente de una menor de edad. 

La decisión la tomó este viernes el arzobispo de la Provincia, monseñor Carlos Núñez, en nombre de la Santa Sede, e implica la prohibición del cura sancionado de todo ejercicio público del ministerio sacerdotal durante 10 años. 

Pese a la suspensión, Bergliaffa no afronta ningún proceso judicial, ya que la Iglesia no se constituyó en denunciante porque se trata de un delito que sólo puede ser denunciado por el agraviado, sus padres o tutores. 

Según publica el sitio web de La Voz del Interior, desde el arzobispado de Córdoba informaron que Bergliaffa “sigue siendo cura, pero no puede celebrar misa públicamente”. 

Bergliaffa se desempeñaba en la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el barrio Matienzo de la ciudad de Córdoba, y el caso comenzó a ser investigado hace tres años. (DyN)

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Suspenden a un cura abusador

CóRDOBA (ARGENTINA)
Extremo Diario [Arroyo Seco, Argentina]

March 29, 2014

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El Arzobispado de Córdoba apartó por diez años de su cargo al sacerdote Luis Alberto Bergliaffa luego de que fuera “confirmado con certeza moral suficiente” que atacó sexualmente a una niña.

Córdoba.- La decisión la tomó el arzobispo de la Provincia, monseñor Carlos Ñañez, en nombre de la Santa Sede, e implica la prohibición del cura sancionado de todo ejercicio público del ministerio sacerdotal durante 10 años.

El Arzobispado de Córdoba informó que fue “confirmada con certeza moral suficiente la sentencia que ha encontrado culpable al Pbro. Luis Alberto Bergliaffa del delito de abuso sexual de una menor”. La condena es del 10 de enero pero trascendió estos días.

Pese a la suspensión, Bergliaffa no afronta ningún proceso judicial, ya que la Iglesia no se constituyó en denunciante porque se trata de un delito que sólo puede ser denunciado por el agraviado, sus padres o tutores. “Hasta ahora no tenemos noticia de que la familia de la víctima haya hecho la denuncia penal ante el Estado”, explicó el vicario judicial del Arzobispado provincial, el padre Dante Simón.

La Iglesia cordobesa reiteró que “el hecho fue denunciado ante las autoridades eclesiásticas, pero como los delitos de estas características sólo pueden ser denunciados por el agraviado o sus padres o tutores, según establece el artículo 72 del Código Penal de la Nación, la Iglesia no se constituyó en denunciante ante ese fuero judicial, sí lo hizo de acuerdo con la ley de la Iglesia contenida en el Código del Derecho Canónico”.

El padre Dante Simón responde preguntas sobre el caso

Simón, además destacó que la sentencia “es definitiva” y está “dentro del proceso canónico iniciado hace tres años por Arzobispado de Córdoba”.

El vicario judicial además destacó que Bergliaffa había apelado la decisión, pero “ante la apelación, la Santa Sede se expidió y le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal”.

Según publica el sitio web de La Voz del Interior, desde el arzobispado de Córdoba informaron que Bergliaffa “sigue siendo cura, pero no puede celebrar misa públicamente”.

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March 7, 2014

Abusi all’Istituto per sordi di Verona. L’impunità dei preti pedofili sull’asse Italia – Argentina Papa Francesco, niente da dichiarare?

LA PLATA (ARGENTINA)
Wayback Machine Internet Archive [San Francisco CA]

March 7, 2014

By Francesco Zanardi

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La commissione di inchiesta voluta dal Vaticano a Verona ha confermato le violenze sui sordi, ma i 27 preti, tutti impuniti.

Un caso di cui si è parlato poco in Italia, ma che invece ha avuto moltissimo risalto all’estero, è quello dell’istituto per sordi di Verona Antonio Provolo. In quell’istituto che ospitava circa 400 bambini sordi e incapaci di parlare, ben 26 tra preti e fratelli laici risultarono pedofili. A stabilirlo fu una commissione di inchiesta voluta nel 2009 dal Vaticano e presieduta dal Dott. Mario Sannite, ex presidente del Tribunale penale di Verona.

Inizialmente la curia dichiarò che non avrebbe dato importanza alla prescrizione, ma poi, forse visti anche i risultati dell’inchiesta, ritrattò. Di fatto oggi ben 14 delle persone coinvolte ne escono impunite, i più sono ancora preti e sono tuttora dimorano all’istituto Provolo di Verona, altri invece sono stati trasferiti nella succursale argentina dell’istituto, con sede a La Plata.

I restanti 12 invece sono deceduti.

Possibile che mentre operava questa commissione di inchiesta non sapesse niente il cardinale Bergoglio, allora a capo della Conferenza Episcopale in Argentina, oggi papa Francesco?

Papa venuto dall’altro capo del mondo a istituire una commissione di inchiesta in Vaticano sugli abusi sessuali del clero che finora ha prodotto il nulla, a parte una montagna di parole.

E ora il papa argentino comincerà a far pulizia?

PRETI E FRATELLI LAICI COINVOLTI VIVENTI

Don Eligio Piccoli (residente presso Istituto Provolo Verona)

Don Rino Corradi (residente presso Istituto Provolo Verona –Chievo)

Don Danilo Corradi (residente presso Istituto Provolo Verona-Chievo)

Don Alcide Tovo (residente presso Istituto Provolo Verona)

Don Vasco Dal Dosso (residente presso Istituto Provolo Verona)

Don Agostino Micheloni (residente presso Istituto Provolo Verona)

Don Arrigo Zerbato (ex prete) (residente a Dossobuono VR)

Don Luigi Colognato (ex prete) (residente a Verona)

Don Giovanni Granuzzo (superiore Istituto Provolo La Plata – Argentina)

Don Nicola Corradi (residente presso Istituto Provolo La Plata – Argentina)

Don Giuseppe Pernigotti (parroco SS Gratiliano e Felicissima – Fabrica (Roma)

Fratel Rizzi Erminio (residente a Gazzo Veronese VR)

Fratel Sergio Orso (fratello laico intervistato da L’Espresso )

Fratel Spinelli (residente in Argentina c/o Istituto Provolo La Plata)

DECEDUTI

Don Giuseppe Carteri

Don Aleardo Zecchini

Don Giovanni Pasqualini

Don Aquilino

Don Giuseppe Viliotti

Don Lino Viliotti

Don Giovanni Turati

Fratel Dal Castello Fratel Aggio

Fratel Allori

Fratel Lino Gugole (m. agosto 2011)

Don Albano Mattioli (m. 14 gennaio 2013) (in Argentina dal 1965 al 2007 c/o Istituto Provolo La Plata)

Rete L’ABUSO

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September 23, 2013

Curas abusadores, los antecedentes en la Argentina

BUENOS AIRES (ARGENTINA)
El Cronista [Buenos Aires, Argentina]

September 23, 2013

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Aunque Julio Grassi no es el primer caso de un cura local que va a prisión por ese delito,  adquiere otra dimensión si se tiene en cuenta que es la primera condena en la era Francisco al frente del Vaticano. Los ojos del mundo estarán puestos en la decisión que tome Jorge Bergoglio en su carácter de Papa respecto a la expulsión o no de Grassi de la institución católica.

Con el envío a la cárcel de Julio César Grassi, no es la primera vez que la Iglesia Católica argentina tiene que ver a uno de sus miembros en prisión, producto del abuso de menores.

Lo que sí constituye una novedad es que este caso adquiere otra dimensión si se tiene en cuenta que es la primera condena a un cura en la era Francisco al frente del Vaticano. Los ojos del mundo estarán puestos en la decisión que tome Jorge Bergoglio en su carácter de Papa respecto a la expulsión o no de Grassi de la institución católica.

Para repasar este triste historial, Cronista.com accedió a un informe del ex sacerdote cordobés Adrián Vitali, donde hace un repaso de los antecedentes en la historia reciente.

El cura Mario Napoleón Sasso fue el primer sacerdote condenado en el país por abuso de menores cuando era párroco de la capilla de la localidad bonaerense de La Lonja. La condena fue de 17 años por abusar de niñas indigentes que iban a buscar la comida al comedor de la parroquia. Fue alojado en un pabellón Vip de la cárcel de Olmos.

Esa lista sigue con el cura Luis Eduardo Sierra que en noviembre de 2004, fue condenado por “abuso sexual agravado reiterado” a una pena de siete años y nueve meses de prisión por haber abusado de tres monaguillos con la excusa de “sacarles la timidez”. Pero no fue a la cárcel. Fue beneficiado con una medida alternativa a la prisión preventiva: arresto domiciliario con tobillera electrónica en su casa.

Monseñor Edgardo Storni fue condenado a 8 años de prisión por abuso sexual agravado por su condición de sacerdote. La condena a Storni la cumplió en el domicilio donde residía por su edad avanzada. En una casa del Arzobispado de Santa Fe en La Falda. De la que no recibió ninguna condena fue de la iglesia que jamás le inicio un juicio canónico. Al contrario, fue respaldado por Juan Pablo II. Falleció el año pasado y su víctima todavía no fue indemnizada.

Si bien los casos de curas condenados por abuso es más extensa, cabe destacar el caso del cura Rubén Pardo. El clérigo abusó de un joven cuando tenía 15 años. El cura tenía sida y falleció en el 2005. Nunca fue preso y recibió protección de su obispo. No obstante, por primera vez un obispado de la Iglesia Católica en la Argentina fue condenado a pagar una indemnización por daños y perjuicios a una víctima de un abuso sexual cometido por un cura de su diócesis.

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July 28, 2013

Gustavo Zanchetta: ?No existen excusas para no enfrentar el desafío de la pobreza?

ORáN (ARGENTINA)
El Tribuno Salta [Salta, Argentina]

July 28, 2013

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Una de las localidades más complicadas de la provincia: Orán. Uno de los pueblos donde la falta de contención y de políticas públicas pone de manifiesto que combatir la pobreza y el narcotráfico no es un plan: Orán. Es a esa localidad donde el papa Francisco le pidió al padre Gustavo Zanchetta que llevara tranquilidad. Lo designó obispo y el 31 de agosto asume como sucesor del padre Colombo.

Tiene expectativas. Ya sabe donde fue designado. Conoce el lugar, aunque espera empaparse del todo, una vez allí. Pobreza y drogas en los jóvenes son dos temas que le preocupan.

Zanchetta nació en Rosario de Santa Fe, el 28 de febrero de 1964. Tiene 49 años. A partir de 1984 decidió escuchar su vocación, que desde joven le indicaba que el camino a seguir era, justamente, el que eligió. En 1990, ingresó al seminario mayor María Reina de los Apóstoles, de la diócesis de Quilmes y, en diciembre de 1991, recibió la ordenación presbiterial. Desde el año 2001 que es párroco de la iglesia San Francisco de Asís, en Quilmes, provincia de Buenos Aires.

Se desempeña además como subsecretario Ejecutivo de la Conferencia Episcopal para la Pontificia Universidad Católica Argentina.

A poco de su asunción como obispo de la diócesis de Orán, el padre Zanchetta habló en exclusivo con El Tribuno.

Padre ¿cuáles son las expectativas con este nuevo rol que el papa Francisco le pidió que asuma?

Fue una sorpresa. Uno nunca se espera los nombramientos. Cuando llega una designación así, es una gran sorpresa y un gran desafío. Llevo muchos años de trabajo. Tengo una relación muy cercana con el Papa. Lo tomé como la voluntad de Dios. Dije que sí. En la obediencia de la fe, acepté con alegría. Me sentí libre cuando dije que sí, más allá de todo lo que uno deja. Me siento muy pequeño frente a todo esto. Somos simples servidores y yo cumplo con lo que Jesús me ordena. No busco grandezas ni mucho menos.

Como párroco de la diócesis de Quilmes, trabajó mucho con la gente humilde. ¿Qué enseñanzas le dejaron marcas profundas?

Sí muchísimo. La pobreza en sí misma no es algo que Dios quiera para sus hijos. Dios quiere que compartamos y los que menos tienen sean los que menos sufran. Viví en un entorno en el que ví muchísimas necesidades. Y hay que seguir el ejemplo de Jesús. Sus gestos con los más necesitados, con los paralíticos, los pobres, eran magníficos.

Claro, es el rol del sacerdocio.

Un sacerdote no hace promoción humana al margen del Evangelio. La palabra de Dios indica que lo que El quiere es la felicidad de sus hijos. Y cualquier acto que hacemos los sacerdotes tiene que ser eso.

El nivel de pobreza es un problema grave en Salta y muchas veces se ponen excusas para solucionarlo.

No tienen que haber excusas para enfrentar la pobreza. Siempre echamos la culpa al otro, al dirigente, al que no participa, etc. Todos tenemos que involucrarnos. Ya lo dijo Francisco hace unos días: “quiero a la iglesia en la calle”.

¿Usted ya conoce Orán?

Estuve una semana en 2008, pero sé con que me voy a encontrar. Lo que siento que tengo que hacer, es ser pastor de todos, escuchar a todos y aprender. Quiero escuchar a la gente, al ciudadano. Voy a ponerle el hombro al país. Soy un servidor, no un caudillo. Tengo que acercar la gente a Dios.

La diócesis de Orán se caracteriza por la contención social que le da a los pueblos del norte.

Sí. Recibí grandes mensajes que me dejaban pensando ¿cómo haré? Ultimamente los cambios de obispos de Orán fueron poco frecuentes. Pero quiero que sepan que voy para quedarme. Ahora Orán es mi pueblo. Siento que ya me adoptaron. Estoy llegando a una diócesis comprometida con la pobreza y los aborígenes.

Padre, le pregunto algo que muchas veces se lo deben haber consultado pero, ¿por qué ligamos todo a Dios cuando pasan desgracias?

Uno le reclama siempre a alguien que quiere, que ama. El mismo Jesús le pidió a Dios que no lo abandone cuando estaba en la cruz. Una desgracia no ocurre porque Dios quiso perjudicarte. Las experiencias nos enriquecen y son pruebas de fe que vivimos.

¿Por qué vivimos una crisis de valores?

Porque improvisamos y olvidamos los principales valores, hacia donde vamos; no está claro hacia dónde queremos ir como sociedad. Vivimos en una sociedad que descarta a los viejos y los jóvenes no tienen certezas ni rumbo claro. Hay que revalorizar el trabajo, la familia, el prójimo, la responsabilidad.

Gustavo, el papa Francisco asumió hace muy poco y ya propuso muchos cambios. Pidió que la Iglesia salga a la calle, y habló de la necesidad de ser pobres. ¿Cómo analiza los cambios que propone para la Iglesia?

Recién está empezando el papa Francisco. Coincido con él respecto a la necesidad de que la Iglesia abra la ventana para que entre el mundo fresco. Eso es lo que necesitamos. Ya con que Bergoglio haya elegido tomar el nombre de Francisco, indica hacia donde vamos y la importancia que tiene para nosotros la pobreza. 

¿Cómo es su relación con él? ¿Cuál es su mirada sobre la llegada de Bergoglio al Vaticano?

Yo lo conozco muy bien a Francisco porque somos grandes amigos. Sé que él interpreta muy bien lo que está necesitando la Iglesia. Tengo muchísimas anécdotas con Bergoglio. Nos conocimos en 2001 cuando entre a la Conferencia Episcopal. Ahí nos hicimos amigos. Es una persona que no busca protagonismo, en absoluto. Su espontaneidad y humildad es clara y real. Es una persona que conoce claramente la realidad y que está al tanto de todo lo que ocurre. Por ejemplo, sabe como es la situación de Orán.

¿Qué reflexión interna realiza cuando vuelve de un comedor o de una villa? 

Me sorprendo. Pienso en el esfuerzo que hacen los pobres para llevar comida a su mesa. Hay veces que siento que estoy desbordado pastoralmente cuando veo tanta lucha y esfuerzo de la gente pobre. Siempre me conmovió la mujer sola, la madre abandonada con varios hijos, esa mujer que se guarda las lágrimas a la noche para que sus hijos no la vean llorar y que pelea sola en el mundo.
¡Hay tanta gente anónima que hace muchísimo! Siempre insisto en que es importante que nos hagamos el aguante entre nosotros. Si la gente se corta cada una por su lado, todo se pierde. 

¿Cuál es su mirada sobre la clase política? ¿Considera que hay una falta de sensibilidad importante por parte de los políticos?

Sí. Hay de todo. Hay dirigentes muy honestos, muy buenos y también hay otros que son lo contrario. El clientelismo y la cultura de la dádiva fueron generando una gran descrédito entre los habitantes del pueblo. Nos sentimos defraudados, eso es difícil de negarlo. Los buenos políticos tienen poco espacio para dar buenos ejemplos. Pero pienso que hay políticos a los cuales admiro y otros que me dan vergüenza…vergüenza de que sean argentinos.

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July 23, 2013

RINUNCE E NOMINE, 23.07.2013

SALTA (ARGENTINA)
Holy See Press Office [Vatican City]

July 23, 2013

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[B0481]
RINUNCE E NOMINE

● NOMINA DEL VESCOVO DI CARORA (VENEZUELA)

●  NOMINA DEL VESCOVO DI ORÁN (ARGENTINA)

● NOMINA DEL VESCOVO DI CARORA (VENEZUELA)  

Il Santo Padre Francesco ha nominato Vescovo della diocesi di Carora (Venezuela) S.E. Mons. Luis Armando Tineo Rivera, finora Vescovo titolare di Orreacelia ed Ausiliare di Caracas (Venezuela). S.E. Mons. Luis Armando Tineo Rivera

S.E. Mons. Luis Armando Tineo Rivera è nato a Caracas il 10 maggio 1948. Ha compiuto gli studi ecclesiastici di Filosofia nel Seminario San José de El Hatillo, e quelli di Teologia presso la Pontificia Università Gregoriana di Roma. Ha ottenuto la Licenza in Sociologia presso l’Università Statale di Cumaná e la Licenza in Teologia Morale presso la Pontificia Università Gregoriana di Roma.

Ha ricevuto l’ordinazione sacerdotale il 26 luglio 1980.

Come sacerdote ha svolto i seguenti incarichi: Professore di Teologia Morale e Formatore del Seminario Maggiore di Caracas, Direttore degli Studi del Seminario Maggiore, Direttore del Dipartimento arcidiocesano per la Catechesi, Arciprete della zona di Baruta e Parroco di “La Anunciación del Señor” a Caracas. Mons. Tineo Rivera è stato, inoltre, Direttore del Settimanale arcidiocesano “La Iglesia Ahora”.

Il 9 febbraio 2007 è stato nominato Vescovo titolare di Orreacelia ed Ausiliare di Caracas. Ha ricevuto l’ordinazione episcopale il 28 aprile 2007.

[01113-01.01]●  NOMINA DEL VESCOVO DI ORÁN (ARGENTINA)

Il Papa ha nominato Vescovo di Orán (Argentina) il Rev.do Gustavo Óscar Zanchetta, Sotto-Segretario Esecutivo della Conferenza Episcopale Argentina. Rev.do Gustavo Óscar Zanchetta

Il Rev.do Gustavo Óscar Zanchetta è nato il 28 febbraio 1964 a Rosario (Santa Fe, Argentina). Il 20 dicembre 1982 ha ottenuto il Diploma di Tecnico mecánico electricista presso l’Istituto Industriale di La Cumbre, Córdoba, e quindi ha fatto qualche anno di formazione con i Padri Cappuccini di Quilmes. Nel 1984 ha seguito il primo anno di Filosofia nell’Università Cattolica Argentina. Nel 1985 è entrato nel Seminario Reina de los Apóstoles, di Quilmes ed ha seguito gli studi ecclesiastici nel Centro Filosofico e Teologico Santo Toribio de Mogrovejo, di Quilmes.

Ordinato sacerdote il 13 dicembre 1991, nel 1993 è stato nominato Segretario della Commissione per i Ministeri della Conferenza Episcopale Argentina. Ha svolto anche i seguenti ministeri: Vice Parroco; Parroco di San Francisco de Asís ed Amministratore parrocchiale di N.S. del Puente, a Berazategui; Direttore del Pre-Seminario (corso propedeutico); Economo del Seminario Maggiore; Segretario del Vescovo emerito di Quilmes; Professore nel Profesorado de Ciencias Sagradas e nel Seminario di Quilmes; Consigliere del Movimiento Familiar Cristiano. Nel 2000 ha ottenuto la Licenza in Teologia Fondamentale presso la Pontificia Università Gregoriana. Attualmente è Sottosegretario Esecutivo della Conferenza Episcopale Argentina.

[01114-01.01]

[B0481-XX.01]

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